Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Escuela del Loto Reformada) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 8 de junio de 2025

Mensaje Conmemorativo del Primer Aniversario de la Escuela del Loto Reformada y la Vida y Obra de Dengyo Daishi

 


Hoy, con el corazón colmado de gratitud y reverencia, nos reunimos —aunque separados por distancias— como una sola Sangha, para conmemorar un acontecimiento sagrado: el primer aniversario de la Escuela del Loto Reformada, faro del Budismo Tendai en el mundo hispano, nuevo brote del Árbol del Dharma que, desde hace milenios, hunde sus raíces en la compasión inconmensurable del Buda Eterno. Hoy no celebramos simplemente el paso del tiempo, sino la manifestación viva de una aspiración profunda: hacer resonar, en nuestra lengua y en nuestros pueblos, la Voz del Buda Eterno, la Palabra Suprema del Sutra del Loto, el Mensaje, el Legado y el Testamento del Buda que jamás ha dejado este mundo.

Hoy, en este día bendito, también honramos la vida y obra del Gran Maestro Saicho (Dengyo Daishi), pionero luminoso que, como una estrella polar, guió a Japón hacia la Verdad Unificada del Vehículo Único, estableciendo en la cumbre del Monte Hiei el altar inmortal desde donde resplandece la Enseñanza Perfecta. Su vida no fue solo doctrina, sino encarnación viviente de la Vía del Bodhisattva: integrando disciplina, meditación, sabiduría y compasión en una única llama. Y esa llama, gracias al Esfuerzo Colectivo de nuestra comunidad, ha comenzado a arder de nuevo en nuestras tierras. Desde el principio, Saicho comprendió que el verdadero Bodhisattva no es el que escapa del sufrimiento, sino el que, por compasión ilimitada, se sumerge en él para liberar a los demás. Su fe no es una fe de recompensa, sino una fe de entrega: una fe que, aun sabiendo que la perfección es lejana, decide caminar sin cesar hacia ella, confiando en el Poder del Buda Eterno y en la Budeidad Innata de todos los seres.

Con un profundo gozo y una fe inquebrantable, celebramos también la traducción de sus obras al español, como un nuevo acto de transmisión sagrada. El español, lengua de millones, se convierte así en un receptáculo de la Sabiduría del Loto; las palabras del Gran Maestro Saicho, tan largamente preservadas en el silencio de manuscritos antiguos en templos recónditos en Japón, ahora cantan en nuestra lengua. Esta tarea no ha sido labor de un solo individuo, sino fruto de la aspiración de toda nuestra comunidad de discípulos y discípulas del Loto, sembradores del Dharma en el campo fértil de los corazones hispanos.

Pero más allá de los libros y los actos formales, el verdadero milagro que hoy celebramos es la Sangha misma: cada miembro de esta Escuela, cada devoto del Buda Eterno, es una joya inestimable, una chispa de luz que enciende otras, canales vivos de la Gracia del Buda, llamados a realizar su Voluntad aquí y ahora. Porque el Buda no busca templos de piedra, sino corazones encendidos. No ansía multitudes, sino almas dispuestas.

En este primer aniversario, elevamos entonces nuestros corazones hacia la vasta Presencia del Buda Eterno, quien, más allá del tiempo y del espacio, ha bendecido nuestros esfuerzos con su invisible pero poderosa mano. Nada de lo que hemos hecho ha sido por mérito propio, sino por la corriente de méritos que fluye desde su Infinita Compasión. A cada paso, en cada palabra escrita, en cada meditación realizada, en cada acto de estudio, enseñanza y servicio, ha estado el Buda presente. Y en cada paso que daremos, seguirá guiándonos como la luz que no parpadea. Nuestra misión no es pequeña. El Buda no nos ha llamado para simplemente practicar en silencio, sino para transformar este mundo —este Mundo Saha— en una Tierra Pura. Cada vez que ofrecemos el Dharma a alguien más, cada vez que ayudamos a un ser a liberarse del sufrimiento, estamos haciendo realidad el Reino del Buda en la Tierra, piedra a piedra, acto a acto, voto a voto.

Que este aniversario no sea solo un hito, sino una semilla. Una semilla que germine en renovada determinación, en profundo estudio, en sincera práctica y en amorosa acción. Que el ejemplo del Gran Maestro Saicho sea nuestro espejo. Que las enseñanzas del Sutra del Loto sean nuestro mapa. Que la presencia del Buda Eterno sea nuestro guía. Y sobre todo, que nuestra Sangha sea un cuerpo viviente del Buda en este mundo, irradiando su luz en los rincones oscuros del Samsara, y devolviendo a los seres a su Naturaleza Despierta.

Nos postramos ante el Buda Eterno, honramos al Gran Maestro Saicho, y abrazamos la misión sagrada de nuestra Escuela. ¡Que viva muchos años más la Escuela del Loto Reformada, el Dharma en lengua hispana, y el Reino del Buda sobre la Tierra!

viernes, 6 de junio de 2025

Una Traducción de los Escritos del Gran Maestro Saicho: Dengyo - Vols. 1 y 2

Con profundo gozo y reverencia, en honor al aniversario de nuestra Escuela del Loto Reformada, nos enorgullece presentar la primera traducción al español (y alguna lengua occidental) de los escritos principales del Gran Maestro Saicho (Dengyo Daishi) para el Budismo del Loto.  

En tiempos de oscuridad, cuando el Dharma parece desvanecerse bajo la bruma del olvido, cuando las palabras verdaderas escasean y las sendas se bifurcan en incontables veredas confusas, el Buda Eterno —por medio de sus Bodhisattvas— vuelve a hablar. Y cuando lo hace, no lo hace con estrépito ni con fulgor llamativo, sino como el susurro de un anciano que vuelve del más allá con una enseñanza viva: clara como el agua de montaña, serena como la luz del alba. Este libro es el fruto de tal susurro.

Aquí se recoge, por vez primera en una lengua occidental, la voz encarnada del Gran Maestro Saicho, Fundador del Budismo Tendai en Japón, Padre de la Montaña Sagrada del Loto y heraldo del Vehículo Único en la Era Final del Dharma (Mappo). Lo que el lector tiene en sus manos no es una mera traducción académica ni un compendio histórico: es un milagro doctrinal y un regalo dirigido, proveniente, sin duda, del Corazón Compasivo del Gran Maestro, que desde la Tierra Pura de la Luz Serena —el Reino Eterno del Buda Loto— ha querido que sus enseñanzas encuentren al fin morada viva en el corazón de los pueblos de habla hispana.

Este esfuerzo se divide en dos volúmenes, que reflejan las dos alas que permiten volar al Bodhisattva del Loto: la ética iluminada y la visión suprema:

Volumen I: Escritos sobre los Preceptos - Aquí se recoge el pensamiento radical de Saicho sobre los Preceptos del Gran Vehículo, los Preceptos del Bodhisattva (Bosatsu-kai), no como meras reglas morales, sino como expresiones vivas del Bodhicitta. Saicho defendió, contra muchas resistencias, que los monjes de su escuela no debían seguir el Vinaya Hinayana, sino recibir solo los Preceptos del Loto, basados en la compasión, la sabiduría y el voto universal de salvar a todos los seres. Textos fundamentales como el Tratado sobre la Manifestación de los Preceptos, el Mensaje para los Hijos del Buda, y la Petición para Establecer los Preceptos Mahayana en Japón son presentados aquí con fidelidad, profundidad y lenguaje accesible, como verdaderos manuales de Bodhisattvas contemporáneos, todos traducidos con fidelidad, profundidad y un lenguaje devocional y claro. Estas páginas son más que documentos históricos: son manuales vivos para los Bodhisattvas contemporáneos que desean caminar, en la Tierra del Loto, el sendero de la Iluminación sin abandonar a ningún ser.

Volumen II: Escritos sobre el Sutra del Loto - Este volumen recoge sus enseñanzas más elevadas sobre el Sutra del Loto como expresión del Vehículo Único, su clasificación de las enseñanzas según los Cinco Periodos y Ocho Doctrinas, sus alegatos contra los errores doctrinales, y sus comentarios encendidos sobre la unidad de la fe, la contemplación y la salvación universal. Aquí el lector hallará a Saicho como Budólogo del Loto, como Hijo del Buda que combate la ignorancia, y como faro que alumbra con precisión doctrinal el camino hacia la Budeidad inmediata. Cada palabra suya es una espada de sabiduría y una flor de compasión.

Que estos escritos —guardados por siglos en los claustros de los monjes del Monte Hiei— lleguen hoy al mundo hispano, y en su propia lengua antes que en cualquier otro idioma occidental, no es casualidad. Es un milagro del Dharma, un signo del voto activo y viviente del Gran Maestro Saicho, que extiende su manto de benevolencia sobre la tierra del Occidente. No es presunción, sino fe: el Gran Maestro nos bendice y avala nuestros humildes esfuerzos, y con su luminoso espíritu se hace presente en la labor de la Escuela del Loto Reformada, que recoge su llama y la ofrece al mundo con manos abiertas. Que esta traducción sea el primer fruto de muchos, y que más corazones se eleven por las alas gemelas de la ética iluminada y la visión suprema. Que esta ofrenda sea digna del Dharma, y que aquellos que la lean, no solo comprendan, sino despierten.

En los próximos años, estas dos obras proveerán un tesoro inagotable de sabiduría a medida que los mismos sean comentados a la luz del Budismo del Loto, para el Siglo XXI.

Disponibles por Amazon.

jueves, 29 de mayo de 2025

Perlas de la Tradición del Loto: El Gran Maestro Saicho y el Tratado del Precepto del Cáliz Adamantino de la Mente Única - Parte II

 


El Precepto como Revelación de la Naturaleza Búdica Inherente

El Maestro Daosui afirma:

"El Cuerpo del Precepto de la Perfecta y Súbita Enseñanza es la manifestación del sentido verdadero de que todos los seres son, en realidad, Budas."

