El Shoshikan (Hsiao Chih-kuan), que se puede traducir como la "El Pequeño Tratado de la Calma y la Contemplación", fue uno de los primeros tratados de meditación jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. Este tratado fue un pequeño libro escrito por el Gran Maestro Chih-i para resumir los puntos importantes para la práctica de la meditación budista tradicional de Shikan, o Samatha y Vipassana. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Shoshikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.
En los capítulos anteriores, hemos visto como el Gran Maestro Chih-i, en su obra, el Shoshikan, nos ha guiado poco a poco a desarrollar un estilo de vida saludable y conductivo para la práctica seria de la meditación. Hemos visto las Condiciones Externas, que se refieren a nuestro ambiente y entorno, y las Condiciones Internas, las cuales se refieren a nuestro mundo mental y emocional. Ahora, en este capítulo, titulado "Regulación y Ajuste", veremos cómo todas estas condiciones se combinan para abordar correctamente la práctica de la meditación budista.
"Cuando nosotros, los seguidores del Buda, comenzamos a aprender la práctica de la meditación, lo hacemos porque queremos poner en práctica todas las enseñanzas de todos los Budas de las diez direcciones, del pasado, presente y futuro. Debemos, al principio, además de desear alcanzar la Iluminación Suprema, hacer un serio voto de salvar a todos los seres sintientes. Nuestro propósito para hacer esto debe ser tan firme e inmutable como el oro o el acero. Debemos ser enérgicos y valientes incluso a costa de nuestras propias vidas. Nunca debemos laxos ni retroceder aún después de haber alcanzado todos los Dharmas de todos los Budas. Habiendo hecho este voto con total sinceridad, podemos sentarnos con pensamientos rectos, contemplando la Verdadera Naturaleza de la Realidad y de todas las cosas, el mérito y el demérito, la memoria y el olvido, la falsa conciencia que surge de la percepción sensorial de los objetos y del proceso de la todas las leyes del triple mundo de causa y efecto, de nacimiento y muerte; todos están dentro del alcance de la mente. Esto está escrito en "El Dasa-bhumika Sutra":
“No hay nada en el triple mundo que esté fuera de nuestras propias mentes. Cuando te das cuenta de que no hay personalidad en tu mente, entonces reconocerás que no hay realidad externa”.
En las primeras líneas de este capítulo, Chih-i nos recuerda que el propósito último del Budismo es alcanzar el Despertar, la Iluminación Suprema. Esto es, despertar a nuestra Unidad Fundamental, realizar la total interconexión con todas las cosas, descubrir nuestra Naturaleza Búdica, y permitir que de la misma brote esa fuente infinita de Compasión y Sabiduría, la cual ha estado operando en el Cosmos desde el principio del tiempo, y ayudar a todos los seres sinitientes a alcanzar el mismo estado espiritual. Esto es llamado el "Bodhicitta", el cual estudiamos en el Makashikan, el Deseo de Alcanzar el Despertar por el Bien de Todos los Seres Sintientes. Este es el pre-requisito sine qua non del Budismo Mahayana y el comienzo del Camino del Bodhisattva.
Igualmente, Chih-i nos dice que meditar es poner en práctica todas las enseñanzas de los Budas en las diez diecciones y los tres tiempos. Esto es porque cuando meditamos, comulgamos con el Buda como la Totalidad de la Existencia, y a su vez, despertamos nuestra propia Budeidad Innata y la hacemos brillar en nuestras vidas. Cuando comulgamos con la Budeidad, somos como una gota que se funde en un Gran Océano, y nos convertimos en ese Océano, con toda su vastidad, abrazando todo, trascendiendo el tiempo y el espacio, y realizando la Unidad Fundamental con todo en la Existencia.
En fin, meditar es despertar en nosotros el Bodhicitta, poner todas las enseñanzas de todos los Budas en acción, y ser uno con el Cosmos. Es meditar en la Verdadera Naturaleza de la Realidad; uno de los sacramentos budistas. Por ello, es algo sagrado y que debemos de acercarnos con mucha devoción, fe y reverencia.
"Si nuestros pensamientos no se apegan o se ven influenciados por las cosas, entonces la acción, los hechos, el nacimiento y la muerte, todos cesan y nos damos cuenta de que nunca han existido. Después de recordar todas estas cosas, entonces comienza la práctica real de la meditación de acuerdo con las etapas dadas aquí."
