Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


jueves, 27 de enero de 2022

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Perfectas y Completas: Las Enseñanzas del Shoshikan - Capítulo 6: Prácticas Correctas II

 El Shoshikan (Hsiao Chih-kuan), que se puede traducir como la "El Pequeño Tratado de la Calma y la Contemplación", fue uno de los primeros tratados de meditación jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. Este tratado fue un pequeño libro escrito por el Gran Maestro Chih-i para resumir los puntos importantes para la práctica de la meditación budista tradicional de Shikan, o Samatha y Vipassana. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Shoshikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

Ahora, ya que vimos lo relacionado a la sesión de meditación, veamos qué nos dice el Gran Maestro Chih-i sobre las circunstancias y condiciones.

"(II) Llegamos ahora a una consideración de la segunda división de la práctica correcta de la meditación. La primera división tenía que ver con sentarse correctamente y las condiciones correctas de control mental. Esta división tiene que ver con el empleo de Calmarnos y Contemplar las circunstancias que se van a encontrar y las condiciones que se van a experimentar. Es de primera importancia que nos sentemos en la posición adecuada, pero como el cuerpo está bajo cautiverio, su condición no es siempre la misma y las circunstancias varían. Deberíamos aprender a practicar la Calma y la Contemplación en cualquier circunstancia en la que nos encontremos y en cualquier condición en la que nos encontremos. De lo contrario, la práctica sería intermitente, la mente practicante sería detenida por reveses, los lazos del deseo y el aferramiento se renovarían y la contaminación de los hábitos se intensificaría. Bajo estas circunstancias, ¿cómo podemos esperar avanzar en nuestra comprensión del Dharma o en nuestros poderes de cognición? Pero si mantenemos nuestras mentes constantemente bajo control y empleamos constantemente los mejores medios para practicar, entonces avanzaremos constantemente en nuestro poder de comprensión y realización."

En estas líneas, el Shoshikan nos recuerda que debemos de practicar el Virya Paramita, o la Perfección de la Perseverancia, en nuestra práctica de la meditación (que igualmente recordaremos ,es un Paramita - el Dhyana Paramita), y que debemos de aprender a meditar en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo. Es por eso que es tan importante el continuar la práctica, por más difícil que parezca al principio. Con el tiempo, nos familiarisaremos con nuestra Verdadera Naturaleza, y podremos meditar efectivamente. Si por el contrario, nos desalentamos y abandonamos la práctica, aunque sea temporeramente, nos alejaremos de nuestra Verdadera Naturaleza y volveremos a nuestros patrones habituales y a nuestra visión dualista, llena de deseos y pasiones, y colorearemos erróneamente nuestro mundo. 

Si bien hemos visto cómo practicar la meditación de forma sentada, parada y caminando, y de forma mixta entre sentada y caminando, ¿cómo podemos aplicar la meditación a otras áreas de nuestras vidas? Esto es precisamente lo que el Shoshikan explica en las próximas líneas:

"Ahora, preguntémonos, ¿qué significa Calmarse y Contemplar en relación con las condiciones y la experiencia? Bajo el título de condiciones y experiencia hay seis condiciones y seis aspectos de la experiencia, lo que hace que se consideren doce puntos. Estos son: (A) en cuanto a la condición de actuar, (B) mientras está de pie, (C) mientras está sentado, (D) mientras está acostado, (E) mientras hace cosas, y (F) mientras habla. En estas condiciones hay seis aspectos del comportamiento, a saber, (G) con respecto a los ojos hacia la vista, (H) de los oídos hacia los sonidos, (I) de la nariz hacia los olores, (J) de la lengua hacia los gustos, (K) el cuerpo hacia lo tangible, (L) y la mente hacia las ideas. Ahora explicaremos la relación de Calmar y Contemplar estas seis condiciones y seis aspectos."

Algo que siempre ha caracterizado al Gran Maestro Chih-i, por encima de todos los Grandes Maestros Tendai y de la tradición budista, es su capacidad de continuar separando las hebras del cabello. Aquí, Chih-i detalla que existen seis condiciones y seis aspectos en la experiencia de la meditación que tocaremos para poder avanzar en nuestra práctica. En la próxima sección que veremos a continuación, el Gran Maestro hace una impresionante síntesis de su gran obra, el Makashikan, lo que hace de este manual un texto invaluable para la práctica de la meditación.

