Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 14 de junio de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 17 - La Asamblea

 Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 17 - La Asamblea

Luego de explicar su Vida Eterna y la verdadera labor de un Bodhisattva, el Buda, ante toda la asamblea, emana diferentes luces de varios colores, las cuales iluminan toda la asamble, pero que hacen que Cunda brilla milagrosamente. Ante esto, Cunda, junto con todos los Devas, toma las ofrendas y las presenta ante el Buda. Los tres mil mundos en todas las direcciones brillaban y se veían como la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida. Como dice el Sutra: "En ese momento, la grandeza de los 3.000 grandes miles de mundos era similar al Paraíso Occidental de Paz y Felicidad... Entonces el Honrado por el Mundo, para satisfacer a la gente, expulsó de cada poro de su piel un Buda. Cada Buda tenía un séquito de innumerables bhiksus. Todos estos Budas y bhiksus participaron de todas las ofrendas que se habían hecho. El propio Buda Shakyamuni tomó lo que Cunda le presentó a él".

Al veer esto, toda la asamblea se llenó de regocijo, pues el Buda - y todos los Budas - aceptaron las ofrendas presentadas ese día, pero a su vez, se llenaron de una gran tristeza, pues esto solo les confirmaba y se recordaban ue estaban ante los últimos momentos del Buda Shakyamuni en el mundo. Ahora que la luz del mundo se va, ¿en quién podrán depositar su fe, su esperanza y sus ofrendas?

Entonces, el Honrado por el Mundo, para consolar a todos los allí reunidos, habló en un gatha, diciendo:

“No lloren; el Dharma de todos los Budas es así.
Han pasado ahora innumerables kalpas desde que entré en el Nirvana.
Siempre he recibido lo mejor de la Bienaventuranza
Y descansé para siempre en paz.
Ahora, ¡escuchen con todo tu corazón!
Ahora hablaré sobre el Nirvana. Estoy ahora
Separado del sentido de [tomar] comida; Ahora no siento sed.
Ahora, por su bien, hablaré sobre los votos paso a paso.
Y hagan que todos sean bendecidos con paz. Escuchen bien
Y practiquen el Dharma Eterno de todos los Budas.
Ahora entraré hábilmente el Nirvana para la eternidad.
El Tathagata ve a todos los seres como ve a Rahula, su único hijo.
Siempre seré el más honrado de todos los seres.
¿Cómo podría entrar en el Nirvana por toda la eternidad?
El Buda ve a todos los seres como él ve a Rahula. 
Él siempre se convierte en el honrado por los seres. 
¿Cómo puede permanecer mucho tiempo en el Nirvana?
Si el saptaparna [una planta amarga] se transforma en varsika [jazmín],
Si  el karu [genciana] cambia a tinduka [diospyros embrioteris],
Entonces bien podría entrar en el Nirvana. 
El Tathagata ve a todos como ve a Rahula. 
¿Cómo podría él abandonar la compasión y entrar en el Nirvana durante mucho tiempo?
Si un Icchantika pudiera, en su cuerpo actual,
Alcanzar la Iluminación y la Bienaventuranza del primer grado,
Entonces ciertamente entraría en el Nirvana. 
El Tathagata ve a todos los seres como ve a Rahula. 
¿Cómo podría él abandonar la compasión y entrar en el Nirvana durante mucho tiempo?
Si la gente alcanza la Iluminación de una vez y abandona todo mal,
Ciertamente alcanzaré el Nirvana. 
El Tathagata ve todos como ve a Rahula. 
¿Cómo podría él abandonar la compasión y entrar en el Nirvana durante mucho tiempo?
Si el agua de mosquitos y moscas de sierra
De hecho podría mojar toda la tierra
y llenar los ríos, valles y mares,
Entraría en el Nirvana. 
Mi corazón compasivo ve a todos como ve a Rahula.
 Soy siempre el honrado de todos los seres, y
¿Cómo podría estar mucho tiempo en Nirvana? 
Por esta razón, busquen profundamente el Dharma Maravilloso. No se preocupen  demasiado,
Ni lloren, ni se lamenten. Si desean actuar correctamente,
Practiquen lo eterno del Tathagata;
Alberguen el pensamiento de que tal Dharma vive mucho
Y que no hay cambio. Además, tengan en cuenta el hecho de que
Los Tres Tesoros son todos eternos.
Esto engendrará una gran protección.
Es como en el caso de un árbol muerto
Que, como resultado de hechizos mágicos, da fruto. Tales son
Los Tres Tesoros. Todos ustedes,
¡Las cuatro clases de personas! ¡Oíd bien!
Al escuchar bien, surgirá la alegría y surgirá el Bodhiccita.
Los Tres Tesoros son eternos
Y son la Realidad Última, por eso son
El mayor de los votos de todos los Budas".

