Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


sábado, 28 de agosto de 2021

El Llamado del Buda para el Mundo: El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura 1 - El Buda Amida y el Buda Shakyamuni

El Budismo, si bien a veces es representado por sus diversas escuelas, muchas de ellas en aparente oposición doctrinal y con sus diversas prácticas, sigue siendo un solo Dharma: es el mensaje del Buda para el mundo - el llamado al Despertar para todos los seres sintientes. Este mensaje fue interpretado de diferentes formas a través del espacio y el tiempo tras el Parinirvana de su fundador, y con ello, florecieron diversas escuelas por todo el continente asiático, cada una enfocándose en una o varias de sus enseñanzas y prácticas. Si bien el Budismo - el Buddha Dharma del Vehículo Supremo (Ekayana) de la Tradición del Loto - se dividió en varias ramas, las mismas fueron rescatadas, unificadas, armonizadas y perfeccionadas por la escuela Tendai japonesa. 

En el transcurso de mi ministerio, por medio de mis libros y este blog, se han presentado las diferentes fascetas del diamante del Dharma, pero a veces puede resultar difícil poder ver el diamante completo. Es por eso que en este nuevo ciclo, abordaremos la Escritura Sagrada principal del Budismo - la Biblia del Budismo Tendai - y la interpretaremos a la luz del Budismo Tierra Pura. El Sutra del Loto tiende a enfatizar los positivo únicamente, y es por eso que para la escuela Tendai, el Sutra del Loto representa el Sol, el comienzo del día y de la vida, un mundo de infinitas posibilidades. Por otro lado, los Sutras de la Tierra Pura tienden a ser un poco más negativos, y es por eso que en el Budismo Tendai representa la Luna, el ocaso del día y de la vida, el verdadero rostro del mundo y de todos nosotros. Este ciclo reflejará tanto las enseñanzas Tierra Pura dentro del Sutra del Loto, así como cómo podemos usarlas como un espejo para nuestras vidas y poner su enseñanzas en práctica.

En este ciclo, usaré un estilo literario diferente; espero que sea de su agrado. Es recomendado ver mis entradas anteriores donde comento el Sutra del Loto y los Sutras Tierra Pura por separado.


El Sutra del Loto es el sermón más importante del Buda Shakyamuni en el mundo. En el mismo, el Buda unificó, armonizó y destiló todas sus enseñanzas y prácticas dadas en sus más de cuarenta años de predicación en este mundo, revelando la totalidad de su Iluminación y abriendo de par en par las puertas del Despertar para todos los seres sintientes. En el mismo, el Buda reveló que si bien él nació y creció como un príncipe llamado Siddhartha Gautama en la India, abandonó su reino y su hogar y practicó austeridades por seis años hasta alcanzar su Despertar y convertirse en un Buda, en realidad, él es una encarnación del Buda Eterno - el Alma del Universo - quien apareció en este mundo para revelar el Dharma - las Leyes Universales - aliviar el sufrimiento y salvar a todos los seres sintientes. 

El Buda posee Tres Cuerpos. El primero de estos cuerpos o "kayas" es el Dharmakaya, el "Cuerpo del Dharma", el cual es el Universo, la Fuente Original, la Realidad Ultima, lo que es absoluta energía. Este es el Buda Eterno, la Realidad (Tathata) de la cual emanan todos los Budas (Tathagatas - "Los Que Vienen de la Realidad"), y de la cual emana todo en el Cosmos. Ahora, existen dos tipos de Dharmakaya: el Dharmakaya de la Talidad (Sabiduría), el Buda Eterno impersonal, la Unidad; más allá del tiempo y la forma; la realidad trascendente; la Luz, personificado como el Buda Mahavairocana; y el Dharmakaya de Actividad Hábil (Compasiva), la cual asume forma y personalidad para revelarse a los seres sintientes; la realidad inmanente; la Vida, personificado como el Buda Amida. Ambos son dos caras de la misma moneda. Aunque son dos realidades inseparables, trascendentes, fuera del tiempo y el espacio, el Dharmakaya de Actividad Hábil, se manifiesta en movimiento y entra en la forma y el tiempo como una presencia que lo permea todo para revelarse a los seres sintientes. La habilidad de llevar a los seres a la Budeidad, a la Unidad, surge del fundamento del Buda Amida en la Talidad o el Nirvana, pero la liberación de todos los seres requiere la capacidad de volverse activo en la vida de los seres sintientes.

