Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 31 de enero de 2022

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Perfectas y Completas: Las Enseñanzas del Shoshikan - Capítulo 9: El Tratamiento de las Enfermedades

 El Shoshikan (Hsiao Chih-kuan), que se puede traducir como la "El Pequeño Tratado de la Calma y la Contemplación", fue uno de los primeros tratados de meditación jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. Este tratado fue un pequeño libro escrito por el Gran Maestro Chih-i para resumir los puntos importantes para la práctica de la meditación budista tradicional de Shikan, o Samatha y Vipassana. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Shoshikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

En el capítulo anterior, al cual fue tal vez uno de los más interesantes del Shoshikan, vimos las causas y los efectos de las influencias malignas, provenientes de nuestros miedos, ilusiones, enojo y nuestro propio ego. Ahora, si bien la meditación es el antídoto contra el mal de la Ignorancia Fundamental, así como la base de la reformación y la moderación de todos los deseos y pasiones, la misma ha sido considerada tradicionalmente como una cura para nuestras enfermedades, tanto físicas, como mentales, emocionales y espirituales.

En este capítulo del Shoshikan, el Gran Maestro Chih-i nos dice cómo podemos usar la meditación como cura para los males que nos aquejan diariamente.

"Como las enfermedades surgen de malas condiciones o desajustes de las buenas condiciones, los seguidores del Buda, al observar los Preceptos, seguir el Camino Noble y practicar la meditación, deberían estar en gran parte, si no totalmente, libres de enfermedades. El control sabio de la mente es el mejor preventivo de la enfermedad y es el mejor método de curación. Si nuestro cuerpo, mente y respiración están bien regulados y nuestras circunstancias están en armonía con las enseñanzas del Buda, deberíamos poder deshacernos de la mayoría de las enfermedades y sanar la mayoría de las heridas. Deberíamos hacer todo lo que podamos para mantenernos bien porque la enfermedad es un descrédito para nuestra iluminación además de ser un obstáculo para nuestra práctica de la meditación."

Para Chih-i, las enfermedades surgen primeramente de la mente, pero más que la mente, de la desarmonía y el desbalance de nuestros cuerpos, mentes y espíritus. Para ello, el Buda, como un médico, prescribió la medicina del Dharma, en la cual podemos encontrar la cura para vivir vidas plenas, sanas y completas.

El Budismo siempre ha estado ligado a la sanación en Asia. En la tradición budista, el primer y primordial sanador fue el mismo Buda. En su primer sermón, el Buda Shakyamuni predicó las Cuatro Nobles Verdades: existe el sufrimiento (dukkha), la causa del sufrimiento es el apego y la ignorancia (dukkha samudaya), es posible superar el sufrimiento (dukkha nirodha) y la forma de hacerlo es la práctica del Noble Sendero Óctuple (dukkha nirodha marga). En muchas formas, las Cuatro Nobles Verdades del Buda son un camino hacia la sanación, pues en ellas reside el reconocimiento de la enfermedad, su etiología, su pronóstico y el remedio. Estos cuatro componentes forman la base misma de la práctica de cualquier médico.

El Buda se ha referido a menudo a la medicina como la analogía más adecuada para las Cuatro Nobles Verdades, cuando dice: "Conoce la enfermedad, abandona la causa de la enfermedad, aspira a la cura y confía en el tratamiento médico." De la misma manera se debe: (1) Conocer el sufrimiento, (2) Abandonar la causa, (3) Obtener la cesación, y (4) Seguir el Camino. De hecho, Buda fue considerado un gran médico y psicoterapeuta debido a su compasión y sabiduría para diagnosticar y tratar la causa raíz de todos los malestares mentales y físicos. Tan ligado estuvo el Budismo a las artes de sanación que existe un Buda llamado Bhaisajyaguru (Yakushi Nyorai), el Buda de la Medicina, quien en sus votos juró sanar física, mental y espiritualmente todos los males de los seres sintientes. En los Sutras leemos: "Tomen refugio en las Tres Joyas, vean a Buda como el médico más calificado, vean el Dharma como una medicina impecable y la Sangha como asistentes médicos."