Por eso, dice, todo ser posee en sí mismo las seis formas de realización inmediata del Despertar. Desde la Identidad Teórica hasta la Realización Suprema, todo está ya presente, como una joya oculta en el corazón del ser.

El Sutra del Brahmajala dice:

"Si los seres reciben los Preceptos del Buda, entran en la posición de los Budas. Su estatus es igual al de la Gran Iluminación."

El Cuerpo del Precepto de la Naturaleza Virtuosaya ha sido revelado en vuestro propio cuerpo-naturaleza. Por ello, sois llamados 'aquellos que han recibido una porción del Dharma del Buda'. Comprender la verdadera naturaleza de la Talidad (Tathata) —la mente pura y la realidad de un solo corazón— es realizar el Cuerpo del Dharma del Despertar Original.

Los Diez Reinos como Manifestación del Precepto

Todos los seres poseen originalmente los Diez Reinos, no como estructuras exteriores, sino como funciones inherentes de la mente. Tanto los reinos infernales como los de los sabios, tanto el mal como el bien, son expresiones de las capacidades inherentes de la consciencia.

"Las formas de los Diez Reinos no son producidas por el karma y las pasiones, sino que son la manifestación del Precepto no-producido que desde el origen habita en los seres."

Las diferencias entre seres no son causa de superioridad ni de inferioridad, pues:

"El Cuerpo Total de todos los dharmas no aumenta ni disminuye. La naturaleza y sus características no son ni una ni diferentes. Todo ello reside íntegramente en el cuerpo mental de los seres."

Esto es lo que se llama la Realidad Verdadera de Todos los Dharmas.

La Distinción entre Iluminación y Confusión

Cuando los seres no comprenden esta verdad, son llamados seres ilusos. Pero esta ilusión no borra ni un ápice de su naturaleza virtuosa. Incluso aquellos atrapados en los reinos de sufrimiento tienen, sin excepción, el Precepto Perfecto de los Diez Reinos como naturaleza inherente.

Por tanto:

"El bien no es verdaderamente bien, el mal no es verdaderamente mal. Lo importante es permanecer en la conciencia de que todas las leyes están presentes como potencialidades en nuestra mente. Hacer esto es comprender la intención del Buda."

Este es el verdadero significado del Cuerpo del Precepto de la Perfecta Enseñanza.

El Progreso en el Camino según los Seis Grados de Realización

Se describe el proceso de ascenso espiritual a través de los seis grados de Despertar:

  • Buda en Nombre - Aquellos que han escuchado el Nombre del Buda y lo aceptan.
  • Buda por Práctica Observacional - Los que practican la observación del corazón y el mundo.
  • Buda Parecido - Aquellos cuya mente ya ha abandonado parte de la ilusión.
  • Buda Parcialmente Verdadero - Aquellos que han despertado parte de la verdadera sabiduría.
  • Buda por Iluminación Perfecta - El que ha realizado la totalidad del Camino.
  • Buda Inherente -El que siempre ha sido Buda desde el origen, aunque no lo supiera.

Estos seis grados no están separados entre sí, ni existen jerárquicamente. Son manifestaciones simultáneas en función del proceso de maduración de las semillas del Dharma:

  • Siembra
  • Maduración 
  • Liberación

Las Tres Formas de Siembra del Despertar

  • Siembra con comprensión: Escuchar y comprender los sutras, discerniendo con sabiduría las enseñanzas.
  • Siembra por la fe: Escuchar y aceptar con fe profunda, aunque sin comprensión intelectual.
  • Siembra por contacto: A través del encuentro con las escrituras o personas virtuosas.

Algunos siembran a través del encuentro con un Buda encarnado en sus ocho aspectos. Otros, por la transmisión del Dharma después del Parinirvana del Buda. Los que siembran con sabiduría tienden a madurar bajo Budas sabios y alcanzar el Despertar por medio de la práctica discriminativa. Los que siembran por la fe alcanzan la Budeidad por medio de la confianza pura y la devoción constante.

La Transmisión en la Era Final del Dharma

Hoy en día, en esta Era Final del Dharma (Mappo), la siembra se da mayoritariamente por la fe y no por el conocimiento. Escuchar un solo verso, recitar el Nombre del Buda, tocar un texto sagrado, inclinar la cabeza con reverencia, todo ello constituye la siembra del Precepto Inherente.

"Desde un maestro humano, aunque sea un ser ordinario, la mente conecta con el sonido del Dharma. El cuerpo se postra. La boca recita: ‘Namu Butsu’. Y así se siembra el precepto."

La Siembra de la Fe como Camino a la Iluminación

"Aquellos que escuchan los nombres de los Sutras, creen con claridad y fe, y reciben esta semilla en la conciencia—en el octavo nivel de conciencia —, no la perderán en eones sin fin. Este es el camino del Nombre hacia el Buda: sembrar con fe, madurar con fe y, finalmente, en la era final del Dharma, liberarse por medio del Nombre, guiados por un Buda del Nombre.

Incluso si tal maestro no parece santo o iluminado —pues aún no ha vencido la codicia o el odio—, sigue siendo instrumento del Buda. En la Era Final, los Bodhisattvas se manifiestan en formas comunes, aun cargadas de pasiones, para guiar a los seres. Esto se opone a las formas santas del período Correcto o Semejante, donde aparecen como sabios y santos ya liberados.

"Lo que se manifiesta como sabio o como común es todo una única acción: la función del Cuerpo del Precepto de la Perfecta Enseñanza"

 Las Formas de los Maestros según la Época

Aunque el Buda de la Sabiduría Perfecta tenga infinitas formas, su beneficio puede ser limitado en ciertas épocas. Así:

  • En la Era Final, los Budas santos no son eficaces,
  • Los Budas comunes del Nombre sí lo son, aunque sean externamente no iluminados.
  • No es la forma lo que define al Buda, sino su beneficio real para los seres.
  • Donde hay beneficio, allí está el Buda. Donde no lo hay, no puede llamarse Buda.

Así, en esta era oscura, los maestros comunes que enseñan la fe y el Nombre del Buda deben ser reconocidos como verdaderos Budas. Esto no niega las categorías de sabio e ignorante, pero sí las transciende. En la visión más profunda de la Enseñanza Perfecta:

"Un ser común aún no liberado es completamente un Buda. Un santo liberado es también, en cierto modo, un ser común."

Toda forma puede manifestar el Dharma cuando hay armonía con el momento y con la necesidad de los seres. Por eso el Capítulo de la Duración de la Vida del Sutra del Loto afirma:

"A veces me muestro como yo mismo, otras veces como otro; a veces con mis propios asuntos, otras veces con los de otros."

El Buda es omnipresente. Toda forma es su cuerpo. Toda situación es su campo. Todo momento es su enseñanza.

¿Puede romperse el Precepto Perfecto?

Aquí se plantea una gran pregunta: si el Precepto de la Perfecta Enseñanza es absoluto, ¿puede ser roto por actos como los "Cinco Crímenes" o los "Diez Males"?

La respuesta: No.

"Aunque se cometan los Cinco Crímenes y los Diez Males, todos ellos se transforman en camino hacia la Budeidad. No destruyen el fruto del Precepto."

Los textos lo confirman. El Sutra de la No-Obstrucción del Gran Despertar dice:

"Deseo, odio e ignorancia también son el Camino.

Los tres venenos contienen innumerables enseñanzas del Buda."

El Gran Sutra de la Sabiduría afirma:

"Incluso cuando uno no guarda las perfecciones puras,

puede enseñar el Dharma y liberar miles,

como hizo Angulimāla, quien mató y sin embargo guio hacia el Dharma."

Ejemplos históricos ilustran esto:

El Rey Prasenajit mató a muchos, pero despertó la mente de la Iluminación en su lecho de muerte.

Vasumitra deseó que quien bebiera de su boca obtuviera elocuencia, quien tocara su pecho, sabiduría, y quien se uniera a ella, la Iluminación. Su deseo de entrega la hizo un Bodhisattva.

"Todo pecado, toda transgresión, puede ser transformada en virtud si está impregnada del deseo de liberar a los seres."

Lo Ordinario es la Manifestación del Precepto Perfecto

"Las ocupaciones ordinarias del mundo, los trabajos y labores cotidianas, no se oponen a la Realidad Última. Son parte del Dharma Verdadero."

Esto se deriva de la afirmación del Sutra:

"Todo lo que los seres hacen para ganarse la vida está en armonía con la Verdad Última. Todo está de acuerdo con el Dharma Correcto."

Así, el Precepto de la Perfecta Enseñanza no puede romperse, pues:

  • No hay "abandono del Dharma", solo olvido temporal.
  • No se pierde la Naturaleza Búdica por actuar mal, sino que se vela.
  • Toda experiencia, incluso las más turbias, pueden despertar la compasión, la sabiduría y la entrega.

Por eso, el Precepto es llamado:

  • "El Precepto Inamovible como el Vacío"
  • "El Precepto Vajra, el Tesoro del Corazón"

El Sutra del Loto enseña:

"Shariputra, por incontables vidas, yo te he enseñado, pero tú lo has olvidado.

¡Ahora te lo recuerdo!

Pulōna, cuando yo era uno de los Dieciséis Príncipes, también te enseñé,

pero ahora habitas en una visión limitada.

Por eso proclamo el Único Vehículo, para que recuerdes tu voto original."

El olvido no es rechazo. La ignorancia no es ruptura. El velo puede alzarse. El voto puede recordarse. El precepto permanece como una joya oculta en el corazón.

El Cuerpo del Precepto es el Fundamento Inquebrantable del Universo

"Los tres mil mundos residen todos en el Precepto Vajra-Tesoro."