Dado a que todos somos emanaciones del Dharmakaya - de la Talidad o Realidad - todos poseemos la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirnos en Budas. ¿Dónde puede florecer nuestra Naturaleza Búdica Innata? Solo en el Nirmanakaya, el "Cuerpo Encarnado". El Nirmanakaya es el mundo fenomenal: nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras circunstancias y todo lo que nos rodea. El Buda Shakyamuni fue una encarnación compasiva del Dharmakaya, del Alma del Universo, en este mundo para traernos la sabiduría del Dharma y aliviar nuestro sufrimiento. Si bien todos poseemos la Naturaleza Búdica, para que esa semilla crezca, debe ser plantada en un lugar apropiado. Ese es el Sambhogakaya, el "Cuerpo de Recompenza", el lugar de armonía entre la Realidad Ultima y el Mundo Fenomenal. El Sambhogakaya es el cuerpo que el Dharmakaya usa para manifestarse espiritualmente a los seres sintientes, de acuerdo con la forma y el mensaje necesario para llevarlos al Despertar. 

Dijimos anteriormente que el Buda apareció en este mundo para predicar el Dharma, las Leyes Universales. Estas son sus enseñanzas como las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Sendero Octuple, el Karma y el Renacimiento, o sea, las enseñanzas del Budismo Primitivo o Hinayana, pero también son los Preceptos, el ideal del Bodhisattva, los Seis Paramitas, y las enseñanzas Mahayana; en fin, todas sus enseñanzas, las cuales son como un mapa universal para poder dirigir nuestras vidas y revelar nuestra Naturaleza Búdica, nuestro Buda interno. El Dharma es el mapa que nos permite navegar por el Océano del Samsara. Nuestro barco es la Sangha, la comunidad de sacerdotes y creyentes que estudian y practican el Dharma en el mundo. Por medio del Budismo, podemos cruzar de Esta Orilla, el Mundo Saha, a la Otra Orilla del Nirvana, también llamado la Tierra Pura. Sin embargo, si bien esto nos aparenta negar o trascender el mundo, realmente, lo abarca y cobija. Esto es porque el Mundo Saha es, al igual que todo, una emanación de la Talidad. El Mundo Saha es el Nirvana - la Tierra Pura.

El Buda Shakyamuni es el Nirmanakaya del Buda Amida, el Buda Eterno - el Dharmakaya. Es por eso que el Sutra del Loto es realmente un Sutra Tierra Pura, pues el Sutra del Loto contiene todo el Buddha Dharma. El Buda Amida, como la personificación de la Realidad Absoluta de la cual emana todo en el Cosmos, iluminándolo, emana infinitos Budas en todos los mundos. El Buda Shakyamuni es uno de esos rayos, dirigido exclusivamente para nosotros, seres sintientes llenos de deseos y pasiones, en este mundo, para que podamos alcanzar el Despertar - realizar nuestra Unidad Fundamental con el Buda y el Universo. De todos los sermones o revelaciones del Buda en el mundo, la totalidad de la Verdad de la Iluminación es revelada en el Sutra del Loto.

"Así he oído". Todos los Sutras comienzan con esta frase. ¿Quién ha oído? Esto sep uede responder en diferentes niveles. Tradicionalmente, se dice que quien ha oído es Ananda, el primo biológico del Buda y quien acompañó al Buda durante toda su vida, y quien tras su muerte, era el líder de las recitaciones orales que luego se compusieron en lo que hoy llamamos Sutras. Esto registra que este Sutra es un recuento fiel y exacto de lo que el Buda dijo. Pero en otro nivel quienes han oído somos nosotros mismos; todos y cada uno de nosotros hemos oído anteriormente el Sutra del Loto antes de venir a este mundo. Esto es porque todos emanamos de la misma Fuente; todos eramos parte de la Unidad, pero nos dividimos; solo lo hemos olvidado. Este Sutra trata de devolvernos a la Unidad. 