Cuando meditamos, y esto lo tocaremos con más detalle prontamente, accesamos a la Novena Consciencia de la Budeidad, la Consciencia Fundamental, y allí, no hay espacio ni tiempo. Somos como olas que descubren que siempre han sido el mar, sin nacimiento ni muerte. Es dejar atrás al mundo del a dualidad y accesar la Unidad.
"Ahora consideremos el cuarto capítulo: ¿qué se entiende por 'Regulación y Reajuste'? Esto puede ser comparado con el trabajo de un alfarero. Antes de que pueda comenzar a formar un tazón o cualquier otra cosa, primero debe preparar la arcilla; no debe ser ni demasiado blanda ni dura. Así como un violinista regula la tensión de las diferentes cuerdas ya que deben estar en perfecta sintonía antes de poder producir música armoniosa. Es lo mismo en nuestro caso. Antes de que podamos controlar nuestra mente para alcanzar la Iluminación, primero debemos regular y ajustar las condiciones interiores.
"Para poder asegurar la correcta regulación y el reajuste de las condiciones para nuestra práctica de la meditación, hay cinco lecciones que debemos aprender. Si estas lecciones son aprendidas y aplicadas, entonces el Samadhi puede ser fácilmente alcanzado, de lo contrario, se experimentará una gran dificultad y nuestra tierna raíz de bondad apenas podrá brotar."
Bien, ahora que hemos visto las Condiciones Externas e Internas, ¿cómo es que practicamos correctamente la meditación? El Gran Maestro Chih-i nos dice que para practicar la meditación correctamente debemos regular cinco cosas: (1) nuestros Hábitos Alimenticios, (2) la Pereza y el Sueño, (3) el Cuerpo, (4) la Respiración, y (5) la Mente. Si bien hemos tocado algunos de estos aspectos en los capítulos anteriores, aquí, Chih-i unifica y armoniza todos estos elementos en una sola sinfonía que nos conduce al estado físico, mental y espiritual conductivo a nuestro Despertar. Veamos.
"(1) La primera lección se refiere a nuestros hábitos alimenticios. Comer es necesario para el sostenimiento del cuerpo y la mente en su búsqueda de la Iluminación, pero comer demasiado obstruiría el sistema y causaría enfermedades que serían una angustia y un estorbo para nuestra práctica. Por otro lado, si ingerimos muy poca comida dañaríamos nuestro cuerpo, y el hambre haría nuestra mente débil e inestable. Ninguno de estos dos extremos es el camino correcto para alcanzar los frutos del Dhyana. Si comemos alimentos repulsivos nuestras mentes serán perturbadas y nuestra comprensión confundida y desconcertada. Si ingerimos un alimento impropio invitamos la enfermedad. Por estas razones debemos ser muy cuidadosos con nuestra comida. El Sutra dice:
“La fuerza de la aspiración de alcanzar la iluminación variará de acuerdo con la fuerza del cuerpo. Comer y beber debe estar bajo restricción. Usted debe mantener su mente tranquila para evitar pensamientos perturbadores. Cuando la mente está tranquila encontrarás satisfacción en la práctica del Dhyana. Estas son las enseñanzas de todos los Budas”."
Como mencionamos en los capítulos anteriores, el criterio rector al momento de nuestra alimentación es mantener una dieta balanceada, siguiendo el Camino Medio. No debemos comer ni mucho, ni poco. De hecho, la costumbre budista tradicional monacal es comer hasta llenar tres cuartas partes de nuestro estómago, dejando esa parte para el vacío y para el proceso de digestión. Esto es llamado "Comer Justo lo Necesario" (Oryoki). De igual forma, debemos comer alimentos que sean buenos para el cuerpo. Esto no implica necesariamente ser vegetarianos. El mismo Buda no era vegetariano. Si bien el Budismo incorporó el Vegetarianismo posteriormente, el Budismo Japonés es mucho más práctico y descartó ese requerimiento de sus monjes y laicos, por lo que nuevamente, lo importante es comer comida saludable y en moderación. Esto es diferente para cada cuerpo, y como todo medio hábil, va a depender de la naturaleza, capacidad y necesidad de cada persona.
