Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


sábado, 3 de octubre de 2020

Budismo de Compasión y de Fe: Ciclo de Lecturas sobre los Sutras del Buda Amida - El Sutra de la Meditación I

 Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene una Ciclo de Estudio y Lectura sobre los Sutras del Buda Amida. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana. 

Los Sutras del Buda Amida son una colección de tres Sutras, o tres sermones dados por el Buda Shakyamuni mientras predicaba en el mundo, y en los mismos, el Buda nos revela que además de él, existen otros Budas en el Universo, como el Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita. En estos Sutras, el Buda nos narra sobre quién es el Buda Amida, cuáles fueron sus votos, y qué hay que hacer para renacer en su Tierra Pura de la Bienaventuranza. Estos Sutras fueron tan populares que, en Japón, un monje Tendai llamado Honen y su discípulo Shinran crearon escuelas independientes centradas exclusivamente en sus prácticas. 

En nuestras primeras entradas, estudiamos y comentamos sobre los primeros dos Sutras, el Sutra Corto y el Sutra Largo. Hoy, comenzamos nuestro estudio y lectura del Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura, mejor conocido como el "Sutra de la Meditación". Como mencionamos anteriormente, no tocaremos el Sutra en su totalidad, por su longitud, sino que destacaremos las partes más importantes y sus enseñanzas. Al igual que nuestras series pasadas, el mismo es una humilde exégesis propia basada en la larga tradición comentarial y las Enseñanzas Completas y Perfectas de la escuela Tendai. Todo error es enteramente mío.

Los Sutras del Buda Amida recogen una serie de sermones dados por el Buda Shakyamuni en sus más de cuarenta años de predicación en el mundo. En los mismos, el Buda Shakyamuni habla sobre la historia, los votos, las enseñanzas y prácticas del Buda Amida, otra emanación del Universo, quien creó una Tierra Pura, llamada Sukhavati, la Tierra Pura de la Felicidad o de la Bienaventuranza, en el Oeste del universo, donde pueden renacer todos los seres que deseen alcanzar el Despertar en su próxima vida, sin falla. En esta Tierra Pura se encuentran todos los elementos necesarios para alcanzar el Despertar y convertirse en un Buda, para luego ir a otros mundos y universos y salvar a todos los seres sintientes.

Si bien esta es la narrativa comúnmente vista, la del Renacimiento tras la muerte, como hemos visto a través de la hermenéutica de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Budismo Tendai, todo esto puede ser visto como una metáfora religiosa para la vida espiritual del practicante. El Buda Amida es la Naturaleza Búdica Innata, la capacidad inherente en todos los seres de alcanzar el Despertar - la Unidad. El Nembutsu (Namu Amida Butsu) es la práctica que despierta nuestra Naturaleza Búdica. El Deseo de Renacer es el Bodhicitta o el Deseo de Alcanzar el Despertar. El Renacimiento es el Despertar o la Iluminación - la Budeidad. Y la Tierra Pura es el Nirvana o nuestra Verdadera Naturaleza - la Unidad. Esto unifica y armoniza ambas corrientes budistas, la de la Sabiduría (Meditación) y la de la Compasión y Fe (Nembutsu).

Los Sutras de la Tierra Pura son muchos, pero como hemos visto, históricamente, se han destacado tres Sutras: el Sutra del Buda Amida ("Sutra Corto"), el Sutra del Buda de la Luz y la Vida Infinita ("Sutra Largo") y el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura ("Sutra de la Meditación"). El Sutra Corto es una especie de introducción; el Sutra Largo provee la historia, las enseñanzas y la teoría, así como el Nembutsu Recitativo; y el Sutra de la Meditación expande la teoría y provee la práctica, así como el Nembutsu Meditativo o Contemplativo. Ya hemos estudiado los primeros dos, así que estamos listos para comenzar nuestro estudio del Sutra de la Meditación.

El Sutra de la Meditación, al igual que todos los Sutras, comienza con las palabras "Así he oído". Esto hace referencia a que este fue un Sutra o sermón del Buda recordado y pasado a la posteridad originalmente por Ananda, el primo y asistente personal del Buda Shakyamuni en el mundo, quien recitó el mismo ante el Primer Concilio budista tras la muerte del Buda para preservar oralmente sus enseñanzas, las cuales posteriormente fueron pasadas a hojas y hoy a libros y gracias a ellos existen en nuestros días. Luego, el Sutra nos dice dónde el sermón fue predicado, que en este caso fue en Rajagriha, en el Pico del Buitre, donde el Buda dió su sermón más importante, el Sutra del Loto. Luego, el Sutra nos dice quiénes estaban presentes, que era una gran asamblea de monjes, monjas y seres celestiales, y con treinta y dos mil Bodhisattvas, con Manjushri el Príncipe del Dharma a la cabeza de la asamblea. Pero a diferencia de otros Sutras, este sermón no narra que el mismo no fue dado por el Buda en el Pico del Buitre, sino que su origen comenzó cientos de millas lejos de allí, en el palacio real del rey Bimbisara. 