Luego de esto, el Budal es dijo a todos: "Si una persona puede realmente realizar lo eterno de los Tres Tesoros, esa persona se separará del sufrimiento que surge de la causalidad de la existencia y alcanzará la paz, y no habrá tentaciones, impedimentos ni problemas, pues todo eso se quedará atrás".

Al escuchar esto, toda la asamblea se regocijó, y temporeramente se limoiaron las lágrimas del rostro. El Buda, con sus palabra,s no solo les había temporeramente eliminado todo su sufrimiento y tristeza, sino que lo había aliviado completamente - aunque sea por un instante - de sus mentes y corazones. Ahora podían estar receptivos para poder escuchar atentamente el Dharma final del Buda y hacerle las preguntas necesarias para poder aceptar sus palabras y ponerlas en práctica tras su Parinirvana.

"Luego, los humanos, los devas, la gran multitud y los asuras, al escuchar este sermón, se alegraron e inexpresablemente se llenaron de alegría. Sus mentes se ablandaron, con todos los obstáculos eliminados, y no se sintieron altibajos en sus mentes. Su gran virtud era pura. Sus rostros parecían felices y conocían la naturaleza eterna del Buda. Debido a esto, los devas hicieron ofrendas celestiales y esparcieron flores de varios tipos; con polvo y untando incienso y con música celestial, hicieron ofrendas al Buda."

Todos los presentes se sentían infinitamente afortunados, pues no solo estaban ellos junto con una gran asamblea llena de seres humanos, animales, dioses y divinidades, pues alrededor de todos ellos, en los cielos, en la tierra, y en cada poro y cabello, se encontraban todos los mundos del Reino Dhármico con sus innumerables Budas, cada uno con una gran comitiva de Bodhisattvas y discípulos, y todos los presentes podían ver los rasgos gloriosos de todos los Budas en las diez direcciones. Todo se encontraban verdaderamente en una Tierra Pura Universal. 

Entonces, el Buda miró a toda la asamblea, y todos supieron que ahora el Buda estaba listo para poder tomar todas sus preguntas, y responder de una vez y por todas todas las interrogantes que pudieran quedar sobre su Dharma Eterno, para que su labor continúe en el Cosmos.

El primero en preguntar fue Cunda, quien se dirigió al Buda, preguntando qué realmente significa transgredir los Preceptos. Ante esta pregunta, el Buda respondió:

"El que transgrrede los Preceptos es una persona que comete las Cuatro Ofensas Graves, los Cinco Pecados Capitales y la que calumnia al Dharma Maravilloso. Esta persona verdaderamente está transgrediendo los Preceptos".

