Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 14 de marzo de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 4 - Sobre la Larga Vida

 Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 4 - Sobre la Larga Vida

En el capítulo anterior, vimos cómo los discípulos del Buda se sumían en la tristeza, pues su amado maestro, el Buda, la encarnación del Alma del Universo, partiría de esta vida terrenal. Pero entre el llanto, los discípulos fueron introducidos a una gran revelación, algo insucitado y nunca antes escuchado: aunque el Buda había predicado por décadas sobre el Anatman, o la no existencia del ser, si bien esto era cierto - este ser finito y falso que llamamos nuestro "yo" no somos nosotros, sino que es solo un conglomerado de Agregados o Skandhas, y como todo lo compuesto, está sujeto a la disolución, por lo que en el Budismo no existe la creencia en un "alma" individual y eterna - detrás de nuestro ser finito y falso, sin nuestro conocimiento, se encuentra el Verdadero Ser.

La revelación del Verdadero Ser es una de las enseñanzas más revolucionarias del Sutra del Nirvana, y una que muy pocos budistas conocen. Como recordaremos, las Enseñanzas Perfectas y Completas del Buda, las cuales revelan sus revelaciones más importantes y finales, se perdieron entre las arenas del tiempo por descuido de la orden monástica, y por las divisiones sectarias que siguieron por siglos tras el Paranirvana del Buda. Sin embargo, las mismas fueron preservadas por grandes maestros como Nagarjuna, Kumarajiva y Daosheng, y luego rescatadas por el Gran Maestro Chih-i en China.

Aunque vimos el Verdadero Ser en el capítulo anterior, ¿qué es realmente ese Verdadero Ser? Podemos ver nuestro Verdadero Ser desde dos niveles: (1) a nivel micro, nuestro Verdadero Ser es nuestra Naturaleza Búdica manifestada en el mundo; es el Ser que se revela cuando alineamos nuestros pensamientos, palabras y acciones al Dharma Eterno del Buda. En otras palabras, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento, aceptación y manifestación de nuestro rol como Bodhisattvas, como Hijos del Buda, en el mundo. (2) Por otro lado, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento y comunión con el Buda, nuestra Unidad Fundamental, nuestra total interconexión con todos los seres sintientes. En ambos niveles, nuestro Verdadero Ser no es algo separado e independiente del Todo, sino la máxima expresión de la doctrina budista de la Originación Interdependiente. Cuando meditamos o cuando recitamos el Nembutsu, comulgamos con nuestro Verdadero Ser, con el Buda Eterno.

Habiendo recibido la revelación del Verdadero Ser, todos los discípulos y los presentes quedaron atónitos, pero esto no los desvió de sus intenciones originales de perdirle al Buda que permaneciera permanentemente en el mundo. No obstante, el Buda les dice a todos que, si bien su cuerpo físico no permanecerá para siempre en este mundo, su Dharma, su obra, continuará su labor salvífica de todos los seres sintientes.

En el Sutra del Loto, el Buda ya había revelado que él era la encarnación del Alma del Universo, del Dharma Eterno, quien había aparecido en el mundo, como parece en todos los mundos de diverentes formas, para revelar la sabiduría del Dharma y salvar a todos los seres del sufrimiento y llevarlos a reconocer su Unidad Fundamental, para que puedan vivir vidas felices y plenas, y que aunque no permanecería en el mundo indefinidamente, él, como la Energía de Vida del Cosmos, continuaría trabajando por la salvación de todos los seres sintientes, realizando la labor del Bodhisattva por toda la eternidad. Este capítulo del Sutra del Nirvana, titulado "Sobre la Larga Vida", es solo una elaboración de la revelación del Sutra del Loto.

Ahora, el Buda le pregunta a todos los presentes que aprovechen sus últimos momentos para realizarle cualquier pregunta que tengan sobre los Preceptos:

"Si tienen alguna duda sobre los Preceptos, son libres de hacer preguntas. Ahora se los explicaré y los satisfaceré completamente. Ya practiqué el Camino y obtuve claramente la Verdadera Naturaleza del Vacío de todas las cosas. Oh Bhiksus, sólo el Tathagata ha practicado la Verdadera Naturaleza del Todo Vacío de todas las cosas". También le dijo a los bhiksus: "¡Si tienen alguna duda, pregúntenme, todos ustedes!"

