Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 15 de agosto de 2021

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Tierra Pura: Las Enseñanzas del Ojoyoshu - La Tierra Pura de la Bienaventuranza

 El Ojoyoshu, que se puede traducir como "Tratado Esencial para el Renacimiento en la Tierra Pura", es uno de los tratados budistas Tierra Pura más importantes jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Genshin (Eshin Sozu 942-1017) en Japón, y completó la sistematización del Budismo Tierra Pura dentro de la escuela Tendai japonesa, a la vez que sentó las bases para el desarrollo del Budismo Tierra Pura en Japón. El mismo ha sido caracterizado como un manual, y a su vez, una síntesis doctrinal, fundida de total fe y práctica, la cual presenta toda la teoría y la práctica para esta rama del Budismo dentro de la escuela Tendai. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Ojoyoshu del Gran Maestro Genshin y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

En el primer capítulo vimos una descripción de los Seis Reinos del Samsara, donde los seres sintientes renacen en el ciclo sin fin de nacimientos y muertes de la transmigración. El Cosmos, en su desarrollo y funcionamiento, sigue la Ley del Karma. El Karma crea los mundos, sus condiciones y los seres que viven en ellos. 

Según el Budismo, existen infinitos mundos por todo el Cosmos, cada mundo con una infinidad de seres. Estos seres nacen, viven, crean karma y mueres, para renacer en otros mundos, como diferentes formas de vidas, continuando el cliclo de creación, mantenimiento y renovación universal. Estos mundos no son ni buenos ni malos; todos los mundos y sus seres tienen una función particular y una razón de ser y existir. Lo que diferencia un mundo de otro es el nivel de sufrimiento y las oportunidades para los seres mejorar sus condiciones. 

En los Infiernos, los seres pasan incontables agonías, viviendo vidas largas pero llenas de dolor, sufrimiento y desesperanza. Son mundos oscuros, donde ya sea el calor abrazador de las llamas o el frío cortante del hielo contantemente torturan el cuerpo, la mente y el espíritu de los seres que renacen en ellos. En el Reino de los Espíritus Hambrientos, que coexiste con los seres del Infierno y del Reino Humano, sus necesidades de alimento y sustento es tanto que nunca llegan a sentirse satisfechos, vagando inconscientemente por los planos, atormentando casualmente a los seres que se topen con ellos, en un desesperado intento por saciar su hambruna. El Reino de los Animales se caracteriza por la constante lucha por la supervivencia, donde solo reina el más fuerte, y los seres solo piensan en satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, sueño, sexo y territorio. El Reino de los Asuras, un reino intermedio entre los animales y los dioses, donde no son humanos, ni devas, ni animales, estas tres clases de seres forman una clase difícil de clasificar que se caracteriza por seres que solo buscan escalar la sociedad, a todo costo, sin importar las repercuciones. Luego, tenemos nuestro reino, el Reino Humano, donde, si bien no sufrimos los tormentos de los reinos anteriores en su totalidad, podemos experimentar nuestros propios infiernos, hambrunas y animalidad, ya sea a causa de nuestro mal karma, o del de nuestros países y sus personas, o porque nosotros mismos los hemos creado a nuestro alrededor, o en nuestra mente, por nuestras malas decisiones. Aquí, somos conscientes de la impermanencia, el sufrimiento y la impureza, y si bien muchos lo ignoran - o no lo experimentan - todos los llegaremos a experimentar. Nadie escapa de las garras del Samsara. Finalmente, tenemos el Reino de los Devas, los dioses, que son el lugar esperado por muchos seguidores de muchas religiones tras sus muertes. Si bien este reino es uno de puro placer y deleite, como todo en el Samsara, es impermanente, y cuando todo el karma que hemos acumulado para renacer en ellos se acabe, la caída es mucho más alta, y por ello, más fuerte, traumante y dolorosa. 

Ante este panorama - la rueda giratoria del Samsara, el ciclo sin fin de nacimientos y muertes, el inevitable sufrimiento, y el mal karma que cometemos - ¿qué esperanza tenemos? El Budismo ofrece un camino fuera del Ciclo del Samsara. Pero antes de abordar sus caminos de salidas, su salvación, primero, abordemos definitivamente qué es el Budismo, y quién fue verdaderamente el Buda, su fundador.

Como mencionamos anteriormente, el Cosmos es como una gran máquina que ha estado desde el principio de los tiempos en movimiento, y que continuará hasta el fin de la existencia. Esto es una forma de decir que el Universo es infinito, más allá del tiempo y el espacio. Pero a diferencia de una máquina, el Universo no es indiferente. En el Budismo, el Universo, en su aspecto impersonal, como Realidad Absoluta o Ultima, es llamado el Dharmakaya, o el Buda Eterno. El Buda posee un Triple Cuerpo. El primero de estos cuerpos o "kayas" es el Dharmakaya, el "Cuerpo del Dharma", el cual es el Universo, la Fuente Original, la Realidad Ultima, lo que es absoluta energía. Este es el Buda Eterno, la Realidad (Tathata) de la cual emanan todos los Budas, y de la cual emana todo en el Cosmos. Ahora, existen dos tipos de Dharmakaya: el Dharmakaya de la Talidad (Sabiduría), el Buda Eterno impersonal, la Unidad; más allá del tiempo y la forma; la realidad trascendente; la Luz, personificado como el Buda Mahavairocana; y el Dharmakaya de Actividad Hábil (Compasiva), la cual asume forma y personalidad para revelarse a los seres sintientes; la realidad inmanente; la Vida, personificado como el Buda Amida. Ambos son dos caras de la misma moneda. Aunque son dos realidades inseparables, trascendentes, fuera del tiempo y el espacio, el Dharmakaya de Actividad Hábil, se manifiesta en movimiento y entra en la forma y el tiempo como una presencia que lo permea todo para revelarse a los seres sintientes. La habilidad de llevar a los seres a la Budeidad, a la Unidad, surge del fundamento del Buda Amida en la Talidad o el Nirvana, pero la liberación de todos los seres requiere la capacidad de volverse activo en la vida de los seres sintientes.

Dado a que todos somos emanaciones del Dharmakaya, todos poseemos la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirnos en Budas. ¿Dónde puede florecer nuestra Naturaleza Búdica Innata? Solo en el Nirmanakaya, el "Cuerpo Encarnado". El Nirmanakaya es el mundo fenomenal: nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras circunstancias y todo lo que nos rodea. El Buda Shakyamuni fue una encarnación compasiva del Dharmakaya, del Alma del Universo, en este mundo para traernos la sabiduría del Dharma y aliviar nuestro sufrimiento. Si bien todos poseemos la Naturaleza Búdica, para que esa semilla crezca, debe ser plantada en un lugar apropiado. Ese es el Sambhogakaya, el "Cuerpo de Recompenza", el lugar de armonía entre la Realidad Ultima y el Mundo Fenomenal. El Sambhogakaya es el cuerpo que el Dharmakaya usa para manifestarse espiritualmente a los seres sintientes, de acuerdo con la forma y el mensaje necesario para llevarlos al Despertar. 

Entonces, lejos de ser solo un hombre, el Buda Shakyamuni, quien nació en la India hace más de 2,500 años y fundó el Budismo, fue una encarnación del Universo, quien vino al mundo a predicar el Dharma, las Leyes Universales, y aliviar el sufrimiento y salvar a los seres del océano de nacimientos y muertes del Samsara y regresarnos a nuestro Verdadero Hogar, la Unidad inicial. Entonces, el Budismo, es la religión del Despertar. ¿Despertar a qué? A nuestra Unidad Fundamental.

Para poder despeetar a los seres sintientes a la Unidad Fundamental, el Buda, el Alma del Universo, predicó 84,000 enseñanzas, lo cual es una metáfora para explicar que todas las religiones son medios hábiles para llegar a la misma meta, el Nirvana. De todas estas, el Budismo es el camino completo, perfecto y seguro a nuestra meta final. Ahora, dentro del Budismo mismo, existen muchas formas de alcanzar el Despertar espiritual. Una de ellas es la Puerta de los Sabios, y la otra, la Puerta de la Tierra Pura.

La Puerta de los Sabios es lo que llamo el Budismo de la Sabiduría, y se caracteriza por el estudio riguroso del Dharma, de sus Preceptos, de la meditación y el camino del Bodhisattva. Por medio de esta puerta, desarrollamos nuestro conocimiento y vamos reformando todos nuestros patrones condicionados y limitantes, nuestra Ignorancia Fundamental, y poco a poco, por medio de la meditación, disolvemos las capas ilusorias de nuestro ser finito y falso, nuestro ser, y accesamos nuestra Naturaleza Búdica, donde comulgamos con el Buda, el Corazón de la Existencia. Luego, regresamos al mundo tranformados, llenos de sabiduría, y empleamos compasivamente los medios hábiles para ayudar a los demás seres sintientes y hacer de este mundo uno mejor - una Tierra Pura. Esto puede verse como una vía positiva, pues es a través de nuestro esfuerzo que logramos el Despertar. Sobre esto, he escrito muchos libros, y de hecho, casi todos los libros de Budismo se pueden categorizar como Budismo de la Sabiduría o la Puerta de los Sabios. 

Por otro lado, la Puerta de la Tierra Pura, la cual llamo el Budismo de la Compasión o de la Fe, se caracteriza por la fe y la devoción al Buda Amida, la recitación del Nembutsu, y el Renacimiento en la Tierra Pura. Por medio de la fe y la devoción, nos dedicamos enteramente a una fuerza fuera de nosotros, el Otro Poder - el Buda Amida - y por medio de la recitación del Nembutsu - el Nombre del Buda Amida, nuestra Naturaleza Búdica, nuestro Verdadero Ser -, podemos accesar nuestra Naturaleza Búdica y la comunión con el Buda, y ver el trabajo dinámico del Buda en nuestras vidas, y sentimos una profunda sensación de agradecimiento por la vida que nos sostiene y nos ha guidamo desde el principio del tiempo. Esto nos permite transformarnos espiritualmente y actuar con más receptividad, compasión y sabiduría en el mundo, con la esperanza y la certeza de que tras nuestra muerte, regresaremos a nuestro Verdadero Hogar, la Unidad. El Budismo de la Tierra Pura parte de una humilde apreciación de la condición humana, un reconocimiento de que todos los seres humanos son falibles y propensos al error. En lugar de esperar que superemos nuestras debilidades, el Buda Amida nos acepta tal como somos. Esto puede verse como una vía negativa, pues es solo en nuestra total negación ante un poder superior, el cual trabaja dentro de nosotros, que alcanzamos el Renacimiento, el Nirvana.

Como vemos, estos no son dos caminos mutuamente excluyentes y separados, sino que son dos caminos complementarios; son dos caras de una misma moneda. La escuela Tendai es la verdadera custodia del mensaje y propósito del Buda en el mundo. Es por eso que a diferencia de otras escuelas unifica y armonia todo el Buddha Dharma; une todos los ríos en un solo mar. Es por eso que templos budistas Tendai en la mañana recitan porciones del Sutra del Loto, pues representa la salida del sol, el nacimiento, el comienzo, la positividad. De noche, se recitan porciones del Sutra del Buda Amida, pues representa el ocaso de la vida, la noche, la muerte. Esto une el Poder Propio y el Otro Poder, pues no son dos, sino Uno. Al final de todo, dado a que somos uno con el Universo, el Buda Eterno, es la actividad dinámica del Buda la que nos movió en primer lugar a buscar la espiritualidad y alcanzar el Despertar. Es el llamado de Infinito, el cual nos motiva constantemente a nosotros, seres finitos, a regresar a la Unidad. Estos no son dos caminos independientes, sino que en el Budismo Completo y Perfecto, son dos modalidades de práctica que todo Hijo del Buda debe practicar.

Si bien muchos maestros desde el tiempo del Buda han escrito sobre la Puerta de los Sabios, el Gran Maestro Genshin, en su Ojoyoshu, trata de sistematizar y explicar en su totalidad la Puerta de la Tierra Pura. Pero, ¿qué es una Tierra Pura? Una Tierra Pura es un mundo ideal, creado por los votos, los méritos y los poderes del Buda Eterno, fuera del Samsara, para que los seres comprometdos con los demás puedan aspirar renacer y alcanzar la Budeidad en una sola vida, para luego regresar a los mundos y continuar la labor salvífica universal. El concepto de una Tierra Pura en el Budismo Mahayana, y especialmente en las escuelas que se desarrollaron en el Este de Asia, se refiere a un dominio o "campo" espiritual generado por un Buda en el que el camino hacia la Iluminación es mucho más fácil que en cualquier otro lugar, incluso sin esfuerzo. De hecho, estar en presencia del Buda es suficiente para lograr la liberación. De todas las Tierras Puras, la más famosa siempre ha sido la Tierra Pura de la Bienaventuranza (Sukhavati) del Buda Amida. 

Una vez, en el principio del tiempo, existió un rey que abandonó su trono y su reino y se convirtió en monje bajo el Buda Lokeshvaraja, y tomó el nombre de Dharmakara. Movido por el sufrimiento de todos los seres sintientes, Dharmakara decidió crear una Tierra Pura, un reino donde existan todas las condiciones para que los seres alcancen el Despertar y se salven del océano cíclico del Samsara. Dharmakara hizo 48 grandes votos, y los perfeccionó a través de muchos renacimientos para convertirse en el Buda Amida. El más importante de estos votos es la promesa de recibir en su Tierra Pura a todos aquellos que simplemente vuelvan sus mentes hacia él y lo llamen por su Nombre. Este es conocido como el Voto Primal - el deseo de salvar y prometer el renacimiento a todos los seres que confíen en él y reciten el Nembutsu. Tras eones de práctica, el Bodhissatva Dharmakara alcanzó la Budeidad y es llamado ahora el Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita. Por supuesto, como toda história mítica, debemos de leer entre líneas y no confundir el símbolo por lo simbolizado. El Universo, Lokeshvaraja, se informa a sí mismo, el Bodhisattva Dharmakara, su ser finito, sobre cómo alcanzar la Budeidad y salvar a todos los seres sintientes, y alcanza la unidad con su Verdadero Ser y se convierte en un Buda, el Buda Amida, y el Buda Amida se manifiesta como infinitos Budas por todo el Cosmos para llamar a los seres a la Unidad. En su Tierra Pura existen todas las condiciones necesarias para alcanzar la Budeidad en una sola vida. 