El Sutra de la Meditación trata sobre la tragedia de Rajagriha. En el centro de la tragedia está la reina Vaidehi. La reina Vaidehi ha sido encarcelada por su propio hijo, el príncipe Ajatashatru. Ajatashatru también ha encarcelado a su propio padre, el rey Bimbisara, y le ha ordenado morir de hambre. ¿Por qué Ajashatru encarceló a sus padres? Como veremos, el Sutra trata sobre la teodicea budista, el deseo y el trabajo espiritual de todo budista sincero en el Camino. Como veremos, créalo o no, todos somos Ajashatru. Y nuestra ignorancia e inclinación al mal se llama Devadatta.

Como he explicado en este blog, el Budismo, a diferencia de las religiones occidentales, no cree en el mal, ni mucho menos en una personificación del mal, sino en la ignorancia: las personas cometen actos malvados, en pensamiento, palabra y acción, dado a que son ignorantes de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, de la Verdad (Dharma), y de las consecuencias reales (karma) de sus acciones; no por un mal inherente. Lo único "malvado" inherentemente es el deseo [mal dirigido]. Es por eso que el Budismo no cree en Satanás; lo más cercano es Mara Papiyas, la representación budista de la oscuridad y la ignorancia. Pero esto lo tocamos en una entrada anterior.

Entonces, ¿por qué digo que nuestra ignorancia e inclinación al mal de llama Devadatta? Esto es porque Devadatta, quien trató de matar al Buda y quien trató de desunir la Sangha, entre otros actos malvados, es el que pone en movimiento una serie de suscesos que desenlazan en los hechos de este Sutra, y para poder entender bien el mismo, debemos recordar un poco sobre quién fue Devadatta.

Devadatta fue el primo biológico del Buda y uno de sus discípulos. Según los Canon Pali, Devadatta era hermano de Yashodhara; pero el Canon Sánscrito, sin embargo, afirman que en realidad era el hermano mayor de Ananda y que creció en el palacio con Siddhartha, el futuro Buda. Estas historias retratan a Devadatta como celoso y cruel. En una historia, Devadatta derriba un cisne con una flecha que cae a la tierra cerca de Siddhartha. Siddhartha saca la flecha y la cuida hasta que recupera la salud, pero Devadatta insiste en que el cisne le pertenece porque le disparó. Esto hizo que los dos muchachos fueran a la corte del rey, donde los consejeros discutieron sobre los méritos de cada caso. Al final, un sabio declaró que el cisne debería pertenecer a quien le salvó la vida y no al que trató de quitársela. En otro incidente, Devadatta mató a un elefante blanco que iba a ser presentado a Siddhartha como regalo. También se dijo que compitió por la mano de Yashodhara en matrimonio, pero nuevamente perdió ante su primo Siddhartha. Otra leyenda afirma que, después de que Siddhartha renunciara a la vida hogareña para vivir como un asceta, Devadatta trató de seducir a Yashodhara, pero fue rechazado. Todo esto hizo que Devadatta se uniera a la nueva Orden budista, la Sangha, creada por Siddhartha, quien ahora era conocido como el Buda. Pero esto no hizo que sus sentimientos de ira y celos por su primo cesaran.

Devadatta se unió a la Sangha junto con Aniruddha, Bhaddiya, Ananda, Bhagu, Kimbila y su barbero Upali cuando el Buda regresó por primera vez a Kapilavastu. En ese momento lo habían convencido de dejar la vida hogareña y convertirse en monje porque el ex rey, Bhaddiya, y los otros Shakyas querían asegurarse de que Devadatta no se convertiría en el gobernante por defecto cuando los otros herederos del trono se hubieran convertido en monjes. Poco después de convertirse en monje, Devadatta alcanzó los cinco tipos de poderes sobrenaturales que se pueden desarrollar a través de la meditación. Estos cinco fueron: dominio sobrenatural del cuerpo, el oído divino (clariaudiencia), lectura de la mente, recuerdo de vidas pasadas y el ojo divino (clarividencia). Durante mucho tiempo, Devadatta fue un miembro respetado de la Sangha. Desafortunadamente, sus celos y envidia le impidieron alcanzar una verdadera comprensión o liberación, y sus poderes sobrenaturales solo aumentaron su arrogancia.

