Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 8 de agosto de 2021

El Buda es Vida Eterna: Descubriendo Nuestro Verdadero Ser - La Fe Budista y la Importancia de la Práctica

 

Anteriormente hemos hablado sobre el ser finito y el Verdadero Ser, y sobre sus implicaciones en la práctica budista. Veamos ahora el concepto de la fe. 

Aunque muchos budistas desconozcan, o maliciosamente lo ignoren, el Budismo es una religión de fe, pero esa fe está atada, enraizada y tanto fomenta como se desarrolla y profundiza por medio de la práctica. ¿Qué es la fe? El Diccionario Oxford define la fe como "completa confianza en alguien o algo". En el contexto de la religión, se puede definir la fe como "creencia en un Ser Superior o en las doctrinas o enseñanzas de la religión". La fe en el Budismo (Shraddha) se refiere a un compromiso sereno en la práctica de las enseñanzas del Buda y la confianza en seres iluminados o altamente desarrollados, como los Budas o Bodhisattvas (aquellos que aspiran a convertirse en Buda). Si bien la fe en el Budismo no implica "fe ciega", la práctica budista requiere, no obstante, un grado de confianza, principalmente en el logro espiritual de la Budeidad.

En el Budismo, tenemos fe o confianza en tanto alguien como algo. ¿Quién es ese alguien? Ese alguien eres tu mismo, en tu propia Naturaleza Búdica, así como el linaje de maestros y practicantes que han preservado las enseñanzas y han probado su validez por más de 2,500 años. ¿Quién es ese algo? En el Buda, el cual no solo es tu propia Naturaleza Búdica, sino que es el Buda Shakyamuni, el fundador del Budismo, pero que a su vez fue una manifestación - una encarnación - del Dharmakaya, del Universo, quien vino a este mundo a revelarnos el Dharma, las Leyes del Cosmos, y salvarnos del océano de nacimientos y muertes del Samsara. Así, tanto el "alguien" como el "algo" se fusionan y están fundamentalmente interconectados. En el océano, dónde termina el agua y comienzan las olas? Igualmente, en la fe y práctica budista, ¿dónde comienza tu Naturaleza Búdica y termina el Buda Eterno, el Dharmakaya, el Universo? Todo en el Cosmos es una manifestación del Dharmakaya, del Buda Eterno. Somos uno con el Buda. Dado a que somos uno con el Buda, podemos alcanzar el Despertar y manifestar la Budeidad en nuestra vida.  

En el Sutra del Loto, el Buda Shakyamuni, hablando desde la Budeidad, desde la voz del Buda Eterno, nos dice en el capítulo 16: "Desde el tiempo en que alcancé la Budeidad, los eones que ha pasado son ilimitados cientos de miles de miríadas de kotis de asamkhyeyas en número. Yo siempre predico el Dharma para enseñar y transformar incontables millones de seres vivientes, para que entren al Camino del Buda". Si decimos que el Buda es una manifestación del Universo, una encarnación del Dharma, ¿por qué dice que han pasado eones desde que alcanzó la Budeidad? Los Sutras de la Tierra Pura nos dan la respuesta. En el Sutra del Buda de la Luz y la Vida Infinita, también conocido como el Sutra Largo, uno de los Tres Sutras de la Tierra Pura, el Buda Shakyamuni mismo nos constesta. De acuerdo con el Sutra, una vez, en el principio del tiempo, existió un rey que abandonó su trono y su reino y se convirtió en monje bajo el Buda Lokeshvaraja, y tomó el nombre de Dharmakara. Movido por el sufrimiento de todos los seres sintientes, Dharmakara decidió crear una Tierra Pura, un reino donde existan todas las condiciones para que los seres alcancen el Despertar y se salven del océano cíclico del Samsara. Tras eones de práctica, el Bodhissatva Dharmakara alcanzó la Budeidad y es llamado ahora el Buda Amida, el Buda de la Lyz y la Vida Infinita. Por supuesto, como toda história mítica, debemos de leer entre líneas y no confundir el símbolo por lo simbolizado. 

El Universo, Lokeshvaraja, se informa a sí mismo, el Bodhisattva Dharmakara, su ser finito, sobre cómo alcanzar la Budeidad y salvar a todos los seres sintientes, y alcanza la unidad con su Verdadero Ser y se convierte en un Buda, el Buda Amida, y el Buda Amida se manifiesta como infinitos Budas por todo el Cosmos para llamar a los seres a la Unidad. El Buda Shakyamuni alcanzó el Despertar en el principio del tiempo junto con el Bodhisattva Dharmakara. El Buda Shakyamuni es el Buda Amida. Todos los Budas en el Cosmos son el Buda Amida, son manifestaciones de la Luz y la Vida Infinita que por su Gran Compasión se refracta en muchos colores, cada color proveyendo una medicina diferene para las diferentes capacidades, necesidades y naturalezas de los seres a los que se manifiesta. Dado a que el Buda Shakyamuni alcanzó su Despertar en esta vida y nos legó las instrucciones para cómo alcanzar el nuestro, y dado a que su linaje se ha mantenido por más de 2,500 años en el mundo manifestando seres iluminados que realizan el trabajo del Bodhisattva en el mundo, ponemos sus enseñanzas en práctica con la fe y confianza de que son verdaderas. 