A diferencia de los Seis Reinos del Samsara, en la Tierra Pura no existe el dolor, ni el sufrimiento, ni el hambre, ni el deseo; todos los seres son iguales y todos experimentan la dicha del Dharma. La Tierra Pura de la Bienaventuranza es un mundo espiritual donde se cumplen todos los deseos; sin embargo, no es un paraíso, como los Cielos en el Budismo, sino más bien un lugar donde el practicante experimenta la vida más intensamente dentro del campo de influencia del Buda y así llega más rápidamente a la liberación completa. La Tierra Pura puede, por tanto, ser una especie de parada última antes de la Iluminación. Dado que podemos renacer en algún otro reino del Samsara luego de nuestra muerte, podemos aspirar a renacer en un lugar propicio para la espiritualidad y nuestro desarrollo al Despertar en nuestra próxima vida, y de todos, la Tierra Pura del Buda Amida es el mejor lugar posible para renacer. Además, el Buda Amida ha prometido admitir en esta tierra a cualquiera que se vuelva sinceramente hacia él y anhele renacer allí, aún con todo nuestro mal karma. La Tierra Pura es el Reino del Nirvana. 

Si bien podemos practicar la Puerta de los Sabios por muchos años, y de hecho, la hemos practicado por muchas vidas, no existen garantías de que en esta vida alcancemos el Despertar. Aunque nuestro Despertar ya ha sido asegurado por el Buda mismo en Sutras como el Sutra del Loto, y aunque en prncipio podemos manifestar nuestra Natursleza Búdica aquí y ahora, y alcanzar la Budeidad en esta vida y en este cuerpo, puede que no la alcancemos en la actualidad. ¿Cuándo alcanzaremos finalmente la Completa Iluminación? Por más que practiquemos la Puerta de los Sabios, siempre existe la probabilidad de que no alcancemos nuestra meta en esta vida. Dado a nuestro mal karma y la condición del mundo, la evolución espiritual y el Despertar, para muchos, es casi imposible. Incluso el mismo esfuerzo por alcanzar la perfección puede ser contraproducente, lo que lleva al orgullo espiritual, una sobrestimación arrogante del Poder Propio y de la Ignorancia Fundamental, la cual adorna el ego con las prendas de la espieitualidad. Es por eso que Genshin, en su obra, nos llama "bonbu", seres tontos y llenos de pasiones. La práctica de un ser tonto y lleno de pasiones debe, por definición, ser falible en sí misma. 

Debido a que el Budismo de la Tierra Pura se basa en esta proposición - de que todos los seres estamos llenos de deseos ciegos y pasiones desenfrenadas, con muy mal karma, y que el mundo en que vivimos está muy contaminado como para alcanzar la Budeidad en esta vida, sus practicantes están investidos de humildad o reconocimiento de su naturaleza humana, así como también de gratitud por el don del Dharma y la aceptación en el dominio puro del Buda Amida. El reconocimiento de las propias faltas y delirios también conduce naturalmente a un mayor sentimiento de comprensión por las naturalezas falibles de los demás y al cultivo de la compasión en lugar del juicio. Uno no necesita grandes logros espirituales para ser aceptado por la compasión infinita del Buda, ni tiene que pensar en cómo ganar la salvación o iluminarse. Al renunciar a la ambición personal de alcanzar la Iluminación y confiar completamente en la aceptación del Buda Amida, uno es libre de llevar a cabo el espíritu del Buda de inmediato. Por lo tanto, se dice que aquellos que tienen fe en el Buda Amida han sido "abrazados para nunca ser abandonados". 

¿Cómo podemos alcanzar el Renacimiento? Si bien esto será contestado con mucho detalle por Genshin en el resto de su obra, el Ojoyoshu, y lo analizaremos más adelante, podemos contestar brevemente que el Renacimiento es alcanzado solo gracias a la fe, como un regalo del Buda Amida a nosotros. Por medio de la recitación del Nembutsu ("Namu Amida Butsu"), así como de las prácticas Tierra Pura, tanto como de las prácticas de la Puerta de los Sabios, podemos desarrollar un anhelo por regresar a nuestro Verdadero Hogar y una fe tan grande que cuando nos entregamos completamente al poder salvífico del Buda, la luz del Buda nos abraza, tal y como somos, para nunca abandonarnos. En ese instante nuestro Renacimiento está asegurado. Esta es la promesa de la Gran Compasión, el Voto Primal, del Buda de salvar a todos los seres sintientes. Recitar el Nembutsu, una vez establecemos la fe (Shinjin), no es un acto que hacemos, sino una respuesta al llamado del Buda. Entonces, recibimos el regalo del Shinjin, ya hemos sido salvados.

Es por esto que uno puede alcanzar el Renacimiento en la Tierra Pura, el Despertar final, en esta vida. Cuando se establece la fe, una flor de loto ya florece y nos espera en la Tierra de la Bienaventuranza. Incluso mientras todavía están en esta vida, han cruzado un umbral tal que inevitablemente procederán al Nirvana sin retroceder, incluso mientras permanecen, hasta ahora, como seres finitos con todas las faltas y deseos de las que la carne es heredera. Por ello, Genshin nos exhorta a practicar igualmente la Puerta de la Tierra Pura. Al final, la meta es la misma.  La Tierra Pura es el Nirvana; el Renacimiento es el Despertar. Nosotros somos el Buda Amida. 

Sin embargo, como un medio hábil, el Budismo Tierra Pura habla del Buda Amida, el Nembutsu y el Renacimiento en la Tierra Pura de la Bienaventuranza como si fueran personas, cosas y lugares externos a nosotros mismos. Es por eso que los Sutras del Buda Amida hablan de los placeres de la Tierra Pura y sobre el Renacimiento luego de la muerte.

El segundo capítulo del Ojoyoshu detalla los Diez Placeres del Renacimiento en la Tierra Pura, en contraste con los innumerables sufrimientos de los Seis Reinos del Samsara. Estos son:

1. Shoju Raiko no Raku  (El placer de la bienvenida de Amida) - En el momento de la muerte, el Buda Amida junto con Bodhisattvas y Santos, incluidos Kannon y Seishi, vendrán a dar la bienvenida al practicante a su Tierra Pura.

2. Renge-shokai no Raku (El placer de la apertura de la flor de loto) - En el momento de su llegada a la Tierra Pura, una flor de loto pura y hermosa está floreciendo para usted. Es en la flor de loto donde naces en la Tierra Pura.

3. Shinso Jinzuu no Raku (El placer de las asombrosas características del cuerpo y la habilidad) - Aquellos que renacen en la Tierra Pura tienen una apariencia hermosa que es una de las características de los rasgos del Buda. Pueden tener increíbles visiones físicas y audición para que sepan todo en el pasado y en el presente, y pueden ir a donde quieran.

4. Gomyo Kyogai no Raku (El placer de los estados supremos de los cinco sentidos) - Los cinco sentidos del ser humano serán supremos más allá de toda descripción en la Tierra Pura.

5. Keraku Mutai no Raku (El placer sin recesión de placeres) - Debido a que no hay causa del sufrimiento, no hay nada más que placer en la Tierra Pura. Los placeres que la gente disfruta en la Tierra Pura no son temporales como en este Mundo Saha, sino que duran para siempre.

6. Injyo Kechien no Raku  (El placer de llevar a las personas -que están relacionadas contigo- a la Tierra Pura) - En esta vida, no siempre podemos hacer lo que deseamos hacer. Aunque los niños quieren pagar una obligación lo que recibieron de los padres, los padres no siempre pueden esperar (por lo general mueren antes de que los niños quieran cuidar). Tenemos tanta gente que estamos endeudados. Sin embargo, las personas que nacen en la Tierra Pura también pueden ayudar a sus familiares y amigos para nacer allí.

7. Shoju kue no Raku (El placer de conocer santos que son todos Bodhisattvas) - Las personas que nacen en la Tierra Pura pueden conocer a Bodhisattvas y santos, incluidos los famosos Kannon y Seishi. 

8. Kenbutsu Monpo no Raku  (El placer de conocer y escuchar al Buda Amida) - En esta vida, es muy difícil ver al Buda Amida. La posibilidad de conocer las enseñanzas del Buda es muy rara. El porcentaje es como si hubiera un bosque con un agujero flotando en el vasto océano. Luego, una tortuga ciega sube al océano (una vez cada 100 años) y entra por ese agujero. La oportunidad de conocer las enseñanzas del Buda es muy rara como esta. Es mucho más difícil ver al Buda en esta vida. Sin embargo, las personas que nacen en la Tierra Pura pueden ver directamente al Buda Amida y escuchar sus enseñanzas.

9. Zuishin Kubutsu no Raku (El placer de ofrecer directamente al Buda lo que desee) - Las personas que renacen en la Tierra Pura pueden ofrecer flores celestiales al Buda Amida seis veces al día. No solo al Buda Amida, también pueden ofrecer flores a varios Budas en cualquier momento que deseen.

10. Zoshin Butsudo no Raku (El placer de avanzar en el camino hacia la Iluminación) - En esta vida, es muy difícil obtener frutos de la práctica, porque siempre hay obstáculos. Los que sufren se aferran a sus egos. Aquellos que disfrutan de los placeres, se apegan a los placeres. Estos egos hacen que sea muy difícil avanzar por el camino hacia la Iluminación. Pero las personas que nacen en la Tierra Pura pueden progresar por el camino hacia la Iluminación sin obstáculos, alcanzar la Budeidad, y salvar a todos los seres sintientes. Veámoslos uno a uno.

El primer placer de la Tierra Pura es los placeres de ser recibido por muchos santos, el cual describe las maravillas de ser transportados a la Tierra Pura. Genshin escribe:

"Los placeres de que muchos santos le den la bienvenida a uno son los siguientes: Cuando la vida de los hombres malvados llega a su fin, los dos elementos, el viento y el fuego, parten primero. Como estos dos elementos son por naturaleza las cosas que controlan todos los movimientos, agitan las cosas y causan un gran dolor a la víctima. Por otro lado, cuando los hombres buenos mueren, los dos elementos tierra y agua salen primero. Estos dos elementos son por naturaleza tranquilos y, por lo tanto, dan tranquilidad al cuerpo y, por ello, no hay dolor (en la muerte). ¡Cuánto más, entonces, quien durante muchos años ha controlado su mente y acumulado los méritos del Nembutsu, encuentra gran alegría en su corazón cuando llega a morir! El gran voto del Buda Amida es tal que viene con veinticinco Bodhisattvas y una hueste de cien mil monjes. En los cielos del Oeste flotarán nubes violetas, lloverán flores y extraños perfumes llenarán el aire en todas direcciones. El sonido de la música se escucha continuamente y brotan rayos dorados de luz. En rayos brillantes que deslumbran los ojos, aparecerá él (Amida). En el momento de la muerte, el misericordioso Bodhisattva Kannon con las manos extendidas de cien bendiciones y sublimidad y sosteniendo un asiento de loto de tesoros, aparecerá ante el creyente. El Bodhisattva Seishi y una multitud innumerable dicen al unísono: '¡Bendito eres! ¡Bendito eres! Con un corazón fiel y mucho pensamiento has reformado el mal y practicado el bien. La misericordia y la honestidad han sido tu preocupación constante. Has hecho que los sabios sean sabios y no te has vuelto a las pasiones ni has dudado en invocar el Nombre y recitar el Nembutsu. Has grabado fe en tu corazón y te has sometido al Gran Voto. Por tanto, ahora eres bienvenido'. Al pronunciar estas palabras, colocan su mano sobre la cabeza del creyente y con la otra mano lo atraen hacia sí mismos. En este momento, el creyente contempla al Buda (Amida) con sus propios ojos y su corazón se llena de gran gozo. Su cuerpo y su mente están tranquilos ahora y está feliz como en un estado de éxtasis. Por lo tanto, comprendamos que cuando uno llega a la hora de la muerte, aunque sea en una choza de pasto, en ese mismo momento puede tomar su lugar en el asiento de loto. Uno puede seguir al Buda Amida y en compañía de una multitud de Bodhisattvas nacer en un momento en el reino de la Tierra Pura que se encuentra en el Oeste a diez mil cientos de millones de tierras de distancia.

"Incluso los placeres de los cien millones de mil años de vida en Toriten o los placeres de los profundos éxtasis del palacio de Mahabrahman no deben considerarse placeres en comparación (con estos placeres de la Tierra Pura). Cuando el karma de recompensa se agota, el que vive en Toriten o en el palacio de Mahabrahman cae finalmente nuevamente en el ciclo de cambio y no puede escapar de los Tres Reinos Malignos, pero este (que ha nacido en la Tierra Pura) está ahora descansando agradecido en los brazos de Kannon y él está morando con seguridad en el loto de la Tierra Pura. Habiendo pasado un largo período de tiempo cruzando el Mar del Sufrimiento, ahora ha nacido por primera vez en la Tierra Pura y, por lo tanto, su felicidad está más allá del poder de las palabras para describirlo. En un poema de Nagarjuna leemos: 'Si al final de la vida uno obtiene el nacimiento en este país, entonces tiene virtudes ilimitadas. Por lo tanto, no hago nada más que ofrecer mi vida a Amida y deseo entrar en la Tierra Pura'."