Si bien el Budismo cree que uno puede adquirir poderes sobrenaturales (siddhis) a través de la práctica, el mismo es renuente en su utilización, y mucho más en sus alarde. El Buda mismo expresó sus sentimientos sobre el uso de poderes sobrenaturales en varios discursos. El Budismo enseña que cuando uno practica la meditación y alcanza los estados de concentración conocidos como Dhyanas, puede seguir desarrollando los cuatro caminos hacia el poder espiritual: celo, energía, pureza de mente e investigación. Pero si se mal usan, se peirden. Devadatta se volvió complaciente y hambriento de poder mundano, y esto le hizo perder esas mismas cualidades. Sin embargo, Devadatta comenzó a utilizar su prestigio para ganar el favor de príncipes y manipular la situación política de la India en ese momento, como su alianza con el príncipe Ajashatru.

Devadatta disfrutaba del prestigio que había ganado gracias al patrocinio del príncipe Ajatashatru. Con el tiempo, llegó a creer que sería un digno sucesor del Buda Shakyamuni. En una ocasión se ofreció audazmente a dirigir la Sangha para que el Buda pudiera retirarse. Nada de esto sale en el Sutra de la Meditación, pero es importante mencionarlo. Pero dado a que el Buda y la Sangha comenzaron a darse cuenta de sus motivaciones, su oferta fue vehementemente declinada:

"El Bendito estaba sentado enseñando el Dharma y rodeado por una gran asamblea, incluido el rey Bimbisara. Entonces Devadatta se levantó de su asiento y, colocando su túnica superior en un hombro, levantó las palmas de las manos juntas hacia el Bendito: 'Señor, el Bendito ahora es viejo, cargado de años, avanzado en la vida y va a la última etapa. Deja que el Bendito descanse ahora. Que viva en la dicha en la vida presente. Que me entregue la Sangha de los monjes'.

"El Buda contestó: 'Suficiente, Devadatta. No aspires a gobernar la Sangha de los monjes'.

"Por segunda vez, Devadatta hizo la misma propuesta y recibió la misma respuesta. Cuando hizo la propuesta por tercera vez, el Bendito dijo: 'No entregaría la Sangha de los monjes ni siquiera a Shariputra y Maudgalyayana. ¿Cómo puedo hacerle eso a un derrochador, un coágulo de saliva, como tú?.

"Entonces Devadatta pensó: 'Ante el público, incluido el rey, el Bendito me ha deshonrado con las palabras 'coágulo de saliva' y ha elogiado a Shariputra y Maudgalyayana'. Estaba enojado e indignado. Rindió homenaje al Bendito y partió, manteniéndolo a su derecha. Ahora bien, este fue su primer rencor contra el Bendito".

Esta fuerte condena e incluso el insulto que viene del Buda puede parecer bastante impactante. Uno puede entender fácilmente por qué Devadatta puede guardar rencor después de ser insultado públicamente frente a la Sangha e incluso al Rey Bimbisara. Pero el Buda veía el corazón y la mente de su primo, a quien amaba, y esperaba que enmendara sus caminos. Sin embargo, tristemente, esto no sucedió. Devadatta no había renunciado a su ambición de hacerse cargo de la Sangha. Ahora que había sido insultado y denunciado públicamente, planeó encontrar una manera de alejar a los monjes del Buda y crear una Sangha rival. Propuso el siguiente plan: ir a donde el Buda y proponer Cinco Reglas Monásticas nuevas que fueran más estrictas, sabiendo que el Buda las declinaría, lo que lo haría ver más virtuoso sobre el Buda:

"(1) Señor, sería bueno si los monjes fueran habitantes del bosque de por vida y cualquiera que fuera a vivir a una aldea fuera censurado; (2) si fueran comieran solo de la mendicidad y cualquiera que aceptara una invitación fuera censurado; (3) si eran portadores de trapos de por vida y cualquiera que vestía una túnica era censurado; (4) si fueran habitantes de las raíces de los árboles de por vida y cualquiera que moraban en edificios fueran censurados; (5) si no comieran pescado o carne de por vida y cualquiera que lo hiciera fue censurado. El monje Gautama nunca los concederá. Así que podemos informar a la gente sobre estos cinco puntos. Con estos cinco puntos será posible crear un cisma y una ruptura de la concordia en la Sangha del monje Gautama, pues la gente admira la abnegación".

Devadatta no era un asceta sincero, pero ciertamente estaba dispuesto a utilizar el ascetismo como pretexto para ganar adeptos y admiradores. Así fue como Devadatta y sus seguidores acudieron al Buda y propusieron la adopción de sus cinco puntos. El Buda respondió diciendo que eso no era necesario, pero aquellos que deseen adherirse a esas leyes pueden hacerlo por su propia voluntad. El Buda respondió aquí desde la perspectiva del Camino Medio entre la autocomplacencia y la abnegación. Estos son cinco puntos que muchos budistas contemporáneos, "Seguidores de Devadatta" parecen proponer mucho por las redes, sin darse cuenta que son partidarios de Devadatta.