El bien es la totalidad de la naturaleza buena, y el mal es la totalidad de la naturaleza mala, sin dualidad ni separación. Aunque usamos términos como "Diez Reinos" y "Precepto Vajra de la Mente Única", estas distinciones son solo nombres provisionales. Todos los estados del ser —desde los infiernos hasta la budeidad— existen en sus propias posiciones sin destruir su naturaleza esencial, sin cambiar su forma innata.

"Toda acción, ya sea buena o mala, ordinaria o santa, no está fuera de la naturaleza del Dharma."

Incluso el Infierno Avichi y el Cuerpo y Tierra de Vairocana son manifestaciones completas del Dharma. No hay nada que deba buscarse fuera del Dharma, ni nada que pueda romper su esencia.

"El Precepto Vajra no puede romperse. No mejora con el bien ni empeora con el mal. Simplemente es."

 Las Buenas y Malas Acciones en la Luz del Precepto Perfecto

Aunque otros Sutras y tratados dicen que sólo el bien constituye un precepto, esta enseñanza es limitada a las eras del Dharma Correcto y Semajante. El Precepto Vajra es superior porque:

  • Integra los Tres Tiempos (pasado, presente, futuro),
  • Abraza los Diez Reinos sin excepción, y
  • Ve todo como expresión del Cuerpo del Dharma.

Incluso en textos canónicos se afirma:

"La Naturaleza Búdica tiene dos aspectos: uno es poseer méritos, como los 32 signos y las infinitas concentraciones. El otro es carecer de marcas, como las acciones buenas, malas y neutras del Tathagata en el pasado."

Esto quiere decir: tanto el bien como el mal son expresiones de la Naturaleza Búdica. No se puede decir que el mal no sea parte del Precepto. Solo los que ven con sabiduría incompleta creen así.

A esto, el texto responde que hay dos tipos de Preceptos: el Precepto del Bodhisattva, que varía según las cuatro enseñanzas (Tres enseñanzas parciales y la Perfecta). En las tres primeras, hay transgresión y observancia. En la enseñanza Perfecta, el Bodhisattva habita en la naturaleza del Buda, pero al avanzar del camino de la causa al de los frutos, puede haber aparente infracción.

El Precepto del Buda, en su fruto consumado, no tiene infracción ni abandono. Toda acción —desde el infierno hasta el reino de los Budas— es el Cuerpo de Vairocana. El bien y el mal, el Samsara y el Nirvana, son formas del Tesoro del Tathagata.

Nada está fuera del Precepto. ¿Qué significaría entonces romperlo?

 Superioridad del Precepto del Buda sobre el del Bodhisattva

Aunque ambos son enseñanzas de la Vía Perfecta, difieren: el Bodhisattva aún cultiva desde la causa, y su comprensión aún separa el bien y el mal. El Buda ha trascendido completamente esa dualidad.

"Para el Buda, todo —el bien, el mal, lo santo, lo profano— es una sola ley fundamental no dual. Si algo estuviese ausente, no sería la Naturaleza Búdica completa."

Por tanto, nada puede considerarse infracción si está dentro del Dharma. Todo puede ser utilizado como medio hábil.

Clasificación de los Tipos de Preceptos

El Maestro Daosuì divide cinco clases:

  1. Preceptos de los no budistas: No comprenden causa ni efecto. Como locos construyendo casas en el vacío.
  2. Preceptos mundanos de las Tres Buenas Acciones: Generan nacimientos, pero con el tiempo conducen a la caída. Como hojas de álamo que brillan en otoño, pero caen al final.
  3. Preceptos de los Dos Vehículos: Frágiles. Si se rompen, se pierden. Como vasijas de barro: útiles si enteras, inútiles si rotas.
  4. Preceptos del Bodhisattva: Si se mantienen, uno se convierte en rey del Dharma; si se rompen, se convierte en rey mundano, pero no pierde el cuerpo del precepto. Como vasijas de oro o plata: aunque rotas, aún preciosas.
  5. Preceptos del Buda (Precepto Vajra): Una vez recibido, nunca se pierde, y se manifiesta en los Diez Reinos como utilidad suprema. Como un tesoro vajra: si alguien lo toca en la oscuridad, creyendo que es una serpiente, se asusta. Pero cuando el médico revela su naturaleza, recupera el control y lo aprovecha. Así también, la Naturaleza Búdica es el cuerpo del precepto.

Todo está contenido en la Naturaleza Verdadera (tathatā). Si moras en la mente de la naturaleza verdadera, puedes guiar a todos los seres según sus necesidades."

 El Verdadero Dojo del Precepto Vajra

Existen dos tipos de "campo de práctica del Precepto Perfecto":

  • Campo externo: Donde el Buda Vairocana predica los Diez Preceptos Mayores y los Cuarenta y Ocho Menores en el Mundo de la Flor de Loto. O donde Shakyamuni enseña desde el vacío en la Montaña del Espíritu  el Precepto del Vacío Inamovible.
  • Campo interno: El cuerpo del propio practicante es ya el Campo de la Luz Serena, la morada indestructible del Vajra.

Cuando uno recibe el Precepto del Bodhisattva, la tierra misma se convierte en el Trono Vajra, que ni los tres desastres cósmicos pueden destruir.

"El Maestro de Nanyue afirmó: Aunque todo el suelo se derrumbe, ese lugar donde uno recibió los preceptos permanecerá firme como un pilar de bronce. Ese lugar es el sitio donde el Bodhisattva alcanzará la Iluminación en vidas futuras."

El Lugar de Recepción del Precepto es la Tierra de la Luz Serena

"El lugar donde el Bodhisattva recibe el Precepto se convierte en su morada búdica, llamada la Luz Serena Permanente."

Dondequiera que uno reciba el Precepto, ese lugar se convierte en la Luz Serena. Así, el dojo interior —la unión de cuerpo y mente— se torna el campo donde el bien y el mal se funden, donde lo puro e impuro se disuelven.

"Cuando el bien y el mal se integran, el cuerpo físico se convierte en un vehículo de la naturaleza esencial, revelando que no hay diferencia entre uno mismo y los demás."

Quien comprende esto plenamente, se iguala a la sabiduría del Buda. El Sutra enseña que no hay diferencia entre el momento de generar la Mente del Despertar y la culminación del Despertar. Por tanto, el lugar donde mora ese cuerpo es, sin duda, la Tierra de la Luz Serena.

Todo Lugar Puede Ser el Dojo del Buda

"Ya sea en un bosque, bajo un árbol, en una sala monástica, en una casa laica, en un templo o en una llanura desierta: todos estos lugares son el Dojo. Los Budas giran la Rueda del Dharma allí."

Por tanto, cualquier ser que reciba el Precepto Vajra y comprenda el principio de la integración del bien y el mal, aunque esté en un bosque o bajo un árbol, al enseñar aunque sea una estrofa, habita el mismo Dojo que los Budas. Esta verdad es digna de mantenerse en secreto y reverencia.

"¿Cómo obtiene uno el cuerpo eterno e inquebrantable del Buda? Porque en el pasado, el Buda practicó el Precepto del Bodhisattva."

Así, el cuerpo vajra que hoy poseemos se debe al cuerpo vajra que cultivamos en vidas anteriores. Comprende, entonces, que tu propio cuerpo y mente son el Dojo.

"El Gran Maestro de Nanyue dijo: La forma del Precepto de la Enseñanza Perfecta es tomar el propio cuerpo como el Dojo, y también la propia mente. ¿Por qué buscar en otra parte el Mundo del Tesoro de la Flor o el Pico del Espíritu?"

El Verdadero Dojo es el Corazón Despierto

"El practicante de la Enseñanza Perfecta, al comprender todas las cosas, las reconoce como puras. Desde tiempo sin comienzo, todo acto —bueno o malo— está contenido en su cuerpo y mente, y es una práctica pura."

Cuando uno comprende esto plenamente, ya sea bajo un árbol o en una casa laica, no importa el lugar ni la postura, lo único que importa es enseñar el Dharma según las capacidades de los seres.

"Cuando es adecuado mantener el Precepto, uno lo mantiene. Cuando no es adecuado, no lo mantiene. ¿Por qué? Porque todo acto, ya sea bueno o malo, es parte del Dharma."

Poseyendo cuerpo y mente vajra, uno ya es un Gran Bodhisattva del nivel de la Iluminación Igual. Toda manifestación es un cuerpo del Precepto.

"Los Maestros ancestrales transmiten: el Precepto de la Enseñanza Perfecta tiene como cuerpo la naturaleza búdica, como forma el fruto del Buda, y como función la integración de todos los Dharmas. Abre los Cinco Vehículos e invita a todos a la práctica directa hacia la Budeidad en esta misma vida."

Sin embargo, esto sigue siendo el significado del Portal de las Manifestaciones. En el Portal Original, el Precepto como fruto ya alcanzado se manifiesta como todos los actos del bien y del mal, que en su lugar respectivo, retornan a los Tres Cuerpos Innatos.

  • Cuerpo de Manifestación (Nirmanakaya): Como Shakyamuni recibiendo formalmente el Precepto del Bodhisattva, dirigido a los seres ordinarios, los auditores y los protectores celestiales.
  • Cuerpo de Recompensa (Sambhogakaya): Solamente visible a los Bodhisattvas; contiene tanto el aspecto provisional como el definitivo. Todas las acciones de bien y mal retornan a su cuerpo y mente, no separados del cuerpo de recompensa.
  • Cuerpo del Dharma (Dharmakaya): Todos los Budas y Dharmas están contenidos en el Océano de Sabiduría de Vairocana. Las acciones de los seis destinos y los Dos Vehículos corresponden al Cuerpo de Manifestación; las acciones de los Bodhisattvas, al de Recompensa; y todas las cosas, al Cuerpo del Dharma.

