Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene varios Ciclos de Estudio y Lectura sobre los Sutras – los Textos Sagrados canónicos del Budismo. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana.
Este año, continuaremos el Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka, el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo, que habíamos comenzado en el 2020-2021. El mismo revelaba completamente el contenido de su Iluminación, pero dado a que los seres sintientes de este mundo no estaban preparados, el Buda modificó y redujo la complejidad y capacidad de sus enseñanzas, para preparar mentalmente a los seres para su eventual revelación. Este Sutra es uno de los más hermosos y complejos, y representa el punto más alto del desarrollo de la literatura religiosa budista. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad, su rol en los universos, la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Es por eso que este Sutra – que fue el primer sermón dado por el Buda - es equiparado con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana – los últimos sermones del Buda en el mundo. No obstante, dado a su voluminosidad e inaccesibilidad, el mismo ha estado fuera del alcance de muchas personas.
Hoy, estudiaremos someramente el capítulo 22, donde el Bodhisattva Gunavana continúa hablando sobre el Camino del Bodhisattva, exponiendo los 10 Tesoros Inagotables, un conjunto adicional de diez virtudes cultivadas por los Bodhisattvas (no incluidos en la lista 'oficial' de las 52 Etapas). Todo error es enteramente mío.
El Camino del Bodhisattva, como hemos visto, se compone tradicionalmente - basado en el Sutra Avatamsaka - de 52 Etapas, desde el Despertar del Bodhicitta hasta el logro de la Iluminación Final de la Budeidad. No obstante, el Camino del Bodhisattva contiene otros elementos no incluidos en las 52 Etapas "oficiales", como los Diez Tesoros Inagotables. En este capítulo, el Bodhisattva Gunavana (Bosque de Mérito y Virtud) continúa exponiendo el Camino del Bodhisattva, pero menciona un conjunto adicional de diez virtudes cultivadas por los Bodhisattvas. Estas son: (1) Fe; (2) Disciplina Ética o Preceptos; (3) Arrepentimiento; (4) Vergüenza (con respecto a malas acciones pasadas); (5) Aprender o Adquir Conocimiento del Dharma; (6) Generosidad; (7) Sabiduría; (8) Atención Plena; (9) Sostener o Apoyar el Dharma; y (10) Elocuencia. Estas virtudes, aunque no son parte del Camino del Bodhisattva de las 52 Etapas, son elementos complementarios e importantes en la fe y la práctica budista.
1. El Tesoro de la Fe
"Discípulos del Buda, ¿cuál es el Tesoro de la Fe del Bodhisattva? Estos Bodhisattvas creen que todos los Dharmas están vacíos. Ellos creen que todos los Dharmas son sin apariencia. Ellos creen que todos los Dharmas no tienen deseos. Ellos creen que todos los Dharmas son sin creación. Ellos creen que todos los Dharmas son sin distinciones. Ellos creen que todos los Dharmas son sin dependencia. Ellos creen que todos los Dharmas no se pueden medir. Ellos creen que todos los Dharmas son Insuperables. Creen que todos los Dharmas son difíciles de trascender. Ellos creen que todos los Dharmas son sin producción.”
"Si los Bodhisattvas pueden estar de acuerdo con todos los Dharmas de esta manera, luego de que desarrollen la fe, cuando escuchen que todos los Buddhadharmas son inconcebibles, sus mentes no tendrán miedo. Cuando escuchan que todos los Budas son inconcebibles, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el reino de los seres vivos es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el Reino del Dharma es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el reino del espacio vacío es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el reino del Nirvana es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el pasado es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el futuro es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que el presente es inconcebible, sus mentes no tienen miedo. Cuando escuchan que entrar en cada kalpa es inconcebible, sus mentes no tienen miedo.
"¿Por qué no? Estos Bodhisattvas, que residen en los lugares de los Budas, y tienen una fe completamente sólida. Saben que la sabiduría de los Budas es ilimitada e inagotable. En todos y cada uno de los mundos ilimitados de las diez direcciones, hay Budas ilimitados que ya han alcanzado, están alcanzando ahora o alcanzarán Anuttarasamyaksambodhi. Ya han venido al mundo, ahora vienen al mundo o vendrán al mundo. Ya han entrado en el Nirvana, ahora están entrando en el Nirvana o entrarán en el Nirvana. La sabiduría de estos Budas no aumenta, no disminuye; no se produce, no se destruye; no progresa, no retrocede; no está cerca, no está lejos; es sin saber y sin rechazar.