Como vemos, el Gran Maestro Genshin nos explica el gran placer que experimentaremos cuando, tras la muerte, siguiendo los Sutras de la Tierra Pura, el Buda Amida aparecerá junto a los dos Bodhisattvas Kannon y Seishi y nos excoltarán a la Tiera Pura, la Tierra del Nirvana, donde alcanzaremos la Budeidad y no volveremos a renacer en el océano de nacimientos y muertes del Samsara. Estas descripciones están basadas en los tres Sutras del Buda Amida, así como en la larga tradición comentarial, y es solo sistematizada (y presentada en forma breve y genuina) por Genshin en el Ojoyoshu. Esta primera sección se basa en el Voto 19, donde dice que cuando el Buda Amida y la asamblea de Bodhisattvas y Santos nos recojan al momento de la muerte, experimentaremos júbilo y bienaventuranza, eliminando toda la ansiedad asociada con nuestro fallecimiento. Una vez fallescamos, renaceremos en flores de loto.

Luego, Genshin detalla el segundo placer, el placer de la primera apertura del loto. En el mismo, Genshin se enfoca en la experiencia del Renacimiento y los esplendores de la Tierra Pura, donde veremos nuestros nuevos cuerpos perfeccionados color dorado, nuestras prendas y joyas, y veremos la luz del Buda Amida. El Ojoyoshu lee:

"Lo que se llama los placeres de la Primera Apertura del Loto es esto: cuando un creyente nace en el reino de la Tierra Pura, hablamos de él como el momento de la Primera Apertura de su Loto. Todos sus placeres se incrementan cien mil veces por encima de lo que eran antes. Tal persona es como un ciego que ha recibido la vista por primera vez, o como un hombre del campo que de repente ha sido transportado a un palacio. Al mirar su propio cuerpo, su piel se vuelve radiante con rayos dorados. Su ropa está hecha de tesoros naturales. Anillos de oro, adornos para el cabello de hermosas plumas, una corona de gemas, un collar de las más maravillosas joyas y adornos de este tipo, más allá de toda descripción en su belleza, cubren su cuerpo. Al contemplar el resplandor del Buda, sus ojos se purifican y puede ver las multitudes que se reúnen en el próximo mundo y escuchar la voz de las diversas Leyes. Todo lo que se refiere a la forma y al sonido le resulta misterioso y maravilloso. Cuando mira hacia el espacioso cielo, contempla un amplio resplandor de sublimidad tan glorioso que el corazón y las palabras no pueden expresarlo, y sus ojos se pierden en el camino de las nubes. Se escucha la voz misteriosa de la honorable Ley y llena esta Tierra de Tesoros. Palacios de oro, salones enjoyados, verdes arboledas, estanques de tesoros y todas esas cosas brillan a su alrededor con gran esplendor. Gansos salvajes, patos salvajes y patos mandarines vuelan en grandes bandadas. Los seres vivos de todas partes del universo nacen en este lugar como lluvias. Los santos, como los granos de arena del Ganges, en su número, proceden de las innumerables tierras del Buda. Algunos ascienden a los palacios y viven en el cielo. Algunos, sentados en un lugar en el cielo, leen y explican las Escrituras. Otros, sentados en silencio en el cielo, disfrutan del éxtasis de la meditación. También en el suelo, entre los árboles de los bosques, tales vistas son comunes. Aquí y allá algunos vadean y se bañan en los arroyos mientras otros cantan y esparcen flores. Todavía hay otros que caminan de un lado a otro entre los palacios y pasillos, adorando y alabando a los Budas. Así se divierten los innumerables seres celestiales y santos, cada uno según el deseo de su corazón. ¡Cuán imposible es, entonces, dar todos los nombres de los Budas y Bodhisattvas encarnados que llenan la Tierra Pura como una nube de flores fragantes! Poco a poco, mientras miramos a nuestro alrededor, contemplamos con nostalgia y reverencia al Buda Amida en la distancia sentado en una Flor de Loto del Tesoro como el Rey de la Montaña Dorada. Está en el centro de un estanque de Flores de Loto del Tesoro, una a su derecha y la otra a su izquierda. Innumerables seres se reúnen con reverencia a su alrededor. Luego, nuevamente en esta Tierra de Tesoros hay árboles preciosos que crecen en hileras. Al pie de cada árbol hay un Buda y dos Bodhisattvas que irradian luz y cuyas vestiduras emiten un resplandor que ilumina ampliamente y gloriosamente un estanque de esmeraldas, como si de repente miles y decenas de miles de innumerables luces perforaran la noche de oscuridad. En este momento, Kannon y Seishi aparecen ante los creyentes y, hablándoles con voces de gran misericordia, los consuelan de diversas formas. Entonces los creyentes bajan de sus Asientos de Loto, se postran en el suelo y adoran con la cabeza inclinada. Luego, dirigidos por estos dos Bodhisattvas, finalmente son llevados ante el Buda Amida. Se arrodillan sobre los escalones de las Siete Cosas Preciosas y adoran la Venerable Forma de las Diez Mil Virtudes (Amida).

"Al escuchar el camino de la sinceridad del alma, entran en el mar del deseo de la sabiduría universal. Lágrimas de alegría caen como lluvia y un corazón de profundo deseo penetra hasta la médula. Por primera vez entran en el fruto de la Budeidad y obtienen lo que nunca antes habían experimentado. Los creyentes, mientras todavía estaban en este mundo malvado, solo podían leer u oír acerca de estas cosas, pero ahora pueden verlas por sí mismos. ¡Cuán grande, entonces, debe ser su alegría!

"En un poema de Nagarjuna leemos: “Si uno ha plantado buenas raíces pero duda, su loto no se abrirá. Aquel cuya fe es pura tendrá su loto abierto; es decir, verá a Buda".

Cuando leemos los Sutras del Buda Amida, vemos que si bien existen muchas bendiciones y beneficios por recitar el Nembutsu y realizar las prácticas Tierra Pura, el Renacimiento ocurre luego de la muerte, aunque se seguridad y logro puede ocurrir durante esta vida.

Muchas culturas y personas alrededor de todo el mundo dicen ver una luz justo antes del momento de su muerte. En el Budismo, este es un vislumbre del Nirvana, la Unidad. Pero no todos llegamos a nuestro lugar final de descanzo, sino que renaceremos en alguna otra forma de vida dentro de los Seis Reinos del Samsara. Sin embargo, en la creencia de la Tierra Pura, se entiende que la luz es la apariencia del Buda Amida y su Tierra Pura. Después de todo, el Buda Amida esel Buda de la Luz y la Vida Infinita, y su Tierra Pura está hecha de una forma fina y espiritual de luz. Muchas escuelas budistas postulan que renacer en una Tierra Pura es algo difícil, y que hay que acumular muchos méritos para ello. Existen muchas Tierras Puras, así como Cielos que son comparables con una Tierra Pura, como el Cielo Toriten que menciona Genshin, donde se encuentra el Bodhisattva Maitreya esperando su futura encarnación en este mundo para convertirse en el próximo Buda. No obstante,, la Tierra Pura del Buda Amida es una creada especialmente para nosotros, quienes tenemos muy poco mérito para renacer en otros reinos elevados; para ser recibido en ella no es necesario ser un practicante avanzado, ni alguien que sea perfectamente virtuoso y maestro de todos los Samadhis (estados de concentración). Todo lo que se necesita es tener un corazón que se vuelva hacia el Buda Amida y anhele. Entonces uno renacerá inmediatamente en la Tierra Pura. Este pasaje del Ojoyoshu describe precisamente el placer que experimentaremos en nuestro Renacimiento.

Sin embargo, hemos mencionado que si bien el Renacimiento ocurre tras la muerte, nuestra aseguranza y logro se da en esta vida. El logro del Renacimiento en esta vida es llamado Shinjin (citta-prasāda).  "Shin" significa "mente" o "verdadera", y "jin" se puede traducir como "confianza". Shinjin es el nombre al Despertar espiritual en la tradición Tierra Pura. Pero a diferencia del Despertar logrado por nuestros propios esfuerzos - que en última instancia son la actividad dinámica del Buda trabajando a través de nosotros - el Shinjin es la mente de Buda Amida dada y realizada en una persona. Es la Gracia (adhisthana) del Buda obsequiada a nosotros. El Universo, el Buda Amida, cuando encarnó como el Bodhisattva Dharmakara, se dió cuenta de la naturaleza pecadora de los seres sintientes, y en su infinita compasión, nos dió su mente y corazón puros en la forma del Nembutsu. Cuando la compasión infinita del Buda es recibida y aceptada - cuando nos entregamos totalmente al trabajo dinámico del Buda en nosotros y en todo el Cosmos y reconocemos que hemos vivido sin merecerlo, y que hemos sido salvados sin haberlo ganado- eso es Shinjin. Shinjin, entonces, es la característica de la mente y el corazón de una persona que se encomienda al Voto Primordial, el deseo de salvación universal, del Buda Amida. Sin embargo, no es algo inherente a la persona, ni es algo que se desarrolle o cultive. Shinjin se convierte en parte de nuestra mente y corazón, porque nos lo ha dado el Buda Amida. La transformación de nuestro ser finito y falso que ve tanto el bien como el mal implica dos hechos: el ser finito y falso que ve a sí mismo como nada más que el mal kármico, lleno de deseos y pasiones, y al mismo tiempo, el ser finito y falso que se ha transformado en la mente de verdadera sabiduría y verdadera compasión y realiza su Verdadero Ser - el Buda Amida.

Cuando renacemos en la Tierra Pura, nacemos en flores de loto, rodeado por muchos otros seres de todas las partes del Cosmos. Si bien existen muchos seres, la Tierra Pura es infinita, y abarca todo en el espacio y el tiempo. Todos los seres renacen allí con una sola misión: alcanzar la Budeidad y regresar a los mundos para salvar a todos los seres sintientes. Allí renacemos como verdaderos Hijos del Buda, para realizar la labor del Buda en el mundo.

Luego, Genshin detalla el tercer placer de renacer en la Tierra Pura, los placeres de comunicarse misteriosamente en cuerpo y forma. En el mismo, Genshin describe los adornos iluminados de los seres en la Tierra Pura, sus habilidades y sus poderes sobrenaturales:

"Los placeres de Comunicar Misteriosamente Cuerpo y Forma son los siguientes: Los seres de la Tierra Pura, que tienen cuerpos de color dorado y son puros por dentro y por fuera, emiten una luz brillante y así se glorifican mutuamente. Tienen treinta y dos formas y son tan sublimes, rectos y maravillosos que no hay nada con que compararlos en este mundo. En cuanto a la gran multitud de Shravakas, la luz de su cuerpo se extiende unos seis pies. La luz de los Bodhisattvas irradia cien yojanas. Algunos dicen que irradia cien mil yojanas. Si comparamos a los maestros de los Seis Devalokas con los seres de la Tierra Pura, sería como un mendigo al lado de un rey. Entonces, nuevamente, los diversos seres de La Tierra Pura tienen las cinco comunicaciones misteriosas cuya naturaleza maravillosa no se puede comprender. Viven una vida libre de acuerdo con el deseo de su corazón. Si, por ejemplo, desean mirar a través del universo sin dar un paso, pueden hacerlo. Si desean escuchar la voz de cualquier persona en el universo, pueden hacerlo sin moverse de sus asientos. No solo esto, sino que también pueden escuchar las cosas del pasado infinito como si estuvieran sucediendo hoy. Conocen los pensamientos más íntimos de los seres de los Seis Reinos como si se reflejaran en un espejo. Pueden ir y venir libremente como si todas las tierras del Buda en las diez direcciones estuvieran bajo sus pies. Pueden hacer lo que quieran en el reino del espacio infinito (literalmente, cien, mil, diez mil cien millones de mundos Nayuta) y en el reino del tiempo sin fin (literalmente, cien, mil, diez mil, cien millones de Nayuta Kalpas). Las formas de seres en este mundo actual son treinta y dos, y ¿quién puede obtener siquiera una de ellas? Pero en cuanto a las Cinco Comunicaciones Misteriosas, ¡qué clase de ser hay que haya logrado siquiera una! Para los seres de nuestro mundo es imposible ver sin la luz del sol o la luz de una lámpara; y, sin moverse, es imposible acercarse a un objeto. No podemos ver ni una sola hoja de papel. No sabemos nada de las cosas del pasado; conocemos meramente las cosas del momento presente. Todavía estamos confinados en la jaula y obstruidos en todas direcciones. Pero en cuanto a los seres de la Tierra Pura, no hay uno que no tenga este poder (de trascender misteriosamente el espacio y el tiempo). Aunque durante un período de cien Grandes Kalpas no han plantado la semilla (karma) de las Formas de Características Especiales y no han creado la causa de las Comunicaciones Misteriosas, durante las Cuatro Meditaciones, todavía tienen este poder como consecuencia natural de haber nacido en la Tierra Pura. ¡Qué felices, entonces, deben ser!

En un poema de Nagarjuna leemos: 'La estatura de los seres celestiales es tan alta como la cima de la Montaña Dorada. Muchas escenas hermosas dan la bienvenida a su acercamiento. Aquellos que nacen en este país pueden ver con sus ojos celestiales todo el universo sin restricciones. Los santos se inclinan ante ellos en señal de bienvenida. Los seres de este país tienen poderes milagrosos y conocimiento de su destino. Por lo tanto, dependen de Buda para vivir y lo adoran'".

Michas de estas descripciones se desprenden de los Votos del Buda Amida en su estapa de Bodhisattva, los cuales establecen las condiciones para la creación de su Tierra Pura y su logro de la Budeidad. Por ejemplo, uno de los votos estipula que todos los seres que renazcan en la Tierra Pura serán de color oro. Esto no debe tomarse literalmente. Como todo en estos Sutras, debemos ver su simbolismo. El que todos los seres sean de color oro representa la igualdad total y absoluta de los seres que renacen en la Tierra Pura. Allí, no existen diferencias de estatura, color, raza, naturalezas, capacidades, sexo, ni ninguna otra división ficticia. Esto es porque en la Tierra Pura, el Jardín del Nirvana, la Unidad, no hay dualidad. En la Mente Unica no hay diferencias - todo es Uno. Es por eso que las limitaciones del tiempo y espacio no existen. Una mente refleja todas las mentes, todasl as mentes se reflejan en una sola mente. Todo existe en la Mente Universal. 