"(A) Accciones - Cuando nos dedicamos a cualquier actividad, debemos hacernos esta pregunta: ¿por qué razón me dedico a esta actividad? Si somos conscientes de que estamos actuando por motivos indignos —por desánimo, vejación o algún otro instinto maligno— debemos cesar la acción. Pero si somos conscientes de que estamos actuando desde algún buen momento, como la Caridad o algún servicio espiritual, entonces debemos continuar con la actividad. Si continuamos con la actividad, debemos concentrar la mente en la actividad pura sin un propósito ulterior en mente. Si cesamos la actividad, o la mente está perturbada por deseos, o pensamientos enojados o egoístas, entonces debemos dejar de practicar. Qué quieres decir con esto; significa que la mente debe tranquilizarse deshaciéndose de los pensamientos que impulsan la acción. La acción en sí misma es imprudente ya que conduce a una mayor multiplicidad ya una mayor confusión, insatisfacción y sufrimiento. Si la acción está garantizada por algún buen propósito y cuando la mente está convencida de esto, se aquietará y si no hay un buen propósito en mente, la actividad cesará. La mente que actúa y todo lo que resulta de su actividad no tiene una realidad a la que pueda aferrarse. Cuando esto se entienda completamente, cesará la actividad perturbadora de la mente, y con ella la actividad del cuerpo. Esto es lo que se entiende por practicar la Calma en las condiciones de acción.

"¿Qué significa practicar la Contemplación o la intuición en estas mismas condiciones? Esto significa que debemos recordar que la mente está llena de impulsos a la actividad, que no tienen sustancia en sí mismos y que conducen a molestias y perturbaciones buenas y malas. Deberíamos reflexionar sobre esto y darnos cuenta de que ni la mente que actúa ni la acción siguiente tienen una existencia verdadera, sino que son iguales, vacías y vanas. Esto es lo que se entiende por la práctica de la Contemplación bajo la condición de actuar."

El criterio rector de todas las condiciones es la atención plena. Por atención plena no me refiero a la práctica comercial y secular que impera en los círculos budistas comerciales contemporáneos, sino a que realicemos toda actividad de la mente, la palabra y la acción con consciencia y propósito: despiertos, no dormidos, ni dejándonos llevar por los movimientos y las circunstancias de la vida. 

Otro elemento importante de cada condición es que Chih-i nos muestra que la Calma (Samatha) y la Contemplación (Vipassana) son más que dos modalidades de meditación, sino que también son dos formas de abordar toda práctica budista y de la vida diaria. En este caso, Samatha o Calma es estar conscientes de todo lo que pensamos, decimos o hacemos en todo momento, y Vipassana o Contemplar es evitar el mal y hacer el bien, reflexionando sobre las consecuancias (karma) de todo pensamiento, palabra y acción. 

"(B) De pie - Si estamos de pie porque estamos molestos o perturbados o estamos buscando algo egoísta, debemos dejar de estar de pie. Pero si estamos de pie por algún buen propósito, debemos permanecer de pie pero con la mente tranquila. ¿Qué se entiende por estar de pie? Cuando una persona está de pie, no está ni activo ni en reposo; simplemente está "en espera", es decir, en una posición para comenzar la actividad o sentarse y relajarse. ¿Qué significa practicar la Calma y la Contemplación en estas condiciones de “esperar”? Si en esta condición recordamos que al permanecer en ella experimentaremos toda clase de aflicción y perturbación, bien y mal, y también recordamos que nuestra presencia en la mente y todo lo que surge de ella por su manifestación en actividad no tiene sustancia que pueda ser captado, entonces los pensamientos engañosos se Calman y la actividad cesa.

"Ahora bien, ¿qué significa practicar la Contemplación bajo la condición de estar alerta? Quiere decir que la mente, al estar ubicada en el cerebro, es la causa de todas las vejaciones y perturbaciones tanto buenas como malas, lo que debe llevarnos a reflexionar que no sólo las vejaciones y actividades perturbadoras están vacías de toda sustancia, sino que también , es la “personalidad” que parece iniciar los pensamientos de espera y los pensamientos de actividad y que por igual son vacío y vanidad. Esto explica la práctica de Contemplar."

Aquí ahora vemos cómo podemos aplicar la Calma y la Contemplación al estar de pie. En estas líneas, el Gran Maestro Chih-i nuevamente hace énfasis en la consciencia plena al momento de estar de pie, y en todo momento. ¿Por qué estás de pie? Esto nos invita a regresar al momento presente y a actuar sabia y compasivamente. 