Durante más de 2000 años, el Budismo ha tenido una estrecha participación en el tratamiento de los enfermos y fue fundamental en la institucionalización de la medicina en Oriente, así como el Cristianismo ha tenido un rol fundamental en el desarrollo del a medicina en Occidente. El Canon Budista está repleto de información sobre la salud y la enfermedad, la curación, la medicina, la atención médica y la ética médica. La práctica de la medicina se incluyó como disciplina escolástica en los monasterios, y los monasterios a menudo servían como hospicios y enfermerías.

El Buda de la Medicina se describe en los textos budistas Mahayana y generalmente se representa sentado con la mano derecha levantada en el "Vadra Mudra" (el gesto de la mano y los dedos que simboliza la entrega y la compasión), y la mano izquierda descansando en su regazo, sosteniendo un frasco de medicina. Iconográficmente, se le muestra rodeado de varias plantas curativas e innumerables sabios, representado como el Paraíso del Buda de la Medicina que representa un universo idealizado donde existen remedios para cada dolencia. El Buda de la Medicina se describe como un sanador que cura el sufrimiento y la enfermedad, tanto física como mental. Es por eso que el Sutra del Buda de la Medicina es un Sutra común para recitar en los templos y monasterios budistas orientales. Este es el Buda principal del templo central de la escuela Tendai en Enryakuji, en Kyoto, y este es el Buda principal del templo de mi maestro, Jiunzai Tendaiji, el Betsuin de Nueva York, ya que tanto el Gran Maestro Saicho al fundar la escuela Tendai en Japón, así como mi maestro, el Ven. Monshin, ven al Buda de la Medicina y su mensaje de armonía, unidad y sanación como el ideal necesario para este Mundo Saha en el que vivimos.

Dado a que los monasterios eran centros de erudición, y muchas veces, los monjes eran de los pocos en la sociedad que sabían leer, eran igualmente de los pocos que conocían sobre las diferentes enfermedades y sus tratamientos. Es por esto que Chih-i incluye un capítulo en su Shoshikan sobre esto. Después de todo, si la mayor enfermedad es la dualidad, la Ignorancia Fundamental, la mejor medicina es el Dharma, y su mejor aplicación es la meditación.

"Hay dos divisiones de este tema que deben tenerse en cuenta. Primero, la naturaleza de la enfermedad, su desarrollo y sus síntomas. En segundo lugar, los métodos de tratamiento. Bajo el primer encabezado deberíamos distinguir entre la enfermedad causada por condiciones externas y la enfermedad causada por irregularidades dentro de nuestras propias mentes. En cualquier caso, debemos notar el comienzo de la enfermedad y tratar de evitar que se agrave remediando las condiciones tanto externas como internas lo antes posible. ¿Cuáles son los mejores remedios? El mejor remedio es la práctica de la Calma y la Contemplación. Calmarse significa eliminar las condiciones peligrosas y acabar con los malos hábitos. La Contemplación significa un examen y una reflexión sobre el aspecto vacío de todos los fenómenos."

Aquí el Gran Maestro Chih-i nos da los pasos necesarios, basados en el Dharma, para poder sanar toda enfermedad, ya sea física, mental o espiritual. (1) El primero es descubrir la naturaleza de la enfermedad, sus desarrollos y sus síntomas - ¿es la misma causada por condiciones internas, o sea, de nuestras propias mentes, o externas? (2) El segundo es ver los métodos de tratamiento - ¿cuál es para Chih-i el mejor remedio? La práctica de Samatha y Vipassana. En este contexto, Samatha significa eliminar las causas de la enfermedad, y con ellas, los malos hábitos; y Vipassana significa entender la Vacuidad, es decir, la interconexión de todos los fenómenos. Esto nos invita a ver las enfermedades de formas diferentes a las que estamos acostumbrados, donde la mayoría de las veces culpamos a un elementos exterior, cuando, como hemos visto, la mente tiene el protencial de conjurar ilusiones poderosas que despiertan en nosotros el miedo, la ira, y distorcionan la Verdadera Naturaleza de la Realidad y de nosotors mismos. Si la mente tiene tal poder, ¿qué poder tiene sobre nuestro bienestar y salud física, mental y espiritual? 