"(2) La segunda lección se refiere a la regulación de la pereza y el sueño. La pereza es uno de los obstáculos que nos acosan y no se debe permitir la indulgencia. Si sentimos sueño, estaremos perdiendo el tiempo que se podría dedicar a nuestra práctica o que podría ser mejor empleado en el Dharma. Demasiado sueño embota la mente y ahoga nuestras buenas cualidades en los mares profundos de la somnolencia. Debemos recordar nuestra impermanencia y hacer buen uso del tiempo al restringir nuestra pereza y somnolencia. Al hacerlo, el cerebro se refresca y purificamos nuestros pensamientos, y al entrar en Samadhi, el corazón estará en reposo como en un sepulcro sagrado. En el Sutra está escrito: 'Por la tarde y después de medianoche no te olvidarás de la práctica de la meditación'.
"Sólo porque es natural ser perezosos y somnolientos no debemos pasar nuestras vidas en ociosa comodidad; tal vida es vana e infructuosa. Debemos recordar que esa conflagración impermanente está barriendo el mundo y no debemos rendirnos a la pereza y a la somnolencia en la búsqueda de la liberación."
Al igual que en capítulo anterior, uno de los requisitos es eliminar la pereza y la somnoliencia. Debemos tener una buena disposición (buen ánimo) y estar despiertos para poder meditar correctamente. Es por eso que es recomendado tomar un poco de te verde antes de meditar.
Ahora, el Shoshikan entra de lleno en la posición del cuerpo y su control y regulación.
"(3) La tercera, cuarta y quinta lección se refieren al control correcto del cuerpo, su estado físico, su respiración y su estado mental. Deben ser considerados como el principio, el medio y el final de una regulación. Para concentrar la mente en la meditación, primero debemos regular la condición y posición del cuerpo, luego su respiración y finalmente sus estados mentales. Esto significa que antes de comenzar la meditación debemos vigilar de cerca nuestras actividades físicas y estados, tales como caminar, trabajar, estar de pie, sentarse, etc., para que no nos cansemos o lastimemos y para que nuestra respiración se vuelva rápida y tranquila. Si no, la mente no estará en buenas condiciones para comenzar la práctica. Estará perturbada, enojada, nublada y lejos de ser tranquila. Debemos tomar precauciones contra tal estado en todo momento si estamos esperando practicar la meditación para que nuestra mente este siempre fresca, transparente y en buenas condiciones. Pero especialmente antes de comenzar la meditación, debemos tener cuidado en cuanto a la condición del cuerpo. También debemos pensar cuidadosamente en el lugar donde vamos a seguir la práctica. Debemos encontrar un lugar que esté libre de disturbios y que no ofrezca ninguna dificultad innecesaria a la práctica."
El Shoshikan nos dice que para poder controlar la mente y meditar correctamente, primero debemos prestar mucha atención al cuerpo, y regular su: (1) condición, (2) posición, (3) respiración, y (4) estados mentales. Esto significa que debemos de ver qué actividades estamos realizando antes de la meditación, pues las mismas tienen un impacto directo en su estado físico o condición, como si estamos agitados o calmados, cansados o hiperactivos, etc. Igualmente, debemos ver cómo esa actividad afecta nuestra respiración. No es lo mismo meditar luego de un breve estudio del Dharma o un breve Servicio Diario devocional, a meditar justo luego de haber llegado corriendo a nuestro hogar o de haber realizado trabajo arduo físico en el jardín. Esto tiene un impacto directo en nuestra respiración. Finalmente, el estado o condición física del cuerpo, su posición y respiración afectan nuestros patrones mentales. ESto es porque el Budismo, a diferencia del dualismo cartesiano, no ve diferencia ni división entre el cuerpo y la mente. El cuerpo, la respiración y la mente son una unidad. Podemos decir que lo que une el cuerpo y la mente es la respiración, y si el cuerpo y la respiración estan letárgicos o agitados, nuestras mentes estarán turbias o muy agitadas.
Ahora, habiendo ajustado y regulado estos cuatro elementos, pasemos directamente a la posición del cuerpo en la meditación. El Shoshikan nos da muchas instrucciones detalladas para poder realizar esta práctica correctamente. Es recomendado que antes de una sesión de meditación, purifiquemos el cuerpo, la mente y el espíritu. Esto es logrado por medio de un baño ritual o de purificación, colocándonos ropas limpias, y realizando un breve Servicio Diario antes de meditar. Esto purifica nuestro cuerpo (baño), mente (incienso) y espíritu (Sutras).
Veamos cómo regular y ajustar nuestro cuerpo. He insertado cometarios explicativos al texto en colchetes para facilitar su entendimiento.