Pero los discípulos responden que, dado a que están tristes y no poseen la misma comprensión y sabiduría que el Buda, no pueden formular las preguntas correctas. Entonces, el Buda trata de animarlos y les recuerda que si bien son seres limitados, poseen la misma Naturaleza del Buda, y dado a que han practicado por largo tiempo el Camino, ya poseen un cierto grado de sabiduría, pero los discípulos no le creen.

"¡Oh, Honrado por el Mundo! Con la sabiduría que tenemos, no podemos hacerle preguntas al Tathagata, el merecedor de limosnas y el Iluminado. ¿Por qué no? El mundo del Tathagata no puede ser conocido por nosotros. Todos los Samadhis no pueden concebirlo. Cualquier cosa que se diga no está dentro del alcance de nuestra comprensión. Entonces, con la sabiduría que tenemos, no se puede plantear preguntas al Tathagata. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Hay un hombre, por ejemplo, que tiene 120 años. Aquejado de una larga enfermedad, está en cama y no puede levantarse. Su vitalidad se ha ido, por lo que no puede vivir mucho tiempo. Hay un hombre rico que se dirige a lugares lejanos por negocios. Le da a este hombre cien libras de oro y le dice: "Me propongo emprender un viaje y confiarte este tesoro. Después de 10 o 20 años, regresaré, cuando mi negocio haya concluido. Cuando vuelva a casa, devuélveme esto". El anciano enfermo lo recibe. Y no tiene a nadie que lo suceda. Después de un tiempo, la enfermedad se desarrolla y él muere, y no se puede encontrar lo que se le confió. El la persona que le confió el tesoro vuelve de su viaje, mira a su alrededor, pero no encuentra al hombre. Uno así, siendo ignorante, no puede pensar y sopesar lo bueno y lo malo de confiar una cosa en manos de otra persona. Entonces, al regresar, no sabe dónde buscar. Por lo tanto, el tesoro se pierde. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Es lo mismo con nosotros los sravakas. Escuchamos la amable amonestación del Tathagata, pero no podemos retenerla por mucho tiempo. como el anciano a quien se le confía el tesoro. Ahora somos ignorantes y no sabemos qué preguntar acerca de los Preceptos".

Esto fue precisamente lo que sucedió. Históricamente, el verdadero mensaje del Buda - su verdadero Plan e intención en el mundo - fueron olvidados por sus propios discípulos. No obstante, su verdadero Dharma fue rescatado y ha llegadp hasta ahora a nosotros, gracias a la escuela Tendai japonesa. ¿Cómo podemos desaprovechar este raro y preciado momento? Pero el Buda ya sabía esto, y gracias a un Bodhisattva llamado Kashyapa, que se levantó y preguntó en nombre de las generaciones futuras, como la nuestra, en nombre de todos los seres sintientes en nuestra época, tenemos hoy día el Sutra del Nirvana.

"Es bueno, es bueno que todos ustedes hayan alcanzado la mente inexpugnable del Arhat. Yo mismo también pensé en esto una vez. Debido a estas dos circunstancias [es decir, que los Sravakas no pueden y los Bodhisattvas pueden plantear preguntas], confío el Mahayana a todos los Bodhisattvas y permito que este Maravilloso Dharma viva mucho tiempo". Entonces el Buda dijo a toda la congregación: "¡Oh, todos los buenos hombres y mujeres! No pueden calcular la duración de mi vida. Ningún discurso libre de obstáculos de un Bodhisattva puede expresar completamente esto".

El Bodhisattva Kashyapa le pregunta al Buda sobre cómo obetener una larga vida para poder realizar la labor salvífica del Buda en el mundo. En ese instante, el Buda pasa a hacer un breve recuento de su primer sermón, dado bajo el árbol Bodhu, justo en el momento de su Despertar: el Sutra Avatamsaka.

