Hoy, en el Templo Tendai de Puerto Rico, como todos los años alrededor de esta época, celebramos nuestro Ohigan de Primavera. Este año, como los últimos, el mismo ha sido celebrado simbólicamente en nuestra Sangha Virtual, con personas de muchos países de habla hispana.
La palabra "Ohigan" proviene de la palabra japonesa para "Paramita", que se puede traducir como "Perfección". Esto hace alusión a las Seis Perfecciones o virtudes budistas que reveló el Buda Shakyamuni como un camino a través y por el cual nosotros, como Bodhisattvas, podemos alcanzar el Despertar. Pero la palabra "Ohigan" también hace alusión a la "Otra Orilla", el Nirvana, al cual todos nos dirigimos por medio de nuestro estudio, fe y práctica en Esta Orilla, el Mundo Saha. Así, en el Ohigan, tomamos un momento para reflexionar sobre nuestro compromiso con nuestra práctica en este año, y nuestro trabajo por la salvación de todos los seres sintientes.
El Budismo contiene 84,000 enseñanzas y prácticas que nos permiten revelar nuestra Naturaleza Búdica Innata y alcanzar el Despertar. Cuando comenzamos en el Budismo, a veces podemos sentirnos abrimados por la gran multiplicidad de enseñanzas y prácticas. Es como cuando tenemos una profunda y fuerte sed espiritual, y de repente nos encontramos con un océano inmenso de agua dulce. Pero ese gran océano del Dharma puede contenerse en un solo vaso de agua. Ese vaso de agua son los Paramitas. En los Paramitas, el Buda Shakyamuni nos legó un mapa preciso y seguro para alcanzar nuestra Budeidad. Veámoslos uno a uno.
El primer Paramita es el Dana Paramita, o la Perfección de la Caridad. Esto se refiere a sar caritativos y dadivosos con todos los seres sintientes. Ahora, existen muchas formas de manifestar y encarnar la Caridad. La Caridad se puede manifestar en dar donaciones, ya sean de dinero, bienes alimenticios o materiales, o incluso de nuestro tiempo, a una entidad sin fines de lucro y de carácter social. Por ejemplo, como una manifestación de mi voto personal, he decidido dedicar toda mi vida a hacer el Dharma acesible a todo el mundo de habla hispana. Para poder realizar este voto, dedico gran parte de mi tiempo a la traducción de textos canónicos, a escribir sobre las enseñanzas y a ayudar a otros a realizar las prácticas budistas necesarias para poder revelar su Budeidad Innata. Pero a demás de eso, dono mi dinero y tiempo a albergues de animales, pues desde pequeño, he sentido un profundo nivel de compromiso por aquellos seres que no tienen los medios ni la voz para valerse por sí mismos. Ahora, reflexiona, ¿cómo puedes encarnar el Dana Paramita, la Caridad, en tu vida?
El segundo Paramita es el Sila Paramita, o la Perfección de los Preceptos. Esto se refiere a tratar de seguir, lo mejor posible, los Cinco Preceptos Budistas de (1) No Matar o Preservar la Vida (2) No Robar o Respetar lo Ajeno, (3) No Mentir o Decir la Verdad (4) No Abusar de la Sexualidad o Honrar la Lealtad, y (5) No Abusar de los Intoxicantes o Mantener Siempre la Verdadera Naturaleza de la Realidad y Manifestar mi Naturaleza Búdica. Los Preceptos son la base de una familia y una sociedad unida y armónica, y manifiestan nuestra Verdadera Naturaleza en el mundo. Pero a veces, por más que lo intentemos, nos encontramos transgrediendo los Preceptos constantemente. ¿Qué podemos hacer en esas circunstancias? No hay que temer. El Buda, si bien espera que sigamos los Preceptos, entiende nuestra naturaleza humana y nunca nos juzga, sino que siempre se encuentra esperándonos con los brazos abiertos. Primero, debemos de tomar responsabilidad personal y no culpar a otros. Este es el primer paso para poder enmendarlos. Luego, debemos de reflexionar sobre las causas y condiciones que nos llevaron a tomar una acción que transgredió los mismos, y debemos de sinceramente arrepentirnos. Tercero, debemos de tomar pasos proactivos para enmenarlos - esta es la parte más importante - , y reformarnos para no volver a hacerlo. Como Hijos del Buda, el Buda no nos juzga cuando rompemos los Preceptos, pero sí espera que lo corrijamos. Cuando realizamos este plan y lo llevamos a cabo, podemos entender mejor cuando otras personas no reaccionan como esperamos, los comprendemos, y somos más reacios al juzgarlos, pues después de todo, todos estamos en el mismo mar del Samsara y todos somos imperfectos. Ahora, reflexiona, ¿cuán bien sigo los Preceptos del Buda?
El tercer Paramita es el Kshanti Paramita, o la Perfección de la Paciencia. Cultivamos la Paciencia cuando reflexionamos sobre nuestra finitud y nuestra imperfección, como cuando aceptamos y enmendamos los Preceptos. Al ver que incluso nosotros somos capaces de las peores de las cosas, en las mismas o incluso menores circunstancias que otros, nos volvemos más humildes y mejor entendemos las malas acciones de otros. Nadie está excempto de esto, pues solo el Buda es perfecto. Pero también debemos de tener Paciencia con nuestro progreso en la práctica budista y con nosotros mismos. El Budismo no es la eliminación de las dificultades de la vida, sino la fuerza necesaria para sobreponerlos a las mismas. En última instancia, la meta en nuestra práctica no es alcanzar algo fuera de nosotros, sino manifestar eso que ya poseemos dentro de nosotros mismos. Si bien al principio uno puede sentir que los Preceptos y Paramitas son algo ajeno a nosotros, algo impuesto externamente, a medida que pase el tiempo, veremos que los mismos son solo un resultado de la manifestación en nuestra vida diaria de nuestra Verdadera Naturaleza. Ahora, reflexiona, ¿en qué áreas de mi vida puedo desarrollar la Paciencia?