"A continuación debemos considerar la posición del cuerpo. Debemos cruzar los pies con el pie izquierdo sobre el derecho, con las piernas cerca del cuerpo para que los dedos estén alineados con el exterior de los muslos. Esta es la mitad de la posición [Esta es la posición de Medio Loto]. Si desea asumir la posición completa, simplemente coloque el pie izquierdo sobre el muslo derecho y el pie derecho sobre el muslo izquierdo en ángulos rectos. [Esta es la posición de Loto Completo]. Luego, debemos aflojar el cinturón y arreglar la ropa para que no se desorganicen durante la práctica. A continuación colocamos nuestra palma izquierda sobre la mano derecha, y colocamos las manos sobre el pie izquierdo. [Esto es porque en el Budismo Tendai, todo es altamente simbólico y sirve como un medio hábil para recordarnos las enseñanzas. La mano izquierda simboliza el Mandala de la Matriz o la Compasión, y la mano derecha el Mandala del Diamante o la Sabiduría. Para nosotros, la Compasión va primero que la Sabiduría; esto es, el ayudar a los demás seres sintientes tiene mayor importancia que nuestro Despertar personal. Es ayudando a otros que alcanzamos el Despertar. Es por eso que colocamos la mano y la pierna izquierda sobre la derecha. Es recomendado igualmente colocar las manos en el Dhyana Mudra, o el Mudra de la Luna, formando un círculo con los dedos pulgares levemente tocándose, simbolizando el Vacío]. Luego, enderezamos el cuerpo, balanceándolo varias veces para encontrar su centro, la columna vertebral no debe estar ni demasiado doblada ni demasiado recta. A continuación, enderezamos nuestro cuello para que la nariz esté en una línea perpendicular con el ombligo. Luego, abrimos la boca y exhalamos todo el aire de los pulmones lenta y cuidadosamente para no acelerar la circulación. Luego cerramos la boca y respiramos aire fresco a través de la nariz. Si el cuerpo está bien regulado, una vez es suficiente, de lo contrario, hágalo dos o tres veces.
"A continuación, junta los labios con la lengua descansando contra el paladar superior. Cierra los ojos con facilidad para evitar la luz innecesaria. En esta posición, siéntese firmemente como si usted fuera una piedra sólida. No dejes que tu cuerpo, manos o pies o cabeza se muevan. Esta es la mejor manera de regular el cuerpo para la práctica de la meditación."
Con relación a los ojos, los mismos se pueden dejar entreabiertos, mirando aproximadamente tres pies delante de nosotros y levemente hacia abajo. Esto impide que nos quedemos dormidos y refleja la Triple Verdad del Camino Medio, pues no estamos ni en la dualidad (oscuridad-cerrados) ni en la Unidad (luz-abiertos), al igual que no estamos en el Mundo Convencional (abiertos), ni en la Realidad Ultima (cerrados), sino en el Camino Medio. No obstante, es posible cerrarlos, como el mismo Gran Maestro recomienda.
Veamos un breve resumen de esta sección:
- Siéntese cómodamente en un sillón o cojín.
- Heche los glúteos hacia atrás.
- Mueva sus caderas hacia delante firmemente.
- Extienda (alargue) la columna vertebral.
- Heche la barbilla un poco hacia abajo.
- Ajuste la parte posterior de su cabeza en una línea vertical con la espalda y las caderas.
- Agarre la mano derecha con la mano izquierda y colóquelas por encima de su abdomen.
- Concentre su energía suavemente en las plantas de los pies.
- Deje que sus hombros caigan y se relajen.
- Deje caer su estómago hacia abajo.
- Coloque la punta de la lengua ligeramente detrás de los dientes superiores y cierre la boca
- Enfoque su atención en un punto directamente frente a usted. Sus ojos deben estar entre-abiertos.
- Su energía debe estar en sus caderas, dos pulgadas por debajo del ombligo (en el Hara), a lo largo de su columna vertebral, y la barbilla. Su energía no debe colocarse en cualquier otra parte de su cuerpo. Es importante sentarse cómodamente.
Una vez hemos regulado y ajustado el cuerpo, el mismo se calma y tranquiliza, facilitando el control de la respiración.