"Si dejamos de dejar que la mente se detenga en los síntomas y la mantenemos en una reflexión sobre la irrealidad tanto del cuerpo como de las ideas concernientes a su estado, entonces la mente se tranquilizará rápidamente y los síntomas desaparecerán. La razón de esto es que la mayoría de nuestras enfermedades vienen de irritaciones dentro de la mente y si estas pueden ser controladas por la correcta atención, entonces la mente se volverá amable y tranquila y la enfermedad desaparecerá. Se pueden usar medicamentos compuestos de minerales o hierbas o ambos si tienen alguna correspondencia con la enfermedad. Lo mismo es cierto, también, en la aplicación de formas y medios para practicar la Contemplación: cada práctica debe tener correspondencia con su enfermedad mental."

Ahora, es importante no aferrarnos y fijarnos solamente a los síntomas, sino ver su raíz, y entender que la misma no posee naturaleza independiente, desconectada de todo lo demás, sino que su naturaleza es la Vacuidad. Cuando entendemos que muchos de nuestros males físicos, mentales y espirituales surgen de nuestra mente, si realmente realizamos esto, las mismas pierden su control, y podemos tomar pasos proactivos para aliviarlos. Esto muchas veces Calma los mismos por un tiempo, o a veces, para siempre.

Sin embargo, tampoco podemos entrar en la trampa de la negación de la existencia de ciertas enfermedades, que requiere la ayuda y el tratamiento de un profesional de la salud, ya sea un médico, un psicólogo o un monje espiritual. Como el mismo Chih-i predica a través de todas sus obras, cada enfermedad tiene una medio hábil o una práctica correspondiente para sanarla. Es por eso que en su Makashikan, Chih-i hace tanto énfasis en la importancia de la disponibilidad de medios hábiles o métodos. Dado a que los seres poseen diferentes capacidades, naturalezas y necesidades, debe de haber un número igual de medios hábiles para responder a los mismos. 

¿Qué debemos hacer para promover le proceso de sanación de enfermedades físicas, mentales y espirituales de acuerdo con el Shoshikan? Dado a que no soy médico, sí soy un monje budista con educación en Teología, Psicología y Consejería Espiritual. Por ello, mi acercamiento a este capítulo y mi comentario será más enfocado a la espiritualidad. 

“En el tratamiento de la enfermedad mediante algún proceso de Contemplación, es necesario que lo hagamos de diez maneras, si hemos de esperar buenos resultados. Las diez formas son:

"(1) Fe. Debemos creer que el remedio nos va a ayudar."

Lo primero que tenemos que tener es fe. Si, para sorpresa de muchos, y sobre todo, de muchos budistas, lo primero que prescribe Chih-i es la fe. Debemos tener fe en que el remedio nos ayudará, así como debemos tener fe en que el Dharma nos conducirá al Despertar. 

Debemos tener fe en que existe el Buda Eterno, del cual emeanan todos los Budas, y cuyas cualidades iluminadas son poseídas por todos los Bodhisattvas en todo el Cosmos, y que las mismas, aunque oscurecidas por nuestros deseos, pasiones y mal karma, son cualidades que igualmente poseemos todos nosotros. 

Debemos tener fe en el Dharma, las enseñanzas eternas del Buda, las cuales son el antídoto de todos los males, y el cual nos conduce a descubrir nuestra propia Naturaleza Búdica, y alcanzar nuestro Despertar. Debemos confiar que si bien vivimos en el Mundo Saha, caracterizado por el Sufrimiento, la Impermanencia, la Impureza y el No-Ser, todos poseemos la Budeidad Innata - todos somos uno con el Buda, el Universo - y por ello, todos podemos transformarlos en las Cuatro Cualidades Iluminadas Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser, y a través de nuestro Verdadero Ser, podemos revelar la Verdadera Naturaleza del mundo: la Tierra Pura, y podemos ayudar a otros a hacerlo.

Finalmente, debemos tener fe en la Sangha, la comunidad de monjes y creyentes laicos que ponen el Dharma en práctica, y que son perfumados por el Dharma, y por medio del Dharma - y la comunión con el Buda - pueden manifestar las Cuatro Cualidades Iluminadas en sus vidas, y ser una luz que ilumina una esquina del mundo.  Pero de igual forma, debemos tener fe en que todos los seres, no importa cuán malvados, cuán ignorantes, cuán depravados, o cuán diferentes a nosotros sean, poseen la Naturaleza Búdica, y por ello, son nuestros hermanos y hermanas en el Cosmos.