Luego, Genshin describe el cuarto placer, los placeres de los cinco reinos maravillosos, donde detalla cómo nuestros sentidos son estimulados dhármica en la Tierra Pura. Esta es la sección más larga del segundo capítulo:

"Los placeres de los Cinco Reinos Maravillosos son los siguientes: Por medio de sus cuarenta y ocho votos, el Buda Amida hace que su Tierra Pura sea gloriosa. Todo se vuelve sumamente hermoso y gloriosamente maravilloso. Dondequiera que mires hay un color puro y maravilloso. No hay voz que no hable de liberación. Los reinos del olor, el gusto y el tacto son igualmente gloriosos. En este llamado Mundo Paradisiaco, el suelo es de esmeraldas. Las cuerdas doradas que perfilan los caminos dan luz. Los caminos están nivelados y sin subidas y bajadas; son anchos y sin límites. Por toda la tierra se encuentran diversas prendas maravillosas. Todos los seres celestiales caminan por esta tierra. (Lo anterior es la condición de la tierra). En estas diversas tierras del tesoro se encuentran en cada una 50.000.000.000 palacios y salones hechos de las siete Cosas Preciosas. Algunas son estructuras altas y otras bajas; algunos son espaciosos y otros son pequeños, porque son tales que deleitan el corazón y agradan la mente. Los diversos lugares de descanzo están cubiertos con ropa maravillosa. Arriba hay siete balaustradas cubiertas con miríadas (encendidas, 10,000,000,000) de banderas de flores. Collares de joyas cuelgan y marquesinas de tesoros sobre sus cabezas. Dentro de los palacios y sobre los pasillos hay varios seres celestiales que continuamente hacen música y alaban las virtudes ilimitadas de los Budas. (Lo anterior hace referencia a los palacios). Dentro y fuera de las capillas, cámaras de meditación, palacios y salones, a derecha e izquierda, hay numerosas piscinas para bañarse. En el fondo de los estanques de oro hay arena plateada, y en el fondo de los estanques de plata hay arena dorada. En el fondo de las piscinas cristalinas hay arena esmeralda y en el fondo de las piscinas esmeralda hay arena cristalina. El coral y el ámbar, el nácar y el ágata, las perlas blancas y el oro púrpura están dispuestos de la misma manera. Estos estanques están llenos de las aguas de las ocho virtudes  (1. Transparente y puro; 2. Fresco y frío; 3. Dulce; 4. Ligero y suave; 5. Húmedo; 6. Fácil y suave; 7. El poder de saciar la sed y disipar todo dolor y preocupación; 8. La cualidad que nutre con los Cuatro Elementos las cien partes del cuerpo, a saber, ojos, nariz, oídos, órganos vitales, etc. las cosas se construyen con los diversos tesoros). Las arenas del tesoro son transparentes e iluminan incluso las profundidades. Flores de diversos tesoros crecen por todos los estanques. Las flores de loto verdes emiten una luz verde; el loto amarillo, una luz amarilla; las flores de loto rojas y blancas emiten luz roja y blanca, cada flor tiene su propia luz peculiar. A medida que la brisa sopla suavemente sobre estas flores, se mezclan entre sí y esto crea un color maravilloso. Todo está lleno de fragancia. En cada flor hay un Bodhisattva y cada rayo de luz revela numerosos Budas encarnados. Las aguas fluyen en suaves ondulaciones ni demasiado rápido ni demasiado lento. Su sonido es misterioso y no hay nada que no hable de budismo. A veces se proclama la doctrina de la no realidad del sufrimiento, la no realidad del yo y las diversas Perfecciones. Y de nuevo se hace sonar la ley de la No-Diferencia No-Obstáculo en las Diez Direcciones. A veces se escucha la voz de Gran Misericordia y Gran Compasión, y nuevamente la voz de Perseverancia de Muerte y Nacimiento. Cualquiera sea la voz que escuchen, les agradará mucho. En virtud de su pureza, aniquilación y sinceridad, cumplen el camino del Bodhisattva y Shravaka.

"Patos salvajes, gansos salvajes, patos mandarines, garzas blancas, grullas, cisnes, pavos reales, loros, karyobin y otras aves con colores de tesoros juegan en grandes bandadas, día y noche, charlando y cantando las alabanzas del Nembutsu, el Dharma y la Sangha. Proclaman las Cinco Raíces (fe, esfuerzo, memoria, meditación y sabiduría), los Cinco Poderes (el poder de estar en cualquier lugar a voluntad, el poder de ver cualquier cosa en cualquier lugar, el poder de escuchar cualquier sonido en cualquier lugar, el poder de conocer los pensamientos de todas las demás mentes y el poder de conocer vidas pasadas) y los Siete Entendimientos (memoria, discriminación, esfuerzo, alegría, ligereza y facilidad, meditación e imparcialidad). Ni siquiera se mencionan cosas como los Tres Reinos y el sufrimiento. Solo existe la voz agradable y natural. Cuando los Bodhisattvas y Shravakas desean bañarse, los estanques de tesoros les dan placer y se vuelven profundos o superficiales como lo deseen sus corazones. El agua limpia toda la suciedad de sus corazones y se vuelven puros y claros, transparentes y tranquilos. Después de bañarse se van, algunos suben al cielo, otros se sientan bajo los árboles y explican las escrituras. Algunos leen las Escrituras mientras que otros escuchan la lectura. 

"Hay algunos que están sentados en meditación silenciosa, mientras que otros se pasean según el contenido de su corazón. Entre ellos hay algunos que aún no han obtenido el fruto de Rakan o Bodhisattva pero quien obtendría este estado y obtendría el secreto del Camino. No hay quien no sea feliz En un lugar hay un río puro con arena dorada en su fondo. En algunos lugares es poco profundo, en otros es profundo. Hace frío en algunos lugares y cálido en otros. Tiene todas las virtudes y por eso satisface los corazones de todos los hombres. Varias personas caminan en este río o se reúnen en sus orillas (lo anterior es una descripción de las aguas). 

"Hay árboles alrededor de las piscinas y en las orillas de los arroyos. Estos árboles se colocan en filas y sus ramas se entremezclan. Algunos árboles tienen hojas de ramas púrpuras, doradas y plateadas; algunos tienen hojas de coral y frutos de nácar. Algunos son de un tesoro, otros son de siete tesoros entremezclados. Los árboles están adornados con hojas, ramas, flores y frutos, y arrojan una hermosa luz. Las brisas son tan suaves que no rompen las ramas al soplar por los bosques de los tesoros. Las brisas ponen en movimiento finas redes y caen maravillosas flores cuya fragancia se aleja en cualquier dirección que sople la brisa. La fragancia que se mezcla con el agua se lleva a los arroyos. ¡Y qué diremos de los maravillosos sonidos que se escuchan! Cinco tipos de sonidos están creando una armonía maravillosa, como si se tocaran cien mil tipos de instrumentos musicales al unísono. Quien oye esta música, naturalmente, es llevado a meditar en el Buda, la Ley y la Sangha. Incluso los diez mil tipos de música en las Seis Devarokas son inferiores incluso a un tipo de música de estos árboles de tesoros. Entre las hojas de estos árboles crecen flores y en las flores está la fruta. De todas estas cosas se emite una luz brillante y esta luz forma un dosel de tesoros. Cada árbol tiene ese dosel y bajo estos dosel las cosas de los Budas se revelan claramente. Si uno desea ver las tierras del Buda claramente delineadas en las Diez Direcciones, puede verlas reflejadas entre estos árboles de tesoros. Sobre los árboles hay siete redes de tesoros y entre estas redes hay 50.000.000.000 palacios de flores maravillosas. En estos palacios hay numerosos jóvenes celestiales que se divierten, de diversas formas y de cuyos collares se emite una luz brillante. Hay varios árboles de Siete Tesoros y varios pastos suaves que son famosos en el mundo. Una fragancia dulce y agradable llena el aire por todas partes y todos se sienten felices. (Lo anterior se refiere a los bosques). 

"Varias redes finas de tesoros se extienden en el cielo y en las redes cuelgan campanas de tesoros. Flores celestiales de varios colores caen en abundancia. Vestiduras de tesoros con adornos y muebles bien decorados bajan del cielo girando como pájaros, y estas cosas se esparcen frente a los Budas como ofrendas. Innumerables instrumentos musicales cuelgan del cielo y hacen música automáticamente, proclamando la maravillosa Ley. (Lo anterior se refiere al cielo.) El olor de varios tipos de incienso llena el mundo en todas direcciones. Aquellos que huelen estos olores no piensan en nuestros problemas polvorientos y costumbres sucias. Todo en el suelo y en el cielo, los palacios y pasillos, las flores y los árboles, todas las cosas están hechas y mezcladas con los cien mil tipos de olores que provienen de los innumerables tesoros. Esta fragancia se extiende ampliamente a las Diez Direcciones. Todos aquellos que pertenecen al grado de práctica del Bodhisattva realizan el trabajo del Buda. Si alguno de estos, ya sean Bodhisattvas de la Tierra Pura, Arhats o cualquiera de los diversos seres, desea comer, aparecen por sí mismos tablas hechas de los Siete Tesoros. Estos están cargados con deliciosos cientos de tipos de comida y bebida servidos en vasijas hechas con los Siete Tesoros. El sabor de esta comida no es el de este mundo ni el del Reino de los Seres Celestiales. El sabor, el color y la fragancia son tan inusuales que no se pueden comparar con lo que tenemos en los Reinos Humano y Celestial. Lo dulce y lo amargo son como desea el corazón. Aquellos que ven el color y huelen el olor se purifican de corazón; cuando comen este buen alimento, su color y fuerza aumentan. Cuando terminan de comer, las mesas desaparecen por sí solas y luego, en el momento adecuado, vuelven a aparecer; si desean alguna ropa, ésta aparece como la tendría. Como la alabanza del Buda, si cumplimos la Ley, obtenemos una recompensa maravillosa. No es necesario cortar, coser, teñir, remendar o lavar estas prendas. Y de nuevo, como hay luz brillante en todas partes, no hay necesidad del sol, la luna o las lámparas. El frío y el calor están armonizados, por lo que no hay temporada de primavera, verano, otoño o invierno. Los vientos virtuosos de la naturaleza armonizan el frío y el calor. El clima da una agradable sensación al cuerpo de los seres aquí recién como la sensación que tiene un monje cuando está absorto en meditación silenciosa. 

"Cada mañana la brisa esparce nuevas flores y la tierra de los Budas se llena de fragantes olores. Las flores son suaves como la guata de algodón, cuando se camina sobre ellas, los pies se hunden diez centímetros, pero tan pronto como se levanta el pie vuelven a brotar como antes. Después de la mañana, todas las flores se hunden en la tierra y caen nuevas flores. en su lugar. El mismo fenómeno ocurre al mediodía, por la tarde y a la medianoche. Las Cinco Esferas Misteriosas (los planetas) no hacen que los seres sean codiciosos, aunque les hacen disfrutar de lo que ven y oyen porque está en la Tierra Pura. Solo aumenta su inmenso y excelente mérito. Los méritos en este mundo de la Tierra Pura Occidental ocupan el primer lugar entre los méritos de las innumerables tierras del Buda en las Diez Direcciones, arriba y abajo. Todos los hermosos adornos y cosas maravillosas de la Tierra Pura de los 21.000.000.000 de Budas se reúnen en la Tierra Pura del Occidente. Si uno puede obtener una visión del estado de esta Tierra Pura, podrá erradicar todo el karma maligno acumulado durante inconmensurables cientos de millones de Kalpas, y al final de su vida seguramente renacerá en esa tierra.

"En un poema del Bodhisattva Seishin leemos: “Cuando uno trata de imaginarse el estado de ese mundo, trasciende todos los límites de los Tres Mundos. Es tan vasto e ilimitado como el cielo. En él hay miles y diez mil tipos de flores de Tesoros. Estas flores crecen por todos los estanques de Tesoros, arroyos puros y dulces manantiales. Mientras sopla la suave brisa, los colores y la fragancia de estas flores se mezclan. Hay varios palacios, torres, [tejados preciosos, puertas doradas, pilares redondeados, todos los cuales están hechos de los Siete Tesoros. Es imposible expresar con palabras las formas y formas de estos objetos. Cuando uno se sienta en las torres de estos pasillos] es posible mirar sin obstrucciones a través del mundo de las Diez Direcciones. Los diversos árboles de tesoros son maravillosos en color y su luz es verde. Rodeando los árboles hay balaustradas de tesoros. Finas redes llenas de innumerables tesoros se extienden en el cielo, y campanillas de oro y plata atadas a estas redes proclaman con maravillosos sonidos las glorias de la Ley. Todos los deseos de estos seres se satisfacen en goces. Por estas razones, deseo renacer en la tierra del Buda Amida'".

Aquí vemos más descripciones de la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida. ¿Cuán profundo debe ser el deseo de salvación universal y de infinita compasión por todos los seres como para crear espiritualmente una tierra iluminada como esta? Cuando reflexionamos sobre nuestros deseos y pasiones, y sobre los eones que hemos cometido mal karma, y lo comparamos con la promesa de la gran compasión del Buda, quien extiende su mano, su Santo Nombre, para obsequiarnos la salvación, no podemos sino sentir una profunda humildad; no lo merecemos. Aún así, hemos recibido el regalo del Nembutsu, y podemos ser salvos, renaciendo en la Tierra Pura de la Bienaventuranza. 