Entonces, una persona que rompe los Preceptos no es quien los transgrede accidentalmente, o porque no tiene remedio dado a las circunstancias, sino que el Buda mismo dice que, en esencia, quien realmente transgrede los Preceptos es quien comete las Cuatro Ofensas Graves, los Cinco Pecados Capitales y la que calumnia al Dharma Maravilloso. Como recordaremos, las Cuatro Ofensas Graves o "Pārājika" para un monje ordenado son (1) matar a un ser humano, (2) robar, (3) tener relaciones sexuales, y (4) mentir (en particular, mentir sobre el nivel de conocimiento o logro espiritual de uno). Estos cuatro actos son las más graves de todas las ofensas proscritas por la disciplina monástica, y justifican la expulsión automática de la Orden Budista. Por eso la palabra sánscrita "Pārājika" significa “merecedor de expulsión”. Por otro lado, los Cinco Pecados Capitales son (1) matar al padre de uno, (2) matar a la madre de uno, (3) matar a un Arhat, (4) herir a un Buda, y (5) causar desunión en la Orden Budista. Pero igualmente, uno puede romper verdaderamente los Preceptos al calumniar el Dharma. ¿Qué es calumniar el Dharma? Calumniar el Dharma es negar, oponerse, menospreciar o vilipendiar la enseñanza budista correcta contenida en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. En el Sutra del Loto, en el capítulo tres, dice: "Si una persona no tiene fe y en cambio calumnia este Sutra, inmediatamente destruirá todas las semillas para convertirse en un Buda en este mundo... Cuando su la vida llega a su fin, entrará en el infierno Avichi". Pero el Sutra del Nirvana va mucho más allá, pues dice que no reprochar a quienes calumnian el Dharma equivale a calumniarlo a uno mismo. Esta es la importancia de abordar correctamente el Budismo, y sobre todo, de estudiarlo correctamente en su forma completa y perfecta.

Tales palabras del Buda pueden parecer fuertes, pero debemos regocijarnos de que el romper verdaderamente los Preceptos no es el hacerlo accidentalmente, o por necesidad, sino cuando cometemos cuaquiera de estos Cinco Pecados Capitales, o caluminamos el Dharma Verdadero. Podemos entender el por qué de los Cinco Pecados Capitales, pero el caluminar le Dharma nos puede aun así parecer muy severo. ¿Por qué es esto? Esto es porque si caluminamos el Dharma, alejamos a los seres de su salvación. ¿Qué puede ser peor que esto? Esto es robarle a los seres su felicidad, su esperanza, su fe, su salavación, su Despertar. No hay nada peor que esto. No obstante, no debemos de desanimarnos, pues incluso esas personas que cometen los Cinco Pecados Capitales y caluminan el Dharma Verdadero serán salvados.

"Cunda preguntó además: '¿Puede una persona así, que ha transgredido los Preceptos, ser salvada?' El Buda le dijo a Cunda: 'Si se combinan los factores circunstanciales, esa persona puede salvarse. Si una persona, vistiendo la túnica budista, no la descarta, y su mente siempre se arrepiente y teme y no se va muy lejos, se salvará. Sin embargo, si una persona se arrepiente mucho, se propone proteger el Dharma Maravilloso y construirlo, diciendo: 'Ciertamente haré ofrendas a cualquiera que proteja el Dharma. A cualquiera que recite los Sutras del Mahayana, le haré preguntas, defenderé y recitaré [esos Sutras]. Si los entiendo bien, hablaré ampliamente de ellos a otros'. Yo digo que tal persona no es alguien que ha roto los Preceptos. ¿Por qué no? ¡Oh buen hombre! Por ejemplo, cuando sale el Sol, toda la oscuridad se disipa. Lo mismo se aplica a la aparición en el mundo de este todo maravilloso Sutra del Nirvana. Esto aniquila todos los pecados cometidos durante innumerables kalpas pasados. Es por eso que este Sutra dice que si se obtiene el Dharma Maravilloso, se produce una gran fruición y esto salva a la persona que ha violado los Preceptos. Una persona puede transgredir, pero si se arrepiente y regresa al Dharma, pensará: 'Todos los males que uno realiza son como hacer el mal contra uno mismo'. Surge el miedo y se arrepiente: 'No puede haber otra ayuda que este Maravilloso Dharma. Por esta razón, regresaré y me refugiaré en el Maravilloso Dharma'. También, podemos decir que tal persona es alguien digno de las ofrendas de todo el mundo. Puede haber una persona que hace el mal, como se dijo anteriormente, y después de un mes o quince días, no se refugia ni confiesa. Si alguien hace ofrendas a tal persona, muy poco mérito surgirá de ello. Lo mismo con uno que ha cometido los Cinco Pecados Capitales. Si se arrepiente y siente vergüenza en su mente y se dice a sí mismo que todo lo que ha hecho hasta ahora son malas acciones y la causa de un gran sufrimiento, y que de ahora en adelante hará todo lo posible para proteger el Dharma Maravilloso, tal persona no entra dentro de la categoría de haber roto los Preceptos. Si se hacen ofrendas a tal persona, esto invocará una cantidad inexpresable de bendiciones. Si uno hiciera ofrendas a una persona que ha cometido pecados capitales y en quien no surge ningún pensamiento de proteger el Dharma y tomar refugio, las bendiciones que podrían resultar no serían mucho de qué hablar."

