Hoy continuaremos nuestro ciclo de estudio y lectura sobre el Sutra de los Votos Pasados del Bodhisattva Ksitigarbha, quien es llamado Jizo en Japón. El Bodhisattva Ksitigarbha es uno de los Bodhisattvas más famosos del panteón Mahayana, y representa el gran voto compasivo de salvación universal, ya que el Bodhisattva Ksitigarbha hizo el Gran Voto de no alcanzar el Nirvana hasta que todos los seres que sufren en el infierno hayan sido salvados.
Como recordaremos, el Sutra del Ksitigarbha es un Texto Sagrado importantísimo en el Budismo, ya que explica las consecuencias kármicas de nuestras acciones, así como detalla el proceso de renacimiento en los diferentes mundos del Samsara. Es por ello que es un texto ideal para estudiar la doctrina del karma y el renacimiento en el Budismo Mahayana. Pero como veremos, el texto igualmente explica la importancia del deber filial a nuestros padres y ancestros, y exhalta la labor del Bodhisattva en el plan salvífico del universo.
En nuestra primera entrada, vimos la importancia del Bodhisattva Ksitigarbha y estudiamos los primeros dos capítulos del Sutra. Luego, en la segunda entrada, vimos los capítulos 3 y 4, donde estudiamos las consecuencias kármicas de nuestros pesamientos, palabras y acciones. En la tercera entrada, vimos los capítulos 5 y 6, donde se mencionan los diferentes infiernos en el Budismo y el poder del karma, así como los beneficios del Bodhisattva Ksitigarbha. En esta cuarta entrada, estudiaremos los capítulos 7 y 8, donde veremos los beneficios para los vivos y los muertos, así como las alabanzas del Rey Yama para Ksitigarbha.
El Bodhisattva Ksitigarbha es un Bodhisattva, un ser iluminado. En Occidente, lo podemos ver como un ángel o un santo. San Jizo es un ser lleno de compasión, que usa su sabiduría para salvar a los seres en los caminos malvados y rescatándolos de los infiernos. Pero para poder solicitar su ayuda, es importante que pongamos de nuestra parte, acumulando méritos en nuestra vida, viviendo una vida en base a los Preceptos, estudiando en Dharma y poniendo las enseñanzas en práctica en nuestra vida diaria.
En el capítulo 7, luego de enumerar los beneficios de recitar su nombre, el Bodhisattva Ksitigarbha le dice al Buda:
“Honrado
por el Mundo, Yo veo que casi todas las acciones y pensamientos de los
seres vivientes de Jambudvipa (nuestro mundo) son ofensivos, y que esos seres vivientes pierden los
beneficios que han obtenido, muchos de ellos retrocediendo inclusive de su decisión
inicial (de hacer el bien y buscar alcanzar el Despertar). Si encuentran condiciones perversas, las albergan en cada pensamiento; esto
es como un hombre que acarrea una roca pesada a través del fango. Con cada paso, la
roca se hace más pesada y voluminosa, y él se hunde más profundo. Si llega a
encontrar a un guía poderoso, podrá ser exhortado y advertido a poner sus pies
nuevamente en tierra firme su carga puede alivianarse o tal vez ser removida
totalmente. Así, si llega a terreno seguro, permanecerá consciente de los senderos del
mal y nunca los atravesará nuevamente”.
“Honrado por el Mundo, el mal hábito de los seres vivientes se extiende desde lo
sutil hasta lo inmensamente grande. Ya que todos los seres vivientes tienen malos
hábitos, sus parientes o familiares deberán hacer méritos en su favor cuando estén al
borde de la muerte, para que los asistan en el camino a seguir".
Como vemos, todos los seres que han acumulado malos karmas caerán en los caminos del mal después de su muerte. Sin embargo, el Bodhisattva Ksitigarbha dice que para ayudarlos a renacer en una vida mejor, los familiares pueden colgar pancartas y marquesinas, quemar lámparas de aceite e incienso, leer y recitar Sutras y recitar los nombres de los Budas y Bodhisattvas. Todo esto ayudará a los fallecidos en su transición de una vida a la otra, y traerá inmensos beneficios para los seres vivos. El Sutra dice:
"Durante un período de cuarenta y nueve días luego de su muerte, ellos deberán hacer muchas buenas acciones para permitir que el muerto abandone los Senderos Nefastos renazca entre los dioses masculinos, y reciba una maravillosa y suprema bendición. Los beneficios que acumularán los sobrevivientes también serán ilimitados”.