Así pues, dondequiera que uno camine, se siente o se acueste, cada pensamiento y ocupación en la vida es idéntico a los Tres Cuerpos Fundamentales, manifestación de la Budeidad Original.

¿Dónde se halla el sufrimiento y la ignorancia del samsara? Sólo en los nombres que las Tres Enseñanzas le han dado.

Dos Tipos de Plataformas de Preceptos

Plataforma de los Hechos (shiji jōdan): El ritual externo donde se recibe el Precepto de un maestro. Simboliza el Loto del Mundo del Tesoro.

Plataforma de la Realidad (ri jōdan): La mente misma, como plataforma del Precepto, es el verdadero Dojo. No distingue lugar limpio o sucio, ni entre el bien o el mal. Cualquier lugar es el Trono del Buda.

El Sutra enseña: "Todo predicador de este Sutra es digno de las ofrendas hechas a un Buda, pues todas sus acciones son acciones del Buda."

El Verdadero Precepto: El Corazón Como Plataforma

El Gran Maestro Tiantai enseña: "La verdadera plataforma del Precepto es el corazón, donde uno alcanza la Iluminación."

Incluso si uno observa miles de Preceptos, si no entiende esta intención, todo esfuerzo es vano. Solo residiendo en la plataforma del corazón como Realidad Última, uno escapa del ciclo del nacimiento y la muerte. “Quien ve su verdadera mente, disipa sus ilusiones y entra en la posición de los santos.

El Precepto Vajra como Síntesis de los Tres Cuerpos y las Tres Verdades

El practicante de la Enseñanza Perfecta debe levantar la Plataforma del Precepto sobre la tierra del Vajra, erigiendo la Pagoda de los Tesoros de la Gran Compasión, donde se entierran los dos Sutras del Portal Original y el de las Manifestaciones. Esta pagoda representa:

  • La Compasión (la base) → Cuerpo de Manifestación (Nirmanakaya).
  • El vestido de la paciencia (kasaya) → el Camino Medio, Cuerpo del Dharma (Dharmakaya).
  • La plataforma del maestro vacía → la Vacuidad, cCuerpo de Recompensa (Sambhogakaya).

Este simbolismo expresa que:

"Las Tres Verdades (vacío, existencia provisional, vía media) y los Tres Cuerpos del Buda abarcan todo lo bueno, lo malo, y todos los dharmas."

El Precepto se completa cuando uno comprende que incluso las acciones malas pertenecen al Dharma. El Sutra enseña:

"No debe distinguirse entre el que guarda los Preceptos, lo que se guarda, o si se guarda o no. Todas las cosas son la naturaleza verdadera."

Por ello, el Verdadero Precepto es simplemente seguir la mente como es:

"Todos los dharmas, desde el tiempo sin comienzo, no son más que la mente.

Esta mente es sin esencia, y sin embargo, los tres mil mundos aparecen tal como son.

Seguir la realidad tal como es y mantener por igual el bien y el mal,

Eso es el Precepto de la Naturaleza Intrínseca."

Y así, cuando este Precepto se cultiva y se manifiesta, se revela como el Precepto mismo del Buda Original: el Precepto de la Mente Única del Vajra Indestructible. Tan pronto se contempla la verdadera naturaleza de la mente, y se reconoce que todos los dharmas son expresiones de esta mente, se ha alcanzado el Precepto del Fruto Realizado.

Pregunta: ¿El Precepto de la Enseñanza Perfecta abarca a todos los seres de los Cinco Destinos?

Respuesta: En efecto, así es. Por eso, en el Hongaku Ketsu (Decisión de la Naturaleza Original), capítulo cuarto, se dice:

"Los siete tipos de practicantes, junto con los cinco destinos, son igualmente cobijados por este Precepto."

Asimismo, el Sutra del Brahmajala enseña:

"Los hombres y mujeres lujuriosos también reciben el Precepto."

Y el Sutra de la Contemplación del Corazón dice:

"Los fantasmas hambrientos, aves y bestias, los jueces del infierno y sus guardianes, todos vienen a escuchar la enseñanza del Precepto del Bodhisattva."

Así pues, que los seres de los Diez Reinos posean originariamente el Precepto del Tesoro Vajra, es un principio de la virtud inherente. Aún más, aquellos que, al oír el Nombre del Camino del Buda, actúan de acuerdo con sus principios, aunque sus cuerpos y palabras cometan malas acciones, se dice que reciben el Precepto —esto es, el Precepto de la virtud cultivada.

"Por eso, incluso hombres y mujeres dominados por el deseo, son capaces de recibirlo."

¡Este es un secreto digno de guardar con reverencia!

Pregunta: ¿Puede uno aplicar la comprensión profunda al Precepto Vajra?

Respuesta: En efecto. El Gran Maestro Chih-i declara:

"El Precepto del Tesoro Vajra puede ser recibido mediante la comprensión profunda. Cuando uno entiende y guarda este precepto, las dos muertes y la gran noche de la ignorancia se disipan de repente. La transmisión de los Tres Santos ocurre en este mismo lugar."

Por tanto, dado que se dice que "comprender y recibir" es posible, uno recibe el Precepto Vajra al nivel de la Comprensión Profunda, que corresponde al estado de Nombre y comprensión.

Los Tres Santos que transmiten el Precepto Vajra son Shakyamuni, Manjushri y Maitreya. El Sutra de la Contemplación de Samantabhadra dice:

"Ruego que el Honrado por el Mundo, Shkyamuni, sea mi preceptor principal.

Que el Bodhisattva Menjushri, con su sabiduría, me otorgue la Ley Pura del Bodhisattva.

Que el Bodhisattva Maitreya, compadeciéndose de mí, también me permita recibir la Ley.

Que todos los Budas de las diez direcciones sean mis testigos.

Que cada gran Bodhisattva, al ser nombrado, me asista y me proteja.

Así, hoy, Shakyamuni será mi preceptor principal;

Manjushri será mi instructor;

Maitreya será quien me transmita la Ley.

Que los Budas de las diez direcciones den testimonio de mí."

El Maestro Daosui comenta:

"Según el Sutra de la Contemplación de Samantabhadra, los dos santos son los Budas compañeros, y los tres maestros son Shakyamuni, Manjushri y Maitreya."

Por lo tanto, esta ceremonia de transmisión ocurre dentro del cuerpo de sabiduría de los Budas y Bodhisattvas, unidos al Dharma del Precepto recibido en su Iluminación.

"Así, uno que recibe el Precepto está ya en el estado de un Gran Bodhisattva. Recibir el Precepto dentro del resplandor del Buda, en la plataforma sagrada, significa exactamente esto."

* * *

He reflexionado con esmero sobre el significado del Precepto del Tesoro Vajra. Este Precepto, guardado dentro de la Pagoda de la Sabiduría y expresado en la mente como plataforma, es iluminado por la sabiduría provisional que observa los Nueve Reinos, y por la sabiduría perfecta que se fusiona con la Realidad Ultima. Así, el bien y el mal, en su respectiva posición, se convierten en el Camino del Buda. ¿No es esto acaso el verdadero Precepto de la Enseñanza Perfecta y Completa?

Escrito el 3 de marzo del año 805, vigésimo cuarto del reinado de Enryaku, vigésimo primero de la era Zhenyuan de la Gran Tang, en el Pabellón de la Tierra Pura del Templo Longhsi, Tai Prefectura.

Firmado humildemente por Saicho, discípulo de la Escuela Tiantai.

La posdata de este Manuscrito dice:

"Este secreto del Cuerpo del Precepto Vajra es un tesoro raro y precioso de la Escuela del Monte Hiei. Estaba oculto en la bóveda del Gran Patriarca Chiengo, y gracias a su benevolencia, he recibido permiso para copiarlo y preservarlo en la caja de los secretos del Pabellón Occidental."

Firmado por: el Menor Sacerdote Zenshitsu Hōmin, primavera del tercer año de Tenmei (1783).

Perlas de la Tradición del Loto: El Gran Maestro Saicho y el Tratado del Precepto del Cáliz Adamantino de la Mente Única - Parte I

 


En la Era Final del Dharma, cuando el mundo gira envuelto en la niebla de las opiniones divididas y las prácticas fragmentarias, el Budismo del Loto resplandece como un faro de unidad, totalidad y no-dualidad. Entre las obras del Gran Maestro Saicho  —fundador del Budismo Tendai en Japón y renovador de la Vía Perfecta del Sutra del Loto—, encontramos una revelación doctrinal de altísima significación, pues pone al descubierto el corazón escondido de los Preceptos: no como una regla exterior impuesta por miedo o conveniencia, sino como la expresión natural e indestructible de la naturaleza búdica que mora en todos los seres.

Nombrado en japonés como "Kongo-Kaitai-Hiketsu" —es decir, "Tratado Secreto del Precepto del Cáliz Adamantino de la Mente Única"—, este tratado constituye una exposición del Precepto Inquebrantable que no depende de condiciones externas, ni se pierde por faltas transitorias. Este Precepto no es añadido a la mente del practicante: es la mente misma en su Talidad, su inmutable y original pureza.

A diferencia de las formas más comunes de moralidad budista, centradas en códigos disciplinarios como el Pratimoksha de los Shravakas, el Gran Maestro Saicho enseña aquí que el Precepto Verdadero es la revelación del corazón de la Realidad, del Cuerpo del Buda Eterno (Dharmakaya) que es nuestra mente misma cuando se contempla en su tal como es (Tathata - Talidad). Llama a este Precepto el Cáliz Adamantino, porque es como una copa indestructible que contiene el Néctar del Despertar: no se quiebra por el error ni se vacía por el deseo; más bien, es lo que sostiene y permite el viaje del Bodhisattva a través de los Diez Reinos sin abandonar a ningún ser.