"¡Bien dicho, bien dicho, oh buen hombre! Todavía no has llegado a la Omnisciencia, pero soy yo quien lo ha alcanzado. Ahora preguntas sobre las profundidades más profundas de la doctrina no revelada. ¡Ahora, oh buen hombre! Yo, sentado bajo el Árbol Bodhi, primero alcancé la Iluminación correcta. En ese momento, en todas las tierras de Buda tan numerosas como las arenas de incontables asamkhyas del Ganges, había Bodhisattvas. Ellos también me preguntaron el significado de esta doctrina más profunda y la virtud del mismo eran así, lo mismo, no diferente. Pidiendo así, grandes beneficios se acumulan para todos los seres". Entonces el Bodhisattva Kasyapa le dijo al Buda: "¡Oh, Honrado por el Mundo! El poder de mi sabiduría no se extiende tan lejos como para hacerle preguntas tan profundas al Tathagata. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Esto es como un mosquito o una mosca de sierra que no puede volar sobre un gran mar o alrededor de los altos cielos. Lo mismo es conmigo. No tengo poder para preguntarle al Tathagata acerca de este gran mar de Sabiduría o el significado de las grandes profundidades de la extensión similar al espacio del Dharmata. ¡Honrado por el Mundo!, esto es como un rey que entrega en manos del oficial a cargo de los tesoros una gema brillante que estaba alojada en el moño de su cabello, y el oficial al recibirla aumenta la guardia. es igual con el caso conmigo. Habiendo recibido las profundidades de la enseñanza Mahayana del Tathagata, las guardaré con mucho más cuidado. ¿Por qué? Esto es solo para hacerme alcanzar las grandes profundidades de la Sabiduría". Entonces el Buda le dijo a Kasyapa: "¡Oh, buen hombre! ¡Escucha con claridad, escucha con claridad! Ahora te diré la causa de la longevidad de la vida del Tathagata. El Bodhisattva, a través de esta acción, gana una larga vida."

Respondiendo a la pregunta del Bodhisattva Kashyapa, el Buda responde que es a través de la manifestación concreta y activa del trabajo del Buda en el mundo, es decir, realizando el trabajo del Bodhisattva en la vida diaria, que uno puede obtener una larga y próspera vida. 

"Si deseas tener una vida larga, debes guardar y proteger a los seres y verlos como si fueran sus únicos hijos, y permanecer en una gran bondad amorosa, gran compasión, gran alegría y gran ecuanimidad. Además, debe impartirles el Precepto de no hacer daño y enseñarles a practicar todas las cosas buenas. Además, debe dejar que todos los seres permanezcan en paz en los cinco Preceptos morales y las diez buenas obras. Además, entrará en reinos como el infierno, preta hambriento, animal y asura, y liberará a todos estos seres de donde están sufriendo, emancipará a aquellos que aún no se han emancipado, pasará por alto a aquellos que aún no han llegado a la otra orilla, les dará Nirvana. a los que aún no lo han alcanzado, y consuela a todos los que viven con miedo. Actuando así, el Bodhisattva gana longevidad de vida y libertad de conocimiento sin molestias (ilimitada)."

Así, como vemos, si mantenemos los espíritus de los Preceptos, podemos obetenr una larga vida y continuar realizando la labir del Buda en el mundo. Los Cinco Preceptos son: (1) No Matar, (2) No Robar, (3) No Mentir, (4) No Abusar de la Sexualidad, y (5) No Abusar de los Intoxicantes. Una discución de cada uno de estos Preceptos podría llenar varios capítulos, pero veamos algunos de sus significados más importantes. Como todo en el ámbito de la religión, debemos de atemperar los Preceptos a su vez a nuestros tiempos. 

El Precepto de No Matar se refiere al "Ahimsa" o la "No-Violencia". Esto es, no debemos de causar sufrimiento a ningún ser sintiente. Muchas personas asumen que esto se refiere al Vegetarianismo, pero el mismo Buda no fue Vegetariano. Por ello, el antiguo Vinaya Hinayana decía que no se podía matar a un animal para consumo directo e intencionado de un monje budista, pero que se podía recibir alimentos de origen animal, como la carne, si era ofrecida durante el proceso de mendigar. Entonces, lo que el Budismo dice es que debemos de tratar de consumir carne lo menos posible, y cuando lo hacemos, debemos de hacerlo con total gratitud por la vida que se extingue para sostenernos, y comprometiéndonos a hacer buen uso de nuestras vidas, por la salvación de todos los seres sintientes. Pero el Precepto de No Matar se exientende más allá del ámbito alimenticio. Por ejemplo, no debemos de permitir una guerra injustificada, ni el sufrimiento innecesario, ni fomentar las acciones que las creen. Por otro lado, debemos de defender a los indefensos y luchar por lo que es justo y correcto. No tomar armas uando es necesario sería una brehca de este Precepto. Sin embargo, como el mismo Buda dice en el Sutra, tampoco debemos de emitir juicios morales hacia aquellos que transgreden los Preceptos, sino encaminarlos en el camino correcto.