El Sutra del Loto comienza con un suceso muy importante y que es la clave de todo lo que hemos mencionado. Cerca del final de su vida, tras haber predicado por casi cuarenta años enseñanzas parciales, las cuales revelan una porción de la Verdad, el Buda se sienta en el Pico del Buitre, en el Norte de la India, rodeado por una asamblea de incontables seres. Entre esos seres, se encontraban todos los discípulos del Buda, hombres y mujeres que llevan siguiendo al Buda por décadas y han alcanzado el estado espiritual más alto revelado por el Buda, el del Arhat: un ser iluminado que ha agotado todo su karma, ha erradicado todos sus deseos, y ha alcanzado un estado de paz interior sin igual. Además de estos discípulos, se encuentran innumerables Grandes Bodhisattvas, seres que han pospuesto su Budeidad en pos de realizar el voto de salvar a todos los seres sintientes, como el Bodhisattva Manjushri, el Bodhisattva Avalokiteshvara y el Bodhisattva Maitreya, el futuro Buda. Pero ellos no son los únicos. En la asamblea se encuentran innumerables seres celestiales, los Devas, incluyendo al rey de los dioses, el dios Shakra, así como el dios Indra y los Cuatro Reyes Celestiales, junto con una gran comitiva de seres celestiales. Ahora, para la sorpresa de todos los presentes - y sobre todo, para los lectores en nuestra era - en la asamblea se encuentran también innumerables demonios y seres infernales, incluyendo al rey del Infierno, el rey Yama, junto con muchos otros demonios. Igualmente, en la asamblea se encontraban todos los animales, así como todos los seres del Cosmos. En resumidas, en la asamblea, sentados todos alrededor del Buda, se encuentran representados todos los seres en la cosmología budista. ¿Por qué? Esto es porque así como todo el Cosmos emana de una misma Fuente, todos los seres emanan de esa misma fuente que se personifica en los mundos como el Buda. Es por eso que todos los seres, incluyendo los animales y los seres infernales, poseen la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirse en Budas. Esto nos enseña que el Sutra del Loto es el mensaje universal para todo el mundo.

Ahora, todos los seres se encuentran alrededor del Buda, así como los planetas rodean al Sol, cuando del entrecejo del Buda emana una Luz que ilumina todos los mundos en todo el Cosmos, revelando la multiplicidad de universos y mundos y su infinidad de seres, lo que significa que el Buda está en todas partes y en todo. En cada mundo se encontraba un Buda. Esto hizo que todos los Budas y sus asambleas fueran iluminadas y reveladas, y que todos los Budas dirigieran sus miradas a este mundo. Esto apunta a la Unidad Fundamental de la Existencia. ¿Por qué el Buda emana una Luz Infinita de su entrecejo, de su "tercer ojo"? El entrecejo del Buda, así como el tercer ojo, representa la Unidad, así como los dos ojos representan la dualidad. La Luz Infinita que emana de su entrecejo no emana de su entrecejo, sino que realmente emana del corazón mismo de la Existencia, y esta es la Luz Infinita del Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita. Así como el entrecejo representa la Unidad en el mundo de la dualidad, el Buda Shakyamuni es una emanación y encarnación del Buda Amida en este mundo. Cuando vemos al Buda desde la Realidad Absoluta, desde la Unidad, vemos al Buda Amida. En ese instante, el Buda rasgó el velo ilusorio, el Maya, así como lo hizo en su nacimiento, y reveló su Verdadera Naturaleza - el Buda Amida. Este suceso revela su Luz Infinita, y lo veremos en múltiples manifestaciones a través del Sutra del Loto. Más adelante, veremos cómo el Buda revela su Vida Infinita.

Ante este espectáculo, el futuro Buda, el Bodhisattva Maitreya, le pregunta al Bodhisattva Manjushri, la encarnación de la Sabiduría, el por qué de esta maravillosa demostración. Entonces, la Sabiduría - el Presente - le explica al Futuro, que en el Pasado, hubo un Buda que realizó la misma demostración maravillosa cuando estaba a punto de revelar la totalidad de su Despertar y comunicarla al mundo en el Sutra del Loto. Esto apunta a que el Sutra del Loto abarca el pasado, el presente y el futuro. Es la Verdad Eterna del Buda.