"(4) La cuarta lección se refiere a la regulación de la respiración. La respiración puede dividirse en cuatro tipos: soplando, jadeando, audible y silenciosa, sólo el último de los cuales se puede decir que está en un estado ajustado y regulado. Por soplado se entiende que sentimos que nuestra respiración es enviada con la fuerza a través de la nariz. Por jadeo se entiende que nuestra respiración es demasiado apresurada. Por audible se entiende que cuando estamos sentados podemos escuchar levemente el sonido de la respiración a medida que pasa por la nariz. Si estuviéramos de pie o trabajando no lo notaríamos, pero en nuestra práctica es suficiente para distraer la mente. Por respiración silenciosa se entiende que no hay sonido, ni compresión, ni fuerza; simplemente el leve sentimiento de tranquilidad en nuestra respiración, que no perturba la mente, sino que da a la mente una agradable sensación de seguridad y paz. Sólo podemos alcanzar el Samadhi con una respiración silenciosa."
Como vemos, debemos respirar naturalemente y en silencio. De hecho, Chih-i, en otras obras, utiliza la respiración y el aire, con su energía vital o Chi, como un medio hábil para profundizar en Samadhi. Veremos las mismas en el resumen al final de este capítulo.
"Esta es entonces la lección sobre la respiración que debemos aprender al comienzo de nuestra práctica de la meditación. Use ropas sueltas, deje que el viento sople y refresque el cuerpo. Imagina que cada poro del cuerpo está participando en la respiración. Que la respiración no sea ni fuerte ni precipitada, que sea suave, natural y deliberada. Al hacerlo, la mente estará clara, la enfermedad será evitada y disfrutarás la práctica."
Veamos un breve resumen de esta sección:
- La mitad superior de su cuerpo debe de estar relajada. Exhale en silencio, lentamente, sacando el aliento desde lo profundo de si mismo. Usted debe sentirse como si estuviera soplando aire hacia fuera.
- Al terminar de exhalar, debe sentir un poco de su energía en su abdomen.
- Respire profundamente y en dirección hacia abajo.
- Al exhalar, cuente lentamente 'uno ... ".
- Cuando inhale, sienta como si estuviera llevando el aire hacia arriba a través de su cuerpo y más allá de la parte superior de su cabeza.
- Cuando exhale, lentamente contar "dos ..."
- De esta manera, usted debe contar las respiraciones desde el uno hasta cien y luego repetir todo el proceso. Como se cuenta, su mente debe centrarse en el acto de contar y no debe de haber otro pensamiento en su mente.
- Recuerde que usted exhala en números pares e inhala en números inpares.
- La regla básica de este tipo de respiración es a 'respirar cómodamente.'
- Si su mente se va a la deriva en algun momento, rgrese suavemente y sin ningun juicio, y comience de nuevo.
"(5) La quinta lección se refiere a la regulación y ajuste de la mente. Hay tres etapas de esta regulación, al entrar en la meditación, durante y al retirarse de ella. Al entrar en la meditación, la mente debe ser llevada a un estado vacío y tranquilo. La corriente descontrolada, medio inconsciente de pensamientos confusos y errados, debe ser detenida."
Para poder practicar la meditación correctamente, lo primero que debemos hacer al Calmar la mente. Esto lo logramos por medio del Samatha. En la práctica de la meditación Samatha, uno calma la mente y comulga con el Buda, el corazón de la Existencia, y accesamos a esa dimensión infinita e innata de calma, paz y armonía. Accesamos nuestra Naturaleza Búdica.
"En segundo lugar, estos pensamientos errantes deben evitarse cada vez que surjan y todos los malos estados de la mente, tales como el desánimo, la falta de sentido, la falta de control o tensión deben ser evitados. Hablemos más extensamente sobre estos estados mentales negativos que deben ser regulados y ajustados. Cuando estamos sentados derechos y perfectamente quietos, la mente cae muy fácilmente en somnolencia y se vuelve desatenta. En tales momentos es aconsejable centrar la atención de la mente en la punta de la nariz, pero aun así manteniendo la mente vacía y tranquila. Esto evitará que la mente se hunda en el desaliento o la somnolencia. Una vez más, cuando estamos sentados erguidos y perfectamente quietos, la mente se desvía. El cuerpo se vuelve laxo y comenzamos a soñar despiertos o tener pensamientos errantes. En estos momentos es aconsejable centrar la atención en el ombligo, que tiende a unificar la mente y evita la confusión. Cuando las actividades de la mente lleguen a un punto muerto, naturalmente habrá tranquilidad. Es decir, si nuestras mentes están reguladas y ajustadas, no habrá ni somnolencia ni deriva."