En fin, debemos tener fe en que el mundo es fundamentalmente bueno, que todo pasa por algo, y que si bien no podemos entender con nuestras mentes finitas el propósito y el plan del Cosmos, no podemos dejar de tratar de continuar de hacer lo que es bueno y correcto e instar a otros a hacerlo. Así como el Buda derrotó a Mara bajo el Arbol Bodhi, igualmente, todos nosotros podemos suprar nuestras circunstancias. 

"(2) Solicitud. Debemos hacer uso del remedio de la manera correcta y en el momento adecuado."

El remedio correcto, usado de la manera incorrecta, es como no haber usado ningún remedio, o peor, pues podemos descartarlo por ignorancia, siendo el mismo la panacea de todos nuestros males, sin saber que éramos nosotros quienes no sabíamos usarlo. De igual manera, Chih-i nos dice que usar le medio hábil correcto de la forma incorrecta puede alejarnos de los verdaderos resultados. 

Esto lo vemos constantemente en círculos budistas, donde se prescribe el mismo método para todo mal, y a todas las personas. Este es un mal de las escuelas Kamakura, como el Zen, el Jodo y las escuelas Nichiren. No es que sus métodos no funcionen; después de todo, nosotros compartimos los mismos. Sino que el problema radica en que muchas veces sus exponentes no están familiarizados con cómo aplicarlos de formas variadas - pero fieles al método - para ajustarlo a las necesidades, capacidades y naturalezas de las personas. Es como si asumieran que todos tienen la misma experiencia con el método, como, por ejemplo, la meditación. No todos tienen la misma experiencia meditando. Esto es porque no todos poseemos la misma cosmovisión, las mismas experiencias de vida, los mismos patrones mentales, etc. Esto requiere que aunque el método sea el mismo - en el caso de este libro, la meditación - su aplicación y expresión debe ser distinta. 

En el caso de la meditación, hemos visto cómo la misma - el mismo método - puee ser aplicado de cientos de formas distintas, cada una adaptada al momento, a persona y el lugar. Es por eso que más allá de los Seis Paramitas, existen otros cuatro Paramitas avanzados, reservados para los monjes buditas. Uno de ellos es el Upaya Paramita, o la Perfección de los Medios Hábiles. El mismo requiere que el monje, como un buen médico, pueda hacer una apreciación correcta de la persona y adaptar el medio hábil a esa persona en particular. Pero esto es algo que vemos cada vez menos y menos.

"(3) Diligencia. Significa aplicar el remedio de todo corazón sin relajación hasta que se cure la enfermedad."

Otro mal que vemos mucho en la práctica de la meditación, es que si la persona no persevera inmediatamente, abandona la práctica de la meditación, o peor, abandona el camino budista. Esto es algo bien triste, aunque debemos respetar que todos nos encontramos en nuestro propio nivel y camino espiritual, y aunque todos alcanzaremos el Despertar, todos lo haremos a nuestro propio ritmo y momento. 

El Gran Maestro Chih-i nos recuerda que si bien no tendremos necesariamente resultados al momento, recordemos el primer punto de esta lista, la fe, y tengamos confianza en el Dharma, y que nos entreguemos completamente al método. Si bien no los vemos inmediatamente, existe una cantidad infinita de bendiciones, virtudes y méritos que acumulamos por medio de nuestra práctica de la meditación.

"(4) Condiciones permanentes. Esto significa que debemos mantener la mente concentrada en el Dharma."

Lo importante en todo momento es mantenernos enfocados en el Buda, el Dharma y la Sangha. Es por eso que estos son nuestro Refugio. Cuando no tenemos a dónde ir; cuando no sabemos qué hacer; cuando todo lo demás falla; y sobre todo, cuando tenemos dudas de nosotros mismos, debemos recurrir al verdadero refugio, los Tres Tesoros, al Buda, el Dharma y la Sangha. 