"Estos Bodhisattvas entran en la sabiduría de los Budas y logran una creencia ilimitada e inagotable. Después de alcanzar esta creencia, sus mentes no retroceden. Sus mentes no se dispersan ni se confunden. Son indestructibles e inmaculados. Siempre tienen una base. Están de acuerdo con los sabios y moran en la casa del Buda. Protegen la semilla de la Naturaleza de todos los Budas. Aumentan la fe y la comprensión de todos los Bodhisattvas. Cumplen con todas las buenas raíces de los Budas y dan origen a los expedientes de todos los Budas. Esto se llama el Tesoro de la Fe del Bodhisattva. Cuando los Bodhisattvas moran en este Tesoro de la Fe, pueden escuchar y defender todo el Budadharma, hablarlo para los seres vivos y permitirles iluminarse".
Como vemos, la Fe no solo es el inicio del Camino del Bodhisattva (y del budista), sino que es el medio y el final del Camino a la Budeidad. Sin fe no hay Budismo.
El Buda, en los Sutras, los cuales recogen sus sermones dados en sus más de cuarenta años de predicación, destaca el valor y la importancia de la fe en el Camino:
En el Sutra de Cundi, el Buda nos dice: "Los discípulos del Buda son los que creen en el Buda, en sus Enseñanzas y en la Orden (Sangha). El Buda es el que ha alcanzado la Iluminación y salva a la humanidad. La Enseñanza es lo predicado por el Buda. La Orden es una comunidad uniforme de creyentes que practican a la perfección estas Enseñanzas". Aquí reiteramos la importancia de la Triple Joya, del Buda, el Dharma y la Sangha, y su manifestación concreta en la Fe, el Estudio y la Práctica, que son los Tres Pilares del Budismo.
Ahora, no podemos prestarle atención a un pilar e ignorar el resto. En el Sutra de Vimalakirti, el Buda nos reitera esta enseñanza, diciendo: "El Buda, la Enseñanza (Dharma) y la Orden (Sangha) aun siendo tres, no están divididos. El Buda se representa en la Enseñanza, y la Enseñanza se realiza en la Orden, por ello estos tres son una misma cosa. Creer en la Enseñanza y en la Orden, es igual que tener fe en el Buda. Y si uno cree en el Buda llega a tener fe en la Enseñanza y en la Orden". El Dharma es el espíritu mismo del Buda y su razón de aparecer en este mundo. Pero el Dharma por sí solo no tiene efecto si no se pone en práctica. Por eso el Sutra dice que "la Enseñanza se realiza en la Orden". La fe es un elemento importantísimo en la práctica. Si no tienes fe en los resultados, ¿qué te motiva a practicar? Cuando el Buda estaba en el mundo, toda clase de seres, pertenecientes a todas las clases sociales, acudían al Buda para aliviar su sufrimiento. En muchas ocasiones, el Buda daba un sermón completo (lo que hoy conocemos como los Sutras) para prescribirle a esa persona o grupo de personas una enseñanza y una técnica adaptada específicamente para ello. Si los seres no creían (no tenían fe) en el Buda, ¿cómo hubieran podido resolver sus problemas? Sobre todo, si las enseñanzas del Buda no fueran verídicas y eficaces, no hubieran sobrevivido más de 2,500 años.
La fe es un requisito indispensable para alcanzar la Iluminación. Por ello, en el Sutra Surangama leemos: "Todos los seres con sólo tener fe en el Buda logran la salvación y alcanzan la Iluminación. El Buda ama a todos los seres como a hijos propios, por eso si el ser piensa en el Buda como en su madre, podrá ver al Buda y alcanzar la salvación. El que piensa constantemente en el Buda, es gobernado por la luz clara del Buda y se le adhiere el perfume del Buda con naturalidad". Cuando tenemos fe y ponemos las enseñanzas en práctica, como por ejemplo, durante la práctica de la meditación, nuestro ser finito se funde con el Infinito y comulgamos con el Buda - la Energía de Luz y de Vida Infinita, y esto perfuma nuestra esencia, así como el entrar a un campo de flores de jasmín nos impregna con el perfume de las flores, transformando nuestra mente y nuestro espíritu.
El Sutra Avatamsaka leemos unos pasajes hermosos sobre la importancia de la fe:
"Es verdaderamente difícil encontrar al Buda, o a un maestro que pueda predicar sus Enseñanzas, y creer en estas Enseñanzas. Ahora que has encontrado al Buda tan difícil de encontrar, y has podido escuchar su Enseñanza tan difícil de escuchar, trata de mantener este valioso tesoro, cree y goza de Él". ¿Cómo podemos repagarle al Buda el inmenso regalo del Dharma, el cual no es nada menos que las enseñanzas para aliviar nuestro sufrimiento y rescatarnos del Océano de Nacimientos y Muertes del Samsara?
De igual forma, el Sutra Avatamsaka nos revela que "La fe es el mejor compañero de la vida, es el alimento para el largo viaje de la vida. Es el máximo de los bienes". Puede ser algo fácil leer sobre Budismo, y aprenderse algunas de sus doctrinas, pero otra cosa es ponerlo en práctica, sobre todo, en los momentos más difíciles de la vida. Es en ese momento, cuando no tenemos ánimos de practicar, que debemos encender la llama de la fe, el cual nos dará el combustible para superar todas las adversidades de la vida.