"(C) Sentado - Ya hemos discutido el problema de la aplicación de la Calma y la Contemplación a la condición de sentarse en la práctica de la meditación; ahora sólo nos referiremos a él brevemente. Primero debemos hacernos la pregunta: ¿por qué estoy sentado aquí? Si estamos sentados por aflicción y una mente perturbada, no debemos hacerlo. Pero si es por algún propósito bueno y desinteresado, entonces debemos tomar asiento con una mente concentrada pero tranquila. ¿Qué significa practicar la Calma bajo la condición de estar sentado? Cuando estemos sentados, debemos comprender que al sentarnos habrá toda clase de perturbaciones y aflicciones, buenas y malas, y al comprender de esa manera probaremos el surgimiento de pensamientos engañosos. Esta es la práctica de la Calma. Por la práctica de la Contemplación en el momento de sentarse, queremos decir que en el momento de encontrarnos con las molestias y las experiencias perturbadoras mientras estamos sentados en la práctica, debemos recordar que estamos sentados con las piernas cruzadas con el cuerpo en la actitud correcta. que nos encontramos con estas aflicciones y perturbaciones, pero que no tienen sustancia y pasarán. Y así como reflexionamos que la mente sentada no tiene sustancia propia, así la “personalidad” sentada no tiene existencia y no es más que vanidad y vacuidad. Esta es la práctica de la Contemplación aplicada a la condición de estar sentado."

Esto es algo que es bien aplicable, no solo a la práctica de la meditación sentada, sino a todo momento en el cual nos encontramos sentados, especialmente, cuando estamos esperando en una Sala de Espera en un hospital o por algún servicio. En esos momentos, nos preguntamos, ¿por qué se estan tardando tanto? A medida que pasa cada segundo, nos incomodamos y nos enojamos más y más, y poco a poco, comenzamos a perder la paciencia, y surgen en nuestra mente pensamientos negativos hacia el lugar y las personas qye trabajan allí. O puede ser que nos hayan salido de forma negativa, y estamos sentados reviviendo esos momentos una y otra vez. Mientras revivimos el pasado, o nos volvemos muy conscienctes del tiempo que ha pasado, nos perdemos el momento presente, y continuamos perpetuando nuestra angustia y sufrimiento, en vez de simplemente tomar esa oportunidad para practicar la mesitación, o recitar en nuestra mente el Nembutsu, y dar gracias por todas las cosas que no vemos y damos por sentado, como el mero y simple hecho de estar vivos.

Vivimos nuestras vidas dormidos y no vemos el Dharma que es predicado y se despliega a todo nuestro alrededor. Perdemos de vista las oportunidades de aplicar el Dharma en nuestras vidas y ser Bodhisattvas - emisarios del Buda -  iluminando una esquina de nuestro mundo, como dijo el Gran Maestro Saicho, y de realizar el trabajo dhármico en el mundo.

"(D) Acostado - Debemos tener en cuenta la pregunta de por qué estamos acostados. Si es porque somos perezosos y queremos solo dormir, no debemos hacerlo, pero si es la hora habitual de dormir, o porque realmente necesitamos descansar, entonces debemos hacerlo con la mente tranquila. Cuando nos acostamos debemos tomar la posición que toma el león: sobre su lado derecho con los pies cruzados. ¿Qué significa Calmarse en este momento? Cuando estamos a punto de descansar o dormir, debemos recordar que seguirán varias perturbaciones y aflicciones de la mente, pero que todas ellas son insustanciales e irreales y con ese recuerdo la mente se tranquilizará. Por esto se entiende la práctica de la Calma en el momento de acostarse.

"¿Qué se entiende por Contemplar en el momento de recostarse? Debemos recordar que es por nuestro duro trabajo y el consiguiente cansancio que nos hemos fatigado y nuestros sentidos se han embotado. De esto seguirán muchas perturbaciones y aflicciones, pero todas ellas, buenas y malas por igual, están vacías de toda sustancia propia y son vacías y vanas. Debemos recordar también que la “personalidad” reclinada y todo lo que surge de la condición de reclinado no son más que vacío y vanidad. Esta es la práctica de la Contemplación en condiciones de estar acostado."

El dormir y descansar es una acitvidad normal y necesaria en nuestra vida diaria. Ahora, siguiendo el Camino Medio, es importante no caer en la pereza y descuidar nuestras responsabilidades mundanas y espirituales. Aun cuando dormimos, podemos experimentar malos pensamientos, en la forma de sueños o pesadillas. Como todo, debemos recordar que son pasajeras e irreales. En el peor de los casos, es recomendado ir a un psicólogo para ver si los mismos son traumas y situaciones que nuestras mentes no han podido procesar y que requieren de la intervención y ayuda de un profesional. En circunstancias normales, estos pensamientos igualmente desaparecerán por medio de la práctica de la meditación y del desapego que la misma permite entre nuestros pensamientos y sensaciones y nuestras reacciones.

"(E) Hacer cosas - Cuando se nos impulsa a hacer cosas, debemos preguntarnos, ¿por qué debemos hacerlas? Si es un acto instintivo, o un acto malvado y egoísta, no debemos hacerlo. Si es un buen acto para el bienestar de los demás, entonces debemos hacerlo. Durante el acto surgirán diversas vejaciones y pensamientos perturbadores tanto buenos como malos. Para deshacernos de estos pensamientos debemos practicar la Calma por medio de darnos cuenta de la vacuidad y la vanidad de todos los pensamientos, en virtud de la cual práctica desaparecerán los pensamientos engañosos. Esta es la práctica de la Calma en el momento de hacer las cosas.