Es por eso que todo lo que uno hace en nombre del difunto tras la muerte afecta directamente su proceso de transición al otro mundo. El Sutra dice:
"El muerto podría haber merecido recibir una buena retribución y nacer entre hombres y dioses en su próxima vida o en las futuras, pero a causa de las ofensas cometidas por su familia en su nombre, su buen renacimiento se verá demorado ... Es como si un hombre que hubiera estado viajando desde un lugar distante con una carga de cien libras, le hubieran suprimido las provisiones por tres dias, y se encontrase de repente con un vecino que le diera algunas cosas más (para llevar). Su carga sería aún más pesada e irritante”.
Es por eso que es muy importante no matar seres vivos ni sacrificar animales durante los días posteriores a la muerte de alguien. Si la familia puede hacer muchas buenas obras por los fallecidos durante los primeros 7 días, los fallecidos pueden evitar el mal y renacer en el Cielo o volver a ser humano. Dicho esto, será mucho mejor para el difunto acumular buenos méritos cuando todavía está vivo, ya que después de su muerte, recibirá solo 1/7 de los méritos del pariente. Los méritos restantes pertenecen a sus parientes. El fallecido será juzgado después de 49 días. Es por eso que el difunto anhela la ayuda de sus hijos y familiares durante los primeros 49 días.
En el Budismo japonés, cuando una persona muere, vaga por los mundos, incluyendo el nuestro, por 49 días; es por eso que es costumbre guardar un luto, realizar buenas acciones en nombre del difunto, realizar los ritos funerales adecuados y tapar los espejos. En esos días, su karma determinará su próximo nacimiento. Si ha acumulado buen karma, renacerá como humano o como un dios en alguno de los Cielos, donde vivirá miles de años rodeado de placer y felicidad junto con muchos otros seres queridos. En ese periodo transitorio, el karma generado por los familiares afecta directamente al fallecido, por lo que el Bodhisattva exhorta a los seres a realizar buenas acciones, dirigiendo todos los méritos al fallecido.
En Japón, es costumbre realizar una serie de ceremonias memoriales para el difunto cada 7 días, donde el ministro budista invoca a 13 Budas y Bodhisattvas, quienes asisten al difunto en su transición al otro mundo. Igualmente, si la persona era un practicante Tierra Pura, el practicante será recibido por el Bodhisattva Jizo o por el mismo Buda Amida para llevarlos a la Tierra Pura.
Pero el Bodhisattva Ksitigarbha es un ser lleno de compasión: “Honrado por el Mundo, mientras contemplo a los seres vivientes de Jambudvipa, veo que aquellos que son capaces de hacer el bien, aún tan pequeño como un cabello, una gota de agua, un grano de arena o una mota de polvo, obtendrán los beneficios por sus buenas acciones”.
En ese momento, un Bodhisattva llamado Gran Elocuencia le pregunta al Bodhisattva Ksitigarbha qué beneficio reciben los familiares vivos. En respuesta, el Bodhisattva Ksitigarbha dice que si los seres vivientes del presente y del futuro que están al borde de la muerte escuchan el nombre de un Buda o un Bodhisattva obtendrán la liberación, hayan cometido ofensas o no:
“Si un hombre o una mujer que no hayan cultivado buenas causas durante sus vidas y hayan cometido muchas ofensas, tienen parientes cercanos o distantes que formulen acciones colmadas de bendiciones y varias acciones sagradas por su bien, luego de muerto recibirá un séptimo de los beneficios, y las otras seis partes serán ara aquellos que lo ayudaron. Por lo tanto, todos los buenos hombres y buenas mujeres del futuro que escuchen y practiquen esto, obtendrán una fracción".