El Sutra continúa diciendo:
"La fe enriquece el alma. Enseña la caridad sin apego, el respeto y la humildad alejando el orgullo. Así brilla la sabiduría, se aclara la conducta, el ser humano vence las dificultades, se libra del mundo, y recibe el poder para vencer todas las tentaciones.
"La fe anima al ser humano cuando el camino se hace aburrido y largo, y conduce a la Iluminácion". La fe es también la convicción de que vamos a alcanzar el Despertar.
"La fe nos hace sentir como si estuviéramos en presencia del Buda. Nos suaviza el alma y el cuerpo como si el Buda nos tuviera en sus brazos. Nos concede la virtud de tratar con amor a los seres". Este pasaje alumbra la importancia de la devoción en la forma del Buda. Cuando nos sentamos frente a nuestro altar, o cuando acudimos al Templo, la mera imágen del Buda, la cual encierra iconográficamente las cualidades del Iluminado, ilumina nuestra Verdadera Naturaleza y nos abraza, para nunca ser abandonados. Aunque el mundo parezca ser caótico y tengamos muchos problemas, el Buda siempre está dentro de todos, arrojando su luz protectora sobre nosotros. El Sutra dice: "La fe nos da la Sabiduría de comprender que este mundo no es más que un juego momentáneo donde no existe una verdad inmutable. Nos hace adquirir la Sabiduría que no se asombra ni se entristece por la mutabilidad". Tenemos que recordar que si bien las imágenes representan las cualidades bondadosas del Buda - del Universo - igualmente representan aspectos que todos poseemos dentro de nosotros. Por ejemplo, Fudo Myo-o, una de las deidades iracundas del Budismo japonés, si bien aparece con un rostro molesto y envuelto en llamas, lo que representa es la capacidad de superar todas las dificultades; nuestra Verdadera Naturaleza es igual: por el poder del estudio, la fe y la práctica, podemos permanecer inamovibles (que es lo que significa "Fudo") ante las circunstancias. Por eso, el Sutra dice: "La fe es la mano pura que recibe las Enseñanzas del Buda y todas las virtudes. La fe es fuego. Quema toda suciedad de las almas y conduce a los seres por el mismo camino. La fe hace arder en deseos de Iluminación a las almas que buscan el Camino del Buda".
Por otro lado, el Sutra de la Luz Dorada dice: "La fe aparece en tres aspectos: el arrepentimiento, la alegría de conocer las virtudes ajenas, y la súplica al Buda por la salvación de los seres. Nos hace sentir deseos de tener conciencia de los pecados y las impurezas cometidas, avergonzarnos y arrepentirnos de ellas. Al ver la virtud ajena, nos hace alegrar como si fuera de uno mismo y desear para él el mérito. La fe nos hace estar siempre con el Buda, actuar siempre con el Buda y desear vivir siempre con el Buda". Es por eso que todo servicio budista genuino contiene los Versos del Arrepentimiento, donde nos arrepentimos por las transgresiones cometidas en pensamiento, palabra y acción. Esto nos permite, si el arrepentimiento es genuino, vernos cara a cara con el Buda en nuestro ritual de devoción, y a su vez, reconectar con nuestra Naturaleza Búdica, la cual es una fuente inagotable de perseverancia, paz y armonía.
Igualmente, la fe se manifiesta en nuestra práctica de muchas otras formas. Además del estudio, donde estudiamos con fe y confianza las palabras del Buda en los Sutras, y de la comunión con el Buda a través de la meditación, el Nembutsu es uno de los actos de fe más populares en el Budismo. A través de la recitación del Nombre del Buda - Namu Amida Butsu - nosotros afirmamos nuestra creencia que somos uno con el Buda Amida - el Buda de la Vida y la Luz Infinita - quien es la Energía de Vida del Universo. Por eso, en los Sutras de la Tierra Pura, el Buda nos afirma que: "El alma que cree, es sincera y profunda, y se alegra de ser conducida al reino del Buda. Por eso, al que se alegra al alabar el nombre del Buda, el Buda le concede un poder. Lo conduce a su reino y hace que no vuelva a sentir la inquietud". En muchos sentidos este es el significado esotérico de la Tierra Pura: accesar nuestra Naturaleza Búdica - el Infinito. Cuando practicamos la meditación o recitamos el Nembutsu, este es el llamado mismo del Universo - del Infinito - para que despertemos nuestra Budeidad Innata y la hagamos brillar sobre todas las circunstancias de nuestras vidas, para que podamos abordar toda situación desde los ojos del Buda, con sabiduría y compasión.