"La práctica de la Contemplación en el momento de hacer las cosas significa que debemos ser conscientes de que estamos haciendo cosas con nuestras manos y cuerpo totalmente bajo el control de la mente y que, como resultado, estamos experimentando todo tipo de pensamientos molestos. Debemos reflexionar sobre esto y debido a que estos pensamientos y actos no tienen sustancia propia, debemos perder la confianza en ellos. También deberíamos recordar que la “personalidad” que hace y todo lo que surge de sus acciones no es más que vacío y vanidad. Esto es lo que significa la práctica de la Contemplación bajo la condición de hacer cosas."

Todo el tiempo nos encontramos haciendo algo. Incluso cuando no estamos haciendo "nada", nos encontramos en el acto omitivo de una acción, o simplemente observando, o descanzando, pero siempre estamos haciendo algo. Somos seres de acción. Vivos, estamos en constante movimiento; solo lo muerto deja de moverse. Lo que el Shoshikan quiere traer a nuestra consideración es que no importa lo que estemis haciendo, podemos aplicar el Dharma en todo momento. 

Una de las enseñanzas budistas más importantes y recogida por todas las escuelas, es llamada en la tradición Tendai la "Enseñanzas de Todos los Budas en los Tres Tiempos". Esta es: "Evita el mal, haz el bien, purifica tu mente. Esta es la enseñanza de todos los Budas". La misma es recitada diariamente en los templos Tendai en Japón. ¿Por qué es esta la enseñanza budista más importante? Esto es porque la misma, aunque se escribe en tan solo unas líneas, encierra dentro de sí misma todo el Buddhadharma. 

"(F) Hablar - Mientras hablamos, debemos tener en cuenta la razón por la que hablamos. Si se trata de una mera discusión, de una discusión vejatoria o de palabras salvajes impulsadas por estados de ánimo instintivos, entonces debemos guardar silencio, pero si es por algún propósito bueno y desinteresado, entonces podemos hablar. ¿Qué significa practicar la Calma en el momento de hablar? Si recordamos que muchas perturbaciones molestas surgen del hablar, ya sea por un motivo bueno o malo, y comprendemos que la mente que habla y todas las molestias que surgen de sus actividades no tienen sustancia que pueda ser captada, entonces nuestros pensamientos engañosos llegarán a un estado natural. fin. Esto es lo que se llama la práctica de la Calma en el momento de hablar.

"¿Qué se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de hablar? En la práctica de la Contemplación al momento de hablar, debemos tener en cuenta que estamos expresando nuestros pensamientos de manera consciente y voluntaria al forzar la respiración a través de la garganta, la lengua, el paladar, los dientes y los labios, y que tenemos diferentes sonidos de voces y uso diferente de las palabras, y que al hablar estamos dando lugar a sentimientos irritantes y perturbadores, tanto buenos como malos. Deberíamos reflexionar que la mente que habla no tiene apariencia visible, y que la personalidad que habla y todas las perturbaciones que surgen del hablar, no son más que vacío y vanidad. Esto es lo que significa la práctica de la Contemplación en el momento de hablar."

El habla es lo que distingue a los humanos del resto de los animales, y junto con el pensamiento y la auto-consciencia, es lo que nos hace superiores a los mismos. Si no podemos hablar correctamente y no somos conscientes de nosotros y de los demás, no somos diferentes de un animal. Pero con esta habilidad, vienen grandes responsabilidades. Al igual que el filo de las navajas, las palabras, una vez dichas, no pueden retirarse. Una palabra puede inspirar esperanza y dar consuelo, o puede destruir a una persona completamente. Este es el poder de las palabras. Es por ello que Chih-i nos dice que debemos de ser conscientes de las mismas en todo momento.

Antes de decir algo, piensa: ¿aporta esto de forma positiva al que lo escucha? La palabra es una de las tres fuentes de acción kármica, siendo las otras dos los pensamientos y las acciones. Es por medio de estas tres fuentes de acción kármica que creamos nuestro karma y moldeamos nuestro futuro, pero no solo el nuestro, sino el de todos los que nos rodean, y de hecho, el de todos los seres sintientes. 

"Estas seis ocasiones diferentes para emplear la práctica de la Calma (Samatha) y la Contemplación (Vipassana) pueden surgir en cualquier momento y debemos usar la práctica siempre que sea necesario y de la manera que se muestra en las cinco formas anteriores."

Si bien Chih-i recoge seis ocasiones para la práctica de la Calma y la Contemplación en la vida diaria, las mismas se pueden subdividir para abarcar el amplio espectro de acciones y ocasiones en las cuales nos encontramos en diversos momentos en nuestras vidas. Por ello, más que seis ocasiones exhaustivas, las mismas son ejemplos a seguir para poderlas aplicar a ocasiones no mencionadas en el Shoshikan.