Los Sutras, y el Ojoyoshu, nos dicen que en la Tierra Pura no existen los Tres Reinos del Mal, de los Infiernos, Espíritus Hambrientos y Animales. Entonces, ¿por qué vemos descripciones de plantas y animales? Los mismos Sutras nos explican que estas son apariciones maravillosas creadas por el Buda Amida para crear un ambiente familiar a todos los seres. Estos animales y plantas son medios hábiles para crear un ambiente natural, pristino y perfecto para nuestra práctica. ¿Quién no desea renacer y practicar en un lugar así? Es por eso que los animales, las plantas, yel viento y el agua predican el Dharma y exitienden la salvación por todo el Cosmos a todos los seres sintientes. Lo mismo sucede con la comida, las ropas y todos los elementos dentro de la Tiera Pura. Igualmente, este capítulo es muy bueno para la práctica del Nembutsu Meditativo o Visualizativo, ya que detalla con lujo de detalles todos los elementos más importantes de la Tierra Pura.

Sin embargo, por maravillosos que son estas descripciones, las mismas son solo medios hábiles para ayudarnos a progresar en nuestro camino a la Budeidad.

Luego, Genshin detalla el quinto placer, el placere de la felicidad que nunca falla. En esta sección, Genshin nos explica que una vez renazcamos en la Tierra Pura, podemos compartir el Dharma con nuestros familiares en todas nuestras vidas, nuestras amistades, y todas las personas con las que hemos stablecido alguna conexión kármica:

"Los placeres de la felicidad que nunca falla son los siguientes: En este malvado mundo nuestro no hay ningún placer real en el que uno pueda disfrutar. Incluso los Siete Tesoros del estado del Santo Rey de la Rueda Giratoria no duran mucho. También los placeres del Reino Celestial son perseguidos por las Cinco Decaídas. Incluso los seres de Uchoten no pueden escapar de la Rueda de la Vida. Cuánto menos entonces es esto posible para los seres de los mundos inferiores con su vida de dolor y placer que no puede satisfacer el corazón. Los ricos no necesariamente viven mucho y los que viven mucho a menudo no son ricos. Algunos nacen por la mañana y mueren por la tarde. Por eso se dice en las Escrituras: 'El aliento que sale no espera al aliento que entra, ni el aliento que viene a la espera del que sale'. Y no solo el placer deja paso a la tristeza ante nuestros ojos, la vida misma se acaba y después de la muerte, como resultado de nuestros pecados, caemos en el Camino del Mal. Pero en este mundo de la Tierra Pura Occidental hay placer sin fin. Los seres humanos y los seres celestiales se mezclan y se ven. Todos tienen una mente misericordiosa y se aman mutuamente con un amor como el que se otorga a un hijo unigénito. Todos ellos deambulan de un lado a otro por la tierra de las esmeraldas y juegan juntos en las arboledas, o pasean de palacio en palacio, de estanque en estanque y de bosque en bosque. Si desean tranquilidad, naturalmente la voz de la brisa, el sonido de las olas y la música de los instrumentos se apagan. Si desean ver algo, incluso los lugares extraños e inusuales de la inmensidad de las montañas y los valles de los ríos aparecen ante sus ojos. Si no desean ver estas cosas, en un momento pueden alejarse de estas escenas.

"Y lo mismo ocurre con las cosas del olfato, el gusto, el tacto y la proclamación de la Ley. A veces pasan sobre puentes de nubes, hacen música con instrumentos, bailan, ascienden al cielo y así revelan su poder de comunicaciones misteriosas. A veces acompañan a los caballeros de otras regiones, van a despedirlos o deambulan buscando placer en la comunión con seres santos y celestiales. A veces van a los estanques de los Tesoros, o visitan y animan a los recién nacidos (en la Tierra Pura) diciendo: '¿Sabes dónde está este lugar? Se llama la Tierra Pura de la Bienaventuranza, y el Señor de este mundo que llamamos Amida . Ahora debes confiar en él.' Otra vez se sientan en los lotos que se encuentran en los estanques de los tesoros. Como tienen el poder de comprender su propio destino, hablan entre ellos sobre sus vidas anteriores, es decir, sobre en qué país vivieron, cómo su mente se iluminó con esta y aquella Escritura cuando buscaban el camino del Buda, cómo mantuvieron este y aquel precepto, y aprendieron tales y tales enseñanzas y así desarrollaron la Buena Raíz, y cómo daban tal y tal limosna. De esta manera conversan entre ellos sobre las virtudes de las que disfrutaron, o cuentan en detalle la historia de principio a fin de cómo llegaron a renacer en la Tierra Pura. A veces hablan de las bendiciones y medios hábiles de los distintos Budas en las Diez Direcciones. Luego nuevamente expresan sus opiniones sobre los medios para quitar los sufrimientos de los seres en los Tres Caminos Malvados. De esta manera hablan con franqueza de muchas cosas. Después de esto, para divertirse, caminan juntos o suben al Monte de los Siete Tesoros. (El Monte de los Siete Tesoros, la Torre de los Siete Tesoros y la Cámara de los Siete Tesoros son todos del Jupposhugyo). Luego se bañan nuevamente en el estanque de los Ocho Méritos, o se sientan [en fila] en silencio y sin decir nada. [Se sientan en forma correcta en el suelo como en la meditación Zazen, y sin forma ni pensamiento disfrutan de la comunión con lo Misterioso e Inmensurable] o recitarán todo el canon en un momento y explicarán de la manera más perfecta lo más profundo. pasajes. Por lo tanto, su disfrute continúa sin interrupción. Su lugar es un lugar de incorrupción, y en esta Tierra Pura del Placer moran para siempre y, por lo tanto, para siempre han escapado de los terrores de los Tres Reinos y las Ocho Dificultades. 

"La vida aquí es ilimitada y su estado no está sujeto al nacimiento y la muerte, ni soportan los cuatro sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte que caracterizan la vida humana. Para cada deseo hay algo para satisfacerlo y no hay nada que no satisfaga el corazón. Y como no hay nada que no satisfaga el corazón, no hay desconcierto de pasiones como en nuestra vida humana. No existe el dolor de separarse de los seres queridos que causa una tristeza cada vez mayor. Tampoco hay dolor de odio o envidia, porque se miran el uno al otro con ojos de misericordia y con un corazón de simpatía. Su corazón, que busca la Tierra Pura, no está empañado por varias pasiones y está por encima de las consideraciones del éxito mundano. Su pureza de corazón es como tela tejida con hilos blancos. Es como agua pura. No les preocupa mucho nada, solo piensan en Amida. Ellos aplican constantemente su mente a esta Ley y así, naturalmente, logran ingresar a este país. Nada de lo que buscan se les niega. Su cuerpo es como de diamante y por eso no se quema a pesar de que está en el fuego. No se empaña aunque esté en el barro; su corazón no se mancha con el polvo de su entorno. Su maravilloso cuerpo de pureza y fuerza no se ve afectado por los sufrimientos de todos y cada uno de los sufrimientos combinados. Nunca resultan heridos a pesar de ser atacados por diez veces diez mil guerreros innumerables armados con lanzas y flechas. No se queman aunque estén en medio de llamas ilimitadas; ni se ahogan aunque estén sumergidos en un océano insondable. Por lo tanto, pueden ir libremente incluso a los ocho Infiernos Calientes y los ocho Infiernos Fríos para salvar a sus parientes de los Tres Mundos y los Seis Reinos.

"Por otro lado, los seres de nuestro mundo tienen cuerpos de carne y, por lo tanto, son débiles tanto por dentro como por fuera. Y como carecen de un corazón puro y fuerte, sus cinco pasiones se elevan más alto que el Monte Sumeru y se hunden más profundamente que el fondo del océano azul. Están constantemente seducidos por el color y el olor, y están desconcertados en cuerpo y mente. Codician las cosas que no tienen existencia real y no se satisfacen incluso cuando tienen suficiente. Su deseo nunca se satisface durante toda su vida de lucha. La codicia es la principal entre las ciento ocho pasiones. Estas pasiones no solo producen la causa de futuros renacimientos, sino que también dañan nuestros cuerpos débiles desde afuera. Están los sufrimientos por el fuego, los sufrimientos por el agua, los sufrimientos por las espadas, los sufrimientos por el hambre, los sufrimientos por golpearse con piedras o palos, y los sufrimientos por el frío y el calor según las cuatro estaciones. No hay nada más que sufrimiento cuando examinamos incluso las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, sin mencionar las partes más grandes. Pero cuando hemos nacido en esta Tierra Pura, todo es como un diamante inmutable, permanente, sin aumento ni disminución, maravilloso, y por lo tanto no existe tal sufrimiento como en nuestro cuerpo carnal; sí, es menos que la partícula más fina de polvo.

"Si alguien ha obtenido una vez un lugar en el Estanque de los Siete Tesoros, deja para siempre atrás el mar de la vida y la muerte donde los seres están sumergidos en los sufrimientos de los Tres Mundos y los Seis Reinos. Si como resultado de un voto especial uno nace en otro mundo, esto será la aniquilación (del mal) libre y sin restricciones, pero no la aniquilación de las recompensas de las buenas obras. Si uno está en la Tierra Pura, ni siquiera hay un nombre para el sufrimiento o el placer. ¡Cuánto menos entonces hay sufrimiento! De hecho, no hay tanto como la semilla de una amapola.

En un poema de Nagarjuna leemos: 'Si uno ha nacido en la Tierra Pura, nunca más caerá al Infierno o al Reino de los Espíritus Hambrientos. Por lo tanto, yo también, sin confianza en mí mismo, confiaré en Amida con sencillez de corazón y buscaré la Tierra Pura'".

Muchos de nosotros vivimos la vida persiguiendo nuestros deseos y pasiones, tratando de lograr nuestras metas, y muchas veces, cuando obtenemos lo que deseabamos, el placer momentáneo que nos produjo se disuelve lentamente en el vacío existencial que tratamos de llenar, solo para perseguir algún otro deseo, placer o meta nuevo. Algunas personas buscan su felicidad en su familia, pero nuestros familiares, al igual que nosotros, morirán, y nos traerá sufrimiento. Otros buscan su felicidad en su trabajo. No hay nada más noble que el trabajo. El trabajo le da a uno su lugar y propósito en el mundo. Pero incluso nuestro trabajo no produce una felicidad completa, pues a veces nuestro trabajo mismo es la fuente de nuestra infelicidad, o podemos perderlo, o nuestras capacidades, dado a la vejez, ya no son las mismas para poder desempeñarlo como deberíamos. A veces incluso causamos a otros sufrimiento debido a nuestro trabajo. Tampoco podemos depender de nuestra felicidad en nuestras parejas, las cuales igual que nosotros,enferman, envejecen y mueren, o las perdemos, o son la causa de nuestro sufrimiento. ¿Existe algo en este mundo que nos provea con una fuente de felicidad permanente? No, lamentablemente no. Reflexiona profundamente en este punto y verás todas sus ramificaciones. 

Sin embargo, hemos nacido con un propósito, aunque ese propósito no sea el que deseabamos. Hemos nacido para mejorarnos espiritualmente y ayudar a otros. Hemos nacido para evolucionar en nuestro camino al Despertar y salvar a todos los seres sintientes. Hemos nacido para realizar la labor salvífica del Buda, su Voto Primal, en el mundo, por medio del camino del Bodhisattva. Este es nuestro verdadero propósito en el mundo. 

Una vez renazcamos en la Tierra Pura, podemos compartir el Dharma y ayudar en el camino a todas las personas, tanto familiares, como amigos, hasta aquellas personas que no recordemos pero con quienes hemos establecido alguna relación kármica en el pasado. 

Dado a que nuestros esfuerzos son pocos, y puede que no alcancemos nuestro propósito del Despertar en esta vida, y a que el peligro de un nacimiento en algún reino inferior es inminente, debemos abandonar a veces nuestros esfuerzos y encomendarnos a un poder absoluto: el poder salvífico del Buda Amida, y podemos renacer en su Tierra Pura, donde alcanzaremos el Despertar, y podremos continuar nuestra labor con infinita compasión y sabiduría en los mundos. Una vez renazcamos en la Tierra Pura, podemos compartir el Dharma y ayudar en el camino a todas las personas, tanto familiares, como amigos, hasta aquellas personas que no recordemos pero con quienes hemos establecido alguna relación kármica en el pasado. Así, no solo nos salvaremos, sino que salvaremos a todos nuestros familiares y amigos, y por extensión, a todos los seres sintientes. Esto es precisamento lo que Genshin explica próximamente en el Ojoyoshu.

