Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 10 de abril de 2020

Este Mundo es el Palacio de la Iluminación: El Sutra del Loto y la Afirmación del Mundo

En Japón, todos los días, los servicios ortodoxos en las escuelas tradicionales comienzan con un cántico litúrgico llamado "Shorai Kada", que dice: "Este templo es el trono de la Iluminación, reflejando las joyas de la Red de Indra. Por ello, revelan la visión del Buda, el Dharma y la Sangha en los Diez Mundos. Por eso, nos arrodillamos y ofrecemos reverencia a la Triple Joya". Muchas veces las personas ven el Budismo como una religión que aboga por la renuncia al mundo. Esta imágen errónea es a veces perpetuada por muchos budistas que son ignorantes de las verdaderas enseñanzas del Budismo o que no han tenido el acceso correcto a las mismas. El Sutra del Loto, el cual es el sermón más importante dado por el Buda Shakyamuni en el mundo en sus más de cuarenta años de predicación, nos revela que este mundo mismo está trabajando dinámicamente para llevarnos al Despertar; todas las cosas en el universo son agentes de la actividad iluminada del Buda. Esta concepción ontológica va más allá de las formas preconcebidas de ver el Budismo y revelan la verdadera misión del Buda en el mundo. Este breve artículo pretende mostrar cómo el Budismo afirma el mundo y qué espera de nosotros en nuestro camino del Bodhisattva.


El Budismo en Occidente es muchas veces visto como una filosofía abstracta o como una práctica para alcanzar estados elevados de consciencia; incluso, muchos lo han explicado erróneamente como una especie de psicoterapia. Nada puede estar más lejos de la realidad. El Budismo, y sobre todo, el Budismo Mahayana, es una religión comprometida con la salvación universal. Como una religión soteriológica, su misión es aliviar el sufrimiento del mundo y llevar a todos los seres al Despertar. 

Recientemente, en un artículo anterior, hemos visto cómo el Sutra del Loto expresamente explica esto dentro de sus  capítulos. Para propósitos de este ensayo, haré énfasis en los capítulos 15 y 16 para destacar cómo la tierra, el espacio y el tiempo son agentes iluminados en el trabajo liberativo del Bodhisattva. 

En el capítulo 15, titulado "Emergiendo de la Tierra", al igual que en el capítulo de la Torre de los Tesoros, innumerables Bodhisattvas salen del centro de la tierra para preservar y exponer las enseñanzas del Sutra en el futuro distante. Cada uno de los Bodhisattvas poseían todas las cualidades de un Buda completamente iluminado. Ante la sorpresa de la congregación, el Buda declara que todos estos innumerables Bodhisattvas han estado practicando por innumerables kalpas bajo la tierra, para poder salvar a todos los seres sintientes en el futuro y propagar las enseñanzas del Budismo en el futuro. Entonces, el Bodhisattva Maitreya, el futuro Buda, en total asombro, le pregunta al Buda cómo él ha podido entrenar a tantos innumerables Bodhisattvas en el espacio de cuarenta años sin nunca haberlos visto, y sobre todo, cuando muchos de ellos se ven más ancianos que el Buda Shakyamuni. Maitreya dice que es como si un bebé señalara a un anciando y dijera que ese es su hijo. Esta pregunta nos lleva al clímax de todo el Sutra del Loto, el capítulo 16.

En el capítulo 16, titulado "La Duración de la Vida del Tathagata", el Buda Shakyamuni revela que aunque el ha dado la apariencia de nacer, crecer, abandonar el hogar, realizar prácticas ascéticas y alcanzar la iluminación en esta vida, realmente, él siempre ha estado iluminado, y da la apariencia de vivir y prontamente morir como un medio hábil para utilizr su propia vida como un ejemplo a seguir. El Buda luego narra una de las grandes parábolas del Sutra del Loto, la Parábola del Médico", donde un buen médico regresa a su casa para encontrar s sus hijos envenenados y con delirios. El médico les ofrece medicina, pero los hijos no le hacen caso y se rehusan a tomarla. Entonces, el médico sale del hogar, y envía un mensajero para anunciar que ha muerto; los hijos, recobrando un poco de consciencia, toman la medicina en honor a su fallecido padre y se recuperan. El padre médico es el Buda; los hijos somos nosotros, y le medicina es el Dharma, las enseñanzas del Buda. Es en este capítulo que el Buda se revela como el Buda Eterno. Luego, el Buda dice que aunque aparenta ingresar al Parinirvana, siempre se encuentra en este mundo, y en todos los mundos, realizando el trabajo del Bodhisattva, llevando a los seres al Despertar. El resto del Sutra del Loto básicamente detalla formas de poner sus enseñanzas en práctica, mostrando las historias de otros Bodhisattvas que han podido poner en práctica las enseñanzas universales del Sutra en el mundo. 

Estos capítulos contienen muchas grandes enseñanzas, las cuales hemos tocado anteriormente en nuestro ciclo de lecturas, pero para propósitos de este ensayo, veamos algunas de ellas. 