Ahora que hemos visto las seis ocasiones en las cuales podemos aplicar Samatha y Vipassana en nuestras vidas, veamos ahora cómo aplicamos la Calma y la Contemplación a los seis sentidos:

"(G) Debemos practicar la Calma cada vez que nuestros ojos vean cosas. Esto significa que siempre que nuestros ojos vean cualquier objeto, debemos recordar que el objeto aparente no tiene más realidad que la luz de la luna en el estanque. Así que si es una vista agradable no debemos dejar que surja el deseo por ella en la mente, y si es una vista repulsiva no debemos dejar que surja un sentimiento de aversión, y si es una vista indiferente no debemos dejar que la ignorancia de su significado perturba la mente. Esto es lo que significa la práctica de la Calma en el momento de captar la vista con los ojos.

"Ahora bien, ¿qué significa practicar la Contemplación en el acto de ver? Debemos tener presente que todo lo que vemos con nuestros ojos no es más que vanidad en el vacío. ¿Qué queremos decir con esto? Significa que si vamos a buscarlo, no podemos encontrar sustancia diferenciada ni en los órganos internos ni en el objeto, ni en el espacio, ni en la luz. Nuestra conciencia de este objeto opuesto es un fenómeno que depende de la reacción de la luz sobre el ojo, una variedad de otras causas y condiciones entre las cuales está el proceso mental que surge en la mente debido a la reacción por la cual hacemos distinciones entre las diversas cosas que vemos. Así, por lo que vemos, experimentamos todo tipo de vejaciones y perturbaciones, buenas y malas. Inmediatamente deberíamos reflexionar que nuestro pensamiento atento a la vista no tiene apariencia visible, y deberíamos entender, también, que la personalidad que ve y todo lo que surge de la vista no es más que vanidad y vacío. Esto es lo que se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de captar la vista con nuestros ojos."

Al igual que en la discución sobre los deseos de los sentidos, el Shoshikan trata de hacernos consciencites de lo que vemos y cómo esto impacta nuestros pensamientos, y estos, a su vez, dictan nuestras palabras y acciones, formando patrones, que se desarrollan en hábitos, que luego forman parte de nuestra personalidad. Pero dado a que somos un compuesto de Agregados o Skandhas, podemos cambiar nuestros patrones habituales y mejorar.

Sin embargo, no podemos caer en la trampa de abandonar todos los deleites de los sentidos. El punto, nuevamente, es el Camino Medio. Pero si tenemos problemas con los deleites de los sentidos, el Gran Maestro Chih-i nos detalla todo lo necesario para desapegarnos de los objetos y los deseos de los sentidos y poder asumir control positivo de nuestras vidas.

Una forma de desapegarnos de los objetos y los deseos de los sentidos no positivos, es ver y contemplar una estatua o una imagen del Buda. no importa cuál Buda o Bodhisattva sea. Todos los Budas y Bodhisattvas son el mismo Buda Eterno - el Universo - manifestandose de miles de formas, cada una acorde con nuestras necesidades y naturalezas. Una forma de escoger uno es ver qué cualidades representa el Buda o Bodhisattva en cuestión, y escoger uno que represente nuestras cualidades. Otra forma es escoger una estatua o imagen de un Buda o Bodhisattva que represente esas cualidades que carecemos y queremos desarrollar, y tratar de conectar con la energía y vida de ese Buda o Bodhisattva, y poco a poco, esas cualidades despertarán en nosotros.

"(H) Debemos practicar la Calma y la Contemplación en el momento de escuchar sonidos con nuestros oídos. Es decir, tan pronto como somos conscientes de un sonido, debemos pensar que no tiene más valor que un eco. Si es un sonido agradable, no debemos dejar que despierte ningún deseo anhelante, y si es un sonido discordante, no debemos dejar que dé lugar a cualquier miedo u odio, o si es un sonido indiferente no debemos ser curiosos o perturbados. Esto es lo que significa la práctica de la Calma en condiciones auditivas.

"¿Qué se entiende por la práctica de la Contemplación de las condiciones de audiencia? Debemos recordar inmediatamente que todo sonido es una irrealidad. Un sonido es solo la reacción del aparato auditivo cuando entra en contacto con su campo de vibración apropiado y la mente del oído es estimulada y los procesos mentales distinguen las diferencias. Por eso tenemos toda clase de pensamientos molestos y molestos, tanto buenos como malos. Esto es lo que está involucrado en la audición. Mientras reflexionamos que la mente que escucha no tiene una apariencia visible, debemos entender que la personalidad que escucha y todo lo que surge de escuchar no son más que vacío y vanidad. Esto es lo que se entiende por la práctica de la Contemplación en las condiciones de la audiencia."