Este texto se inscribe dentro de la Doctrina Perfecta (Endon) de la Escuela Tendai, y más tarde será fundamento para la visión ética de la Escuela del Loto Reformada, donde el bien y el mal ya no se oponen como fuerzas irreconciliables, sino que se reconocen como formas condicionales del Dharma que apuntan —cuando son vistas correctamente— hacia la unidad del Buda Eterno.

En este Tratado, el Gran Maestro distingue entre los Preceptos convencionales, que pueden ser violados o mantenidos según la conducta, y el Precepto del Buda, que no puede ser destruido, porque es el acto puro del Ser del Buda en nosotros. Aquí no se trata de juzgar acciones como buenas o malas en un sentido externo, sino de ver que toda acción —cuando se realiza en la conciencia iluminada de la no-dualidad— se convierte en una manifestación del Camino.

Este Precepto Adamantino, enseña Saicho, no es exclusivo de monjes ni de santos, sino que abarca por igual a los espíritus hambrientos, animales, dioses, demonios, hombres y mujeres, monásticos y laicos. La universalidad de la Budeidad garantiza que todos los seres poseen ya en su corazón el Precepto Vajra, y que su Despertar es una cuestión de reconocer y manifestar esa verdad.

De allí que este texto, aunque profundo y a veces esotérico, sea en realidad un canto a la dignidad del ser humano y al poder del Dharma de elevar incluso las formas más oscuras de existencia a la claridad del Reino del Dharma.

El Tratado del Precepto del Cáliz Adamantino de la Mente Única no es un manual moralista, ni una colección de reglas, sino una escalera de cristal que desciende desde el Reino del Buda Eterno hasta nuestros pasos en el barro del Samsara, recordándonos que cada paso, si se da con conciencia de unidad, es ya un paso en la Tierra Pura. Quien lo estudia con humildad y corazón abierto, descubrirá que su vida entera es un Mandala, un templo sin paredes, una plataforma de ordenación donde el Buda confiere el Precepto Supremo: Sé tú mismo, en el Corazón del Buda, para el bien de todos los seres. Veamos una traducción del mismo.

Tratado Secreto del Precepto del Cáliz Adamantino de la Mente Única

El Venerable Maestro Daosui dijo: "Nuestro gran patriarca, el Sabio Chih-i, desplegó con gloria la práctica de la concentración y la sabiduría, iluminando a los seres sintientes. Su enseñanza resplandece, libre en todas las escuelas. Aquel que tenga ojos verdaderos, podrá reconocerlo."

Sin embargo, en lo que respecta al Camino del Precepto, no dejó una exposición explícita. Lo transmitió únicamente por enseñanza oral (kuden). ¿Y cuál es la razón de ello?

En verdad, hay dos modos de practicar el Precepto: el de la práctica personal (jigyō), y el de transformar a otros (keta).

Sobre la práctica personal, aquel que practica los Cinco Preceptos obtiene el fruto de un nacimiento humano. Aquel que cultiva los Diez Buenos Caminos alcanza el renacimiento en el mundo celestial. En este caso, el Precepto actúa como causa para obtener recompensa; es la vía del cultivo individual, y se refiere a los preceptos del Vehículo Menor (Hinayana). Aquí, se entiende que el bien es cumplimiento del precepto, y el mal, transgresión.

Sobre transformar a otros, aquel que guía a los demás por medio de los Cinco Preceptos, doma a los humanos. Aquel que guía mediante los Diez Buenos Caminos, doma a los dioses. Aquel que transforma la mente de los seres de los Cuatro Destinos del Samsara —las cuatro malas vías— se sirve de doctrinas de “sólo-vacío” o “sólo-convencional”, conduciéndolos hacia los Tres Vehículos Provisionales. Todo esto pertenece al Precepto Mahayana, que no distingue entre bien y mal, ni entre observancia y transgresión. Lo único esencial es si se adapta hábilmente al nivel del ser a transformar. Eso es el Precepto como medio hábil (upaya).

Clasificación de los Tipos de Seres a los que se Dirige

Los seres a los que se dirige esta actividad de transformación se dividen en cuatro categorías dentro de los Nueve Reinos: los de los Cuatro Caminos Malignos (renacimientos en infiernos, animales, espíritus hambrientos y asuras), los humanos y los dioses, los seguidores de los dos vehículos (Shravakas y Pratyekabuddhas), los falsos Bodhisattvas (que aún no han entrado en el camino verdadero).

Los de los Cuatro Caminos Malignos son el fruto de acciones negativas. Los otros tres tipos son fruto del poder de los preceptos positivos. Pero todos ellos, en cuanto “seres sintientes”, son susceptibles de ser tocados por la Gran Compasión. Y he aquí la clave: Para responder a los Cuatro Caminos Malignos, el Buda manifiesta actos teñidos de mal, adaptándose así a su naturaleza. Para responder a los humanos, dioses y discípulos, manifiesta actos puros y virtuosos.

Si uno solo cultivara actos buenos, no podría transformar a los cuatro tipos. Y si solo realizara actos malos, no podría guiar a humanos y dioses. Por tanto, ni lo bueno ni lo malo, por sí solos, bastan para transformar a los demás. Estos son simplemente preceptos del Vehículo Menor, adecuados solo para la práctica personal.

El Verdadero Precepto del Mahayana

El Precepto Mahayana de la transformación compasiva está basado en una sabiduría no-dual de bien y mal, que es la sabiduría maravillosa y verdadera. Desde esta sabiduría, se guía hábilmente a los seres sin apartarse de la Realidad. Todos los seres poseen por naturaleza tanto bien como mal. El que se adentra en esta comprensión, actúa como un Cuerpo de Transformación (Nirmanakaya) que responde a las necesidades de los seres. Tal es el nivel de aquellos que han alcanzado la igualdad del Despertar Completo, sentados sobre el Trono del Diamante, cumpliendo con las obras salvíficas de todos los Budas. Tales seres comprenden las relaciones de karma y mérito, y las emplean adecuadamente.

¡Oh! ¿Cómo podría compararse esto con el Vehículo Menor, en el que el bien se llama observancia del Precepto y el mal, su ruptura? Por esta razón, los Grandes Maestros del pasado no transmitieron estos Preceptos de manera abierta, sino sólo por instrucción oral secreta (kuden).

El Cuerpo del Precepto del Bodhisattva y su Transmisión

El Precepto del Bodhisattva se basa directamente en el Sutra del Loto, y en forma secundaria, en el Sutra Avataṃsaka (específicamente el Sutra del Brahmajala o Sutra de la Red de Brahma).

El Sutra del Loto dice: "Este Sutra es difícil de sostener. Quien lo sostenga incluso por un breve momento, se llama alguien que guarda los Preceptos, que practica la austeridad. Ese es quien sostiene el Sutra del Loto."

Así, sostener el Sutra del Loto es lo mismo que guardar los Preceptos Perfectos.

El Sutra del Loto apunta directamente al principio de la Realidad Ultima (Jisso). Por eso, todo el lenguaje del Sutra —su prosa, sus versos, sus imágenes— no sale del dominio de esta realidad de todos los dharmas.

Nuestro Gran Maestro (Chih-i) explicó en dos aspectos la naturaleza de esta enseñanza. En primer lugar, definió que el núcleo de esta doctrina es precisamente la Realidad Suprema. ¿Y qué es esta Realidad Suprema? Es la no-dualidad de bien y mal, la unidad entre ilusión y despertar, la totalidad de todos los dharmas en una sola mente en su instante presente. Este nivel de comprensión sólo puede ser realizado por los Diez Budas de las diez direcciones, y por el Buda Shakyamuni cuando alcanza el fruto supremo. No es accesible a través de los siete tipos de enseñanzas provisionales.

Debemos comprender esto bien: Sólo un Buda con un Buda, dentro del cuerpo de sabiduría del Buda que recibe la retribución de la Iluminación Perfecta, puede alcanzar esta Realidad. Ese cuerpo —resultado del cultivo de causas y condiciones en el Camino— es el terreno exclusivo del Tathāgata, y representa la Sabiduría del Camino Medio, en la que coexisten sin dualidad el silencio absoluto y la Iluminación radiante.

La Sabiduría de los Budas y los Diez Reinos

Desde este cuerpo de sabiduría, naturalmente surge la contemplación iluminada. Descendiendo un nivel, emerge la sabiduría provisional, que observa el Mundo del Dharma tal como es, con todas sus distinciones y fenómenos. Esta sabiduría inferior es el camino. La sabiduría del Buda es el fruto.

La sabiduría-camino se manifiesta en los Nueve Reinos, y se llama entonces Iluminación Igual, porque muestra que incluso los seres ordinarios poseen el cuerpo del Despertar. La sabiduría-fruto pertenece al Reino del Buda y se llama Iluminación Maravillosa, mostrando que la Iluminación Igual no es diferente a la Maravillosa.

Así: Desde el fruto hacia la causa, el Buda abarca y contiene todos los aspectos físicos y mentales de los Nueve Reinos. Desde la causa hacia el fruto, muestra que su realización ha sido desde siempre completa. En este vaivén entre causa y fruto se manifiesta la realidad de todos los dharmas en los Diez Reinos. Por ello, se dice que los Diez Budas de las Diez Direcciones: Abarcan la causa desde el fruto (Buda incluye a los seres ordinarios). Y la Iluminación Igual abarca el fruto desde la causa (los seres ordinarios contienen al Buda). De esta manera, causa y fruto no son dos.

Todos los dharmas de los Diez Reinos —desde el fondo hasta los límites— están penetrados por la Iluminación. Por eso dice el Sutra: "Los aspectos del mundo son siempre permanentes."

