Principios de una Teología Budista II
El significado religioso de la doctrina Tendai Esotérica de los Cuatro Mandalas manifiestan la función espontánea de Mahavairocana. El Buda se manifiesta en la forma de Budas y deidades, siguiendo también la doctrina de los medios hábiles (Upaya), para revelar el Dharma de acuerdo con las capacidades, inclinaciones y necesidades de los seres sintientes. Dado a que la actividad de Mahavairocana se muestran con su cuerpo, palabra y mente, el practicantes que busque la unión con el Buda debe de realizar ciertas actividades que requieren unas posturas, palabras y pensamientos específicas. Esto en el Budismo Esotérico se llama las "Tres Prácticas Místicas (Sanmitsu).
Las tres prácticas pertenecen originalmente al Buda, y el practicante sólo puede realizarlas cuando le son conferidas. Todos los seres poseen por naturaleza estas tres acciones, pero deben practicarlas y realizarlas de acuerdo al método correcto para alcanzar una unión con el Buda.
La comunicación y comunión espiritual entre el ser humano y el Buda que envuelve estas tres prácticas son expresadas por el término Kaji (Adhisthana - poder, bendición, transferencia) que se refiere al poder del Buda de conferir poderes y gracia - y la capacidad del practicante de recibirlo -para asistirlo en su progreso espiritual. Así, el Buda entra en el practicante y el practicante entra en el Buda, encarnando la totalidad del universo.
Aquí podemos distinguir tres principios: "encarnación intríseca", "empoderamiento y respuesta", y "realización manifiesta". Primero, todos los seres poseen intrínsecamente todos los méritos del Buda, ya que poseen la misma esencia (sunyata) y son una manifestación del Buda. Segundo, uno alcanza la comunión con Mahavairocana a través de las Tres Prácticas Místicas de empoderamiento y respuesta. En esta etapa de la práctica, el practicante es uno con Mahavairocana siempre y cuando se encuentre en el Samadhi del Yoga, pero cuando sale del mismo vuelve a ser un ser ordinario lleno de pasiones y faltas. Tercero, si el practicante continúa realizando los Tres Misterios, alcanzará la Budeidad total, y todas sus acciones estarán en armonía con las del Buda. Esta es la meta final del Budismo Esotérico.