Por ello, no nos debemos desesperar. El Bodhisattva Kisitigarbha intercederá por nosotros si caemos en los malos destinos. No obstante, en lugar de esperar a que sus familiares hagan buenas acciones en su nombre y reciten el Sutra de Ksitigarbha por usted después de su muerte (algo poco probable en nuestra cultura cristiana), es mejor recitarlo usted mismo y acumular buenos méritos cuando aún está vivo. Después de todo, nunca se sabe si alguien lo hará por usted después de su muerte. Para los familiares de una persona fallecida, los primeros 49 días son de suma importancia. Si la persona no ha acumulado ningún mérito bueno cuando todavía estaba vivo, esta es tu última oportunidad de salvarla, evitando que caiga en los reinos malvados. Es por eso que es importante igualmente el pertenecer a un templo budista y tener la ayuda de un ministro.
En ese momento, en el capítulo 8, desde el interior de la Montaña del Anillo de Acero, vino el Rey Yama (Enma), el rey del infierno, junto con miles de reyes demonios y fantasmas; todos ellos se presentaron delante del Buda en el Cielo de Trayastrimsa y presentaron sus alabanzas. Esto es significativo, porque como vemos, los demonios en el Budismo no son seres necesariamente malvados, sino que están cumpliendo su función kármica en la Rueda del Samsara; y todos veneran y siguen al Buda.
El Rey Yama se dirigió al Buda, viendo al Bodhisattva Ksitigarbha, y le dijo: “Honrado por el Mundo, mientras contemplo, veo que el Bodhisattva Ksitigarbha usa cientos de miles de recursos convenientes para cruzar seres vivientes que sufren por sus ofensas dentro de los seis caminos del renacimiento. Veo que él hace esto sin la menor fatiga o preocupación. Este gran Bodhisattva tiene innumerables realizaciones espirituales que hacen posible a los seres vivientes obtener un alivio del castigo por sus ofensas; sin embargo, sin que pase mucho tiempo, ellos vuelven a caer en los caminos malignos.
“Honrado por el Mundo, como el Bodhisattva Ksitigarbha tiene tantos grandes e innumerables poderes espirituales, ¿por qué los seres vivientes no se apoyan en él, permanecen en el buen camino, y retienen eternamente su liberación? Por favor, Honrado por el Mundo, explica esto para mí”.
Entonces, el Buda le responde diciendo:
“Los seres vivientes de Jambudvipa son de una naturaleza obstinada y testaruda, difíciles de domesticar, difíciles de dominar. Este gran Bodhisattva constantemente rescata a tales seres vivientes a través de cientos de miles de eones y consigue que obtengan la liberación rápidamente. Rescata hasta a los que han caído dentro de los Tres Senderos Nefastos por sus ofensas, los libera de sus condiciones kármicas básicas y los guía para comprender los hechos de sus vidas pasadas.
“A causa de que los seres vivientes de Jambudvipa están atados a pesados y malos hábitos, que hacen que giren alrededor de los caminos, llegando y partiendo una y otra vez, esto le lleva a este Bodhisattva muchos eones para liberarlos y rescatarlos completamente".
El Rey Yama, lleno de admiración por el Bodhisattva Kisitigarbha, dice que, si bien es la retribución kármica de los demonios lo que hace que viajen continuamente por el mundo creando mucha maldad y poca virtud, cada vez que él o uno de sus demonios o fantasmas pasan por una casa donde viven budistas, quienes han que ha colocado tan sólo una imagen de un Buda o Bodhisattva, que ha usado un poco de incienso o unas pocas flores como ofrenda para sus imágenes de Budas o Bodhisattvas, o que ha leído y recitado los Sutras, o quemado incienso como una ofrenda para tan sólo una oración o gatha de ellos - todos los demonios y fantasmas respetan y reverencian a esa persona como si fuésemos los Budas del pasado, presente y futuro, y le ordenan a todos los fantasmas pequeños, cada uno de los cuales tiene un gran poder, como así también a los espíritus de la tierra, que rodeen y protejan a esta persona. Así, no le puede ocurrir nada malvado, ni accidentes, ni enfermedades severas e inesperadas.