Como vemos, el mensaje salvífico eterno del Buda es que todos los seres poseen la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanar el Despertar, y por ello, todos los seres poseen la capacidad de enmandar sus caminos y regresar a la luz y la Verdad - todos los seres últimanente serán salvados; nadie quedará excluido, ni siquiera el mismo Mara. Este es el verdadero mensaje del Budismo, y el que lo hace totalmente diferente del resto de las religiones y filosofías del mundo. ¿Qué se puede comparar con ello?

No importa quién sea, el Budismo asegura que todos podemos ser salvos, si enmendamos nuestros caminos. Incluso la más vil de todas las personas, si se arrepiente, expía su mal karma - lo cual puede tomar mucho tiempo (eones) - y hace el bien, enmandando todos sus errores, pueden alcanzar la salvación. Esto lo asegura el Sutra cuando dice: "Aunque haya hecho el mal antes, debido a la protección del Dharma, una persona se convierte en el mejor campo de mérito para el mundo [es decir, el bien hecho a tal persona producirá felices resultados kármicos]. Una persona que protege el Dharma se encontrará con una recompensa tan inexpresable".

Esto puede resultar difícil para muchos de nosotros. ¿Qué hay de los comunistas, de los Mussolinis, de los Hitlers, y de las personas realmente valvadas del mundo? Estos son los Devadattas (quien cometió tres de los Cinco Pecados Capitales) y Ajashatrus (quien mató a su padre, ursurpó el trono, y confabuló con Devadatta la ruptura de la Orden Budista) del mundo, e incluso en el tiempo del Buda, ellos alcanzaron la salvación. La historia de la salvación de Devadatta se encuentra en el Sutra del Loto, mientras que la historia de los hechos de Ajashatru se encuentran en el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura, y su coversión y salvación en el Sutra del Nirvana. Con esto, el Buda nos dice que, por más sumidos en la oscuridad de la ignorancia, por más malos que hayan sido, todos poseen la Naturaleza Búdica, y por ello, todos pueden enmendar su errores y alcanzar el Despertar. Esto es algo sobre lo que debemos ponderar detenidamente. El Buda ilustra esta enseñanza hablando de la conversión de Ajashatru. Este capítulo del Sutra del Nirvana, entonces, puede ser visto como uno que expone la doctrina de la salvación de las personas malvadas, igual que el capítulo "Devadatta" del Sutra del Loto.

Ajashatru, para los que no estén familiarizados con su historia, fue un príncipe que vivió en el tiempo dle Buda, quien ursurpó el trono de su padre y lo mató para confabular en crear un reino "dhármico" junto con Devadatta. Su historia fue contada en el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura. Veamos una breve sinopsis.

Como vimos anteriormente, Devadatta trató de crear una ruptura en la Orden Budista al proponer cino nuevos Preceptos estrictos que pretendieron mostrar su santidad y que estaba más aliado a la causa de la Iluminación que el mismo Buda Shakyamuni, y con ello, que era mejor que Shakyamuni. Pero el Buda no amonestó a Devadatta, y aunque varios monjes se fueron de la Sangha de Shakyamuni, al poco tiempo regresaron dado a una intervención del mismo Buda y sus más cercanos discípulos. Después del fracaso de su intento de crear un cisma, Devadatta recurrió al Príncipe Ajatashatru para promover sus planes. Según el Sutra de la Meditación, Devadatta señaló un dedo roto que el Príncipe Ajatashatru tenía desde la infancia y contó la siguiente historia:

"Hace mucho tiempo, el rey Bimbisara estaba ansioso por tener un heredero. Habiendo escuchado de un adivino que cierto ermitaño que vivía en las montañas renacería como su hijo tres años después, el rey inmediatamente le envió un mensajero pidiéndole que terminara con su propia vida, pero el ermitaño se negó a hacerlo. El rey enojado ordenó al mensajero que lo matara si aún se negaba a suicidarse. El ermitaño murió así decidido a vengarse. Pronto la reina Vaidehi quedó embarazada. El rey se regocijó, pero se horrorizó al saber de la adivina que ella daría a luz un niño que le haría daño al rey. Entonces le dijo a la reina que diera a luz al bebé en el techo de la torre y lo dejara caer al suelo. Ella hizo lo que le dijo, pero el bebé sobrevivió milagrosamente con solo daño en su dedo meñique."

Devadatta relató esto en detalle y logró desviar a Ajatashatru. Igualmente, otra razón por la que el Príncipe Ajatashatru acordó deponer al rey Bimbisara fue porque deseaba promover su propia ambición de hacer de Magadha la mayor de las repúblicas indias al conquistar a sus vecinos, pero su padre se contentó con mantener la frágil paz que existía en ese momento. Entre los príncipes rivales en las familias reales de las repúblicas indias, la piedad filial no era tan importante como ganar el trono y promover las ambiciones políticas de uno. 

El Príncipe Ajashatru encerró a su padre y le negó alimentos, esperando a que muriera de hambre. La reina, sin embargo, le llevaba alimentos a escondidas, y cuando el Príncipe lo supo, iba a matarla, pero su propia corte le dijo que muchos han oido de un Príncipe que mata a un rey, pero no a su madre la reina, y que si lo hacía, ellos mismos lo matarían. Ante esto, el Príncipe se aseguró de que el rey no recibiera más comida, y terminó muriendo de hambre. No obstante, antes de morir, el Buda le instruyó milagrosamente al rey y la reina en el Renacimiento en la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida. Los que deseen leer más sobre esto, pueden leer: "La Promesa de la Gran Compasión: Un Comentario a los Sutra del Buda Amida (Hikari Publishing, 2022).

Ahora que su patrón Ajatashatru era rey, Devadatta se acercó a él para comenzar la segunda parte de su plan, el asesinato de Buda para que Devadatta pudiera convertirse en el nuevo líder de la Sangha. Una vez que se le asignó un grupo de soldados, Devadatta designó a uno de ellos para que fuera a donde se alojaba el Buda y lo matara. Devadatta, sin embargo, no estaba dispuesto a correr ningún riesgo de que alguien rastreara este complot hasta él, por lo que colocó a dos hombres en el camino por el que el primer hombre regresaría para matarlo. Luego puso cuatro hombres para matar a los otros dos, y luego ocho hombres para matar a esos cuatro, y finalmente dieciséis hombres para matar a los ocho. Devadatta vio a estas personas como nada más que herramientas que se desecharían una vez que cumplieran su misión. Sin embargo, Devadatta no había tenido en cuenta el poder de la dignidad y la compasión del Buda. Cuando el asesino se acercó al Buda, el Buda lo recibió sonrientemente (sabiendo quién era y qué iba a hacer), y le habló sobre el Dharma. La paciencia y la magnanimidad del Buda fueron tales que no solo perdonó a su posible asesino, sino que también le enseñó el Dharma como si realmente hubiera buscado al Buda con ese propósito. El Buda le enseñó la base de una buena salud espiritual en términos de generosidad, virtud y aspiración a una forma de vida celestial que podría conducir a un renacimiento celestial. Luego le enseñó el valor de estar desapegado y cortar el anhelo por las cosas impermanentes de este mundo. La enseñanza culminó con la enseñanza de las Cuatro Nobles Verdades, lo que reformó completamente al asesino, escapando así de los caminos inferiores del renacimiento en los infiernos, o como un fantasma o animal hambriento. En este caso, el asesino anónimo fue superado por la gran dignidad espiritual del Buda y no pudo seguir las instrucciones de Devadatta. Al ser invitado a acercarse al Buda, hizo una confesión, que el Buda aceptó. El Buda le dio esperanza al asesino, quien ensaba que etsaba más allá de la salvación y redención, y le aseguró que cuando uno está en un error, rectifica ese error y decide actuar de manera diferente en el futuro, puede enmendarlo y vivir de acuerdo con el Dharma. El asesino terminó convirtiéndose al Budismo y fue uno de los mejores discípulos del Buda, salvando a miles de seres y encaminándolos en el bien. 

