Hoy nos reunimos en este tiempo sagrado de Ohigan, el periodo en que la luz y la oscuridad se encuentran en perfecto equilibrio, marcando la transición hacia la primavera. En este momento de armonía entre el día y la noche, nos encontramos también ante una oportunidad propicia para reflexionar sobre nuestro propio equilibrio interno, sobre nuestra práctica espiritual y sobre el sendero que seguimos como Hijos del Buda, Bodhisattvas en camino hacia la Iluminación.
Ohigan significa “Otra Orilla”, el estado del Despertar que se encuentra más allá del vaivén del Samsara. No es un lugar distante ni una promesa vacía, sino una realidad que construimos aquí y ahora mediante nuestra conducta, nuestra intención y nuestra práctica. Para cruzar hacia esa Otra Orilla, el Buda nos ha dejado una barca firme y segura: los Seis Paramitas o Perfecciones del Bodhisattva.
Este Ohigan, les invito a que no solo escuchemos estas enseñanzas con devoción, sino que tomemos acción: establezcamos metas espirituales concretas, tanto a corto como a largo plazo, en cada una de estas Seis Perfecciones. Mediante una práctica consciente, medible y constante, podremos avanzar como verdaderos Hijos del Buda.
1. Dana Paramita – La Perfección de la Caridad:
- Establece una meta a corto plazo: realizar al menos un acto de generosidad desinteresada cada semana.
- A largo plazo: desarrollar un corazón que encuentre gozo espontáneo en dar, incluso en silencio, incluso sin ser visto.
2. Sila Paramita – La Perfección de los Preceptos:
- Meta a corto plazo: revisar cada noche tu acción de cuerpo, palabra y mente, y reconocer al menos un momento en que observaste o violaste los Preceptos.
- Meta a largo plazo: vivir en armonía con los Preceptos de forma natural y espontánea, convirtiéndolos en expresión de tu ser profundo.
3. Kshanti Paramita – La Perfección de la Paciencia:
- Meta a corto plazo: identifica cada semana una situación que te incomode y ejercita la paciencia conscientemente.
- Meta a largo plazo: establecer una mente que acoja la adversidad como una maestra en el sendero del Bodhisattva.
4. Vīrya Paramita – La Perfección del Esfuerzo:
- Meta a corto plazo: dedica cada día un tiempo firme a la práctica (meditación, estudio, recitación).
- Meta a largo plazo: cultivar una energía alegre y constante que sostenga tu práctica sin decaer.
5. Dhyana Paramita – La Perfección de la Meditación:
- Meta a corto plazo: establecer una práctica diaria de meditación, aunque sea breve, y registrar tus estados mentales.
- Meta a largo plazo: cultivar una mente serena y ecuánime que permanezca estable en medio de toda circunstancia.
6. Prajna Paramita – La Perfección de la Sabiduría:
- Meta a corto plazo: estudiar un pasaje de los sutras cada semana y escribir una reflexión sobre su aplicación.
- Meta a largo plazo: desarrollar una visión penetrante de la vacuidad, la interdependencia y la budeidad inherente.
Para observar nuestro avance, el Gran Maestro Chih-i, luminar de la Tradición del Loto, nos entregó una guía preciosa: las Seis Identidades del Bodhisattva, que muestran el desarrollo gradual de nuestra naturaleza iluminada:
- Identidad de Nombre: Reconocer que somos llamados "hijos del Buda" y asumir con humildad ese compromiso.
- Identidad por Fe: Tener fe en el Camino del Buda y en nuestra capacidad de realizarlo.
- Identidad por Práctica Parcial: Empezar a practicar los Preceptos, la meditación, la caridad, aunque sea imperfectamente.
- Identidad por Semejanza: Empezar a manifestar en nuestra vida actitudes similares a las del Bodhisattva.
- Identidad por Correspondencia: Nuestra conducta se alinea con la Sabiduría del Buda.
- Identidad por la Iluminación Suprema: La realización completa de la Budeidad.
En tu Diario Reflectivo del Bodhisattva, cada semana registra:
• Un hecho concreto que represente la práctica de un Paramita.
• En qué nivel de las Seis Identidades sientes que estás hoy.
• Una meta breve para la semana siguiente.
• Una oración de dedicación de méritos.
Este Ohigan no es solo un tiempo para recordar a nuestros ancestros y honrar nuestro linaje budista, sino también una ocasión para renovar activamente nuestro compromiso. Cada uno de ustedes, queridos Hijos del Buda, está llamado a florecer como un loto en medio del lodo. Establezcan sus metas, observen sus avances, celebren cada pequeño logro con gratitud y continúen firmes, sin retroceder.
Que la luz del Dharma ilumine cada paso, y que la Otra Orilla deje de ser un sueño lejano para convertirse en una presencia viva en cada instante de nuestra existencia.