Aquí Chih-i nos aconseja enfocarnos en nuestra respiración para regular nuestros pensamientos. Como mencioné anteriormente, en la medicina oriental, la respiración trae consigo energía vital o Chi (Prana en sánscrito), y la misma es el puente conector entre nuestro cuerpo y nuestros pensamientos. Por ello, una respiración agitada trae crea una mente agitada. Si llevamos la mente a la punta de la nariz y sentimos nuestra respiración, o al Hara o Plexo Solar, y la concentramos, podemos domarla y calmarla.
"En cuanto al aspecto de la tensión excesiva, por esto se quiere decir que debido a nuestro esfuerzo sincero para practicar la concentración exageramos el asunto y usamos medios erróneos y el cerebro se cansa y posiblemente hay dolores en la cabeza y el pecho. En esos momentos debemos relajar un poco nuestro esfuerzo y renunciar a intentar expulsar por la fuerza los pensamientos vagabundos, dejándolos pasar naturalmente, lo que lograremos si por un momento enfocamos la mente en el ombligo.
"En cuanto al aspecto de demasiada laxitud en el control de la mente, la mente pierde su atención, la espalda perderá su forma, la boca se abrirá y nos dará sueño. En tales ocasiones debemos renovar la atención y el esfuerzo hacia el control de la mente por el cual la mente y el cuerpo serán mutuamente útiles para alcanzar el éxito. Para alcanzar este éxito debe haber un avance progresivo de un estado de actividad física a un estado de tranquilidad mental. Así como la respiración se vuelve suave e inaudible, así la corriente de la actividad de la mente se hará más suave y desapercibida. Así como regulamos las actividades del cuerpo, también debemos regular y ajustar las actividades de la mente hasta que haya tranquilidad y paz."
Pero no debemos de controlarla al punto que la hacemos muy tensa o muy relajada. Debemos de respirar con el abdomen, el vientre, como los bebés, que es la respiración correctam y no nuestro pecho, y respirar naturalmente.
"En la segunda enseñanza de la quinta lección - regulando la mente durante la meditación - debemos emplear tres tipos de regulación. Debemos utilizar nuestro cerebro para concentrar nuestra mente en cada momento de nuestra sesión, y debemos utilizar medios hábiles para extender las sesiones de una hora a dos horas, cuatro horas, o hasta seis horas. Para poder hacer esto debemos tener un control perfecto sobre la condición de nuestros cuerpos, nuestra respiración y nuestras mentes, y debemos ser capaces de regular y ajustar estas condiciones para que estén en las mejores condiciones durante todo el progreso de la práctica. Si durante el progreso de la sesión nos volvemos conscientes de que el cuerpo se ha relajado en un estado de tensión o laxitud, debemos regularlo inmediatamente y restaurarlo a su estado correcto y atento. Tenemos que hacer esto una y otra vez. Nuestro cuerpo puede estar erguido, pero nuestra respiración puede estar equivocada, restringida, jadeando o audible. Debemos corregirlo de inmediato, hasta que sea suave, continua y silenciosa."
Esto significa que debemos de estar pendientes en todo momento al cuerpo, su estado y su posición, y si se ha erguido o tensado mucho, devolverlo a su estado correcto. Debemos de hacer lo mismo en todo momento con nuestra respiración y nuestra mente.
Una vez comenzamos a meditar, si nuestra mente se divierte mucho en pensamientos o si no podemos calmarla, el Gran Maestro Chih-i, en su Makashikan, nos recomienda recitar el Nembutsu o el Nombre del Buda: "Namu Amida Butsu". La recitación del Nembutsu ilumina nuestro ser, arrojando luz sobre nuestras limitaciones, y nos muestra el trabajo incansable de la Compasión y la Sabiduría infinita del Buda en nuestras vidas. Esto permite que sea el trabajo dinámico del Buda Eterno, la Gracia, la cual nos ayude a controlar nuestra mente y alcanzar la Unidad. Es por ello que Chih-i continúa:
"A continuación, aunque tanto el cuerpo como la respiración pueden ser regulados, la mente puede estar a la deriva, o hundirse, o puede ser demasiado laxa o demasiado restringida. Tan pronto como nos volvamos conscientes de ello, deberíamos volver a corregirla como antes. Para la regulación del cuerpo, la respiración y la mente, no hay un orden fijo: debemos simplemente regular y ajustar cualquiera de ellos cada vez que notamos que cualquiera de ellos está en un estado impropio. Mientras nos sentamos en la práctica debemos mantener el cuerpo, la respiración y la mente en perfecto control y armonía. Si esto se hace, no habrá recaídas ni ningún obstáculo para el logro de la Iluminación."