Cuando vamos por refugio a los Tres Tesoros, vamos a nuestro padre espiritual, el Buda Eterno, quien nos ayuda y arroja luz sobre nuestra Budeidad Innata, la Vida Infinita, nuestra Naturaleza Búdica, y nos permite comprender el Dharma. Con su Luz Infinita de Sabiduría, el Buda arroja luz sobre nuestro ego, nuestro ser finito y falso, y nos permite ver aquellos que ignorábamos o que voluntariamente omitíamos, nuestros deseos, pasiones y hábitos negativos, y esto nos permite reconocerlos y tomar pasos proactivos para corregirlos. De igual forma, la Sangha está ahí para ayudarnos, y junto a ella, huestes de Budas, Bodhisattvas y seres iluminados nos acompañan todos los días en nuestro cmaino a la Budeidad. 

"(5) Discernimiento de las causas."

Ahrora que nos hemos conectado a nuestra línea de vida, a nuestra Naturaleza Búdica, podemos identificar con mayor claridad y sabiduría las causas de nuestros problemas físicos, mentales y espirituales, y podemos tomar pasos proactivos para solucionarlos. Como hemos visto, al final de día, lo único que estaba oscureciendo nuestra visión éramos nosotros mismos. 

"(6) Medios Hábiles. Esto significa que debemos mantener nuestra respiración correcta, la práctica correcta y el uso correcto de nuestros pensamientos en buen ajuste y equilibrio."

Una vez hemos identificado las causas, como por ejemplo, la causa de que no podamos meditar ocrrectamente o alcanzar el Samadhi, podemos corregirla. La mejor manera de corregir muchos de los problemas o enfermedades que encontramos durante la meditación es mediante el corregimiento del cuerpoy  la respiración. Aunque no lo creamos, como mencionamos recientemente, nuestro cuerpo, mente y espíritu, en vez de estar separados, son unas sola unidad. Si armonizamos y balanceamos y calmamos nuestro cuerpo, podemos balancear y calmar nuestra respiración, la cual, a su vez, armoniza nuestras energías y calman nuestra mente. Si aun así, nuestra mente está llena de estática o ruido, podemos recurrir a otros medios hábiles, como el Nembutsu o el conteo de la respiración. Poco a poco, con paciencia y perseverancia (dos Paramitas), podemos alcanzar el Samadhi.

Los Paramitas, los cuales hemos mencionado tanto Chih-i como yo durante todo el libro, son otro medio hábil perfecto para la práctica de la meditación. ¿Cómo es esto? Tenemos que dejar de ver los Paramitas como algo diferente y divorciado de la práctica del Budismo en su totalidad, y verlos como medios hábiles complementarios en todo proceso y momento de nuestra práctica.

Para poder meditar correctamente, debemos practicar la Caridad. ¿Cómo lo hacemos? Dejándonos ir, y ofrendando nuestro propio ser al Buda. Cuando nos dejarmos ir - cuando dejamos de controlar el proceso - podemos meditar correctamente. De igual forma, mientras meditamos, ponemos en práctica todos los Preceptos, pues no estamos rompiendo ninguno en ese momento. Aquí es entonces que entra la Paciencia, al no desenfocafrnos ni perder la fe en nosotros, el Buda y la práctica, y el Esfuerzo, pues no nos dejamos vencer por nuestro ego al  no ver resultados necesariamente inmediatos. Cuando ponemos estos cuatro Paramitas en práctica en nuestra meditación, es que podemos practicar correctamente el Dhyana Paramita, y podemos alcanzar Prajna, o la Sabiduría Trascendental.

"(7) Práctica prolongada. Esto significa que si nos beneficiamos con los medios de la práctica, debemos continuarla fielmente sin tener en cuenta el paso del tiempo."

Aunque veamos resultados rápidos, es importante no dejar de practicar. Muchas personas tienen un vislumbre del Despertar, y se sienten tranformados y cambiados, Por cierto que sea esto, esto no significa que podamos dejar a un lado la práctica. La práctica es lo que nos permite vivir una vida más a fin y conectada con nuestra Verdadera Naturaleza, pues el mundo, con sus problemas y condiciones, y nuestro patrones habituales, siempre puede volver a oscurecerla. Es por eso que la prácitica, más que un medio para un fin, es un sacramento a través y por el cual podemos siempre comulgar con el Buda, conectarnos con nuestra Verdadera Naturaleza. Así como cargamos nuestros teléfonos celulares todos los días, es importante reconectarnos con nuestra Naturaleza Búdica constantemente.

"(8) Elección de los Medios. Esto significa que debemos usar la observación para notar si un remedio es útil o dañino y regirnos en cuanto a su uso continuo en consecuencia."

