El Makashikan (Mohochihkuan), que se puede traducir como la "Gran Calma y Contemplación", es uno de los tratados budistas más importantes jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. El mismo es el texto principal del programa exotérico de estudio y entrenamiento en la escuela Tendai japonesa, la cual dio a luz a las escuelas Jodo (Tierra Pura), Zen y Nichiren, entre otras; provee un estudio integral de todo el canon y la práctica budista; y sus muchas de sus enseñanzas, en su momento radicales, hoy día son parte del Budismo Mahayana. Sin embargo, su complejidad e inaccesibilidad lo han mantenido en la oscuridad. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Makashikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.
En las pasadas entradas, vimos el desarrollo del Bodhicitta, la Aspiración de Alcanzar el Despertar por el bien de todos los seres sintientes, y luego, vimos los Cuatro Samadhis (Meditaciones) estipulados por el Gran Maestro Chih-i en su obra, el Makashikan, para poder alcanzar el Reino del Dharma y el Despertar, y por qué es importante contar con una amplia variedad de métodos o prácticas budistas. Una vez aprendido todo ésto, nos resta preguntarnos: ¿a dónde nos lleva el Makashikan? Hoy, veremos qué nos dice el Chih-i en su obra sobre el Regreso a Nuestro Verdadero Hogar: la Unidad.
En el Makashikan, Chih-i nos dice: "Es fácil para la mano adherirse a la pega, y es difícil levantarse y despertar de un sueño profundo. Algunas personas no consultan los textos (los Sutras), y neutralizan su significado; estas personas to,an su propio entendimiento y lo dan por correcto, como aquellos que pelean por losas y piedras como si fueran piedras preciosas. Estas personas ni siquiera comprenden imcluso las doctrinas y enseñanzas simples y superficiales; ¿por qué nos sorprende que se pierdan en las verdades últimas de las enseñanzas más complejas? Es por esto que es necesario entender la importancia del regreso a las enseñanzas y el verdadero propósito de las mismas y el regreso a la unidad, la Vacuidad, y realizar el despertar de un Buda.
"Regresar al propósito se refiere al propósito de los sermones del Buda y a dónde nos llevan, así como el océano a donde fluyen todas las aguas, y el cielo a donde las llamas apuntan. Debes discernir lo oculto y penetrar lo obstruso sin perderte en el camino...debes llegar a entender las verdaderas palabras del Buda y realizar el terreno de la verdadera sabiduría. Uno que entiende su significado entiende el regreso al propósito...esto es orientarse al Cuerpo del Dharma del Buda".
Como hemos visto, las enseñanzas finales del Buda orientan todos sus enseñanzas anteriores y las contextualiza dentro del marco salvífico dhármico y la verdadera naturaleza del Buda, la importancia y el verdadero significado del Dharma, y nuestro rol en este mundo. Pero estas enseñanzas fueron custodiadas por los siglos hasta el Siglo Quinto, cuando el Gran Maestro Chih-i restauró el Verdadero Dharma, y el Siglo Nueve, donde fue re-establecido nuevamente y completado por el Gran Maestro Saicho en la escuela Tendai japonesa, continuando hasta nuestros días la Tradición del Loto. Esto lo hemos visto en nuestro estudio de las Enseñanzas Perfectas y Completas, nuestros comentarios sobre el Sutta del Loto y nuestro estudio de las enseñanzas de la escuela Tendai.
Los Sutras confirman los fundamentos de nuestra escuela, y Chih-i nos pide que estudiemos los textos originales del Buda, los Sutras, y confirmemos por nosotros mismos estas conclusiones. No podemos dejarnos llevar exclusivamente por las palabras de los maestros, sobre todo, cuando lo que presentan es una visión incompleta e imperfecta del Dharma.
El verdadero propósito de la aparición de los Budas en los mundos es llevarnos de regreso a la Unidad, nuestro Verdadero Hogar. Chih-i nos dice:
"Los Budas aparecen en el mundo por las causas y condiciones de un gran propósito; ellos muestran varias formas y llevan a los seres sintientes por diferentes métodos al Cuerpo del Dharma (Universo), y cuando son uno con el Cuerpo del Dharma, tanto el buda como los seres sintientes toman refugio en el Cuerpo del Dharma (regresan a la Unidad). De nuevo, los Budas predican una infinita variedad de dharmas y llevan a los seres a realizar y dominar la sabiduría universal de los Budas. Cuando poseen la sabiduría universal, tanto los Budas como los seres regresan a la sabiduría Prajna. De nuevo, los Budas muestran una amplia variedad de métodos por medio de los medios hábiles, poderes sobrenaturales y transformaciones para liberar a los seres sintientes de sus ilusiones (dualidad)...así, tanto los Budas como los seres 'regresan' a la liberación (nuestro Verdadero Hogar - la Unidad)."
El Dharma nos ayuda a liberarnos de tres cosas, según el Makashikan: (1) liberación de nuestra ignorancia ordinaria, pues desconocemos las verdaderas leyes del universo y su funcionamiento; (2) liberación de los apegos, pasiones e ilusiones; y (3) liberación de nuestra ignorancia fundamental, nuestro sentimiento de existencia independiente y separada de la Unidad. Chih-i nos dice: "Cuando entiendes estas tres liberaciones y ayudas a otros, entras en la tesorería secreta; esto es llamado el regreso al propósito".
Cuando estudiamos el Dharma a fondo y ponemos sus enseñanzas en práctica, el estudio profundiza nuestra experiencia, y nuestra experiencia confirma nuestro estudio. Cuando nos sentamos a meditar, o recitamos el Nembutsu, o cuando trabajamos altruístamente por otros hasta el punto en que no diferenciamos entre nosotros y los demás seres sintientes (realizando nuestra Unidad Fundamental), comulgamos con el Buda, el Universo, y nos fundimos como una gota se funde en un gran océano. En ese momento, regresamos a la Unidad. Estas experiencias tienden a ser breves, pero son un vislumbre del Despertar Completo y Supremo. Las mismas deben de ayudarnos a profundizar en el Dharma y transformarnos, para continuar realizando el trabajo del Bodhisattva en el mundo con más fuerza y vigor, dándonos la energía para superar cualquier obstáculo.
Debajo de todo el movimiento y las diferenciaciones en este mundo, existe una infinita calma y tranquilidad. Esta es la Verdadera Realidad (Tathata) y Unidad de la cual emanan los Budas (Tathagatas). Todos somos una manifestación de esa Realidad, y todos poseemos dentro de nosotros la capacidad de accesar a esa infinita calma y tranquilidad, por medio de la meditación y las prácticas budistas. Eso es porque todos poseemos la Naturaleza Búdica. Cuando accesamos a la misma, brillamos, y nuestra luz se vuelve un faro que ilumina el mundo. Ese es el verdadero propósito del advenimiento de los Budas, y los Sutras nos muestran el camino de regreso a la Unidad.
Con este tema, hemos cubierto el primero de seis capítulos del Makashikan. En la próxima entrada, veremos las Cuatro Categorías de la Unidad.