Continuando nuestro recuento de Devadatta, Devadatta estaba complacido de que las cosas se desarrollaran de acuerdo con su plan. Los jóvenes monjes impresionables y los seguidores laicos que admiraban el ascetismo riguroso rápidamente se unieron a su causa. Devadatta estaba tratando activamente de alejar a la gente de la enseñanza y la práctica del Buda con el argumento de que su propia enseñanza y práctica eran superiores. Se dice que más de 500 monjes se unieron a esta nueva Sangha. Para hacer el cuento corto, el Buda posteriormente pudo hcer ver a estos monjes los errores de sus caminos y volvieron a la Sangha original. Después del fracaso de su intento de crear un cisma, Devadatta se dirigió al príncipe Ajatashatru para promover sus planes. 

Para ganarse al príncipe y unirlo a sus maquinaciones, Devadatta le cuenta al príncipe sobre una serie de suscesos que culminaron con su nacimiento. Hace mucho tiempo, el rey Bimbisara estaba ansioso por tener un heredero. Habiendo escuchado de un adivino que cierto ermitaño que vivía en las montañas renacería como su hijo tres años después, el rey inmediatamente le envió un mensajero pidiéndole que terminara con su propia vida, pero el ermitaño se negó a hacerlo. El rey enojado ordenó al mensajero que lo matara si aún se negaba a suicidarse. El ermitaño murió así decidido a vengarse. Pronto la reina Vaidehi quedó embarazada. El rey se regocijó, pero se horrorizó al escuchar del adivino que ella daría a luz a un niño que haría daño al rey. Entonces le dijo a la reina que diera a luz al bebé en el techo de la torre y lo dejara caer al suelo. Ella hizo lo que le dijeron, pero el bebé sobrevivió milagrosamente con solo daños en el dedo meñique. "Es por eso que te llamas Ajatashatru, que significa Enemigo No Nacido." Para sus sorpresa, Ajashatru vió que en efecto tenía una cicatríz en el meñique. Esto lo puso en contra de su padre e hizo realidad la predicción de los adivinos, así como la maldición del hermitaño. Aquí comienza nuestra historia del Sutra. 

"En ese momento, en la gran ciudad de Rajagriha había un príncipe, el heredero, llamado Ajatasatru. Escuchó el malvado consejo de Devadatta y otros amigos y arrestó por la fuerza a Bimbisara, su padre, el rey, y lo encerró solo en una habitación con siete paredes, proclamando a todos los cortesanos que nadie debería acercarse (al rey). La consorte principal del rey, Vaidehi, la reina, era fiel y fiel a su señor, el rey. Ella lo sostuvo de esta manera: habiéndose purificado bañándose y lavándose, ungió su cuerpo con miel y manteca mezclada con harina de maíz, y ocultó el jugo de uva en las distintas guirnaldas que llevaba para darle de comer sin ser notado por el guardián. Cuando ella entró furtivamente y le hizo una ofrenda, él pudo comer la harina y beber el jugo de las uvas. Luego pidió agua y se enjuagó la boca. Hecho esto, el rey extendió sus manos juntas hacia el Pico Buitre y le hizo una reverencia debida y respetuosa al Honrado por el Mundo, que en ese momento vivía allí. Y pronunció la siguiente oración: 'Mahamaudgalyayana es mi amigo y pariente; permítele, te ruego, que sienta compasión por mí, y venga y me comunique los ocho preceptos prohibitivos del Buda'. Sobre esto, Mahamaudgalyayana apareció de inmediato ante el rey, llegando con una velocidad igual al vuelo de un halcón o un águila, y le comunicó los ocho preceptos.

"Día tras día visitaba al rey. El Honrado por el Mundo envió también a su digno discípulo Purna a predicar el Dharma al rey. Así pasó un período de tres semanas. El rey mostró en su expresión que estaba feliz y contento cuando tuvo la oportunidad de escuchar el Dharma, así como de disfrutar de la miel y la harina.

"En ese momento, Ajatasatru le preguntó al guardián de la puerta si su padre aún estaba vivo. A esto, el carcelero le respondió: 'Exaltado rey, la consorte principal de tu padre trajo comida y se la presentó ungiendo su cuerpo con miel y harina y llenando sus guirnaldas con jugo de uvas, y los Sramanas, Mahamaudgalyayana y Purna, han venido ante el rey a través del cielo para predicarle el Dharma. Es imposible, rey, evitar que vengan'.