No obstante, por más que hemos deidicado miles de palabras a este tema, podemos fácilmente intercambiar la palabra "meditación", la cual hemos usado todo este tiempo, por "Nembutsu", pues ambas son prácticas hermanas. Por más beneficio que le encontremos, la meditación no es para todo el mundo. Si bien está al alcance de todos, y todos pueden practicarla, no todos poseen la naturaleza y necesidad de hacerlo. Para otros, el Budismo provee otro remedio universal: el Nembutsu.

El Nembutsu es la práctica budista tradicional de la recitación del Nombre del Buda. La palabra "Nembutsu" literalmente significa "meditación sobre el Buda", y en nuestro templo, asume la forma de "Namu Amida Butsu", que significa (entre muchas cosas) "Tomo Refugio en el Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita". La recitación del Nembutsu ilumina nuestro ser, arrojando luz sobre nuestras limitaciones, y nos muestra el trabajo incansable de la Compasión y la Sabiduría infinita del Buda en nuestras vidas. 

El Nembutsu es tanto una meditación como una contemplación, y puede contener elementos de visualziación sobre el Buda Amida y su Tierra Pura. El Nembutsu es un medio hábil que nos permite unirnos al Buda, y es recitado como un acto de gratitud, por su salvación, así como una aspiración al renacimiento en la Tierra Pura de la Bienaventuranza - el Paraíso del Nirvana. Por todo esto, el Nembutsu, como expresión máxima del Budismo Tierra Pura - un Budismo de Compasión y de Fe, diferente del Budismo de la Sabiduría, el cual enfatiza el estudio y la práctica del análisis de la Verdadera Naturaleza de la Realidad - es un medio hábil y un complemento perfecto para la práctica de la meditación Shikan.

¿Qué significa Namu Amida Butsu? En primer lugar, es la versión japonesa del mantra original en sánscrito “Namo Amitabha Buddhaya”, que significa "me refugio (confio) en el Buda de la Vida y Luz Inmensurable”. El Nembutsu es el término japonés para recitar el nombre del Buda Amida. El Nembutsu es la oración viva; el rezo esencial de Amida que nos permite vivir una vida verdaderamente feliz y significativa mediante la transformación de nuestra confusión y el sufrimiento en nuestro verdadero potencial como seres humanos auténticos, y nos permite renacer espiritualmente en la Tierra Pura - el Nirvana. Es necesario aclarar que la Nembutsu no es una práctica para alcanzar la liberación espiritual, sino que es la viva expresión de la Mente Iluminada, y transmitimos nuestra profunda gratitud por el regalo de Amida, el Alma del Universo - el Buda Eterno - de la liberación de nosotros y todos los seres. El Nembutsu no es un llamado al Buda Amida, sino que es Amida llamándonos. 

Namu - El componente "Namu" representa a todos nosotros, seres comunes que transcurren por el océano del nacimiento y la muerte. Namu, también, transmite nuestra devoción al Buda Dharma y se centra en la compasión del Buda. Por la fe, el estudio y la práctica del Nembutsu, nuestras vidas van a mejorar naturalmente por el impulso innato del Buda (Voto Primal) de salvar a todos los seres sintientes; por ello, evolucionamos gradualmente a nuestro potencial y estamos capacitados espiritualmente para hacer de nuestro mundo un lugar mejor para vivir. Es nuestro deseo de descubrir nuestra Naturaleza Búdica y alcanzar el Despertar.

Amida - "Amida" es el Buda Amida, pero también representa ese gran océano de luz, vida y compasión que es generado por el amor del universo para con sus seres. Esta dimensión última también conocida en términos budistas como el Dharmakaya, y es personificada como Amida, es la expresión viva de la vida inmensurable y de la luz, y es la vida de todos los seres de nuestro vasto universo. Además, la dimensión final es sin descripción, no tiene ubicación definitiva y no tiene principio ni fin, pero puede ser experimentado en el eterno ahora a través de la sonoridad del Nembutsu. Siendo uno con todas las cosas, Amida corresponde a la compasión absoluta, porque ella misma se identifica con las alegrías y las penas de todos los seres. Amida es también nuestra Naturaleza Búdica Innata, la cual despertamos por medio de la repetición del Nembutsu.