Los Bodhisattvas que aparecen en el capítulo 15, así como la Torre de los Tesoros del capítulo 11, salen de la tierra. Muchas religiones en el mundo fueron fundadas por mensajes o mensajeros que descienden del cielo. El cielo, y en nuestro caso, la tierra, poseen una plétora de significados simbólicos. El cielo, en muchas culturas, representa lo ideal, lo abstracto, lo divino, la trascendencia, aquello que está fuera de nosotros; por otro lado, la tierra representa el mundo convencional, lo concreto, lo mundano, vientre, la immanencia, aquello que está dentro de nosotros. Los Bodhisattvas, así como la Torre de los Tesoros, que representa la Budeidad innata o la Naturaleza Búdica, salen de la tierra, de adentro de este mundo; no bajan del cielo. Incluso los Budas, como el Buda Shakyamuni, nacen en el mundo; no aparecen en los cielos. En la literatura canónica del Budismo, incluso Budas como el Buda Amida (Amitabha) nacen en algún mundo antes de convertirse en Budas. Veamos someramente las ramificaciones ontológicas de esta doctrina.

Según el Budismo, todo en el Universo (Dharmadhatu) proviene de una misma sustancia o Esencia Primordial (Tathata). Todo en el Universo emana de esa Energía Primordial. Todos los seres sintientes son formas conscientes evolucionadas de esa Esencia, pero al vivir en el mundo de la dualidad, sufren en innumerables nacimientos y muertes, creando karma, lo cual perpetúa su sufrimiento. Aquí es donde entran los Budas. Todos los Budas son uno: son manifestaciones compasivas del Universo (Dharmakaya) para salvar a los seres sintientes del sufrimiento y de la ignorancia fundamental. Para predicar el Dharma, asumen forma (Nirmanakaya), encarnando en el mundo , para llevar a los seres al Despertar de su unidad e interconexión, y permitirles así a su vez ayudar a otros. Este trabajo se llama el trabajo del Bodhisattva. Y si bien existen muchos Sutras, las Escrituras Sagradas del Budismo que contienen los sermones del Buda en el mundo, que exponen esto, como el Sutra de Mahavairocana y el Sutra del Corazón, es en el Sutra del Loto que encontramos la explicación más completa. 

Igualmente, una idea central para el Budismo Mahayana es la noción de que el Samsara, el mundo fenoménico, el mundo de nuestras experiencias, es fundamentalmente una expresión de la ley budista (Dharma). El Budismo Tendai va un paso más allá y expone como una de sus doctrinas centrales que cada fenómeno sensorial, tal como es, es la expresión del Dharma. Esto se encapcula en el dicho: "Sansen soboku shikkai jobutsu", que se puede traducir como "el mundo entero natural son Budas".

Así, el mundo, así como todos los seres y todo en el Universo, emanan de una misma Esencia o Energía Fundamental; por eso, todos somos uno. Esta es la razón fundamental para los versos en los Sutras que dicen que el Samsara (este mundo) y el Nirvana (la Unidad) son uno, y no existe diferencias entre ellos (a nivel fundamental). Es por eso que el Budismo Tendai expone que todos los seres sintientes, así como los seres no sintientes, como las rocas, los árboles y los ríos, poseen Naturaleza Búdica. Soteriológicamente, es por eso que todos los seres pueden alcanzar el Despertar.

Una de las formas más prevalentes de Budismo en Occidente es el Budismo Zen, así que voy a usar ejemplos propios de la escuela Zen para ilustrar igualmente estos puntos. Si bien soy un sacerdote ordenado en la escuela Tendai, he sido personalmente influenciado por maestros de otras escuelas como Dogen, el fundador de la escuela Soto Zen en Japón. Dogen, quien citó constantemente el Sutra del Loto a través de toa su vida y sus escritos, en su obra el Shobogenzo, en su ensayo titulado "Bussho", explica la no dualidad radical revelada por esta enseñanza del Sutra del Loto, diciendo: "Todos los seres sintientes son la Naturaleza Búdica". Igualmente, en su ensayo titulado "Bendowa", cuando explica cúmo meditar propiamente, dice que cuando una persona se sienta a meditar, "realizando el mudra del Buda con el cuerpo y la mente", entonces, "todo el universo dhármico se convierte en el mudra del Buda, y todo el universo se vuelve la Iluminación". 

Todo esto nos muestra la interconexión entre el Buda y los seres sintientes, entre el Nirvana y el Samsara, y entre el Universo y nuestra práctica personal. Todas las cosas en el Cosmos son agentes iluminados que nos ayudan en nuestro camino al Despertar. Incluso las cosas malas que nos suceden en la vida, puede ser el combustible que mueva nuestra práctica. Cuando practicamos correctamente, toda la separación en el universo se desvanece, y vemos la total unidad y armonía que rige el universo. 

El Sutra del Loto, en el capítulo 3, afirma que este mundo es el mundo del Buda Shakyamuni, y que todos los seres sintientes son sus hijos. Luego, en el capítulo 16 nos afirma que es en este mundo donde él es un Bodhisattva y nos anima a ser Bodhisattvas y trabajar en pos de los demás seres sintientes en este mundo. Es por eso que el Sutra del Loto explica que cuando una persona comparte el Dharma con otra persona y cuando trabaja por el bienestar de los demás, realiza el trabajo del Bodhisattva y en considerado un emisario del Buda en el mundo. 

Este mundo es nuestro hogar, y es el hogar del Buda Shakyamuni, precisamente porque está encarnado, no solo como el Buda histórico, sino como la Naturaleza Búdica -el Buda Eterno- en todas las cosas en el universo.