Una vez tenemos todo en orden, es que podemos confiar completamente en el trabajo dinámico del Buda - en la comunión que realizará nuestra Naturaleza Búdica con el Buda Eterno Cósmo: el Universo. Esto es lo que en el Zen se llama "dejar caer el cuerpo y la mente". Esto es, una vez hemos controlado a la mejor medida posible nuestro ambiente externo y hemos regulado y ajustado nuestro cuerpo, respiración y mente, podemos entrar en el Samadhi y alcanzar la comunión con el Buda. Hasta aquí llegó nuestro Jiriki o "Esfuerzo Propio". Ahora, el resto depende de la Gracia del Buda o Tariki.
No obstante, si nos desconectamos, si perdemos la comunión, es importante restaurar ese Esfuerzo Propio y regular nuevamente nuestro cuerpo, respiración y mente. Esto es un proceso de cultivo, una de familiarización, y es normal y natural que tome un tiempo.
Finalmente, el Gran Maestro Chih-i nos ayuda a salir del Samadhi o de la concentración meditativa:
"En la tercera enseñanza de la quinta lección - cómo retirarse de la meditación - hay tres cosas que hay que recalcar. En primer lugar, debemos relajar la mente, abrir la boca y exhalar el aire como si fueras a vaciarlo de cada parte del cuerpo. Entonces debemos mover nuestro cuerpo poco a poco., desde la cabeza hasta nuestros pies hasta que se vuelvan flexibles. Luego frote suavemente el cuerpo; luego frote las manos hasta que la sangre circule cálidamente. Luego entonces debemos abrir nuestros ojos y frotarlos con nuestras manos calientes. Por último, siéntese en silencio por un momento o dos y luego levántese en silencio. A medida que nos movemos de un estado de actividad mínima de la mente a la actividad máxima del cuerpo debemos hacerlo gradualmente y cuidadosamente, llevando a nuestra vida ordinaria la práctica de la concentración de la mente. Hay una estrofa que se refiere a esto:
“No sólo harás reglas para sentarte, sino que harás reglas para levantarte para que no haya disonancia entre la actividad mínima de la mente y la actividad máxima del cuerpo. Deberías ser como un buen jinete que tiene perfecto control sobre su caballo”.
"También está escrito en el Sutra del Loto: 'Por el bien de la Iluminación de todos los Budas, los Bodhisattva-Mahasattvas reunidos aquí han dedicado sus vidas con celo y perseverancia. Han experimentado cientos de miles de miríadas de kotis de Samadhis cuando han entrado en el Dhyana, han permanecido en el Dhyana y se han retirado del Dhyana. Han alcanzado poderes trascendentales, han practicado la práctica de Brahma por largos períodos, y han estudiado todas las Escrituras, por innumerables números de miles de miríadas de kotis de eones'.
Esto es precisamente lo que se hace en el Monte Hiei, en el Betsuin de Nueva York y en el Templo Tendai de Puerto Rico. Luego de cada meditación, colocamos las manos en Gassho delante de nosotros y las frotamos rápidamente para generar calor. Luego, las colocamos delante de nuestros ojos cerrados y abrimos los ojos en la oscuridad, y los dedos para dejar entrar gradualmente la luz, y masajeamos la cavidad ocular, para liberar toda tensión en la cara. Entonces, masajeamos los puntos dep resión desde el entrecejos hasta la parte trasera de la cabeza, masajeando igualmente el cuello, los hombros, los brazos, el torso, las piernas, y finalmente, los pies, moviendo la energía por todo el cuerpo, despertándolo y haciéndonos conscientes del mismo, volviendo de la Unidad a la dualidad.
Luego de cada meditación - luego de comulgar con el Buda, nuestro más alto sacramento - es nuestro deber el llevar la consciencia de la Unidad a la dualidad, y realizar el trabajo del Bodhisattva en el mundo con compasión y sabiduría.
* * *
- "Samatha", o la Calma, que estabiliza, compone, unifica y concentra la mente; y
- "Vipassana", o Concentración - Contemplación, que le permite a uno ver, explorar y discernir "formaciones" (fenómenos condicionados basados en los cinco agregados) y la Verdadera Naturaleza de la Realidad.