"Cuando el príncipe escuchó esta respuesta, se indignó contra su madre: 'Mi madre', gritó, 'es en verdad una rebelde, porque la encontraron en compañía de ese rebelde'. Las personas malvadas son esos Sramanas, y es su arte de los hechizos que causan ilusión y engaño lo que retrasó la muerte de ese rey malvado durante tantos días'. Al instante blandió su espada afilada, con la intención de matar a su madre. En ese momento, intervino un ministro llamado Chandraprabha, quien poseía gran sabiduría e inteligencia, y Jiva (un médico famoso). Saludaron al príncipe y protestaron con él, diciendo: 'Nosotros, ministros, Gran Rey, oímos que desde el comienzo de los kalpas había varios reyes malvados, hasta dieciocho mil, que mataron a sus propios padres, codiciando el trono de sus respectivos reinos, como se menciona en los Vedas. Sin embargo, nunca hemos oído hablar de un hombre que haya matado a su madre, aunque carezca de virtud. Ahora bien, si tú, rey, te atreves a cometer un pecado tan mortal, mancharías la sangre de los Kshatriyas, la raza real. Ni siquiera podemos soportar oír hablar de ello. De hecho, eres un Chandala, la raza más baja; no nos quedaremos aquí con ustedes'.

"Después de esto, los dos grandes ministros se retiraron dando un paso atrás, cada uno con su mano colocada sobre su espada. Entonces Ajatasatru se asustó y tuvo mucho miedo de ellos, y le preguntó a Jiva: '¿No serás mi amigo?' En respuesta, Jiva le dijo: 'Entonces, oh gran rey, no pienses de ninguna manera en dañar a tu madre'. Al escuchar esto, el príncipe se arrepintió y buscó misericordia, e inmediatamente dejó su espada y no hizo daño a su madre. Finalmente ordenó a los oficiales de las cámaras interiores que metieran a la reina en un palacio escondido y no la dejaran salir de nuevo.

"Cuando Vaidehi fue así encerrada en confinamiento, se sintió afligida por el dolor y la angustia. Comenzó a rendir homenaje al Buda desde lejos, mirando hacia el Pico del Buitre. Ella pronunció las siguientes palabras: '¡Tathagata! ¡Honrado por el Mundo! En tiempos pasados ​​me has enviado constantemente a Ananda para que lo indague y te consuele. Ahora estoy en pena y dolor. Tú, Honrado por el Mundo, eres majestuoso y exaltado; de ninguna manera podré verte. Te lo ruego, ¿ordenarás a Mahamaudgalyayana y a tu distinguido discípulo, Ananda, que vengan y tengan una charla conmigo?' Después de este discurso, se lamentó y lloró, derramando lágrimas como una lluvia. Antes de que ella levantara la cabeza para rendir homenaje al distante Buda, el Honrado por el Mundo sabía lo que Vaidehi deseaba en su mente, aunque estaba en el Pico del Buitre. Por lo tanto, instantáneamente ordenó a Mahamaudgalyayana y Ananda que fueran hacia ella a través del cielo. El propio Buda desapareció de esa montaña y apareció en el palacio real".

Como vemos, las maquinaciones de Devadatta, unido al deseo del príncipe de obtener rápidamente el trono, hicieron que Ajashatru encerrara a su padre y lo tratara de matar. Esto es lo que hace el deseo y las pasiones desenfrenadas en todos nosotros si no aplicamos el Dharma, las enseñanzas budistas, en nuestras vidas. Ajashatru estaba en oscuridad, y el Dharma es la luz, pero Devadatta representa el Dharma Malvado de aquellos que distorcionan las enseñanzas para sus fines personales, como hacen muchos "maestros budistas" por internet.

El rey y la reina no eran del todo inocentes, después de todo, mataron a un santo para que renaciera como su hijo, y ocultaron este hecho toda la vida del príncipe. Esto es una lección sobre la ineludibilidad del karma, las Ley de Causa y Efecto, en nuestras vidas. Todo pensamiento, palabra y acción que hacemos tiene consecuencias. Las buenas acciones traen buenas consecuencias, mientras que las malas traen consecuencias de naturaleza a fin, como sombras que nos acompañan el resto de nuestras vidas. Es menester realizar acciones virtuosas para poder asumir un diminio real de nuestras vidas, y no pensar que estamos a merced de nuestras circunstancias. 

A veces somos el juez que siempre está juzgando a las personas de esta o aquella forma. A veces somos las víctimas, y sentimos que todos nos maltratan o que la vida nunca es justa para nosotros. Otras veces somos los castigadores e infligimos dolor y sufrimiento a los demás, a veces por lo que decimos, a veces por lo que hacemos. Esto nos despierta a la realidad de que no existe un peor infierno fuera de nuestra propia vida. Para miles de personas en el mundo, el infierno es aquí y ahora. Al ver que la tragedia ocurre en el mundo que nos rodea, no se puede negar que personas que están perdidas en la ilusión hacen cosas tan terribles. Estar tan enojado como para infligir dolor a los demás, o estar cegado por un cierto punto de vista político o religioso y perder su sentido de humanidad y sentido común, es lo que lleva a que ocurran cosas tan terribles en nuestro mundo de hoy. 