Ahora, el Bodhisattva Manjushri le dice a Maitreya algo interesante: si bien no lo recuerdas, tú también estabas ahí en el pasado cuando esto sucedió. En esa vida pasada, tu eras un Bodhisattva llamado Buscador de Fama, quien solo memorizabas los Sutras, pero no le sacaba ningún provecho ni los entendía realmente. En ese sentido, existen muchos Bodhisattvas Buscadores de Fama en nuestro mundo. Existen en todas las religiones: son personas que pueden citar la Biblia o los Escritos Sagrados, y en el Budismo, los Sutras, pero no los aplican a su vida ni los entienden. Es bien importante no ser como el Bodhisattva Buscador de Fama. Pero esta anécdota de una vida pasada apunta a algo más. El Bodhisattva Maitreya, al igual que todos en la asamble - y de hecho, todos los seres sintientes - provenimos de la Unidad, aunque no lo recordamos. Un ser iluminado reconoce esto y actúa en base a ese entendimiento. Dado a que olvidamos nuestro Verdadero Hogar, la Unidad, y vivimos en la dualidad, sufrimos. Sufrimos porque no actuamos acorde con nuestra Unidad Fundamental, solo a base de nuestros deseos egoístas y nuestras pasiones desenfrenadas. Solo pensamos en nosotros, porque pensamos que somos una persona individual e independiente, y no reconocemos nuestra total interconexión con todo en el Universo. Somos como niños pequeños, o peor aún, como animales. Pero tanto los niños pequeños como los animales son entrenables. Esta mala conducta no proviene de una maldad innata, sino de la ignorancia. Todos hemos sido asesinos, ladrones, violadores, personas malas, pero también hemos sido personas buenas. Todos poseemos dentro de nosotros la capacidad de ser todo eso, y mucho más. No podemos pensar que las personas malvadas serán siempre así, así como no podemos pensar que somos buenos. Pensar que somos personas buenas nos ciega a nuestros defectos. Esta es una de las cualidades de la Luz del Buda: iluminar nuestros defectos para no ser tan rígidos, arrogantes y duros con los demás. Después de todo, dada las mismas circunstancias, o quien sabe, tal vez con menos, podemos ser igual a ellos, o peor. Es por eso que los Budas aparecen en los mundos: para predicar el Dharma y revelar las Leyes Espirituales, para que podamos vivir vidas más acordes con la Realidad y nos ayudemos unos a otros. Antes de hacer cualquier cosa, debemos ser como Maitreya, y preguntarle a la Sabiduría qué debemos hacer y si es el mejor curso de acción a tomar.

En ese instante, el Buda emerge de su Samadhi, de la Unidad, y entra en la dualidad, y se dirige a Shariputra, el representante de los Arhats, sus discípulos avanzados, quien bien puede representar a algunos de nosotros que llevamos ya algunos años en el Camino, y le dice que si bien ha estado predicando por casi cuarenta años y que ha revelado muchas enseñanzas y prácticas, aún no ha revelado la totalidad de la Verdad. Shariputra ha dominado todos los Sutras, es inteligente, los comprende, pero no los entiende. Lo sabe pero no lo sabe. Ha dominado los Sutras intelectualmente pero no ha despertado. Ahora el Buda le dice a Shariputra - y a todos - que no ha revelado la Verdad. Todos los Sutras o sermones pasados eran medios hábiles para ayudarles a aproximarse a la Verdad. Esto es bien importante. Hasta el momento, todos los Arhats pensaban que habían escuchado todo lo que había que saber sobre el Dharma y que habían alcanzado el estado espiritual más alto y avanzado, pero ahora el Buda les revela que esto no es así. De hecho, el Buda va más allá y les dice que si bien ha predicado a hombres y mujeres laicas, así como a monjes y monjas, en realidad, sus enseñanzas no son para hombres y mujeres, laicos u ordenados, sino que sus verdaderas enseñanzas son solo para Bodhisattvas. 

Hasta ese día, todas las personas que seguían al Buda pensaban que si seguían sus enseñanzas y realizaban sus prácticas, podían alcanzar el estado del Arhat, acabar su karma y sus deseos, y que cuando murieran, no renacerían más en este mundo lleno de sufrimiento. Shariputra, al igual que incontables monjes y monjas ya habían sido certificados como Arhats. ¿Cómo el Buda se atrevía a decirles que no han alcanzado el estado más elevado y avanzado en el Dharma? Esto causó una conmosión tan grande, que muchos discípulos avanzados del Buda, en ese mismo instante, se levantaron y se fueron. Así de simple. Estos discípulos pensaban que ya no había nada más que aprender. Quien sabe, tal vez el Buda no era el Buda, sino que estaba siendo poseído por Mara, la encarnación de la Ilusión y el Engaño. 

El Buda los miró compasivamente y los dejó irse. Esto es porque el Buda, siendo omnisciente, ya sabía que iba a pasar. ¿Por qué el Buda no los detuvo? Esto es porque el Buda nunca obliga; el Buda nunca fuerza. Nosotros podemos seguir el Dharma y aceptar sus enseñanzas con fe y confianza, o podemos ignorarlas. Millones de personas las ignoran aun hoy día. No todos son budistas. Nosotros mismos la hemos ignorado por eones. ¿Quién sabe? Todos nos encontramos en nuestro propio camino a la cima, el Despertar - el Nirvana - pero algunos estamos más cerca, y otros más lejos.