Como mencionamos en el capítulo anterior del control de los deseos de los sentidos, el sentido de la audición es uno casi involuntario y el mismo define muchas de nuestras experiencias sensoriales, pues usamos los oídos para poder escuchar a otros y poder comunicarnos, así como para poder percibir y esuchar cosas como  música, el sonido de películas, etc. No obstante, si al igual que con otros sentidos, tenemos problemas y sentimos un apego excesivo a ciertos sonidos, es recomendable trabajar con ello. Una de las formas en las que podemos desapegarnos de los mismos es por medio de la meditación y el Nembutsu. 

A través de la meditación, podemos cerrar parcialmente los órganos de los sentidos al concentrarnos en nuestra meditación. Si no podemos, entonces, podemos recitar el Nembutsu, ya sea en voz baja o mentalmente. Lo importante es que reemplacemos los sonidos que queremos dejar atrás con sonidos beneficiosos para nuestra práctica y progreso espiritual. De hecho, una de las cualidades budistas que buscamos cultivar es la "gran audición", donde, como el Bodhisattva Avalokiteshvara (Kannon Bosatsu), podemos escuchar los sonidos del mundo y responder acordemente a ellos. Entre esos sonidos, se encuentra el llamado del Infinito: el llamado del Buda Amida para que despertemos y realicemos el trabajo del Bodhisattva en el mundo. Cuando escuchamos nuestra propia voz recitando el Nembutsu, todavía no hemos dejado de realizar nuestro Propio Esfuerzo. Es cuando dejamos de percibir que nuestros labios y nuestra voz es la que recita el Nembutsu, es ahí cuando el Nembutsu que recitamos no es nuestro Nembutsu, sino el llamado del Buda que ha estado circulando el Cosmos por vidas y vidas esperando ser escuchado por nosotros. En ese momento, sentimos una profunda humildad y agradecimiento, y somos transformados, para nunca ser abandonados.

Otra forma de practicar el escuchar sonidos significativos es ir a un templo y escuchar una charla del Dharma. A través del Dharma, encontramos significado, satisfacción y comprensión en las alegrías y tristezas de la vida cotidiana. Esto hace que seamos más receptivos a ver las manifestaciones del Dharma y nuestra práctica - nuestra comunión con el Buda - en la vida diaria. Al ver las enseñanzas en nuestra vida cotidiana, somos llevados a una vida de gratitud y aprecio por todo lo que sustenta nuestra vida, nutre nuestra vida y mejora nuestra vida. Esto es, somos más conscientes del trabajo dinámico del Buda en nosotros y en el universo.

"(I) Debemos practicar la Calma y la Contemplación en el momento de oler. Esto quiere decir que, cada vez que notamos un olor, debemos pensar en él inmediatamente como una fogata imaginaria. Si es una fragancia agradable, no debemos ceder a un deseo anhelante por ella, si es un olor desagradable, no debemos dejar que surja un sentimiento de aversión o disgusto, y, si es un olor indiferente, cualquier sensación de perturbación. Esto es lo que significa la práctica de la Calma en el momento de oler.

¿Qué se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de oler? Inmediatamente debemos recordar que lo que estamos oliendo es irreal y engañoso. ¿Por qué? Porque no es más que un fenómeno que interviene en la concurrencia de la nariz, por lo que percibimos una conciencia del olfato y la mente procede a diferenciarlo de los demás olores. De aquí surgen toda clase de pensamientos, molestos y perturbadores, tanto buenos como malos. Mientras reflexionamos que nuestro olfato no tiene una apariencia sustancial, deberíamos decidir que nuestra personalidad olfativa y todo lo que surge del olfato no son más que vacío y vanidad. Esto es lo que significa la práctica de la Contemplación en el momento de oler."

Así como hemos vist cómo los deseos de los sentidos pueden atraparnos y llevarnos por un mal camino, hemos mostrado formas a través y por las cuales los mismos sentidos pueden llevarnos a nuestro Despertar. En el caso del olfato, esa forma es a través del incienso.

El incienso tiene una larga tradición en la espiritualidad humana, y puede ser encontrado en todas las religiones del mundo. El origen del uso de incienso en el Budismo es muy interesante. Según una historia, el Buda estaba dando un sermón cuando, de repente, un discípulo aplastó un mosquito. A partir de entonces, el Buda pidió que se encendiera incienso durante sus charlas para repeler insectos y evitar la muerte innecesaria de los mismos. El incienso es comúnmente visto como un purificador, ya que su dulce fragancia limpia el aire. De igual forma, el incienso purifica nuestros pensamientos, palabras y acciones. 