Así, el sufrimiento es nuestro acompañante eterno, solo que muchos no se atreven a ver a su lado para reconocerlo en sus vidas. Es por eso que llenamos nuestras vidas con placeres, tratando de eludir la realidad del sufrimiento y la muerte en nuestras vidas. Pero como hemos mencionado, el sufrimiento es irradicable. Esto fue lo que experimentó la reina Vaidehi en ese instante. El sufrimiento y la muerte son constantes que afectan tanto a la persona común como a los reyes, por más que tratemos de evitarlos o de ignorarlos en nuestras vidas. Es por eso que necesitamos las enseñanzas del Buda. Tanto más necesitamos comprender profundamente el corazón del Dharma y compartirlo con otros, para que la oscuridad en sus corazones sea iluminada por la luz de la verdad.

Ante este escenario, la reina rápidamente acude a la Fuente de Verdad y Sabiduría, el Buda, y le pide que extienda su manto misericordiosa sobre ella. 

"Cuando la reina levantó la cabeza mientras terminaba el homenaje a Buda, vio ante ella al Buda Shakyamuni, el Honrado por el Mundo, cuyo cuerpo era de color oro púrpura, sentado sobre una flor de loto que consta de cien joyas, con Mahamaudgalyayana asistiendo a su a la izquierda, y con Ananda a su derecha. Shakra (Indra), Brahman y otros dioses que protegen el mundo fueron vistos en medio del cielo, por todas partes derramando flores celestiales con las que hacían ofrendas al Buda en su reverencia. Vaidehi, al ver a Buda, el Honrado por el Mundo, se quitó las guirnaldas y se postró en el suelo, llorando, sollozando y hablándole a Buda: '¡Honrado por el Mundo! ¿Qué pecado mío anterior ha producido un hijo tan malvado? Y nuevamente, Exaltado, ¿por qué causa y circunstancias tienes tal afinidad (por sangre y religión) con Devadatta (el primo malvado de Buda y una vez su discípulo)? '

 "'Mi única oración', continuó, 'es esta: Honrado por el Mundo, que me prediques en detalle de todos los lugares donde no hay dolor ni angustia, y adonde debo ir para nacer de nuevo. No estoy satisfecha con este mundo de depravaciones, con Jambudvipa, que está lleno de infiernos, lleno de espíritus hambrientos y de criaturas brutas. En este mundo de depravaciones, hay muchas asambleas de malvados. Que no escuche, ruego, la voz de los malvados en el futuro y que no vea a ningún malvado.

"'Ahora arrojo mis miembros al suelo delante de ti y busco tu misericordia confesando mis pecados. Rezo por esto solo para que el Buda parecido al Sol pueda instruirme sobre cómo meditar en un mundo en el que todas las acciones son puras'. En ese momento, el Honrado por el Mundo lanzó un rayo dorado entre sus cejas. Se extendió a todos los innumerables mundos de los diez cuartos. A su regreso, el rayo se posó en la parte superior de la cabeza del Buda y se transformó en un pilar dorado como el Monte Sumeru, donde todas las Tierras Puras y admirables de los Budas en las diez direcciones aparecieron simultáneamente iluminados".

El ruego de Vaidehi es el ruego de muchos de nosotros que hemos despertado a la verdadera naturaleza del mal y el sufrimiento en este mundo. ¿Quién no aspira a renacer en un lugar donde no exista el sufrimiento? 

El Buda no le responde a Vadehi las causas que la llevaron a su situación actual; ella las conoce. Todos conocemos las causas que nos han llevado a nuestras presentes circunstancias. Solo debemos de hacer un análisis honesto con nosotros mismos y las descubriremos. Es por eso que el Buda, en vez de analizar sus causas, le presenta rápidamente la solución. El Buda siempre está dispuesto a extender su mano compasiva y arroparnos en la luz de su benevolencia. Solo tenemos que abrir nuestras mentes y corazones. 

Como vemos, los padres de Ajatashatru no eran tan cariñosos e inocentes; Ajatashatru había crecido bajo una nube de sospecha e incluso hostilidad desde el momento en que nació, o incluso antes. En cuanto a Devadatta, ya se ha contado su celos de toda la vida hacia el Buda. Incluso un Buda no puede complacer a todo el mundo ni obligar a la gente a reaccionar de forma positiva en lugar de negativa. En nuestro dolor, a veces olvidamos las formas en que podríamos haber causado sufrimiento a otros a través de nuestras acciones y actitudes. También olvidamos que no podemos controlar a los demás. Incluso nuestras buenas causas no pueden anular el libre albedrío de otras personas, y es posible que otras personas muestren ingratitud o incluso paguen nuestra bondad con crueldad. Esto no significa que no debamos hacer nuestro mejor esfuerzo para hacer buenas causas o hacer lo mejor por los demás, pero sí significa que una de las buenas causas que podríamos necesitar hacer es cultivar la paciencia y la comprensión cuando nos enfrentamos a las consecuencias de nuestro propios errores o con la ingratitud o incluso las acciones dañinas de otros, confiando en que a la larga se restablecerá el equilibrio y la armonía a medida que se desarrolle la ley de causa y efecto.