El cuarto Paramita es el Virya Paramita, o la Perfección del Esfuerzo y la Diligencia. Así como debemos de tenrr Paciencia, debemos de constantemente hacer un gran esfuerzo por salir de nuestras zonas de comfort y ser una luz en el mundo. El lodo crece en el fango. No podemos esperar a estar calmados y en paz para dedicarnos de lleno a nuestra práctica. Es en medio de la familia y la sociedad que podemos realizar un cambio real en el mundo. Ahora, reflexiona, ¿cuán comprimetido estoy con mi práctica y con ser un Bodhisattva para las demás personas en mi familia, en mi trabajo-escuela y sociedad?
El quinto Paramita es el Dhyana Paramita, o la Perfección de la Meditación. Esta es tal vez la práctica budista con la que más estamos familiarizados, pero no es la única. En nuestro templo, la meditación, lejos de ser una gimnasia mental o física, es una comunión con el Buda como el Alma del Universo, y con nuestra Naturaleza Búdica Innata. A través de la meditación, podemos disolver gradualmente las capas ilusorias de nuestro ser finito y falso y revelar nuestra Verdadero Ser, el cual es uno con todos los seres y con todo en el Cosmos. Luego, cuando emergemos de nuestro Samadhi, podemos relacionarnos cn los demás y con la vida con un mayor sentimiento de unidad, compasión y sabiduría. Ahora, reflexiona, ¿estoy dedicando el tiempo necesario a mi meditación o práctica budista?
El sexto Paramita es el Prajna Paramita, o la Perfección de la Sabiduría. Todas las enseñanzas y prácticas budistas estan diseñadas para permitirnos adquirir mayor Sabiduría, pero igualmente, una mayor Compasión. "Prajna" no solo se traduce como "sabiduría", pues la misma no es una sabiduría adquirida por medio del conocimiento intelectual, sino que es una sabiduría informada por nuestra Unidad Fundamental, y luego, llevamos ese sentimiento y reconocimiento de unidad y armonía a todas las áreas de nuestra vida.
Al final de todas y cada una de estas reflexiones, haz el voto de tomar pasos proactivos para mejorar. Como dijo el Gran Maestro Saicho, "Ilumina una Esquina de Tu Mundo". No tienes que necesariamente hacer algo que impacte radicalmente al planeta; solo debes de hacer el bien y aliviar el mal en tu esquina del mundo.
Los Paramitas están estrechamente relacionados con el Bodhisattva Ksitigharbha (Jizo Bosatsu). Es por ello que en los Ohigan rendimos homenaje a Jizo Bosatsu. Jizo es uno de los cuatro grandes Bodhisattvas del Budismo Mahayana, junto a Kannon (Avalokiteshavara), Monju (Manjushri), y Fugen (Samantabhadra). Los Bodhisattvas son manifestaciones activas y concretas de aspectos de la Mente Iluminada Universal, del Buda Eterno, y su constante interacción en el mundo. De igual forma, todos los Bodhisattvas son encarnaciones o personificaciones de aspectos que todos poseemos dentro de nosotros mismos. Todos los Bodhisattvas se distinguen por sus grandes votos. En el caso de Jizo, su gran voto fue que no alcanzaría la Budeidad hasta que todos los Infiernos estuvieran vacíos. Es por ello que Jizo es el Bodhisattva de los Infiernos, aunque Jizo trabaja incansablemente por la salvación de todos los seres en los Seis Reinos del Samsara. Es por eso que su báculo, el Shakujo, contiene seis anillos: cada uno es una llave diferente para poder abrir los Seis Mundos y realizar la labor del Bodhisattva en los mismos. Jizo es igualmente considerado el ángel budista protector de los viajeros - por lo que se ven sus imágenes en todos los caminos y rincones en Japón -, así como de los niños y las madres embarazadas, y los animales.
Por todo esto, Jizo Bosatsu está a su vez estrechamente relacionado con la muerte y honrar a nuestros ancestros. Es por ello que en el Ohigan, conmemoramos y damos gracias a todos esos seres y familiares que, de una forma positiva o negativa, han sido fundamentales para que estemos vivos en el mundo. Estos días entonces son cruciales para nostros y para ellos, pues el Budismo nos dice que en estos días, todo acto positivo o negativo repercute en nuestro karma y el de ellos. Debemos de realizar muchas acciones meritorias en estos días por el bien nuestro y de ellos.
En fin, el tema de este Ohigan es "Hasta que los Infiernos se Vacíen". Todos los días, en los templos Tendai se recitan los Cuatro Votos del Bodhisattva. El primero de estos dice: "Los Seres Sintientes son Innumerables, Hago el Voto de Salvarlos a Todos". Esto es porque debemos de recordar que no practicamos por nuestra salvación, por nuestro Despertar individual, sino por la salvación y el Despertar de todos los seres sintientes. Entonces, Jizo Bosatsu es una manifestación del Gran Voto Primal del Buda Eterno para la salvación de todos los seres en el Cosmos. Por ello, hoy repetimos su sagrado Nombre: "Om Ha Ha Ha Vismaye Svaha", y esperamos que podamos manifestar ese gran voto en nuestros pensamientos, palabras y acciones.
En estos días, permítete reflexionar sobre tu estudio, tu fe y tu práctica, y haz el gran voto de profundizar en estas tres áreas, y de iluminar una esquina de tu mundo surante todo este año.