Luego, Genshin detalla el sexto placer, los placeres de ser atraído y hacer convenios. Una vez hayamos logrado y asegurado el Renacimiento en la Tierra Pura, nos encontramos en el mismo rango dhármico que grandes Bodhisattvas como Kannon, Seishi, Jizo, Monju y Maitreya. Esto es descrito en el Sutra Corto del Buda Amida. El Ojoyoshu lee:

"Los placeres de ser atraídos y hacer convenios son los siguientes: Las cosas que los seres buscan mientras viven en este mundo no están realmente de acuerdo con los deseos de sus corazones. El árbol busca estar tranquilo pero el viento sopla sin cesar. El hijo desea cuidar a sus padres, pero los padres no sobreviven lo suficiente. Y aunque los padres deben vivir, el hijo, en el caso de una familia pobre, no puede proporcionar lo que su piedad filial le impulsa a hacer aunque esté dispuesto a reventarse la vejiga en el intento. [Si se va lejos de su casa o de su trabajo, no podrá mirar los agraciados rostros de sus padres por la mañana ni cuidar de ellos en el dormitorio por la noche. Como todo esto le es imposible, en vano se rompe el corazón en el esfuerzo]. Lo mismo es cierto en la relación de maestro y siervo, maestro y discípulo, esposo y esposa, amigo y amigos entre parientes y con todas las personas a las que se les debe una obligación. Preocupándose así con un corazón de amor necio, uno solo aumenta el trabajo del Karma. ¡Cuánto más progresa favorablemente la Ley de Causa y Efecto cuando cada uno vive en su propio lugar separado! Todo hombre sabe dónde está ahora y qué tipo de vida está viviendo en los Seis Reinos y los Cuatro Nacimientos (nacimiento vivíparo, nacimiento ovíparo, nacimiento por humedad, nacimiento por transfiguración). Pero quién sabe, si el animal en el campo o el pájaro en la montaña puede que no hayan sido nuestros padres en su anterior existencia. [Este pensamiento se expresa en un viejo poema que dice: 'Hay un gallo en el campo de la ladera que grita: ¡Cuco! ¡Cucú! Quién sabe si es mi padre o mi madre.'] En un verso de las Escrituras leemos: 'Los hombres en este mundo cometen varios pecados por el bien de sus hijos y luego caen a los reinos del Infierno, Espíritus Hambrientos o Animales para recibir sufrimiento durante mucho tiempo. Al no ser santos ni tener el misterioso poder de la comunicación, no pueden comprender sus transmigraciones anteriores. Todos los seres fracasan en retribuir con bondad a los demás. Todos los seres están atrapados en la Rueda del Nacimiento y la Muerte. Pasan de un escenario a otro en los Seis Reinos como la rueda de un carro, sin principio ni fin. En un momento son padre o madre, en otro momento pueden ser esposo o esposa, y se muestran amables el uno al otro durante las diversas vidas en este mundo. Pero si nacen en la Tierra Pura, están dotados de una sabiduría superior y su claro poder de comunicación misteriosa llega a aquellos que antes fueron sus benefactores y a aquellos que fueron sus conocidos durante muchas vidas y generaciones, pueden atraerlos libremente. Dotados de un ojo celestial, pueden ver dónde viven, y con su oído celestial pueden oír su voz. Su sabiduría del destino les permite recordar los favores (de sus antiguos benefactores) y con su percepción del corazón de los demás, comprenden sus corazones. Sus misteriosos poderes de comunicación les permiten ir adonde están, y cambiando de forma pueden adaptarse a sus necesidades y de diversas formas enseñarles y conducirles por el camino de la salvación'. 

"Y nuevamente se explica en otra Escritura donde leemos: 'Los que nacen en la Tierra Pura del Occidente saben por sí mismos dónde vivieron en sus vidas anteriores, cuál fue su estado y por qué causas ahora nacen en el Puro. Tierra. Dado que saben todo sobre el estado actual de cada ser que va y viene hacia y desde las Ocho Direcciones y hacia arriba y hacia abajo, entienden lo que los diversos seres celestiales, pájaros, bestias e insectos piensan en sus mentes y el idioma que hablan. Todos saben en qué año de qué Kalpa nacerán en esta Tierra (la Tierra Pura) y obtendrán los frutos de un Shravaka o caminarán en el camino de un Bodhisattva. 

"Nuevamente leemos en el voto de Fugen en el Sutra Avatamsaka: 'Oh, que al final de mi vida pueda superar todos mis diversos obstáculos y contemplar al Buda Amida y obtener nacimiento en su mundo de felicidad!' Ojalá lograra el nacimiento en esta tierra y cumpla este gran voto de hacer todas las cosas perfectas y de otorgar beneficios a todos los seres sin excepción. Dado que tal persona conoce incluso a los seres que no tienen relación con él, cuánto más debería preocuparse por aquellos que están unidos a él. En contra de Nagarjuna leemos: 'La luz pura y gloriosa en un solo momento ilumina ampliamente el lugar de encuentro de todos los Budas y trae beneficios a todos los seres'".

El deseo del Bodhisattva, el estado al que debe aspirar todo practicante budista genuino, es el de salvar a todos los seres sintientes del océano interminable de nacimientos y muertes del Samsara. Es por eso que la salvación individual no existe. No solo no debe ser perseguida, como lo hcen los seguidores del Hinayana y el Theravada, sino que es ilusoria. Todos estamos fundamentalmente interconectados; todos somos Uno. Es por eso que no exoste la salvación individual. Esto solo puede ser realizado con una profunda fe y con la práctica. El conocimiento teórico de los Sutras es suplementario y la base, pero no es suficiente. Cuando realizamos nuestra Unidad Fundamental, podemos ver esto no como una doctrina, sino como una realidad, y desde ese entonces, nuestros pensamientos, palabras y acciones son informados por ello. 

Este apartado nos detalla uno de los poderes budistas adquiridos por medio de la práctica, el poder de saber todas nuestras vidas pasadas, así como las vidas pasadas de todos los seres, sus circunstancias y renacimientos. Esto es un poder que obtienen los Bodhisattvas avanzados. Muchos de nosotros no podemos ni siquiera aspirar a tal poder, pero ese poder es dado automáticamente con nuestro Renacimiento en la Tierra Pura.

Luego, Genshin detalla el séptimo placer de la Tierra Pura, los placeres de la comunión de los santos:

"Los placeres de la comunión de los santos son como sigue: Como se dice en las Escrituras: 'Todos los seres que oigan hablar de estos placeres despierta el deseo de nacer en esta Tierra. Eso es porque pueden reunirse en comunión con las diversas personas del bien supremo'. Las virtudes de las huestes de Bodhisattvas son maravillosas. El Bodhisattva Fugen dijo: 'Si hay seres vivientes que aún no han plantado buenas palabras, y Shravakas o Bodhisattvas que no han plantado un poco de la Buena Raíz, no podrán escuchar mi Nombre y mucho menos ver mi cuerpo. Si hay seres vivientes que escuchan mi nombre, no caerán del estado de Bodhisattva. Lo mismo ocurre si me ven incluso en un sueño'. 

"De nuevo se dice: 'Sigo constantemente las diversos seres, y a lo largo de los Kalpas del futuro practico las inmensas obras de Fugen y les permito alcanzar el estado del Bodhisattva más elevado. La forma del cuerpo de Fugen es como el cielo vacío. Vive en la verdad y no en la tierra. Al revelarse ampliamente de acuerdo con los deseos de los diversos seres vivientes, hace iguales los cuerpos de todos, satisface todos los deseos y les otorga beneficios. A través de las diversas formas de meditación, revela la misteriosa comunicación a todos los Budas de todas las tierras. Cada misteriosa comunicación se extiende sin excepción a todos los países de las Diez Direcciones. Se extiende a los Budas de cada país también hasta el mismo polvo de cada país. El gran Santo Manjushri es la madre de la sabiduría de todos los Budas de los Tres Mundos. El hecho de que los Budas de las Diez Direcciones fueran capaces de convertir sus mentes al principio se debió a la influencia de Manjushri. Si todos los seres de pasión en todos los mundos escuchan el nombre de Manjushri, miran su rostro y su forma brillante, o miran sus diversas encarnaciones de acuerdo con los diversos tipos de seres de pasión, todos pueden cumplir el camino del Buda'. 

"Si uno escucha su Nombre (el de Manjushri), puede limpiarse de los pecados cometidos durante su vida y la muerte de 1.200.000.000 de Kalpas. Si uno lo adora y le hace una ofrenda, siempre nacerá en la casa de un Buda. Si uno invoca su Nombre por un día, y mucho más si continúa llamándolo por siete días, ciertamente Manjushri se le aparecerá. Si uno tiene algún obstáculo causado en una existencia anterior, incluso si ve a Manjushri solo en un sueño, todos sus deseos serán satisfechos. Si alguien ve sus formas, no caerá en el camino del mal ni por cien kalpas; y el que practica un corazón misericordioso ciertamente verá a Manjushri. Quien reciba su Nombre, lo guarde y lo invoque, nunca caerá en las terribles llamas del Infierno del No Intervalo, aunque tenga grandes obstáculos en su camino, y nacerá en otra dirección, es decir, en la Tierra Pura.' 

"Una vez más, las bendiciones conferidas a los seres vivientes por cien, mil, cien millones de Nayuta de Buda son mucho menores que las otorgadas por el Bodhisattva Manjushri en un Kalpa. Por lo tanto, las bendiciones y la felicidad de aquellos que invocan el nombre del Bodhisattva Manjushri son mucho mayores que las de aquellos que reciben y guardan los nombres de los cien, mil, cien millones de Budas.

"Los méritos del Bodhisattva Maitreya son inconmensurables. Cualquiera que escuche su Nombre no caerá en los Infiernos oscuros. Si uno invoca su Nombre pero por un solo momento, sus pecados durante la vida y muerte de 1.200 kalpas son borrados. Aquel que confía en él puede continuar por el incomparable camino elevado sin cansarse. 

"Aquel que alaba y adora las Virtudes de Maitreya puede borrar los pecados cometidos durante las vidas y muertes de cien, mil, diez mil, cien millones, innumerables Kalpas. Sus votos, sabiduría y obras que realizó a través de innumerables miles, diez mil Kalpas son tan grandes que no se pueden medir. Enumerarlos es imposible. (En un verso del Sutra Avatamsaka, es decir, en el volumen cuarenta de esa Escritura, se dice que los tres Bodhisattvas antes mencionados viven continuamente en el mundo paradisíaco).

"El Bodhisattva Jizo pasa todas las mañanas en las arenas del Ganges en meditación y así llena todo el mundo de la Ley y elimina los sufrimientos de los diversos seres. Él supera a todos los grandes santos en sus votos de misericordia. En un verso de las Escrituras se dice que la virtud del Bodhisattva Jizo es tan grande que si uno invoca su Nombre por un día, obtiene una bendición mayor que invocando los nombres de otros sabios durante el período de 10,000,000,000 de Kalpas. Aunque estuvieramos cien Kalpas cantando las alabanzas de sus virtudes, no podríamos agotar nuestro tema. Por tanto, que todos le ofrezcan ofrendas.

"El Bodhisattva Kannon dijo: 'Si algún ser que sufre invoca mi Nombre tres veces y yo no voy a él y lo salvo, entonces que nunca obtenga el entendimiento correcto. Puede haber uno que invoque los nombres de los varios cientos, miles, Koti (10,000,000,000) Nayuta (1,000,000,000,000) del Buda, y puede haber uno que invoque mi Nombre por un momento, el mérito de estos dos es el mismo. Los diversos seres que meditan en mi Nombre pueden todos ellos obtener la entrada a la tierra de Futaiten de donde no hay remoción por desgracia. Aquellos seres que escuchan el Nombre de Kannon también pueden liberarse del sufrimiento'. Él (Kannon) también desciende al Infierno para asumir los sufrimientos del Infierno en su lugar. La profundidad de su voto es como la del mar y no se puede medir aunque uno deba meditar en él durante varios Kalpas. Ha ministrado a muchos miles, cientos de millones de Budas y ha hecho un voto de gran pureza. Teniendo el poder de las comunicaciones misteriosas, obtuvo sabiduría y acomodaciones universales (a las necesidades de los seres a salvar). No hay ningún país en las Diez Direcciones en el que Kannon no se haya revelado. Que nadie tenga ninguna duda en su mente. Él es en quien pueden confiar todos los seres que están sufriendo y con dolores de muerte. Lleno de virtud, los mira con compasión. Él es el Bodhisattva cuya bendición es tan insondable como el mar. Por lo tanto, confía en él y admíralo en adoración.

"El Bodhisattva Seishi dijo: 'Todos aquellos seres cuyos corazones malignos les impide cruzar el mar de la vida y la muerte, puedo ayudar a pasar victoriosamente', Él ilumina a todos los seres con la luz de su sabiduría y les permite escapar de los Tres Caminos. Es porque este Bodhisattva realiza esto con gran poder que se le llama Seishi, Gran Poder. El que mira a este Bodhisattva puede limpiarse de los pecados cometidos durante la vida y muerte de innumerables Kalpas de inconmensurable duración. Este Bodhisattva no entra en el útero sino que está continuamente en las maravillosas y puras tierras de todos los Budas. A través de inconmensurables, ilimitados e innumerables Kalpas, él cumple sus votos y es asistente del Buda Amida. Siempre está presente entre la multitud de seres y proclama las palabras de la Ley. Todos los que lo escuchan pueden obtener el ojo puro. Sus poderes de comunicaciones misteriosas se extienden a lo largo de los países de las Diez Direcciones, y se manifiesta a todos los seres. Si los seres oran con una mente sincera, los conducirá todo al mundo del disfrute.

"De nuevo se dice: 'Kannon y Seishi tienen un gran Nombre. Su mérito y sabiduría son inconmensurables, y grande es su misericordia. Salvan el mundo y juegan en el mar de todos los seres. Encontrarme con un Bodhisattva tan superior de hecho no es fácil. Por lo tanto, los veneramos y adoramos sus rostros'. Así se convierte para siempre en el tesoro de ayuda de cada lugar. Los grandes Bodhisattvas son innumerables como los granos de arena del río Ganges. Su color y forma son hermosos y están llenos de virtud. Viven continuamente en la Tierra Pura y se reúnen alrededor del Buda Amida. Y de nuevo es imposible numerar la multitud de los diversos Shravaka. Pero su misteriosa transformación (de Kannon) y sabiduría llegan a todas partes y su poder es gratuito. Es capaz de tener todos los mundos en su mano. El número de los seres de la Primera Asamblea es tan grande que aunque cien mil, diez mil, cien millones de inconmensurables innumerables hombres como Daimokuren, que era un hombre con el misterioso poder de la comunicación, debieran contarlos durante un período de inconmensurables innumerables Kalpas, la porción que podrían contar sería como una gota de agua, mientras que la porción no contada sería como el gran océano. En esa gran muchedumbre hay innumerables seres que no han obtenido el fruto (de la Ley), y nuevamente de otras regiones llegan innumerables seres que han obtenido el fruto. Pero el total no aumenta ni disminuye, porque es como el agua del gran océano que no puede aumentarse ni disminuirse, ya sea que se le agregue o no el agua del río Ganges. La multitud de los diversos Bodhisattvas es dos veces mayor que la multitud de los Shravakas. Como se dice en el Dairon: 'En cuanto al país del Buda Amida, los Bodhisattvas son muchos y los Shravakas son pocos'.