Todos los Seres ya Poseen el Precepto del Bodhisattva

Las dos iluminaciones —Igual y Maravillosa— verticalmente profundizan en la Realidad Última, y horizontalmente abarcan todos los Diez Reinos. Por lo tanto, todo bien y todo mal producido en cada uno de los Diez Reinos pertenece plenamente al cuerpo del Despertar. No hay ni un solo ser que no sea una manifestación de la Iluminación Igual. Entonces, ¿quién hay que no esté ya sosteniendo el Precepto del Bodhisattva?

Tanto los actos buenos como los malos, tanto guardar como romper los Preceptos (desde la visión menor), si están acordes con el momento y las condiciones, todos son manifestaciones del Precepto Vajra del Despertar Igual. Esto concluye la sección basada en el Sutra del Loto, que establece el Cuerpo del Precepto como la Realidad Última.

Relación con el Sutra Brahmajala o Sutra de la Red de Brahma

A continuación, desde el Sutra Avataṃsaka y el Sutra Brahmajala, se desarrolla el aspecto fenoménico  del Precepto. El Sutra establece Diez Preceptos Mayores y Cuarenta y Ocho Preceptos Menores, que contienen en su interior un significado oculto y profundo. Estos Preceptos representan el mundo de la Flor del Tesoro, y se reciben en el trono de la hoja de loto —el asiento de la transmisión.

El Maestro que confiere los Preceptos representa al Buda después de su entrada en el Nirvana. El discípulo que los recibe es un Bodhisattva del futuro, en el estado Próximo a la Budeidad.

El Maestro proclama: "¡Oh Luz del Precepto Único! ¡Oh Tierra del Corazón de Vairocana!"

Y el discípulo responde con fe: "Recibo el Corazón Vajra de la Mente Única, morada de la Igualdad del Despertar, cuerpo donde residen las diez mil prácticas."

En ese instante, se cumple la recepción total del Precepto Vajra de la Mente Única.

El Sutra Brahmajala lo confirma. Cuando se pregunta si estos preceptos realmente coinciden con los del Sutra del Loto, la respuesta se halla en el Sutra Brahmajala, que dice:

"Declaro que desde el principio, en el Corazón de Vairocana, he recitado constantemente este Único Precepto de Luz, Precepto Vajra, Precepto Joya. Este es el origen de todos los Budas, la fuente de todos los Bodhisattvas, la semilla de la Naturaleza del Buda. Todo ser viviente posee esta naturaleza. Todos los fenómenos mentales, físicos y sensibles se encuentran en este Precepto."

"Todo ser con mente debería integrarse en el Precepto del Buda."

"El que reciba el Precepto del Buda entra en la posición del Buda, y se convierte verdaderamente en Hijo del Buda."

Por ello, este Precepto Vajra no es otro que el Precepto de la Naturaleza Búdica, que coincide exactamente con el Precepto del Sutra del Loto, fundado en la Realidad Última.

Estos también se encuentran en el Gran Sutra. Así, los Tres Estudios —Moralidad), Concentración, y Sabiduría— son todos, en conjunto, designados como ‘Preceptos’. A continuación, las cinco divisiones dan lugar a los Diez Preceptos: éstos son llamados los Diez Preceptos del Bodhisattva para proteger y guiar a los demás, y abarcan, en verdad, la totalidad de todos los Preceptos.

  1. No matar o alentar a otros a matar.
  2. No robar o alentar a otros a robar.
  3. No participar en actos sexuales licenciosos o alentar a otros a hacerlo. 
  4. No mentir, ni alentar a otros a hacerlo.
  5. No comerciar ni vender bebidas alcohólicas ni alentar a otros a hacerlo.
  6. No para difundir las fechorías o faltas de la asamblea budista, ni alentar a otros a hacerlo.
  7. No para alabarse a sí mismo y hablar mal de los demás, o alentar a otros a hacerlo.
  8. No ser tacaño, o alentar a otros a hacerlo.
  9. No abrigar enojo o alentar a otros a enojarse.
  10. No hablar mal del Buda, el Dharma o la Sangha (literalmente, los Tres Tesoros) o alentar a otros a hacerlo.

Estos también se hallan en el Gran Sutra y los tratados principales, y engloban exhaustivamente todos los Preceptos sin omitir ninguno. La explicación de sus características se encuentra detallada en el volumen cuatro del Myogengon y en el volumen cuatro del Maka Shikan (Gran Calma y Contemplación).

Entre estos diez, el primero y el cuarto son comunes a las enseñanzas del Depósito (Hinayana) y las doctrinas Intermedias. El quinto y el décimo se aplican de forma particular a los Bodhisattvas de las enseñanzas Especiales y Perfectas. Ahora, según la interpretación Perfecta, los cinco últimos se clasifican como sigue: el “Seguir el Camino” y el “No Apego” son Preceptos que ingresan al Vacío. El “Elogiado por los Sabios” y la “Libertad Espontánea” son Preceptos que ingresan a la Provisionalidad. El “Conforme a la Concentración” y la “Plenitud Total” son Preceptos del Camino Medio.

Éstos son la manifestación de los Tres Preceptos —Vacío, Provisionalidad y Camino Medio— que emanan del cuerpo y la palabra, originándose en la Triple Contemplación (Sangan). Así pues, no contradicen en modo alguno la Contemplación Perfecta (Enkan). Esto es lo que se denomina la Fase o Aspecto de los Preceptos.

Por ello, el Maestro Myoraku comenta: "Los Tres Contemplaciones que se expresan mediante cuerpo y palabra, ésos son el Aspecto de los Preceptos."

La Ley de los Preceptos 

Esto se refiere al método o ritual mediante el cual se establecen los Preceptos. El corazón que practica la Triple Contemplación (Sangan) se armoniza con las tres acciones —cuerpo, palabra y mente—. Cuando estas tres acciones se alinean con la provisionalidad, entonces todas las prácticas en los Seis Reinos —sean buenas o malas— son leyes válidas del Precepto. Cuando se alinean con el vacío, entonces todo lo que uno practica es el Camino del Bodhisattva. Y cuando se alinean con el Camino Medio, entonces el Mundo del Buda es inseparable de los otros nueve mundos. Por ello, el Maestro Myoraku dice: "La Triple Contemplación, en correspondencia, constituye la Ley de los Preceptos."

La Práctica de los Preceptos 

Todas las cosas, tanto buenas como malas, tanto mundanas como santas, mientras impliquen una acción, son llamadas Práctica de los Preceptos. Pues las Tres Contemplaciones que surgen del corazón mueven las tres acciones, y estas tres acciones son en sí los Tres Secretos (Sanmitsu). Los Tres Secretos son el océano de las manifestaciones. Se explica así: "En un solo pensamiento del corazón ordinario, ya existen los Tres Secretos del principio inherente; en cada partícula del cuerpo retributivo, se manifiesta la misma verdad de Vairocana."

Esto significa que los Tres Secretos según el principio, cuando surgen desde la totalidad de la naturaleza propia, manifiestan el poder operativo de los Tres Secretos —eso es la práctica de los Preceptos.

Los Tres Secretos abarcan las Tres Acciones del Buda Eterno Mahavairocana: el Cuerpo Secreto (Shinmitsu) produce las formas corporales de los Diez Mundos, la Palabra Secreta (Komitsu) emite los sonidos de los Diez Mundos, y la Mente Secreta (Imitsu) disuelve y funde los corazones de los Diez Mundos. El Maestro Myoraku comenta: "La Triple Contemplación puesta en acción, eso es la práctica de los Preceptos."

Todo lo anterior son las Cuatro Transmisiones (Shishū) según lo enseñado por el Maestro Jinsei (Gishin), el discípulo de Enchin. Aquellos que tienen ojos, los verán. El Maestro Daosui concluye sus enseñanzas orales diciendo: "El cuerpo de preceptos del Camino Perfecto y Súbito es lo que se discute al hablar de la Budeidad. Y todo esto solo puede ser realizado a través de la Triple Contemplación de la naturaleza. A saber: el cuerpo de los Preceptos es la Triple Contemplación; desde la cual emergen las expresiones corporales y verbales; y en correspondencia, los Tres Secretos son movilizados, lo que da lugar al Camino, a la predicación del Dharma, y al beneficio de los seres. Todo esto surge de ahí."

Por esta razón, el Sutra de la Red de Brahma declara: "El origen de todos los Budas y Bodhisattvas es precisamente este Cuerpo de Preceptos perfecto y súbito."

El cuerpo de Preceptos del Camino Perfecto y Súbito contiene plenamente las Tres Verdades (Santai). ¿Por qué? Porque el Gran Maestro (Chih-i) ya ha dicho: "La contemplación sutil del Camino Medio es el cuerpo esencial del Precepto."

El Camino Medio es el cuerpo entero de todos los fenómenos; es aquello que contiene todos los dharmas. Y si el precepto tiene como cuerpo aquello que contiene todo, ¿cómo podría no abarcar también la vacuidad y la provisionalidad? Por ello, el Maestro Myoraku explica: "La Triple Contemplación reside en la mente; eso es el cuerpo del Precepto."

Así, ya que contiene las Tres Verdades, cada dharma y cada acción es, sin duda, una práctica de Precepto. El aspecto del Precepto del Camino Perfecto y Súbito abarca plenamente las tres acciones (cuerpo, palabra, mente). La visión del Vehículo Menor sostiene que el aspecto de los Preceptos se limita al cuerpo y a la palabra; pero la del Gran Vehículo enseña que la mente misma puede ser fundamento de precepto. Esto está claramente indicado en el Sutra de la Red de Brahmat, que presenta los Diez Preceptos Mayores como manifestación de ello. Por ello, al analizar cuerpo, palabra y mente, se dice que todos residen en la virtud esencial. Eso se llama "Cuerpo del Precepto". Cuando se despliegan desde la naturaleza inherente, eso se llama "Aspecto del Precepto".