El Buda, sin embargo, responde a la solicitud de ver un mundo mejor, mostrándole a Vaidehi una visión de todas las Tierras Puras en las diez direcciones. Estas Tierras Puras son esencialmente reinos celestiales creados por los poderes, los méritos y los votos de los Budas, donde todos los que renacen en ellas pueden aprender y practicar el Dharma bajo la guía de sus Budas en condiciones que son perfectamente propicias para alcanzar la Iluminación.  El Buda entonces le mostró todas las Tierras Puras de los Budas en todos los universos, y la reina Vaidehi seleccionó la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida.

"Entonces Vaidehi le djo al Buda: 'Honrado por el Mundo, aunque todos las demás Tierras Puras del Buda son puras y radiantes de luz, debería, sin embargo, desear nacer en el reino del Buda Amida, en la Tierra Pura de la Más Alta Felicidad, Sukhavati . Ahora simplemente te ruego, Honrado por el Mundo, que me enseñes cómo concentrar mi pensamiento para obtener una visión correcta de ese país '.

 "Entonces, el Honrado por el Mundo le sonrió gentilmente y rayos de cinco colores brotaron de su boca, cada rayo brillando hasta la cabeza del rey Bimbisara.

"En ese momento, la visión mental de ese exaltado rey era perfectamente clara aunque estaba encerrado en un retiro solitario, y podía ver al Honrado por el Mundo desde lejos. A medida que rindió homenaje con la cabeza y la cara, naturalmente aumentó y avanzó en sabiduría, por lo que alcanzó el fruto de un Anagamin, el tercero de los cuatro grados hasta el Nirvana.

 "Entonces el Honrado por el Mundo dijo: '¿No sabes, Vaidehi, que el Buda Amida no está muy lejos de aquí? Debes dedicar tu mente por completo a la meditación profunda sobre aquellos que ya han perfeccionado las acciones puras necesarias para renacer en esa Tierra Pura del Buda. Ahora procedo a explicárselos por completo en muchas parábolas, y así brindar a todas las personas comunes del futuro que deseen cultivar estas acciones puras la oportunidad de nacer en la Tierra de la Más Alta Felicidad (Sukhavati) en el mundo occidental. Aquellos que deseen nacer en ese país de Buda deben cultivar una triple bondad. Primero, deben actuar filialmente con sus padres y apoyarlos; servir y respetar a sus maestros y ancianos; ser de mente compasiva, abstenerse de hacer cualquier daño y cultivar las diez acciones virtuosas. En segundo lugar, deben tomar y observar el voto de buscar refugio en las Tres Joyas, cumplir todos los preceptos morales y no rebajar su dignidad o descuidar ningún ceremonial. En tercer lugar, deben dedicar toda su mente al logro de la sabiduría perfecta, creer profundamente en el principio de causa y efecto, estudiar y recitar la doctrina Mahayana y persuadir y alentar a otros que sigan el mismo camino que ellos.

"Estos tres grupos enumerados se denominan acciones puras que conducen a la Tierra Pura del Buda. Vaidehi, para aclarar si no lo entiendes ahora: estas tres clases de acciones son la causa efectiva de las acciones puras enseñadas por todos los Budas del pasado, presente y futuro'".

Como vemos, las primeras palabras del Buda es que el Buda Amida y su Tierra Pura no se encuentran lejos de aquí. Esto lo tocaremos más tarde en nuestro ciclo de Lecturas. Tras estudiar todas las enseñanzas y prácticas budistas, la reina juró renacer en la Tierra Pura del Buda Amida, el Mundo de la Felicidad y solicitó que el Buda Shakyamuni le enseñe cómo lograr esto. El Buda entonces le enseñó a practicar las Tres Condiciones explicando que eran "las verdaderas causas de las actividades puras de todos los Budas de los tres períodos del tiempo". Por lo tanto, son una parte crucial y la base de nuestra práctica. Esta importante afirmación nos dice que todos los Budas de los tres períodos de tiempo: del pasado, el presente y el futuro, se basan en las Tres Condiciones como la base para su cultivo y logro de la Budeidad.