"Así, la Tierra Pura está llena de una multitud de seres santos que tienen una vida en común, se ven y escuchan la voz de los demás y buscan el mismo camino. No hay diferencia entre ellos. Hay innumerables seres y Bodhisattvas de las tierras de Buda de las Diez Direcciones, tan numerosos como los granos de arena en el río Ganges. Cada uno de ellos revela su misterioso poder de comunicación y llega al País Agradable donde contempla el precioso rostro del Buda Amida y le hace ofrendas con reverencia. Algunos de ellos hacen ofrendas de maravillosas flores celestiales, otros queman una maravillosa clase de incienso y algunos ofrecen prendas invaluables. Hay quienes hacen música celestial y alaban a los Budas con voces suaves y tranquilas. Algunos escuchan las Escrituras o propagan la enseñanza; no hay obstáculo en su ir y venir noche y día. Algunos se van hacia el este, mientras que otros vienen del oeste. Algunos se van hacia el oeste mientras que otros vienen del norte. Y nuevamente algunos regresan al norte mientras que otros vienen del sur. Así, las multitudes van y vienen de las cuatro esquinas, las ocho direcciones y las direcciones hacia arriba y hacia abajo. Es como un mercado floreciente. Escuchar una vez los nombres de tales santos no sucede por accidente. ¡Cuánto más probable, entonces, debe ser encontrarse con uno entre cien, mil, diez mil Kalpas! Y los seres de la Tierra Pura se reúnen continuamente en un mismo lugar y conversan, intercambian historias, hacen preguntas, actúan con prudencia, respeto y son amistosos entre sí y se vuelven íntimos entre ellos. ¿No es esto un verdadero disfrute?

"En un verso de Nagarjuna leemos: 'Los Bodhisattvas de este país tienen características especiales y todos ellos embellecen sus cuerpos. Ahora confío, adoro y salto por encima de la prisión de los Tres Mundos. Mis ojos se vuelven como el loto verde. Hay una multitud de innumerables Shomon, por lo tanto, inclino mi cabeza en adoración'. Y nuevamente dice: 'Los diversos hijos del Buda, provenientes de las Diez Direcciones, revelan claramente el misterioso poder de la comunicación. Ellos contemplan la preciosa forma de Amida y le reverencian continuamente. Por tanto, me postro ante el Buda Amida y le adoro'".

Este pasaje es bien interesante ya que Genshin está detallando los poderes y votos de otros Bodhisattvas como el Bodhisattva Jizo (Ksitigarbha), Monju (Manjushri), Miroku (Maitreya), Kannon (Avalokiteshvara) y Seishi (Mahastamaprapta), y recomienza recitar sus respectivos Nembutsus como medios auxiliares a la práctica principal del Nembutsu en el Budismo Tierra Pura, que consta en la recitación del Nombre del Buda Amida, así como en la visualización de su cuerpo y su Tierra Pura. Este es el Nembutsu Recitativo.

El Budismo Mahayana contiene una casi infinita variedad de Budas, Bodhisattvas y deidades que asisten al Buda Eterno en su misión salvífica en el Cosmos. Cada uno de estos Budas y Bodhisattvas son la encarnación o la representación de algún aspecto o cualidad de la Mente Universal Iluminada. Todos estos Budas y Bodhisattvas estan disponibles para ayudar a todos los practicantes en su camino a la Budeidad. Y todos estos Budas y Bodhisattvas aclaman las virtudes y exhortan a todos los seres a aspirar al Renacimiento en la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida.

Luego, el Ojoyoshu detalla el octavo placer, el cual es la base del Nembutsu Meditativo o Visualizativo, los placeres de contemplar al Buda y escuchar la Ley, el Dharma. En este Mundo Saha, es bien difícil, pero no imposible, practicar adecuadamente. Pero en la Tierra Pura, existen todas las condicones necesarias para alcanzar la Budeidad, y sobre todo, podemos escuchar el Dharma de los labios santos del Buda mismo:

"Los placeres de contemplar al Buda y escuchar la Ley son los siguientes: Ver a un Buda y escuchar la Ley en este mundo actual es un asunto muy difícil. El Bodhisattva Shishiku dijo: 'Hemos aprendido innumerables leyes de liberación a lo largo de incontables cientos de miles de Kalpas y ahora vemos al gran santo Shakyamuni. Esto es tanto un accidente como si una tortuga ciega se encontrara con un tronco flotante'. Un joven confuciano sacrificó su cuerpo para obtener una media línea de cierto poema, y ​​Jotei se rompió la vejiga para obtener la verdadera sabiduría. Incluso los Bodhisattvas hacen tales cosas, ¡y cuánto más, entonces, la gente común debe esforzarse por lograr! El Buda Shakyamuni pasó veinticinco años en el país de Sravasti. Durante ese período, de novecientos millones de hogares, trescientos millones vieron al Buda, trescientos millones solo escucharon su nombre, y los trescientos millones restantes ni lo vieron ni escucharon su nombre. Si es así incluso cuando un Buda está en el mundo, ¡cuánto más (difícil obtener la salvación) es después de que un Buda ha fallecido! Por eso está escrito en el Sutra del Loto: 'Estos seres pecadores, debido a sus malas obras, son incapaces de escuchar el nombre honrado de loos Tres Tesoros aunque gastan un número infinito de Kalpas. Pero los habitantes de esa Tierra continuamente contemplan al Buda Amida y escuchan maravillosas exposiciones de la ley'. 

"En esa tierra de puros ornamentos hay banianos cuyas hojas y ramas se extienden en las cuatro direcciones. Estos árboles están hechos de varios tesoros reunidos. Están cubiertos con finas redes de tesoros y de las ramas cuelgan collares de gemas. Cuando la brisa sopla a través de las ramas y hojas de los árboles, emiten música sobre la misteriosa Ley que suena en las diversas tierras del Buda, y quienquiera que oiga esto obtendrá una comprensión profunda. Una persona así vive en seguridad y la audición es trascendente. Al ver el color de estos árboles, oler su fragancia, saborear su fruto, sentir su luz o captar su forma, los seis sentidos se purifican hasta que logran el camino del Buda. Además, debajo de estos árboles hay un asiento de infinita belleza. Sobre esto se sienta el Buda Amida, cuya forma infinita e ilimitada no puede ser expresada con palabras ni concebida por el corazón. Su cabello que cubre su cabeza se eleva hacia los cielos azules. La luz de sus cejas blancas gira a la derecha y es como la luna de otoño. Sus ojos son como el loto verde, sus labios como flores rojas y su voz es como la del Karyobin. Su pecho es como el de un león, sus piernas son como las de Senroku y sus palmas tienen mil líneas circulares. Estas características peculiares suman 84.000. Los atributos de su cuerpo son los de oro púrpura pulido. Los innumerables rayos de luz son como los de mil, diez mil, cien millones de soles y lunas. A veces se encuentra en una capilla de los Siete Tesoros y predica sobre la Ley incomparable. Su voz profunda y maravillosa alegra los corazones de su audiencia. La multitud de Bodhisattvas, Shomon y los seres celestiales unen sus manos unánimes y cuando se levantan contemplan su rostro y lo adoran. Entonces las brisas naturales soplan suavemente y hacen que las ramas de los árboles de los Siete Tesoros se enreden entre sí y dejen caer flores maravillosas en las cuatro direcciones. Los diversos seres celestiales hacen todo tipo de música mientras sus mangas son sopladas por la brisa y bailan ante él. En un momento así, su disfrute feliz, entretenido y placentero es tal que las palabras no pueden expresarlo. El Buda Amida a veces revela su inmenso cuerpo y, a veces, se revela a sí mismo en un cuerpo de solo dieciséis o dieciocho pies de altura. A veces está sentado al pie del árbol de los tesoros y, a veces, está en el estanque de los tesoros. Él expone las Escrituras y la Ley, acomodándose al grado de comprensión y de acuerdo con la forma en que sus oyentes han buscado la Ley, cuando buscaban el camino del Buda en sus existencias anteriores. Así explica las diferentes leyes de diversas formas para que cada uno pueda iluminarse rápidamente y obtener el camino. 

"Los dos Bodhisattvas Kannon y Seishi están continuamente presentes, uno a la derecha y el otro a la izquierda, y discuten las cosas con él. El Buda se sienta frente a estos dos Bodhisattvas y discute con ellos asuntos sobre la comunicación en las ocho direcciones y hacia arriba y hacia abajo, y también sobre cosas del tiempo presente. A veces, una inconmensurable multitud de Bodhisattvas, de tierras del Buda tan innumerables como los granos de arena del Ganges en el Este, se reúnen ante el Buda de la Vida Eterna. Con reverencia hacen ofrendas al Buda y también a los Bodhisattvas e incluso a la multitud. Estos visitantes, que vienen de las tierras del Buda de las ocho direcciones y de arriba abajo, cuando contemplan las maravillas de esta Tierra Pura comienzan a desear que sus propias tierras se vuelvan así. Entonces el Buda Amida mueve su forma y sonríe, y de su boca salen innumerables rayos de luz que iluminan las tierras en las Diez Direcciones. La luz recorre tres veces su cuerpo y luego vuelve a entrar en sus cejas. La multitud de todos los seres celestiales salta por la plenitud de gozo. Acto seguido, Kannon, adorando con solemne dignidad al Buda, le pregunta diciendo: '¿Podría explicarme por qué sonríe?'. Entonces el Buda, con una maravillosa voz de ocho sonidos y fuerte como un trueno, responde al Bodhisattva diciendo: '¡Escúchame claramente! Los deseos de la multitud de Bodhisattvas provenientes de las Diez Direcciones los conozco perfectamente. Les concederé sus deseos de una tierra de maravillosa pureza y un objeto de placeres ilimitados. ¡Sepan que todo es como un sueño o como un sonido! Todos sus maravillosos deseos serán satisfechos. Sin falta obtendrán una Tierra Pura como esta. Sabiendo que todos los fenómenos son como un relámpago, ¡que decidan el camino del Bodhisattva, alcancen las diversas virtudes, obtengan una mente fija y alcancen la Budeidad! Si comprenden que la naturaleza de todos los fenómenos es la vacuidad y que no hay ego, y si buscan ansiosamente la tierra del Buda puro, ciertamente obtendrán una tierra como esta'. Cuánto más será este el caso cuando incluso el sonido de las aguas, el canto de los pájaros y la hierba y los árboles proclaman la Ley maravillosa, y cuando uno puede oír natural y espontáneamente lo que quiera oír. ¿Dónde más podría uno encontrar tal placer de la Ley?

"En un himno de Nagarjuna leemos: 'Hay un asiento de un maravilloso soporte que crece de la buena raíz de las flores que brotan en el estanque de los tesoros. En este asiento vacila como un Rey de la Montaña. La ley de toda la existencia es la Impermanencia y el Principio del No-ego. Es como la luz de la luna sobre el agua, como el destello de una gota de rocío o el destello de un relámpago. No hay ley que pueda llamarse ley'. Con esto desea mostrar el corazón de la Ley eterna, inmutable y maravillosa. Por lo tanto, también adoro al Buda Amida y oro continuamente para que yo, junto con varios seres, pueda obtener el renacimiento en ese país feliz."

Esta sección complementa la cuarta, ya que nuevamente provee más elementos para el Nembutsu Visualizativo. En el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura, el Buda Shakyamuni enseña a sus seguidores cómo aspirar al renacimiento en la Tierra de la Bienaventuranza y cómo practicar el renacimiento seguro por medio de varias prácticas, entre ellas, el Nembutsu Recitativo y el Nembutsu Meditativo o Visualizativo. El Nembutsu Recitativo es la recitación del Nombre del Buda Amida ("Namu Amida Butsu"). El Nembutsu Meditativo o Visualizativo es la visualización de todos los elementos, o algunos, de la Tierra Pura y del Buda Amida. Genshin, al tratar de componer un manual completo de teoría y práctica, sin repetir los Sutras en su totalidad, resume y a su vez amplía los elementos más importantes para el beneficio de sus lectores.

Sin embargo, no importa el Nembutsu que seleccionemos, si tenemos una fe profunda y determinante en la compasión infinita del Buda Amida, nuestra flor inmediatamente comienza a crecer en la Tierra de la Bienaventuranza. Una vez que florece, permanece para siempre. El Buda Amida traerá la flor de loto para recibirnos y renacer en la Tierra de la Bienaventuranza cuando nuestra vida en este mundo termine. El Sutra de la Meditación dice: "La luz del Buda Amida impregna todos los mundos, siempre abraza a los que recitan su Nombre y no los abandona". La luz de Buda siempre brilla sobre ellos, protegiéndolos y abrazándolos sin desampararlos. Esto es lo que se llama "abrazados para nunca ser abandonados". Esta es la promesa de la Gran Compasión; el Voto Primal.

Es por esto que Genshin escribió el Ojoyoshu, y seleccionó el Nembutsu como la práctica más elevada e insuperable seleccionada por el Buda Eterno, el Buda Amida, para los seres sintientes de las diez direcciones que aspiran a renacer en su Tierra. Dado que el renacimiento está así asegurado, se dice que el renacimiento se logra en la vida presente.