Entonces, un rey fantasma llamado Señor del Período de Vida, le dijo al Buda que sus acciones están basados en un gran deseo de beneficiar a la gente, pero los seres vivientes no comprenden su intención y atraviesan el nacimiento y la muerte de una manera poco fácil. Luego dice que después del nacimiento de un bebé, se debe tener cuidado de no matar a ningún animal para alimentar a la madre y no reunir a muchos parientes para beber licor o comer carne, porque tales indulgencias hacen que la madre sea suceptible a maldiciones sobre la madre y el bebé.
Incluso después de que una persona que ha realizado muchos actos virtuosos mientras está viva, cuando muere, hay cientos de miles de espíritus y dioses de los caminos del mal, que fingen ser padres o parientes muertos, intentando llevar al moribundo hacia ellos para recibirlo en los reinos del mal. Igualmente, alguien que se acerca al final de su vida, podría estar en coma o inconsciente y, por lo tanto, no ser capaz de diferenciar al virtuoso del malvado. Su pariente debe proporcionar ofrendas y leer y recitar los Sutras e invocar los nombres de los Budas y Bodhisattvas para desviar al muerto de los caminos del mal, y todas las fantasmas, demonios y dioses se retirarían y se dispersarán.
Entonces, el Buda le dijo al rey fantasma Señor del Período de Vida: “Debido a tu gran compasión, tú eres capaz de hacer tales grandes Votos y de proteger a todos los seres vivientes en el medio de la vida y de la muerte. En el futuro, cuando hombres y mujeres lleguen al momento de la muerte, no reniegues de tus Votos, en vez, haz que obtengan liberación y estén en paz eternamente”.
En ese momento, el Buda le dijo al Bodhisattva Ksitigarbha: “Este gran rey fantasma, el Señor del Período de Vida, ya ha atravesado cientos de miles de vidas como un gran Rey Fantasma, protegiendo a los seres vivientes en la vida y en la muerte. Solamente por los grandes y compasivos Votos de este señor, se manifiesta a sí mismo como el cuerpo de un Rey Fantasma, aunque en realidad ahora no es un fantasma. Luego de que hayan pasado ciento setenta eones en un eón llamado
Tranquilidad, logrará su estado de Buda. Su kalpa será llamado Felicidad, y su mundo será llamado Residencia Pura. Su nombre será Así Venido Sin Apariencia, y su tiempo de vida será de incalculables eones. Ksitigarbha, las obras de este gran Rey Fantasma son increíbles, y los hombres y
dioses que cruza, ilimitados”.
Como vemos, cuando asistimos a un servicio budista en nuestro templo, realizamos todas las acciones necesarias para cultivar estados virtuosos y generar mérito. Todo servicio comienza con una alabanza a todos los Budas de las diez direcciones. Luego, realizamos ofrendas a los Tres Tesoros e invocamos su presencia. Luego, nos arrepentimos por todo el mal karma cometido por nuestras acciones, palabras y pensamientos, y tomamos Refugio en los Tres Tesoros. Luego, agradecemos la oportunidad de haber renacido como seres humanos y haber encontrado el Dharma, y recitamos un Sutra Mahayana. Luego le damos las gracias al Buda Amida por su infinita luz y vida y por ayudarnos y protegernos en nuestro destino. Finalmente, agradecemos a los maestros por legarnos las enseñanzas y dedicamos todos los méritos a todos los seres sintientes. Este paso final se llama "Eko", o "Transferencia de Méritos". Cuando practicamos el Dharma, generamos Virtus y Mérito. La Virtud es el resultado del cultivo de los buenos estados mentales de arrepentimiento, altruismo y agradecimiento que cultivamos durante el servicio; estos son nuestros y nos ayudan a progresar en nuestra revelación de nuestra Naturaleza Búdica innata y nuestro Despertar. Los Méritos son regalados a todos los seres sintientes que los necesiten, como aquellos que se encuentran en los malos caminos.
Esta es la importancia de la ceremonia budista y del cultivo espiritual de la Sangha. Esto es lo que nos hace budistas. Esto revela nuestro Despertar. Continuaremos nuestro estudio la próxima semana.