La primera condición es:

1. Ser filial y cuidar a los padres;
2. Ser respetuoso y servir a los maestros;
3. Ser compasivo y no matar a ningún ser vivo;

4. Cultivar las Diez Conductas Virtuosas -Físicamente, debemos abstenernos de matar, robar y de la conducta sexual inapropiada. Verbalmente, debemos abstenernos de los discursos falsos, los discursos hirientes, el discurso divisivo y el discurso tentador. Mentalmente, debemos abstenernos de dar lugar a la codicia, la ira y la ignorancia. Estos son los Preceptos.

La segunda condición es:

5. Tomar Refugio en la Triple Joya - el Buda, el Dharma y el Sangha;
6. Seguir los Preceptos;
7. Comportarse de una manera digna y apropiada.

La tercera condición es:

8. Generar la mente Bodhi (el deseo del alcanzar el Despertar-Renacimiento);
9. Creer profundamente en la causalidad (Karma);
10. Estudiar y recitar los Sutras Mahayana; y
11. Animar a otros a avanzar en el camino hacia la Iluminación.

Entonces, el secreto para la práctica correcta del Budismo de la Tierra Pura sigue resumiéndose en los Tres Entrenamientos de (1) Preceptos, (2) Meditación y (3) Sabiduría [y Fe]. 

(1) Los Preceptos contrarrestan nuestros hábitos por las malas acciones. La concentración meditativa contrarresta la tendencia de nuestras mentes a vagar y tener pensamientos dispersos. La sabiduría contrarresta la ignorancia, nuestros puntos de vista y conocimiento equivocados, y nuestra falta de conocimiento correcto. En un nivel básico, nos abstenemos de matar; de robar; de la mala conducta sexual o sensual; de mentir y de tomar intoxicantes. En una base más amplia, nos comportamos de una manera moral y ética en todo lo que hacemos. (2) Luego seguimos con la concentración meditativa (Meditación). En la concentración meditativa, enfocamos nuestra atención en las enseñanzas del Buda o en la figura misma del Buda (Nembutsu). No hay distracciones ni preocupaciones, ni dudas ni somnolencia, ni discriminaciones ni afectos: no nos afecta nuestro entorno y mantenemos una mente tranquila y tranquila. (3) Esto nos ayuda a desarrollar nuestra sabiduría intuitiva. La sabiduría intuitiva no es una búsqueda intelectual ni es una medida de inteligencia académica. Es conocimiento y comprensión, y surge desde nuestro interior cuando nuestras mentes son claras y tranquilas.

Esta es la base de la práctica del Budismo Tierra Pura y los primeros pasos en nuestro renacimiento en la Tierra de la Felicidad. No hay nada más allá o esotérico que esto, mas que el Nembutsu.

Luego, el Buda le enseña a Vaidehi varias formas del Nembutsu Meditativo, con un total de 16 temas de contemplación para renacer en Sukhavati, la Tierra de la Bienaventuranza. Los primeros 13 tratan de varios aspectos de Sukhavati y del Buda Amida y sus asistentes, el Bodhisattva Avalokiteshvara (Kannon Bosatsu) y el Bodhisattva Mahasthamaprapta (Seishi Bosatsu). Los últimos 3 tratan de contemplaciones que involucran a personas de alta, media o baja capacidad espiritual y su respuesta al poder salvador del Buda Amida y el Nembutsu. 

Si bien este Sutra es el que detalla el Nembutsu Meditativo, detallando visualizaciones básicas hasta visualizaciones complejas que requieren un alto nivel de creatividad y concentración meditativa, el Sutra también menciona el poder de simplemente escuchar y decir el nombre del Buda Amida, el Nembutsu Recitativo, por el bien de aquellos que son incapaces de contemplar y visualizar al Buda, hacer el bien o incluso abstenerse del mal. Así, el Sutr es un refugio, un método hábil, mediante el cual aquellos en un sufrimiento profundo que han perdido la esperanza de la vida o de este mundo pueden visualizar un mundo mejor y las cualidades de los Budas y Bodhisattvas. De ese modo abren los ojos a las cualidades del Buda dentro de su propia vida y, al hacerlo, se dan cuenta de la verdadera naturaleza de este mundo y de los seres que lo habitan. Se puede entender que la enseñanza y el método de la Tierra Pura se refieren a un renacimiento literal en la Tierra Pura del Buda Amida mediante la aceptación del poder salvífico de ese Buda, pero en esencia, su objetivo es despertar nuestra Naturaleza Búdica en esta misma vida que se desarrollará sin cesar en el futuro, y abrir nuestros ojos divinos, para ver que la Tierra Pura está, igualmente, en el aquí y ahora, en este mundo. Desarrollaremos este punto a medida que continuamos nuestro estudio.

Así, en esta primera parte, a forma de introducción y de resumen, el Buda nos presenta los requisitos básicos de la práctica del Budismo Tierra Pura, y luego, detalla sobre los particulares de la práctica y sus visualizaciones, lo que veremos en nuestra próxima entrada la semana siguiente.