Luego, el Ojoyoshu detalla el noveno placer, los placeres de hacer ofrendas al Buda según el deseo del corazón de uno:

"Los placeres de hacer ofrendas al Buda  según el deseo del corazón de uno son los siguientes: Los habitantes de la Tierra Pura continuamente, durante la noche y el día, hacen ofrendas de varias flores celestiales al Buda de la Vida Infinita. Si tienen un deseo en sus corazones de hacer ofrendas a los Budas de los otros mundos, se presentan ante el Buda Amida, se inclinan y con las manos unidas le hacen conocer su pedido y él les concede su deseo. Entonces todos están muy complacidos y esta multitud de mil, diez mil, cientos millones de seres vuelan hacia el cielo o viajan en las nubes en parejas y se dispersan en bandas alejándose alegremente en un momento hacia las inconmensurables tierras del Buda en las Diez Direcciones. como si fueran simplemente a la casa de un vecino. Allí se acercan en adoración a los Budas, hacen ofrendas y los sirven con respeto. Las cosas que ofrecen son las siguientes: varias flores maravillosas de tagara, manaban, orquídeas y varias otras cosas fragantes y la maravillosa comida de cien sabores; también ropa de varios tonos y colores, varios tipos de instrumentos musicales y todo tipo de ofrendas que producen a voluntad. Todas las mañanas hacen estas ofrendas y para las comidas regresan a su propia tierra. Después de comer y beber, leen las Escrituras, practican Dharanis y disfrutan de los placeres de las diversas leyes. Se dice que hacen ofrendas tres veces al día a los distintos Budas. 

"Mientras los creyentes todavía están en este mundo presente, viendo y escuchando las Escrituras sobre las diversas virtudes de las tierras del Buda de las Diez Direcciones, engendran un corazón de anhelo y se dicen con tristeza: '¿Cuándo seremos capaces de ver las Tierras Puras de las Diez Direcciones y encontrarnos con los diversos Budas y Bodhisattvas?' Pero si uno lograra nacer en esta Tierra Pura, uno puede, ya sea por la propia fuerza o por la fuerza recibida del Buda, ir por la mañana y regresar por la noche o ir y venir en un momento hacia y desde todas las tierras del Buda que se encuentran en las Diez Direcciones. Allí se puede servir a los diversos Budas, vivir con los grandes maestros y escuchar continuamente acerca de la verdadera Ley. Alguien así obtiene la entrada a la Iluminación perfecta. Además, tal persona puede entrar en las diversas esferas mundanas, participar en las diversas ceremonias budistas y practicar obras de benevolencia. ¿No es esto una verdadera alegría?

"Como dijo Nagarjuna sobre el corazón del Buda: “Es difícil para que un ser humano haga una ofrenda perfecta a cuadros e imágenes de madera o al Nombre de uno o dos Budas'. Y es difícil adorar una imagen del famoso y misterioso Buda. ¡Cuán incomparable, entonces, es la alegría con la que los grandes Bodhisattvas de esta Tierra Pura hacen ofrendas directas a los Budas de las Diez Direcciones tres veces al día y de acuerdo con los deseos de sus corazones! Pero esto también se debe a las buenas obras de sus vidas anteriores y, por lo tanto, adoran y recuerdan continuamente al Buda Amida."

Si bien en las secciones anteriores Genshin detalla el Nembutsu Recitativo y el Nembutsu Visualizativo, Genshin no excluye otras prácticas budistas tradicionales, a diferencia de lo que otros maestros maliciosamente han dicho, como medios para obtener el Renacimiento en la Tierra Pura. Por el contrario, aquí, al igual que en el resto del Ojoyoshu, Genshin detalla que todas las  prácticas budistas, hechas con el deseo de renacer en la Tierra Pura y con fe y devoción al Buda Amida, son prácticas conducentes al Renacimiento; todas las prácticas budistas son prácticas Tierra Pura. Esto lo confirma incluso el mismo Buda Shakyamuni en el Sutra del Loto, y es detallado en el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura. En esta sección, Genshin utiliza la práctica de realizar ofrendas el Buda como una práctica conducente al Renacimiento. 

Leemos en el Sutra de la Meditación: "También hay tres clases de seres que pueden nacer en esa Tierra Pura. ¿Cuáles, puede preguntar, son las tres clases de seres? Primero, aquellos que poseen una mente compasiva, que no hacen daño a ningún ser y realizan todas las acciones virtuosas de acuerdo con los Preceptos del Buda; en segundo lugar, aquellos que estudian y recitan los Sutras de la doctrina Mahayana, por ejemplo, los Vaipulya Sutras; en tercer lugar, aquellos que practican el recuerdo del Buda. Estas tres clases de seres que desean nacer en esa Tierra Pura llevando (sus respectivas reservas de mérito) a la madurez, estarán destinadas a nacer allí si han logrado cualquiera de esos actos meritorios durante un día o incluso durante siete días." Ejemplos como este los hemos visto en los Sutras Mahayana como el Sutra del Loto, el Sutra Avatamsaka y en los tres Sutras del Buda Amida.

Esto nos muestra que así como el loto que crece inmaculado en los humildes pantanos, en medio del fango de los deseos y del mal karma, ninguno de nuestros malos karmas puede obstaculizar la liberación del Buda, y seremos libres y renaceremos en la Tierra de la Bienaventuranza y alcanzaremos la Budeidad.

Luego, el Ojoyoshu detalla el décimo placer, los placeres de progresar en el camino del Buda. Para Genshin, este es tal vez el placer o beneficio supremo:

"Los placeres de progresar en el camino de Buda son los siguientes: en este mundo actual es difícil practicar el camino y obtener el fruto. La razón es que el que sufre siempre está triste y el que obtiene placeres siempre queda cautivado por ellos. Por lo tanto, sea placer o dolor, ambos están muy lejos del camino de la liberación. Tanto si uno es próspero como si está en desgracia, ambos están igualmente atados a la rueda del cambio. Incluso los pocos cuya mente está convertida y practican buenas obras tienen dificultades para triunfar. Las malas pasiones brotan de adentro y las malas circunstancias lo empujan a uno desde afuera. Algunos son de doble ánimo y otros regresan a las Tres Caminos del Mal. Es como la luz de la luna en el agua que tiembla con cada ondulación. Es como el soldado que huye de la espada del enemigo, o como pececillos, pocos de los cuales llegan a la madurez. O también, es como el fruto del árbol de la huerta que rara vez madura antes de caer. Esa recaída de Mokuren, aunque intentó por sesenta Kalpas, se debió a este hecho. Solo el Buda Shakyamuni pudo acumular méritos y virtudes a través de trabajos arduos y dolorosos para innumerables Kalpas. Buscó el camino del Bodhisattva y nunca se detuvo ni por un momento. Mirando a su alrededor en los Tres Mil Grandes Mil Mundos, no se encuentra una partícula tan pequeña como una semilla de amapola por la cual este Bodhisattva no sacrificó su cuerpo. Todo esto lo hizo con el fin de salvar a los seres vivientes, y así, disciplinándose, pudo alcanzar el camino del entendimiento. Todos los demás seres que intentaron establecerse fracasaron en la práctica de la disciplina, con ellos fue como un elefante bebé que es asesinado por espadas y flechas debido a su debilidad. Por eso Nagarjuna dice: 'Es como si un hombre vertiera un chorro de agua caliente sobre una capa de hielo de cuarenta ri de extensión. Cuando lo vierte, se derrite un pequeño agujero en el hielo, pero a la mañana siguiente hay un pequeño bulto de hielo en su lugar. Así es cuando en este mundo el ignorante busca reformar su corazón y salvarse del sufrimiento. Debido a que en este mundo hay tanta ira, codicia y rebelión, despierta las pasiones en sí mismo y vuelve a caer en el mal camino.'

"Pero los seres de esta Tierra Pura no retroceden porque tienen abundantes causas favorables a su alrededor. Avanzan en el Camino del Buda. Estas causas favorables son las siguientes: 1. Siempre están sustentados por el poder de la misericordia del Buda Amida; 2. La luz del Buda Amida brilla constantemente sobre ellos para que la mente de la comprensión correcta esté siempre en aumento; 3. El agua, los pájaros, los árboles, el tintineo de las campanas por la brisa y otros sonidos les recuerdan constantemente el Nembutsu, la Ley y la Sangha y así desarrollan su corazón; 4. Los diversos Bodhisattvas son sus amigos y, por lo tanto, no existen malas circunstancias externas y se eliminan todas las dudas internas; 5. Sus vidas son eternas e iguales a las de un Buda, de modo que el nacimiento y la muerte no los interrumpen y, por lo tanto, pueden calmar sus mentes de forma natural y alcanzar el Camino del Buda. 

"Leemos en un poema del Sutra Avatamsaka: 'Si un ser mira, pero una vez a un Buda, sin falta será purificado de todo mal'. Si es cierto que sólo una mirada tendrá este efecto, entonces ¡cuánto mayor debe ser el efecto cuando uno contempla constantemente al Buda! Incluso los efectos de las malas acciones cometidas a lo largo de incontables cientos de millones de Kalpas desaparecerían como la nieve primaveral o las gotas de rocío y la escarcha al sol. Por lo tanto, debido a las diversas circunstancias favorables, los corazones de los seres de la Tierra Pura no se parecen en nada a nuestros corazones. En su ir y venir, en su avance y en su descanso, no se turban en absoluto en sus mentes. Todos estos seres obtienen corazones de gran amor y misericordia. Es natural para ellos progresar en el Camino del Buda y comprender la doctrina del No Nacimiento y No Muerte. En última instancia, y sin falta, obtienen la posición de un Bodhisattva Avanzado, o de repente, pueden dar testimonio como un Bodhisattva Sublime, y alcanzan la Budeidad y pueden, por el bien de los seres vivientes, revelarse en ocho formas, o de acuerdo con las circunstancias pueden ir a la Tierra de la Sublimidad y la Pureza y allí girar la rueda de la Ley maravillosa y así salvar a varios seres. Que hoy deseo la Tierra Pura y deseo que todos los seres obtengan lo mismo y que voy a través de las Diez Direcciones para atraer seres vivos hacia mí, es como el gran voto de misericordia del Buda Amida.  Verdaderamente los asuntos de esta vida están en el intervalo de un sueño. ¿Por qué entonces no desechar todo y buscar el paraíso de la Tierra Pura? Que todos los creyentes tengan cuidado de estar ociosos.

"En un poema de Nagarjuna leemos: 'En el reino infinito y complaciente de Amida no hay malos propósitos ni sabiduría tonta. No hay iluminación en las causas del mal, solo el progreso natural en el Camino del Buda. Si uno obtiene el nacimiento una vez, no se conmoverá y alcanzará la Iluminación completa. Por lo tanto, acepto al Buda Amida y lo adoro. Si le contara sus virtudes, su bondad es tan amplia, grande e ilimitada como las aguas del gran océano. ¡Oh, que pudiera obtener la Buena Raíz y la pureza y que pudiera, junto con otros seres, obtener el renacimiento en esa tierra! ¡Que nosotros, junto con todos los seres, renazcamos en la Tierra Agradable de la Paz!'"

Debemos recordar que nuestro Renacimiento en la Tierra Pura no es una parada definitiva. El Nirvana Final es un medio hábil ideado por el Buda Eterno, como vimos en el Sutra del Loto, para que nuestra mente y corazón anhelara el descanzo antes de continuar nuestra labor eterna salvífica del Bodhisattva en el mundo. Una vez alcancemos la Budeidad en la Tierra Pura, regresaremos a los mundos a continuar salvando a los demás seres sintientes. 

Así, Genshin concluye el segundo capítulo del Ojoyoshu. Si analizamos estos diez placeres, los mismos siguen una escala progresiva de entendimiento y visión espiritual sobre el Buda Amida, su Tierra Pura, y la práctica para lograr el Renacimiento. Esto es expandido en los próximos capítulos del Ojoyoshu, los cuales detallan las prácticas Tierra Pura para el Renacimiento. Estas serán detalladas y comentadas en los próximos capítulos. 

Como vemos, en los primeros dos capítulos Genshin sienta las bases de la cosmología budista, los sufrimientos de los seres en los Seis Reinos del Samsara, y las maravillas de la Tierra Pura de la Bienaventuranza, para que abandonemos nuestros apegos y busquemos el Renacimiento en el Reino del Nirvana.

El Capítulo 3, titulado "Autoridades de la Tierra Pura", es una extensión del Capítulo 2. En el Capítulo 2 se nos instó a desear la Tierra Pura del Buda Amida debido a su vasta superioridad sobre la existencia samsárica. En el Capítulo 3, Genshin intenta demostrar que la Tierra Pura del Buda Amida es superior también a todas las demás Tierras Puras y Cielos del universo. Para explicarlo, Genshin primero apela a las Escrituras, mostrando que el Buda Amida y su Tierra Pura son elogiados en más Escrituras que cualquier otro Buda o Tierra Pura. Por motivos de espacio, no tocaremos este capítulo, pero podemos extrapolar su importancia en este capítulo y leyendo directamente los Sutras del Buda Amida. Por último, admite que todos los Budas y las Tierras Puras de los Budas son en última instancia idénticos, pero afirma que los seres de nuestro mundo y nuestra época tienen una afinidad kármica especial (innen), un destino espiritual conjunto, con el Buda Amida. Esto es porque el Buda Shakyamuni predicó los Sutras de la Tierra Pura y reveló el Nombre Sagrado en este mundo para la salvación de todos los seres sintientes. Siendo el emisario del Buda en este mundo, ¿cómo no podemos desarrollar una afinidad con el Buda Amida, quien se reveló como el Buda Shakyamuni para nuestra salvación?

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En el próximo capítulo, el cual se basa en el Capítulo 4 del Ojoyoshu, veremos la interpretación de Genshin del Nembutsu, y los Sutras y prácticas que conducen al Renacimiento.

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Estas entradas son parte del futuro libro: "Renaciendo en Flores de Loto: La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Tierra Pura - Las Enseñanzas del Ojoyoshu del Gran Maestro Genshin" (Hikari Publishing 2021). Copyright - Todos los Derechos Reservados.