Después de un tiempo, los otros asesinos comenzaron a preguntarse cuándo llegaría su víctima. Curiosos, subieron por el camino hasta que también se encontraron con el Buda. Al verlo, ellos también recibieron la instrucción de Buda y, como el hombre que les precedió, se refugiaron en los Tres Tesoros, y finalmente fueron enviados por un camino diferente. Lo mismo sucedió con los otros grupos que Devadatta había establecido a lo largo del camino. Esto es solo un ejemplo de los varios complots de Devadatta por asesinar al Buda, donde el Buda demostró con su vida y ejemplo que la salvación está disponible para todos. El mal no es permanente ni eterno, solo el Dharma y el espíritu de gran compasión del Buda, el cual hemos visto manifestarse abiertamente en el Sutra del Nirvana. 

Es por eso que, aun habiendo obtenidoel trono y todo lo que deseaba, el Príncipe no se sentía satisfecho ni contento. También temía las consecuencias de sus actos si llegaran a buen término en una vida futura. Para tranquilizar su mente, visitó a los seis maestros no ortodoxos (desde un punto de vista védico) quienes, con las enseñanzas indias del momento, trataron de consolarlo. El primero, Purana Kashyapa, negó que las causas morales tengan un efecto en una vida futura; el segundo, Maskarin Goshali, le dijo que todo está predestinado y que la liberación es simplemente dejar que los acontecimientos se desarrollen como si se soltara una cuerda; el tercero, Samjayin Vairatiputra el escéptico, tomó una posición agnóstica en todos los asuntos, diciendo que no se preocupara, pues en última instancia, nadie podía realmente saber nada;  el cuarto, Ajita Keshakambala, el materialista, negó por completo el renacimiento; el quinto, Kakuda Katyayana el pluralista, le enseñó que tanto los elementos físicos como los espirituales que componen la vida se dispersan al morir sin continuidad, y por ello, no debía preocuparse; y el sexto, Nigrantha Jnatiputra, el fundador del Jainismo, le enseñó que nuestras acciones nos atan al sufrimiento independientemente de nuestras intenciones y que solo la inacción total puede conducir a la liberación. El rey Ajatashatru no encontró satisfactoria ninguna de estas enseñanzas. Ajashatru, aun siendo un humano, se convirtió en un Asura (un ser cuya consciencia solo es movida por obtener logros) y en un Espíritu Hambriento (pues su vacío existencial y su remordimiento lo consumían enormemente). Su enfermedad permaneció, al igual que su culpa y temor al futuro. Por ello, el rey Ajashatru, a instancias de Jivaka, su médico y amigo del Buda, fue ante el Iluminado. Aquí regresamos a nuestro capítulo.

El Buda ahora, para continuar ilustrando su enseñanza de la alvación de las personas malvadas, le dice a la asamblea: "El rey Ajatashatru, después de haber matado a su padre, vino a mí y, para persuadirme, me hizo esta pregunta: 'Oh Honrado por el Mundo, ¿eres omnisciente o no lo eres? Devadatta tuvo durante innumerables edades pasadas una mala intención y pensó en seguir y dañar al Tathagata. ¿Por qué permitiste que se ordenara?'...Yo, el Buda, le dije al gran rey: 'Has matado a tu padre. El pecado capital ya se ha cometido. Es el mayor de los pecados, cuya consecuencia es la vida en el Infierno Avichi. Confiésate y límpiate. ¿Por qué miras el mal de los demás?'".

Muchos de nosotros buscamos en otros o fuera de nosotros la causa de nuestros males, o somos rápidos para apuntar las faltas de otros antes de incluso ver y aceptar las nuestras. Es por eso que todos nosotros somos Ajashatru. En estas líneas, el Buda nos amonesta a todos y cada uno de nosotros y nos dice que antes de emitir un juicio sobre otros, reflexionemos detenidamente sobre nosotros mismos. 