En ese mismo instante, el Buda revela que si bien ha enseñado numerosas enseñanzas y prácticas, todas proceden de un mismo Dharma, la Verdad, pero esta verdad solo puede ser realizada por Budas. Por eso, no dirá nada más. Ahora si que el Buda la puso difícil. Ahora no solo el Arhat no es el estado más avanzado y elevado, y el Buda no ha revelado la totalidad de la Verdad, sino que ahora el Buda dice que solo él y otros Budas pueden comprenderla. Pero el Buda, como un buen padre, utiliza un medio hábil para despertar nuestra curiosidad. Es aquello que se niega lo que muchas veces más deseamos; por lo que más luchamos. La Verdad no aparecerá frente a nosotros pues, como los discípulos que se levantaron y se fueron, no la reconoceríamos. Aquello que se recibe sin esfuerzo no es valorado. El Buda habla posteriormente sobre esto mismo en el Sutra del Loto. Es por eso que antes de poder revelar la Verdad - antes de podernos dar nuestro legado - el Buda hizo que estudiaramos sus enseñanzas básicas y primitivas. De hecho, hay personas que solo encontrarán las enseñanzas parciales, básicas y primitivas, y esto es todo lo que aprenderán. Puede que esto es todo lo que necesiten en esta vida antes de pasar a la próxima. Todos estamos en nuestro propio proceso. No todos estamos preparados para la Verdad. Algunos budistas, como los discípulos que se marcharon, niegan las enseñanzas del Sutra del Loto, ya sea por ignorancia, o peor aún, por malicia. Si has encontrado el Sutra del Loto y lo has aceptado como la palabra del Buda, este es tu momento. Te encuentras en un momento decisivo e importante en tu vida. Estas bien cerca del Despertar. Y no es aceptar solo el Sutra del Loto y negar las otras enseñanzas. Por más parciales que sean, tienen su momento, su lugar y su propósito. El Buda nunca ha mentido.

Cuando el Buda alcanzó la Iluminación, supo que los seres de este mundo no estaban preparados para la Verdad. Primero tenía que ayudar a los seres a erradicar sus nociones erróneas del mundo y de sí mismos. Para ello, el Buda diseñó un Plan Dhármico: primero, enseñaría a las personas conceptos y enseñanzas y prácticas que les ayudaran a limpiar sus mentes y expandirlas. No puedes enseñarle a un niño de primer grado materias universitarias. Debes llevarlo de la mano, irle enseñando y ayudarlo a madurar, y solo cuando esté listo, puedes abordar materias avanzadas. Es por eso que el Buda predicó sobre el sufrimiento y las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Sendero Octuple, y la Cadena de Doce Eslabones de Originación Causal. Este es solo el umbral del Templo del Dharma. Una vez las personas pudieron pasar por la puerta, entonces, el Buda predicó los Sutras Mahayana, y luego los de la Perfección de la Sabiduría, y solo al final, cuando las personas estaban listas mental y espiritualmente, predicó el Sutra del Loto. Esto es canon. Este fue el Plan Dhármico del Buda para este mundo. Pero los seres humanos, imperfectos como somos, no siempre podemos continuar una tradición de forma pura e ininterrumpida, mucho menos si es una oral y sin escritos. Los Sutras, los sermones del Buda como hoy los conocemos, fueron pasados oralmente por siglos antes de escribirse en hojas. 

Aunque la tradición, que llamo la Tradición del Loto, se perdió en el tiempo, nunca desapareció del espacio. En la India, Nagarjuna y Vasubandhu mantuvieron el verdadero Dharma del Buda - su enseñanza completa - y la pasaron a China, donde Kumarajiva y Taosheng, sus traductores al chino, la preservaron, hasta que pasó al Gran Maestro Chih-i, quien la redescubrió y fundó una escuela basada en la misma, la escuela Tientai. Sus sucesores mantuvieron la llama del Dharma viva y se aseguraron que la misma iluminara el Budismo Chino por siglos, permitiendo que otros fundadores y maestros incorporaran partes en sus escuelas y enseñanzas. Siglos más tarde, aparecería el Gran Maestro Saicho, quien viajó a China para rescatar la Tradición del Loto y perfeccionarla en Japón, incorporando el único eslabón que faltaba, la pieza que Chih-i no pudo unir, el Budismo Esotérico, y fundó la escuela Tendai japonesa. Desde el Monte Hiei, en Japón, incluso hoy día, la llama del Dharma del Sutra del Loto continúa brillando y destellos del fuego dhármico han sido transportados a Occidente para continuar la verdadera misión del Buda en el mundo.