Pero en un sentido amplio, el incienso nos enseña el Dharma. En su Makashikan, el Gran Maestro Chih-i nos dice que no hay ni una fragancia ni un olor que no sea el Camino Medio. Por ejemplo, cuando se enciende, el incienso vive y muere simultáneamente, al igual que nosotros. Esto muestra la vida y la muerte como una e inseparables. De igual forma, el incienso nos enseña sobre la interconexión total de todas las cosas. Al quemar incienso, el fuego no solo arde debido a la madera, sino al viento, al agua (resina) y al acto consciente (espíritu) de la persona que lo enciende. Esto muestra la verdad de la interdependencia. Uno no puede existir sin el otro, así como no podemos vivir sin los demás. Luego, el humo se aleja y desaparece. Esta es la verdad de la impermanencia, el cambio dinámico, lo que significa que nada dura para siempre. Además, el olor del incienso simboliza el Dharma del Buda, las enseñanzas sobre la Verdad que nos conduce al Despertar. De igual forma, recibimos la verdad, la luz de la sabiduría, cuando visitamos el templo y escucharmos el Dharma. Como el humo del incienso, el Dharma se hunde sutilmente en nuestro cuerpo y mente. Su aroma nos sigue, vayamos donde vayamos, al igual que cuando comulgamos con el Buda por medio de la meditación o el Nembutsu, el Buda siempre nos acompaña.

"(J) Debemos practicar la Calma y la Contemplación en el momento de la degustación. Esto significa que cada vez que saboreamos algo, inmediatamente debemos pensar que no tiene más sustancia que la experiencia de un sueño. Si es un sabor agradable, no debemos desearlo; si es un sabor repulsivo, no deberíamos preocuparnos por él; si es un sabor indiferente debemos ignorarlo. Esta es la práctica de la Calma bajo la condición de degustar.

"¿Qué se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de la degustación? Significa que cada vez que experimentamos la sensación del gusto, debemos recordar inmediatamente que el gusto no es nada que tenga alguna realidad al respecto. ¿Por qué no tiene realidad? Porque, aunque distinguimos seis tipos de gustos, no hay una diferencia sustancial entre ellos, son todas sensaciones similares que involucran la lengua y su aparato interno de donde surge una conciencia sensorial, seguida de una conciencia que depende de los procesos mentales que perciben. diferencias de las que surgen toda clase de pensamientos molestos y molestos, tanto buenos como malos. Mientras reflexionamos que nuestra mente gustativa no tiene una apariencia sustancial, nos vemos obligados a concluir que nuestra personalidad gustativa y todo lo que surge de la degustación no es más que vacuidad y vanidad. Esto es lo que se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de la degustación."

Una de las formas en que podemos aplicar el Dharma en el sentido del gusto es a través de la alimentación plena. El comer comunalmente siempre ha sido un aspecto importante de la vida monástica, y cuando los laicos visitan el templo o asisten a un retiro, se les enseña cómo comer plenamente y con total agradecimiento. Es por eso que el ritual de la comida es uno que ha sido ceremonializado. Antes de comer, es recomendado recitar un Gatha o dar gracias por todos los seres que han ayudado a que esos alimentos lleguen a nuestras manos. A veces, esto es resumido con decir "Atadaikimasu", que significa "Gracias por estos alimentos". Luego, es costumbre apartar una pequeña porción para los "Espíritus Hambrientos (Saba)", y ofrecer los mismos a ellos. Entonces, es costumbre comer de forma natural y pausada, sin prestar atenció a nada más que no sea el acto de comer. Esto se hace de forma totalmente silenciosa. Los alimentos se comen completamente, sin dejar rastro ni migajas. Es por eso que no sobre comemos, sino que, como mencionamos en el capítulo de las cinco regulaciones, comemos solo lo suficiente para sentirnos satisfechos. Finalmente, se da gracias y se recita un Gatha al finalizar los alimentos. Esto ha sido resumido con la frase "Goshosamadeshta", que significa "que todos se aprovechen". Por medio de este breve pero significativo ritual, logramos espiritualizar un aspecto tan necesario, mundano y cotidiano como lo es la alimentación. No debo concluir esta sección sin destacar que luego de comer, debemos honrar los sacrificios y el trabajo realizado con esos alimentos al hacer el voto de dedicar nuestras vidas al trabajo del Bodhisattva en el mundo.

"(K) Debemos practicar la Calma y la Contemplación al momento de tocar las cosas. No importa lo que toquen las manos o el cuerpo, debemos pensar de inmediato que es irreal y visionario. Si recibimos sensaciones agradables de lo que tocamos, no debemos encariñarnos con él, y si las sensaciones son desagradables y dolorosas, no debemos abrigar disgusto ni odio por ello, y si las sensaciones son indiferentes, no debemos tratar de hacer distinciones. ni llevarlas en la memoria. Esto es lo que significa practicar la Calma cuando se está en contacto con cosas tangibles.