Aquí no termina la historia de Ajashatru, la cual continuaremos hasta su final en los próximos capítulos del Sutra del Nirvana. De igual forma, este momento en el cual nos encontramos no concluye la nuestra. Toma un momento, pon estas palabras sobre la mesa, y reflexiona: ¿en dónde te encuentras en este momento? ¿Qué circunstancias te llevaron hasta este momento? El Budismo nos dice que somos los autores de nuestro destino. En el Dhammapada, el Buda nos dice: "Nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Somos lo que pensamos". Somos nosotros quienes hemos creado el karma (las causas y condiciones, que dieron resultados o acciones) que nos ha hecho quienes somos. Igualmente, el Buda nos dice en el Dhammapada: "Si deseas saber las causas del presente, reflexiona sobre el pasado. Si deseas saber el futuro, reflexiona sobre el presente". Cada instante de nuestras vidas encarna 3,000 potenciales, y podemos elevarnos sobre nuestras circunstancias y manifestar algo mejor en cualquier momento. Este es el verdadero poder del Dharma Eterno, y cuando lo manifestamos, hacemos brillar nuestra Vida Eterna y ponerla en acción en nuestra vida. 

Regresando al Sutra del Nirvana, tras escuchar sobre la salvación de las personas malvadas, el Bodhisattva Kashyapa se sintió extremadamente e inexpresablemente contento, y dijo: 

"Todo esto es maravilloso. El Tathagata ve todo como si estuviera viendo su Rahula'. Entonces el Buda elogió a Kashyapa y dijo: '¡Bien dicho, bien dicho! Lo que ves es maravilloso'. Entonces, el Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Por favor, condesciende a exponerme la virtud que tiene este Sutra del Nirvana'. El Buda le dijo a Kashyapa: '¡Oh, buen hombre! Cualquiera que escuche el nombre de este Sutra adquiere virtud, que es tan grande que los Shravakas y los Pratyekabuddhas no pueden hablar bien de ella. Sólo el Buda lo sabe bien. ¿Por qué? Porque el mundo del Buda es inconcebible. ¿Y cuánto mayor será la virtud y el mérito si uno posee, recita, entiende y copia este Sutra?'

"Entonces todos los devas y la gente del mundo y los asuras dijeron en un gatha:

"El mundo de Buda es inconcebible.
También lo son los de Dharma y Sangha.
Siendo este el caso, le rogamos que se quede un poco más.
Los venerables Mahakashyapa y Ananda,
Los dos de la Sangha pronto estarán aquí.
Además, el gran rey Ajatashatru, rey de Magadha,
Quien respeta mucho al Buda, el Honrado por el Mundo, no está aquí.
Ten un poco de piedad y quédate un rato
Y quédate con nosotros, la gran congregación, y despeja nuestras dudas'.

"Entonces, el Tathagata, para beneficio de la gran multitud, habló en un gatha:

"El mayor de mis hijos es Mahakashyapa.
Ananda bien se esfuerza y ​​bien puede despejar tus dudas.
Estén satisfechos con eso. Ananda es alguien que ha oído mucho.
Él entenderá de una manera natural
Lo eterno y lo no eterno. Debido a esto,
No se aflijan mucho'."

Como vemos, el Buda ve a todos los seres como si fueran su hijo Rahula. ¿No es esto maravilloso? Todos somos Hijos del Buda, y por ello, debemos de esforzarnos por ser merecedores realmente de ese título y privilegio. En estas líneas, el Buda nos asegura que, aunque ya su cuerpo físico no estará entre nosotros, sus discípulos continuarán sus enseñanzas y las preservarán para la posteridad. Es gracias a Ananda que hoy día tenemos los Sutras, y de todos ellos, Sutras como el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana.  Por ello, refugiémonos en el Verdadero Dharma Eterno del Buda y hagamos todo lo posible para poder entenderlo y encarnarlo en nuestras vidas.