Volviendo al Sutra del Loto, Shariputra, junto con toda la asamblea, ahora le piden al Buda tres veces - le insisten - que revele la Verdad. El medio hábil logró su cometido. Ahora el Buda tiene la atención de todos los que están listos para aceptarlo. Entonces, el Buda se dirige a todos y les dice que ninguno de ellos son hombres, ni mujeres, ni monjes, ni monjas, ni seres celestiales ni infernales, sino que todos los presentes - todos los seres sintientes - son realmente Bodhisattvas en su camino al Despertar: todos ellos serán Budas. Esto abre la boca de todos. Hasta ese día, todo el mundo pensaba que solo podía existir un Buda cada cientos de millones de años. De hecho, un Buda no era un ser corriente, sino que un Buda era un ser supra-excepcional, quien ha dejado su cuerpo, su mente y su espíritu millones de eones en pos de todos los seres sintientes. Prácticamente nadie podía ser un Buda. De hecho, tal vez nadie lo hubiese querido ser. ¿Quién quisiera, voluntariamente, dejar su vida - su cuerpo, su mente y espíritu - en sacrificio, una y otra vez, por eones, realizando el  trabajo del Bodhisattva de salvar a todos los seres hasta, tal vez algún día - solo el Buda lo sabe - alcanzar la Budeidad? Ciertamente, no es el deseo de todos...tal vez no era el deseo de nadie. Sin embargo, el Buda ahora les dice que no solo todos son Bodhisattvas, lo que implica que si han llegado hasta ese punto - si lo han encontrado, lo han seguido, y ahora están escuchando el Sutra del Loto - es porque ya lo han hecho, ya han dejado sus vidas en su trabajo dhármico por todos los seres, y que no solo lo continuarán haciendo, sino que algún día - ha sido asegurado - se convertirán en Budas. 

Bien. Al menos algún día alcanzarán la Budeidad y podrán descanzar. En ese departamento, la asamblea debe estar preparada para otra sorpresa. El objetivo de la práctica budista no es ser un Buda, aunque ese es el objetivo final, si es que existe realmente un final. El objetivo real de la práctica budista es ser un Bodhisattva. La intención es servir a los demás. Pero eso lo tocaremos en su momento.

Todas las diferentes enseñanzas y prácticas son Upayas, "Medios hábiles" empleados por los Budas para poder acercarnos a la Verdad, cada una de acuerdo con las capacidades, naturalezas y necesidades de los seres sintientes. Pero todas parten de un mismo Dharma, de una misma Ley Universal. Por ello, si bien aparentan ser diferentes, son una sola Verdad presentada desde diferentes aproximaciones; un mismo diamante visto desde diferentes ángulos. Las diferentes escuelas budistas creadas a través de diferentes enseñanzas y prácticas budistas enseñan y practican lo mismo. Todas son como ríos que conducen al mismo Océano del Nirvana. ¿Por qué a veces los budistas pelean por cuál escuela, enseñanza o práctica es superior? La escuela Zen, la escuela Madhyamaka (Camino Medio), la escuela Yogachara (Consciencia Solamente) y la escuela Tierra Pura - todas las escuelas provienen del mismo Dharma, y todas llevan a la Budeidad. ¿Por qué a veces los budistas pelean por cuál Buda es superior al otro? Todos los Budas emanan del Dharmakaya - del Buda Eterno. Todos los Budas son uno. Esta es la Tesorería del Dharma rescatada por el Gran Maestro Chih-i en China y perfeccionada por el Gran Maestro Saicho en Japón. Al fin, luego de siglos, el Dharma vuelve a ser uno.

Hasta ahora hemos visto cómo el Absoluto, el Infinito, el Buda Amida, entra en el espacio y el tiempo, en lo finito, y encarna, asumiendo cuerpo y forma, como el Buda Shakyamuni. De igual forma, el Buda se convierte en el Despertar en todos nosotros, en todas las formas sensibles. ¿Por qué el Infinito decide revelarse a lo finito? El Sutra del Loto ilustra esto con una parábola, la Parábola de la Casa en Llamas, la cual veremos en la próxima entrada. 

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Estas entradas son parte del futuro libro: "Budismo de Sabiduría y Compasión: El Llamado del Buda para el Mundo - El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura" (Hikari Publishing 2021). Copyright - Todos los Derechos Reservados.