El Precepto de No Robar se refiere a no tomar aquello que no es nuestro. Pero igualmente, esto se extiende a ser juiciosos y cuidadosos con nuestros hábitos de consumo, como de dónde proviene lo que consumimos, si proviene de fuentes renovables o de bajo impacto ambiental, si los trabajadores y las fuentes son remuneradas correctamente, etc.

El Precepto de No Mentir se refiere a decir la verdad de la forma correcta, o al menos, de no decir lo que no es cierto. Pero este Precepto nos pide igualmente que pensemos bien si lo que vamos a decir es necesario y a pensar bien cómo decirlo.

El Precepto de No Abusar de la Sexualidad se refiere a no causar daño ni sufrimiento en nuestra conducta sexual. Si uno es monógamo, nos pide que seamos fieles y abiertos y comunicativos con nuestras parejas. Si estamos solteros, se refiere a no usar la sexualidad de forma abusiva ni de forma uque cause daño o sufrimiento a la otra parte. Todo esto se resume a tratar de encarnar el Dharma en nuestros pensamientos, palabras y acciones y ser ejemplos del mismo en el mundo.

Finalmente, el Precepto de No Abusar de los Intoxicantes se refiere a no abusar del alcohol, las drogas ni de nada que nuble nuestra mente ni nos lleve por el camino incorrecto, o que distorcione nuestro sentido de la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Pero este Precepto también nos pide que no abandonemos la realidad que vivimos, es decir, a no ahogar nuestra mente ni nuestra consciencia en entretenimientos ni puntos de vista incorrectos. En última instancia, más que un Precepto prohibitivo - el cual no es - el mismo nos pide que no nublemos nuestra mente como para cometer una falta ante los anteriores Preceptos, o la Verdadera Naturaleza de la Realidad.

Por otro lado, las Diez Buenas Acciones son los actos de abstenerse de cometer los Diez Actos Malvados: (1) Matar, (2) Robar, (3) Mentir, (4) Conducta Sexual Inapropiada, (5) Adulación o Discurso Indiscriminado e Irresponsable, (6) Difamación, (7) Duplicidad, (8) Codicia, (9) Ira y (10) Necedad o la Celebración de Puntos de Vista Erróneos. Por lo tanto, los Diez Buenos Actos son (1) Preservar la Vida, (2) Honrar la Posesión Ajena, (3) Decir la Verdad de Forma Apropiada, (4) Respetar y Honrar la Sexualidad y las Relaciones (5) Ser Amable con Todos, (6) Alabar lo Bueno en los Demás, (7) Ser Sincero, (8) Alegrarse por los Demás, (9) Inspirar Alegría, y (10) Buscar la Sabiduría. Todos estos actos manifiestan nuestra Verdadera Naturaleza, nuestra Budeidad Innata, en el mundo.

Entonces, el Bodhisattva Kashyapa trata de hacer que el Buda preserve para la posteridad qué podemos hacer con aquellas personas que no siguen los Preceptos, es decir, con la mayoría de nosotros, porque, seamos sinceros, por más que tengamos aires de moralistas y piadosos, muchos de nosotros rompemos los Preceptos, voluntaria o involuntariamente, todos los días, en casi todos los momentos. Esto solo refleja que, después de todos, somos humano, y el ser budistas no nos hace mejores o superiores a los demás.

"Entonces el Bodhisattva Kasyapa le dijo al Buda: "¡Oh, Honrado por el Mundo! Tú dices que el Bodhisattva-Mahasattva considera a todos los seres como uno ve a su único hijo. Este pensamiento es demasiado profundo y no puedo comprenderlo. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Usted dice que el Bodhisattva ve a los seres con una mente igualitaria y los ve como si mirara a su único hijo. Pero las cosas no son así. ¿Por qué no? Entre los budistas, están aquellos que rompen los Preceptos morales, aquellos que cometen pecados capitales, y aquellos que transgreden contra el Dharma Maravilloso. ¿Cómo puede ser que él [el Buda] pueda tener la misma (actitud de) mente hacia ellos que hacia su único hijo?" El Buda le dijo a Kasyapa: "Es tan ¡Es así! Veo a todos los seres como veo a mi propio Rahula".

En estas líneas no podemos sino sentirnos bañados por la gran compasión y comprensión del Buda por todos nosotros. El Buda nunca juzga, nunca obliga, solo paunta hacia el camino correcto. Solos nosotros juzgamos y obligamos a otros. Esto solo refleja que estamos muy lejos de ser encarnaciones de nuestra Verdadera Naturaleza; cuán lejos estamos de ser verdaderos Hijos del Buda. Pero el Buda nos ve aun así a todos, ya sea que seamos buenos o malos, como sus únicos hijos. 