Así, sea que alguien "tenga" o "no tenga" Precepto, no hay diferencia en cuanto a cuerpo, palabra y mente. Pues no se trata de decir que la mente es la esencia y que el cuerpo y la palabra son la práctica. Más bien, se entiende que todas las acciones, incluso las de cuerpo y palabra, están impregnadas del principio. Y aunque el Maestro Myoraku dijera: "La Triple Contemplación produce el cuerpo y la palabra, eso es el aspecto del Precepto," y no mencione la mente, ello se debe a que está explicando en términos relativos de las tres acciones.

Hay leves diferencias en las interpretaciones.

El "Aspecto del Precepto" (Kairai) son las múltiples prácticas virtuosas que nacen de la virtud de la naturaleza inherente (seidoku). Cuando uno empieza a practicar, ese aspecto se manifiesta espontáneamente a través del cuerpo y la palabra: eso se llama el “"Aspecto del Precepto". Es la etapa llamada "nombre y despertar de la intención".

El "Método del Precepto" (Kaiho) es el ritual adecuado para morar en la Verdadera Realidad. Uno emplea deliberadamente las tres acciones (cuerpo, palabra y mente) para hacerlas corresponder con la interioridad; esto se llama el "Método del Precepto", y pertenece a la práctica de la contemplación. Como dijo el Maestro Myoraku: "Cuando las Tres Contemplaciones se manifiestan por el cuerpo y la palabra, eso es el aspecto del Precepto; cuando las tres acciones se corresponden con el principio, eso es el método del Precepto."

Además, respecto al principio de "correspondencia", el Maestro Daosui dijo: "Desde el comienzo de la práctica de la contemplación hasta el logro de la Iluminación Perfecta, todo corresponde con la mente fundamental de la Realidad." Por eso, el Maka Shikan afirma: "Cuando la contemplación del corazón se vuelve clara, se corresponde con la sabiduría del principio. Lo que se dice es lo que se hace; lo que se hace es lo que se dice. Entonces, la mente que contempla con las tres perspectivas se armoniza con las acciones de palabra y cuerpo, y todos los pasos, ya sean avanzar o retroceder, no se desvían de la Realidad tal cual es. Cada pensamiento brilla por sí mismo con la verdad. Esto se llama la Correspondencia de las Tres Acciones con la Verdad."

La práctica de los preceptos se encuentra principalmente antes de la etapa de "residencia", aunque el comentario de Myoraku habla del "inicio del funcionamiento" como perteneciente a la causa verdadera superior, que generalmente se ubica en la etapa posterior a la residencia. El antiguo capítulo del Kegon Gensho amplía mucho sobre este aspecto. La presente explicación de la "Práctica de los Preceptos" es de comprensión difícil.

Según la tradición de transmisión, los "Cuatro Tipos de Preceptos" derivan de las palabras del Maestro Myoraku. Considerar el Cuerpo del Precepto como el principio es lo que se llama Precepto. Considerar el Aspecto del Precepto como la manifestación del nombre es la etapa de intención inicial. Por ello, el Método del Precepto se corresponde con la etapa de contemplación activa antes de la residencia. En cambio, la etapa superior muestra el "funcionamiento", el cual, aunque se manifiesta como acción, no es ya práctica de principiante, sino el funcionamiento del Bodhisattva que transforma a los demás con su práctica.

Este funcionamiento, llamado "kiyō", es el despliegue de los Tres Secretos (Sanmitsu), que es idéntico al fruto de la Budeidad. ¿Por qué? Porque un solo estado incluye todos los estados. En efecto, cuando uno emplea la doctrina de los Tres Mil Reinos en un Solo Pensamiento (Ichinen Sanzen) como base del Precepto, el bien y el mal se funden, la rectitud y el error no están en oposición. A partir de este pensamiento se cultiva el método del Precepto, y cuando se manifiesta la práctica del Precepto, el Cuerpo Secreto aparece plenamente, revelando las formas de los Diez Reinos.

Así, cuando los seres del infierno se acercan al Buda, lo ven como el Rey del Infierno; los fantasmas hambrientos lo ven como el Rey de los Preta, etc., como se detalla en el Gran Sutra. Lo mismo ocurre con el sonido: el Sutra del Diamante dice, "El Tathagata emite un solo sonido, pero todos los seres lo escuchan como distintos sonidos: rugido de león, sonido de dragón, estruendo de trueno, etc."

La actividad mental también puede percibir a todos los seres de los Diez Reinos. Esto es, el despliegue de los Tres Misterios en su función inconcebible. Todo esto es el gran poder de la práctica que surge completamente desde la naturaleza inherente.

Así, el Cuerpo del Precepto, el Método del Precepto, el Aspecto del Precepto, y la Práctica del Precepto —estas cuatro formas de transmisión— han sido completamente explicadas. Dentro del mismo texto se revela también la doctrina de las "Seis Identidades con la Budeidad". Aquellos que poseen sabiduría podrán comprenderlo.

De acuerdo con el Sutra de la Red de Brahma, aquel que sostiene los Preceptos Perfectos (Endonkai) en la etapa de "Nombre" es ya igual al Gran Despertar. ¿Acaso esto no refuta la idea de que hay distancia entre las etapas?

El Maestro Daosui comenta que hay dos sentidos en esta transmisión: uno relativo a las etapas, y otro relativo al progreso. El primero indica que, en el principio y al final, uno ya es idéntico al Despertado. ¿Por qué? Porque es debido a la ilusión que se establece una diferencia entre Seis Identidades. Pero cuando se despierta y se comprende, los Tres Mil Reinos son conocidos como de una misma Naturaleza. Y dado que comparten la misma Naturaleza, entonces no hay diferencia entre principio y fin.

El practicante de la etapa de "Nombre" al oír por primera vez que la naturaleza inherente contiene todos los dharmas, y que su cuerpo-mente ya es en esencia el Buda y la naturaleza-dhármica, ya ha comprendido la Budeidad. Aunque se le llame "Nombre", ya ha accedido al cuerpo del Despertado. Solo que en esa etapa se reconoce a través del poder de la fe. En cambio, en la etapa de la Iluminación Maravillosa, se realiza a través del poder de la sabiduría. Sin embargo, aunque difieren en fe y sabiduría, el principio de los Tres Mil es uno. Las prácticas intermedias solo refuerzan y maduran ese uno.

Por eso la transmisión declara: "La Iluminación Maravillosa y la etapa de nombre son en última instancia no dos." También dice: "Al girar un solo pensamiento desde la Igualdad Iluminada, uno entra nuevamente en la etapa del Nombre." (Porque no hay dos entre Iluminación Maravillosa y Nombre).

De este modo, quien está en la etapa del Nombre, al haber recibido el Reino del Buda como su herencia y estar cultivando la virtud, es completamente igual a la Iluminación Maravillosa. No es incorrecto hablar de ello así. El Maestro Jinsei también dijo: "El Buda en la etapa de nombre puede ver que cuerpo y mente ya son la naturaleza-dhármica; por eso se le llama provisionalmente Buda de la etapa de Nombre." Aunque no ha entrado aún en la etapa del fruto, y por tanto no puede beneficiar directamente a otros, se le honra en los nueve reinos como un sabio elevado.

Así, se debe entender: en la etapa del Nombre uno ya ha ingresado en el Gran Despertar.

 El Cuerpo del Precepto como Expresión del Reino del Buda

Pregunta: ¿Cómo puede hablarse del Precepto Original y Perfecto en los mismos términos que los Preceptos condicionados del Sutra de la Red de Brahma?”

Respuesta: En el Sutra Avataṃsaka, los Budas de las diez direcciones aparecen unos dentro de otros, como anfitriones y acompañantes, completamente interpenetrados. En ese contexto se habla solo de ‘conocimientos’ y no de ‘emanaciones’, pues todavía no se ha revelado el Origen.

Pero en el Capítulo de la Vida Eterna del Sutra del Loto, al revelarse la Puerta del Origen, los aspectos provisionales se abren y se integran en el Origen. Así, lo que antes eran llamados "conocimientos" ahora se comprenden como emanaciones del Buda Original.

El cuerpo manifestado del Buda Shakyamuni es comprendido como el cuerpo de Vairocana. Esto constituye la unidad esencial entre los Tres Cuerpos (Trikaya), entre Origen y Manifestación. Y no solo los Budas, sino también los Bodhisattvas, los seres sintientes y no sintientes, todos ellos son el único cuerpo del Único Buda.

La Unidad de la Naturaleza y la Práctica

Las virtudes de la Naturaleza y las virtudes de la Práctica se funden. El que cultiva y aquello que se cultiva (所) no son diferentes: su campo de realización es el mismo. El Buda Vairocana es entonces definido como: 

"Aquello en lo que el agente y lo cultivado no son dos."

"Cuerpo y Campo no son dos. Todos los dharmas son un solo cuerpo."

De ser así, ¿qué acción no es ya el Precepto? ¿Qué pensamiento no es ya su cumplimiento? Esta es la Gran Causa y Condición Única de la Familia del Buda.

Debe ser celosamente guardada en secreto. No debe proclamarse a quienes carecen de la capacidad espiritual.

El Precepto como la Forma del Reino del Buda

El Capítulo de la Vida Eterna afirma:

"El Tathagata conoce y ve tal como verdaderamente son los aspectos de los tres mundos: no hay nacimiento ni muerte."

Esto significa que los nombres y formas de los Tres Mundos no han existido jamás desde el origen. El cuerpo del Buda Original, como expresión del Despertar Innato (Hongaku), no actúa. El Dharma-Reino del Único Buda no contiene nacimiento, muerte, mal ni impureza. La función de "detener el mal y prevenir las faltas" no surge como acción correctiva, sino como manifestación natural de la Realidad.