- Cuente las Respiraciones - Después de haber regulado su aliento para que no sea ni muy profundo ni muy superficial, cuente lentamente del uno al diez, ya sea en respiraciones o en expiraciones. Fije su atención en el conteo para que su mente no divague. Si nota que su mente se ha ido a otro lugar y ha perdido la cuenta, vuelva al uno y comience de nuevo. Con la práctica, usted progresará en este procedimiento y su respiración se hará tan fina que sera casi imperceptible.
- Siga las Respiraciones - Deje de contar las respiraciones, pero concentre su mente en seguirlas dentro y fuera fisicamente. De esta manera, su mente y su respiración se harán mutuamente dependientes. A medida que su mente se vuelve más pacífica, notará las longitudes de sus respiraciones y se sentirá como si pasaran a través de todos los poros de su cuerpo. Su intelecto está ahora tranquilo y quieto.
- Deje de seguir las Respiraciones - Deje de poner atención en la respiración pero hágalo intencionalmente (pero sin quererlo) fijando su mente en la punta de su nariz Al hacer esto de repente se dará cuenta de que su cuerpo y mente parecen desaparecer y usted estará en un estado de total calma.
- Contemple las Respiraciones - Aunque este estado de quietud es muy agradable, el siguiente paso es volver la mente sobre sí misma. Las respiraciones dentro y fuera ahora parecerán ser como el viento en el vacío y como si no tuvieran realidad propia. Con la práctica habrá una clara sensación de que la respiración entra y sale del cuerpo a través de todos sus poros.
- Dese cuenta de que la Respiración y el que Respira son Inseparables - Todavía tendrá la impresión de una mente subjetiva que contempla el aliento objetivo. Estos son vistos como dos partes de una dualidad y significa que no se ha alcanzado el estado absoluto de la mente fundamental. El 'conocedor subjetivo' sigue a 'la respiración' a medida que se eleva y cuando cae. Pero tanto el "ascenso" como la "caída" son fundamentalmente ilusorios e irreales: son como "olas" que surgen del "agua", las cuales sólo parecen existir. La mente que se levanta y cae no es la verdadera, subyacente, existe la mente increada. La mente está más allá de todo y por lo tanto es nula. No hay mente subjetiva que contemple ni objeto que se contemple. El conocimiento y su objeto desaparecen.
- Dese cuenta del Ser Puro - Todavía existe una idea de ningún conocimiento y ningún objeto. Esto se elimina cuando la mente se vuelve pura y limpia por no discriminar. La mente se vuelve como agua tranquila y no contiene pensamientos discriminatorios (irreales). El regreso de lo falso a lo real es como las olas que se extienden para revelar el agua, finalmente volviendose uno con el mar.
- Los seres sensibles son innumerables; Prometo salvarlos a todos.
- Los deseos son inagotables; Prometo acabar con ellos.
- Los Dharmas son ilimitados; Prometo dominarlos.
- El Camino de Buda es inalcanzable; Prometo alcanzarlo.
- La superación de la finitud y el acceso a la dimensión de la infinidad de la vida.
- Accesar a lo Absoluto - al Uno que se encuentra dentro de la diversidad y la calma que subyace por debajo de todo el movimiento - el Buda Eterno o la Novena Consciencia, la Budeidad.
- El desarrollo de la Conciencia Cniversal, al ver la inter-relación de todos con todo dentro del Universo; ser una luz en el mundo y promover la iluminación del mundo (la conciencia cósmica de la responsabilidad).
- Una mente en calma y centrada puede captar la realidad de la unidad de la vida y nosotros mismos (la verdad del vacío);
- La mente ordinaria, sin embargo, vive en el flujo de la vida, del dolor y del tiempo, misteriosa y violenta donde constantemente buscamos la comida y el sexo, donde reina el nacimiento y la muerte (la verdad de la existencia provicional);
- Por último, el claro discernimiento de la mente del Camino Medio, da la bienvenida al todo, donde lo inexpresable se revela y se encuentra con lo expresable, en el encuentro entre lo eterno y lo provisional (la verdad del Camino Medio).
- Ku-Shi: Vacuidad - Zen, la práctica de la meditación de la Calma, vaciando la mente; alejarse de lo mundano; cesar las pasiones y los pensamientos; realizar la vacuidad y quietud serena.
- Ke-Kan: Sabiduría; la práctica de la Contemplación; la actividad del Bodhisattva en el mundo; reafirmar la realidad convencional.
- Chu-Shikan: Balance de Calma y Contemplación; Zen y el Sutra del Loto; ver la realidad tal cual es; la sabiduría y compasión de la Budeidad.