"Me compadezco de todos y tengo un pensamiento amoroso, como uno tiene hacia su único hijo, como en el caso de Rahula...Él ve a aquellos que transgreden el Dharma como ve a su único hijo. El Tathagata ahora confía el Maravilloso Dharma insuperable a las manos de reyes, ministros, primeros ministros, bhiksus, bhiksunis, upasakas y upasikas. Todos estos reyes y las cuatro clases de la Sangha budista alentarán a quienes practican las enseñanzas budistas y les permitirán observar cada vez más los Preceptos morales, practicar la meditación y la sabiduría."

Entonces, el Bodhisattva Kashyapa, atónito (en nombre de todos los seres sintientes), le pregunta al Buda por qué esto es así: por qué el Buda perdona a los transgresores y ve a todos los seres como su fueran su único hijo. A esto, el Buda responde que, dado a que él es la encarnación de la Energía de Vida del Universo, todos los seres son, indistinguiblemente, sus hijos, pues todos somos uno y emanaciones del Buda Eterno.

"La vida del Tathagata es la más larga y superior de las vidas más largas. Su Dharma eterno es lo insuperable de todas las cosas eternas...Entiende, oh Kasyapa, que el Buda es una existencia eterna e inmutable. ¡Oh todos vosotros! Practiquen el Camino en este Paramarthasatya (Verdad de la Realidad Trascendente), esfuércesen y practiquen el Camino con una sola mente; habiendo practicado el Camino, expónganlo ampliamente a los demás... ¡Oh buen hombre! El Nirvana es el Dharmata (Verdadera Esencia) de todos los Budas.”

El Buda es llamado el Tathagata ("El Que Así Viene") porque es una manifestación personal del Todo, de la Talidad (Tathata). Dado a que todo el Cosmos emana del Buda, quien es su personificación, todos somos uno, y a su vez, diferentes manifestaciones del Buda. Por ello, cuando realizamos la labor del Buda en el mundo, podemos participar de su vida eterna. Es por eso que el Buda luego exhorta a todos los presentes a poner sus enseñanzas en práctica y expande el verdadero significado del Refugio en el Budismo.

"Además, a continuación, ¡oh buen hombre! Practica las enseñanzas del Buda, el Dharma y la vida de la Sangha, y permanece en el pensamiento del Eterno. Estas tres cosas no se contradicen entre sí. No hay forma de no- eterno [ahí], no hay cambio. Cualquier persona que practica estos tres como cosas que difieren, falla en los Tres Refugios que son puros. Esto debemos saber. Es decir, que tal persona carece de un lugar para permanecer. aprendido; ningún fruto puede surgir de los Sravakas o pPatyekabuddhas. Cualquiera que permanece en el pensamiento del Eterno en el Todo Maravilloso tiene un lugar en el que refugiarse. ¡Oh, buen hombre! Es como la sombra que acompaña a un árbol. Lo mismo es el caso del Tathagata. Como existe lo Eterno, hay un refugio que se puede tomar. No es no eterno. Si se dice que el Tathagata no es eterno, no puede ser un refugio para todos los cielos y gente del mundo".

El primer paso en el Camino budista es la Toma de Refugio. La ceremonia de la Toma de Refugio es un sacramento, como la "Confirmación" budista, en donde una persona hace el voto - que trasciende vidas - de tomar refugio, es decir, ser uno, con los Tres Tesoros del Buda, el Dharma y la Sangha.

Todas las denominaciones budistas poseen su propia forma y expresión de la Toma de Refugio. En la mayoría de las tradiciones budistas, la Toma de Refugio significa tomar refugio, es decir, confirar y aceptar, el Buda como el maestro, el Dharma como la enseñanza, y la Sangha como comunidad espiritual. Esto es mucho más cierto de las comunidades budistas occidentales, las cuales han desvirtuado el Verdadero Dharma del Buda, y lo han tratado de presentar como una filosofía o un camino de vida, desprovisto de su raíz religiosa y espiritual, para no ofender las creencias y sensibilidades de los occidentales cristianos. Sin embargo, como vemos en el mismo Sutra del Nirvana, el verdadero significado del Refugio es mucho más profundo.