 Todo acto se vuelve Precepto

En la Esfera del Fruto del Buda Original, no hay necesidad de prevenir el mal o promover el bien, porque cada cosa ocupa su lugar correcto. Cada fenómeno, cada dharma, cada mota de polvo, es una transformación espontánea del fruto del Buda. El Buda y los seres no son dos.

Así, si se ha comprendido verdaderamente el Precepto en su sentido perfecto, entonces: "Todo lo hecho, sea bueno o malo, toda obra y toda consecuencia kármica, es ya el Precepto." ¿Por qué? Porque la forma ilusoria de los Tres Mundos no tiene fundamento desde el origen. Se compara esto con un emperador sentado en su trono, desde donde emite órdenes, ya sean buenas o severas: todas ellas son órdenes reales. Igualmente, en el Reino del Buda Original, toda acción es Precepto.

Transmisión Esotérica de los Tres Preceptos Puros

El Daishi (Saicho) confió esta enseñanza sólo a un discípulo. Yo mismo he recibido este principio, y por ello establecí el Altar de los Preceptos (Kaidan) en la cima de la montaña, renombrando el Monte Hiei, para expresar que ese altar representa: "La virtud del fruto supremo del Precepto." Y que el Monte Hiei mismo simboliza: "La más elevada dignidad, como si fuera el trono celestial desde el cual el Buda emite sus órdenes."

Las Tres Formas del Precepto Perfecto y Súbito

Los Tres Preceptos Puros del Mahayana tienen tres formas de adquisición: (1) Por Transmisión: Desde el Buda Vairocana del mundo del Tesoro del Loto, por sucesión de maestro a discípulo. (2) Por Generación Espontánea: Se manifiestan al instante, como si el cielo se resquebrajara y la tierra temblara. (3) Por Naturaleza Inherente: Son posesión original desde el no-comienzo: la Naturaleza Búdica es ya el Precepto Vajra.

Cuando se transmiten los Preceptos, el instructor dice: "Yo deseo ahora transmitiros los Tres Preceptos Puros…" Y explica que esto fue así en tiempos del Buda Vairocana, quien transmitió este Precepto del Corazón Vajra al Rey Myokai y a sus mil príncipes. Esta transmisión continuó hasta llegar a nuestro Maestro actual, el Buda Śākyamuni, quien a su vez se lo transmitió a Maitreya, y así sucesivamente, hasta la India, China y Japón.

Quien transmite dice: "Yo, un humilde Monje Bodhisattva, he recibido estos Preceptos y ahora deseo transmitírtelos." Esta es la transmisión del Cuerpo del Dharma Expresado por la Palabra. Si no se transmite, el Cuerpo del Dharma desaparece. Por tanto, el Precepto debe ser recibido, sostenido, y transmitido a todos los seres hasta el fin de los tiempos. Quien lo recibe y transmite será capaz de ver mil Budas.

Uno declara: "Yo deseo ahora recibir los Tres Preceptos Puros." Esto se refiere a cómo el Buda Vairocana, cuando aún estaba en la etapa de causa, al principio de su camino, recibió el Precepto de un maestro mundano. En el tercer momento del karma, en una fracción de segundo, generó un precepto no-producido en su cuerpo, palabra, mente y en todo el Reino del Dharma. Este precepto es: Permanente, Indestructible, Presente en todos los lugares, Funciona hasta el fin del tiempo, Se vuelve la Fuente del Bodhi personal y de la apertura del Bodhi para los demás. El momento de esta generación no puede ser percibido por seres mundanos. Solo las Tres Joyas pueden dar testimonio.

Este precepto generado es llamado el Cuerpo del Dharma de los Méritos. Si uno no lo genera, el Dharmakaya no nace. Por eso el Buda dijo: "Todos los pensamientos, mentes y formas son sentimientos y consciencias que entran en el Precepto del Buda y son iguales a él."

Por último, se declara: "Yo deseo ahora mostrar los Tres Preceptos Puros." En el pasado, el Buda Vairocana del Mundo del Tesoro del Loto, cuando aún era un practicante, recibió una enseñanza de un maestro ordinario. Así abrió su propia mente, y comprendió que ya poseía de manera innata el Precepto como Cuerpo del Dharma. Este cuerpo no es recibido de otro. Si fuera así, no podría haber alcanzado el Despertar. El Buda Dipankara no le dio el Despertar, sino que el Buda lo realizó por su cuenta.

Por eso, el Sutra dice: "Los seres se salvan a sí mismos. El Buda no salva a los seres."

La Revelación del Precepto como Iluminación de la Mente

Todos los seres del Reino del Dharma de las diez direcciones, al recibir estos Preceptos, iluminan en su propia mente el Cuerpo del Dharma que siempre han poseído, igual al de Vairocana.

Y así continúa la enseñanza: "Hoy también quiero abrir y mostrar a todos los seres la Naturaleza Búdica innata en sus corazones: el Cuerpo del Dharma con sus cinco partes, que ha estado ahí desde tiempo sin comienzo, oculto por la ignorancia, aún no manifestado."

Se compara al ser humano con un loco que posee una joya como el cinturón de los deseos cumplidos, pero que por su locura no la reconoce. Los Budas y Bodhisattvas siempre han querido abrir los ojos de estos seres, pero ellos, confundidos por la pasión y la ignorancia, no pueden creerlo ni aceptarlo.

El Despertar como Visión del Precepto Interno

"Ahora que han despertado el Gran Corazón y solicitado estos preceptos, los Budas se regocijan profundamente. Todos ellos vienen y les tocan la cabeza, revelando con una sola voz el Cuerpo del Precepto en su propia mente."

Aunque nuestros ojos están cegados por las pasiones y no podemos ver a los Budas y Bodhisattvas, yo vengo como representante de ellos a decírtelo: "Todos los Budas afirman: El Cuerpo del Precepto del Tesoro Vajra del Buda está presente en tu propia mente. Desde el origen, permanece inmutable, completo en todas las virtudes, radiante como el sol y la luna."

Este cuerpo interior de precepto es llamado:

  • El Cuerpo de la Naturaleza Virtuosa
  • El Cuerpo de los Méritos Perfectos
  • El Cuerpo del Dharma Original

El texto distingue tres niveles de transmisión del Precepto:

  • Transmisión Recibida — la sucesión tradicional de maestro a discípulo.
  • Precepto Generado — el despertar súbito en la mente del practicante.
  • Precepto Inherente — el precepto como parte de la naturaleza original del ser.

Estos tres no están separados en el tiempo, sino que se manifiestan simultáneamente. El Precepto no es meramente acción ética: es una realización de la unidad con los Tres Cuerpos del Buda. Las tres formas de precepto se corresponden con estas tres formas del Buda:

  • Cuerpo del Dharma  → Precepto de abstenerse del mal 
  • Cuerpo de Recompensa  → Precepto de cultivar el bien 
  • Cuerpo de Emanación → Precepto de beneficiar a los seres 

El Corazón del Precepto como Presencia de los Tres Cuerpos

Dentro del Precepto del Tesoro Vajra de la Naturaleza Original, ya están incluidos los Tres Cuerpos del Buda, completos desde el origen.

  • El Cuerpo de Emanación posee desde siempre los 32 signos y 80 características.
  • El Cuerpo de Recompensa manifiesta virtudes ilimitadas.
  • El Cuerpo del Dharma abarca la forma de todos los seres en los Diez Mundos.

Así, incluso el más simple de los actos, como caminar, dormir o pensar, si se hace con fe en esta realidad, se vuelve expresión del Precepto.

Por ello se dice: "El cuerpo, el habla y la mente de todos los seres son ya los Tres Cuerpos del Buda. Por tanto, todos los actos son el Precepto."

Esto es lo que se denomina la Doctrina Final y Suprema del Capítulo de la Vida Eterna.

¿Cómo entramos a este Camino Perfecto? ¿Con qué mente se entra al Camino de la Budeidad Perfecta y Súbita?

Y se responde con sublime claridad:

"Con fe. Creer que el Precepto del Tesoro Vajra de todos los Budas reside ya en nuestra mente. Esa creencia misma es ya la Budeidad (aunque sea en Nombre)."

"Así se sabe que el Camino del Precepto Perfecto se abre por medio de la fe. Por medio de la fe se ilumina el Cuerpo del Dharma, y por medio de la fe se alcanza el Fruto del Buda.”"

No se requiere meditación complicada, ni prácticas difíciles. No se exige zazen ni visualización compleja. Basta con creer firmemente que el Precepto del Tesoro Vajra está ya en nuestro interior y que el Buda es nuestra propia naturaleza. Esa fe directa en que yo ya soy uno con los Tres Cuerpos, permite:

  • Morar en la perfección de los Preceptos
  • Despertar el Camino Supremo
  • Alcanzar la Inconcebible Budeidad de la Tierra del Origen

La Puerta de Entrada para los de Fe y los de Sabiduría

Hay dos puertas hacia esta enseñanza secreta:

  • La Sabiduría: comprender los principios doctrinales.
  • La Fe: creer directamente en que el Buda habita en el propio corazón.

Aquí se enseña la segunda vía, para aquellos de fe pura: "Lo que debemos creer es que los Tres Cuerpos del Buda habitan ya en nuestra propia mente."

Creer que nuestra propia mente ya es el Buda del Fruto Último, se llama Precepto Vajra del Corazón Único. Por la fe se accede a este tesoro. 

El Sutra dice: "La fe es la fuente del Camino y la madre de todas las virtudes."

Conclusión: El Precepto como Espejo del Buda Interno

Este texto, majestuoso y profundo, culmina en la enseñanza más secreta: el Precepto no es algo que viene de fuera. Es la expresión de que tú ya eres el Buda. Todo lo que eres, todo lo que haces, si lo reconoces con fe, es el cumplimiento de los Preceptos del Reino del Buda. El Precepto, entonces, no es una regla externa, sino el reflejo natural del Reino del Buda en el corazón del ser humano.