Butsu - "Butsu" es una palabra japonesa que significa Buda, un título honorífico que simboliza la mente viva y la esencia del Despertar. Butsu es el vehículo para expresar nuestras vidas porque une las realidades separadas de Namu y Amida. Como creador del Voto Primal y nuestra recitación del Nembutsu, el Buda es el impulso dinámico kármico que nos hace conscientes de nuestras limitaciones (Namu) dentro del abrazo de compasión ilimitada (Amida). Butsu corresponde al amor incondicional y la aceptación total, porque el Buda quiere que todos los seres estén libres del sufrimiento, y trabaja incesantemente para liberarlos sin distinción de raza, género, clase, inteligencia, religión o condición moral. Es el logro final de nuestra Budeidad.

Ahora, si bien el Nembutsu tiene sus propios beneficios espirituales en nuestro Despertar espiritual, el mismo, como vimos en este libro, y en especial, en la sección de la Meditacióm Parada del Makashikan, es un complemento perfecto y la contraparte, la otra cara de la moneda, de la meditación Shikan. Esto es lo que lo ha hecho la práctica predilecta de aquellas personas, que por alguna razún u otra, no prefieren meditar. 

"(9) Mantenimiento y Protección. Esto significa que debemos proteger el cuerpo mediante el mejor uso de nuestra mente."

Contrario a la creencia popular espiritual, no debemos de abandonar nuestro cuerpo para poder ser espirituales, sino que debemos de verlo como una manifestación más necesaria del Cosmos y del ímpetu evolutivo de la vida en el Universo; como nuestro vehículo al Despertar. Por ello, debemos de cuidarlo apropiadamente. Igualmente, después de todo, nunca está nada mal darlos algunos lujos y gustos, siempre y cuando lo hagamos con total moderación, siguiendo el Camino Medio.

"(10) Impedimentos. Esto significa que si nos beneficia nuestra práctica de la meditación, no nos jactaremos de ello ante los demás, y si no logramos deshacernos de los obstáculos, no debemos dar lugar a dudas y calumnias. Si tratamos nuestra enfermedad de esta manera, sin duda tendremos buenos resultados."

Finalmente, no importa cuán avanzados estemos, cuántas experiencias del Despertar - el cual no es estático y único, sino que es dinámico y gradual - no podemos jactarnos de nuestro progreso. El Despertar, a diferencia de lo que muchos maestros nos han dicho, no es una experiencia única, sino que es un proceso gradual compuesto por el conglomerado de muchas experiencias iluminadas. Igualmente, el mismo no es algo estático; no es algo que alcanzamos y retenemos, sino que es algo que podemos vislumbrar, que podemos experimentar, y a su vez, con el tiempo, del cual nos podemos distanciar. Después de todo, todos estamos Iluminados Originalmente; todos somos Budas. 

El Budismo Tendai parte de la doctrina sin igual de la Iluminación Original (Hongaku Shiso). El término "Iluminación Original" tiene su origen en “El Despertar de la Fe en el Mahayana” del Gran Maestro Asvaghosa, donde se refiere a la Verdadera Talidad (Tathata) considerada bajo el aspecto de la conciencia ilusoria convencional y, por lo tanto, denota el potencial de Iluminación en los seres no iluminados. Para Asvaghosa, una mente originalmente pura, que entra en contacto con las contaminaciones, da lugar al mundo fenoménico. Esto significa que todos procedemos de la Unidad Fundamental, de la Budeidad, de la Novena Consiencia Universal Amala, pero que dado al karma - y al funcionamiento natural del Cosmos - nacemos en el mundo de la dualidad. Esto no significa que perdamos nuestra Budeidad Innata, nuestra conexión con la Unidad, sino que la misma es velada, oscurecida, por la Ignorancia Fudamental. El propósito principal de la meditación budista, como de toda práctica budista realizada correctamente, es ayudarnos a descubrir nuestra Verdadera Naturaleza, la Unidad, y poder actuar desde la Unidad, en el mundo de la dualidad. Todo indicio de orgullo por nuestros logros espirituales o nuestro avance en la meditación solo delata nuestra falta del mismo.

En el próximo capítulo, el último del Shoshikan, veremos qué nos dice el Gran Maestro Chih-i sobre el Logro Supremo, el Despertar.