La Toma de Refugio, en la escuela Tendai, es un acto voluntario (que realmente proviene de la actividad dinámica incesante del Buda en nuestras vidas, de nuestra Verdadera Naturaleza) donde aceptamos con fe y confianza al Buda como la personificación compasiva del Universo, que es a su vez trascendente (el Cosmos) e inmamente (nuestra Naturaleza Búdica), quien trabaja incansablemente por la salvación de todos los seres sintientes. Es tener fe y confianza en el Dharma, las enseñanzas eternas reveladas por el Buda en el mundo, las cuales son nuestro mapa en este océano de nacimientos y muertes que llamamos el Samsara, y nos llevan de Esta Orilla del Sufrimiento a la Otra Orilla de la Felicidad. Es tener fe y confianza en la Sangha, la comunidad de sacerdotes que preservan la línea vital del Dharma en el mundo y la transmiten a otros, y de los creyentes, que juntos, tratan de encarnar el Dharma en sus vidas diarias, para hacer de este Mundo Saha, lleno de sufrimiento, una Tierra Pura, donde todos podamos reconocer nuestra Unidad Fundamental, y vivir vidas plenas y felices en el mundo. Esta visión, el mismo Buda nos dice en el Sutra del Nirvana, es imposible sin el reconocimiento de sus enseñanzas finales, que nos ayudan a transformar este mundo de dualidad lleno de Sufrimiento, Impureza, Impermanencia y colmado con nuestros Falsos Seres (Anatman), en uno lleno de Felicidad, donde podemos alcanzar la Pureza de nuestra Verdadera Naturaleza y reconocer nuestra Eternidad, nuestra unidad con el Buda y con todos los seres, y con ello, revelar nuestro Verdadero Ser (Atman), actuando desde nuestra Unidad en la dualidad, y con ello, ser personas más sabias y compasivas.

Pero esta Unidad Fundamental no significa borrar nuestra individualidad. El Budismo, si bien es Monista, no es un monismo uniforme como lo es el Advaita Vedanta. El Budismo, si bien reconoce nuestra Unidad, no niega la dualidad. Esto es aclarado en este mismo capítulo cuando el Bodhisattva Kashyapa le pregunta figurativamente al Buda esta pregunta con la metáfora del árbol (la Unidad) y la sombra (la dualidad).

"El Bodhisattva Kasyapa le dijo al Buda: "¡Oh, Honrado por el Mundo! Es, por ejemplo, como el caso de un árbol en la oscuridad, donde no hay sombra". Pero el Buda le respondió: "¡Oh Kasyapa! No digas que hay un árbol y que no tiene sombra. Es simplemente que el ojo carnal no puede verlo. Lo mismo con el Tathagata. Su naturaleza es eterna; no cambia. Uno no lo puede ver sin el ojo de la Sabiduría. Esto es como en el caso en que no aparece la sombra de un árbol en la oscuridad. Los mortales comunes, después de la muerte del Buda, bien pueden decir: "El Tathagata no es eterno". Si uno dice que el Tathagata es otro que el Dharma y la Sangha, no pueden existir los Tres Refugios. Esto es como en el caso en que, como sus padres son diferentes entre sí, existe lo no eterno". El Bodhisattva Kasyapa dijo de nuevo al Buda: "¡Oh, Honrado por el Mundo! De ahora en adelante, yo, por primera vez, con el Eternalismo del Buda, el Dharma y la Sangha, iluminaré a los padres durante siglos, hasta siete generaciones. Es maravilloso ¡Ciertamente! ¡Oh, Honrado por el Mundo! Ahora aprenderé la Toda Maravilla del Tathagata, Dharma y Sangha. Habiéndome satisfecho, expondré esto ampliamente a todos los demás. Si no tienen fe en la enseñanza, sabré que han practicado durante mucho tiempo lo no Eterno".

El Buda, la Unidad, puede ser comparado con un árbol, y este mundo, todos nosotros, con su sombra, pero tanto el árbol como la sombra existen; son dos manifestaciones diferentes de la misma Esencia. Somos como gotas en un gran río. El río contiene todas las gotas, pero cada gota contiene el mismo sabor del río.

Así, el Sutra del Nirvana, si bien es el último sermón dado físicamente por el Buda en el mundo, trata de redefinir en su forma más amplia y correcta todas su enseñanzas previas, desde las más básicas, como los Tres Tesoros y los Preceptos, hasta las más avanzadas, las cuales veremos en los próximos capítulos, a la luz de su Revelación Total dada en el Sutra del Loto.