Volviendo a nuestra pregunta inicial: ¿qué es la fe budista? La fe budista es aquello inamovible, sin importar las circunstancias, y lo que nos motiva a vivir plenamente y poner las enseñanzas en práctica en nuestra vida diaria. Entonces, ¿qué es la fe, sino práctica, y qué es la práctica, sino fe en acción? Practicamos para poder alcanzar la Budeidad. Este es el Poder Propio de Dogen. Pero si bien pensamos que hemos sido nosotros los que hemos decidido practicar, realmente hemos respondido el llamado que ha hecho eco por el Cosmos desde el principio del tiempo: el deseo del Buda Eterno de salvar a todos los seres sintientes en el Despertar. Somos sostenidos por una red interminable de causas y condiciones que interconectan todo en el Cosmos. Este es el Otro Poder de Shinran. Por medio de nuestro Propio Poder, pensamos que hemos decidido embarcarnos en la vida espiritual budista. Pero, ¿no ha sido esto posible precisamente por esa red interminable de interconexiones que sostiene, nutre y mantiene nuestra existencia? Cuando reflexionamos profundamente sobre nuestras vidas y vemos nuestro ser finito y falso, esuchamos el llamado del Buda, nuestro Verdadero Ser. Es por eso que uso el término acuñado por el maestro y monje budista Manshi Kiyozasa del "Absoluto Otro Poder". Esta es la unidad y armonía del Poder Propio y del Otro Poder estipulado por la escuela Tendai.

Cada vez que recitamos el mantra esotérico del Buda Amida en nuestros servicios diarios, idealmente dos veces al día en frente de nuestros altares mientras vemos la figura o imágen del Buda Amida, nos recordamos y regresamos a nuestro Verdadero Ser. Cuando vemos la estatua del Buda, pensamos que el Buda se encuentra allá afuera, en algún lado, como en su Tierra Pura, pero cuando vemos la estatua o la imágen del Buda, vemos nuestro Verdadero Ser, nuestra Naturaleza Búdica. Naturalmente, dado al funcionamiento del Cosmos, olvidamos nuestro Verdadero Ser y nos confundimos con nuestro ser finito y falso, el cual nos lleva por nuestra cotidianidad. Pero dos veces al día, podemos regresar a nuestro Verdadero Ser, a nuestro Verdadero Hogar. El poner las manos en Gassho (unidas en oración), nuestro Verdadero Ser se manifiesta, y reconocemos que todo lo que existe "allá afuera" no está sino dentro de nosotros, pues es una manifestación de la misma Energía de Vida que manifiesta todo en el Cosmos.

El mantra esotérico del Buda Amida lee: "Om Amrita Tehe Hara Hum" ("On Amritia Teizei Kara Un", en japonés). Este es uno de las Cinco Formas del Nembutsu en la escuela Tendai. El mismo puede ser traducido como "Oh, concédenos la inmortalidad". La palabra "Om" es una sílaba sánscrita que representa el principio, el medio y el final; la creación, mantenimiento y disolución de todo.  El Buda Amida, como una representación del Alma del Universo, es el Alfa y el Omega; inmanente y trascendente. "Amirita" se puede traducir como "inmortalidad". En la antigua cultura védica, el Amrita era una bebida o un néctar que tomaban los Devas o deidades para ser inmortales y alcanzar un mayor nivel de conocimiento y poder. En el mantra, Amrita es un juego de palabras que denotan a Amida (Amitabha y Amitayus), y tiene el mismo significado de Luz y Vida Infinita, así como inmortalidad y conocimiento. "Tehe" se puede traducir como "otorgar", y "hara" como "calma" y "nuestra verdadera naturaleza". "Hum" significa literalmente "Yo soy Eso"; significa identificarse con el universo o la Realidad Ultima, nuestro Verdadero Ser. 

Así, el mantra esotérico del Buda Amida se puede traducir y explicar como: "Oh, Buda, permíteme ser Uno y realizar mi Verdadero Ser, la Unidad". 

¿Por qué es importante la práctica en el Budismo? Nuestra fe en el Dharma nos permite poner las enseñanzas en práctica. Por medio de la práctica, podemos profundizar nuestra fe, y confirmar el Dharma. La fe, el estudio y la práctica nos permiten disolver las capas ilusorias del ser finito y falso y revelar nuestro Verdadero Ser. Luego, volvemos al mundo e interactuamos con los demás seres y circunstancias informados desde nuestro Verdadero Ser, actuando con más compasión y sabiduría.