"¿Qué se entiende por la práctica de la Contemplación en el momento de tocar las cosas? Debemos recordar de inmediato que todos los sentimientos tales como pesadez y ligereza, calor y frialdad, suavidad y aspereza, no tienen realidad excepto en nuestros pensamientos, y que las seis partes de nuestro esqueleto son solo nombres. Como se sabe que estas sensaciones son nombre y visiones, debemos reconocer que las cosas y nuestro cuerpo que da lugar a las sensaciones también son irreales. Tan pronto como se mezclan las causas y las condiciones, surgen las sensaciones, las percepciones y la conciencia, y de éstas surgen la memoria y las distinciones y discriminaciones de la felicidad y el sufrimiento. Esto es lo que se entiende por la sensación del tacto. En esos momentos debemos reflexionar que la mente emocional no tiene una apariencia visible y por eso debemos saber que la personalidad emocional y todo lo que surge de lo tangible también es vacío y vano. Esto es lo que significa la práctica de la Contemplación bajo las condiciones del contacto y la sensación del tacto."

Personsalmente, este es uno de los sentidos a los que menos le tengo apego. Tal vez esto es porque, a diferencia del Siglo VI, en el Siglo 21 tenemos mucho más fácil acceso a ropas cómodas. Pero podemos aplicar estas líneas al deseo que sentimos por el calor o el tacto de otra persona que nos gusta o que nos inspira deseos y pasiones, y las mismas toman posesión negativa de nosotros. Como todos los sentidos, es importante tener sentido común, pensar en el bienestar general de todas las partes (los demás y uno mismo), ser conscientes y actuar con compasión y sabiduría. Esto no significa que debamos negarnos o alejarnos del calor y el tacto humano de una persona que nos atraiga física, mental o emocionalmente, sino a que si ese anhelo y deseo nos posee y nos controla, debemos de, como todo, buscar el Camino Medio y trabajar para lograr un buen sentimiento de balance y armonía en nuestras vidas.

Finalmente, el Gran Maestro Chih-i concluye este capítulo diciendo:

"(L) Debemos practicar la Calma y la Contemplación en todo momento, cuando la mente está ocupada pensando, pero como este tema ya se ha discutido completamente al comienzo de este tratado, no nos detendremos más en él. En el momento en que estamos sentados en meditación, podemos encontrarnos obstaculizados por cualquiera de estos obstáculos sensoriales y deberíamos emplear los medios hábiles correspondientes, pero como se han explicado ahora completamente en los párrafos anteriores, no los repetiremos aquí. A medida que cualquiera de nosotros se vuelve capaz de aplicar estas enseñanzas a su práctica de meditación, ya sea que esté haciendo algo, de pie, sentado, acostado, mirando, escuchando, sintiendo o consciente, puede saber que está practicando la meditación Mahayana verdadera. Se dice en el Maha-vagga Sutra:

"'El señor Buda le dijo a su discípulo Sona, si los Bodhisattva-Mahasattvas saben cómo actuar en el momento de su actuación, saben cómo sentarse en el momento de sentarse, o incluso saben cómo usar la túnica de un discípulo en el momento de vestir la túnica, y cómo entrar en la práctica de meditación, en el momento de entrar, y cómo retirarse en el momento de retirarse, entonces pueden ser llamados legítimamente, Maha-Bodhisattva-Mahasattvas'.

"Si somos capaces de practicar el Mahayana en cualquier momento y lugar, como se dijo anteriormente, somos dignos de ser conocidos como los más altos y supremos en todo el mundo y que nadie más puede compararse con nosotros. Se dice en el Mahayana Shastra:

"Para obtener la felicidad de los dioses, debes retirarte al bosque tranquilo, abandonar todos los malos caminos, liberarte de todos los deseos lujuriosos y con la mente tranquila practicar la meditación. Ahora, estás anhelando las cosas mundanas, la lujuria, las riquezas y la ambición, pero esas cosas no pueden darte paz porque no habría satisfacción de estos deseos. Pero nosotros, los portadores de las túnicas remendadas, vivimos en un retiro tranquilo con la mente tranquila y concentrada en todo momento, ya sea actuando, de pie o sentados, y al hacerlo, nos iluminamos con sabiduría, observando todas las cosas en su Verdadera Naturaleza. A medida que continuamos en estas condiciones, observando todos los fenómenos con mentes equitativas y tranquilas, nuestras mentes ganarán serenidad y comprensión, y una percepción que trascenderá las posibilidades de este triple mundo”.

Con estas palabras, el Gran Maestro Chih-i nos recuerda que estas son solo guías - pistas para ayudarnos a aplicar la Calma y la Concentración, es decir, la meditación, en todos los aspectos de nuestras vidas.