Estos son solo ejemplos de la importancia de la fe predicada por el Buda en los textos canónicos del Budismo. En fin, la fe nos provee la capacidad de superar cualquier dificultad en la vida.
2. El Tesoro de los Preceptos
"Discípulos del Buda, ¿cuál es el Tesoro de Preceptos del Bodhisattva? Estos Bodhisattvas cumplen preceptos que son universalmente beneficiosos, preceptos de no recibir, preceptos de no morar, preceptos de no arrepentirse, preceptos de no contender, preceptos de no dañar nunca, preceptos de no contaminarse, preceptos de no avaricia o buscar, preceptos de nunca cometer errores, y preceptos de nunca cometer transgresiones.
"¿Cuáles son los Preceptos que son universalmente beneficiosos? Estos Bodhisattvas reciben y mantienen Preceptos puros por la razón fundamental de beneficiar a todos los seres sintientes. ¿Cuáles son los Preceptos de no recepción? Estos Bodhisattvas no reciben ni practican ninguno de los Preceptos de los caminos externos [no budistas]. Por su propia naturaleza, son vigorosos y respetan los Preceptos iguales y puros de todos los Budas a lo largo de los tres períodos de tiempo. ¿Cuáles son los Preceptos de la no morada? Cuando estos Bodhisattvas reciben y respetan los Preceptos, sus mentes no moran en el Reino del Deseo, no moran en el Reino de la Forma y no moran en el Reino Sin Forma. ¿Por qué no? Porque no guardan los Preceptos con la esperanza de nacer en esos lugares. ¿Cuáles son los Preceptos para no arrepentirse? Estos Bodhisattvas siempre descansan en pensamientos libres de remordimiento o arrepentimiento. ¿Por qué? Porque no cometen ofensas graves, no practican la adulación ni el engaño, y no quebrantan los preceptos puros."
Si bien hemos hablado de los Preceptos en capítulos anteriores en nuestro estudio del Sutra Avatamsaka (y tenemos todo un Sutra Budista dedicado a los Preceptos - el Sutra de la Red de Brahma), ¿qué podemos decir ahora que no hayamos mencionado antes? Este capítulo nos ayuda a arrojar luz sobre aspectos poco explorados de los Preceptos. Uno de ellos es la igualdad de los Preceptos y la Budeidad.
Cuando practicamos los Preceptos, somos Budas. Esto es porque, cuando guardamos los Preceptos, actuamos como actuaría un Iluminado: no matando, no mintiendo, no robando, no abusando de la sexualidad y no abusando de los intoxicantes; a su vez, estamos honrando y protegiendo todas las formas de vida, elevando la Verdad, respetando lo ajeno y la individualidad, viendo la Naturaleza Búdica en todos los seres, y sosteniendo la Verdadera Naturaleza de la Realidad delante de nosotros, la Unidad Fundamental, en todo instante. Aunque sea que practiquemos bien y puramente los Preceptos por un solo momento, en ese momento fuimos Budas; nos comportamos como Budas, fiel a nuestra Naturaleza Búdica.
"¿Cuáles son los Preceptos de la no contienda? Estos Bodhisattvas no critican lo ya establecido, cuanto menos tratan de arreglar las cosas a su manera. Sus mentes siempre están de acuerdo con los Preceptos que tienden hacia el Nirvana, recibiéndolos y defendiéndolos completamente y sin violarlos. Tampoco utilizan los preceptos como una forma de perturbar a otros seres, haciéndoles sufrir. Es solo porque quieren que todos estén siempre felices que mantienen los preceptos".
Igualmente, no podemos imponer a la fuerza nuestra visión de los Preceptos, así como no podemos imponer nuestras creencias a otros. Esto solo trae sufrimiento, para nosotros y para ellos. Solo podemos sugerir lo que consideramos es correcto, pero no podemos imponerlo a otros. Debemos respetar las opiniones y el hecho de que todos los seres se encuentran en su propio camino espiritual, unos más cerca, otros más lejos, de nuestra meta común espiritual del Despertar.
Ahora, lo que el Bodhisattva Gunavana nos quiere mostrar en las próximas líneas es cómo aplicar los Preceptos en la vida diaria.
"¿Cuáles son los Preceptos de no dañar nunca? Estos Bodhisattvas no se basan en Preceptos para estudiar mantras engañosos o crear pociones para dañar a los seres vivos. Es solo por el bien de rescatar y proteger a los seres vivos que mantienen los Preceptos. ¿Cuáles son los Preceptos de ser sin mezcla? Estos Bodhisattvas no se adhieren a puntos de vista prejuiciosos ni sostienen una mezcla de Preceptos. Solo contemplan el surgimiento de condiciones y defienden preceptos que trascienden el mundo."
"Mezcla" de Preceptos se refiere a no seguir caminos espirituales o códigos morales que conflijan con el Verdadero Dharma.
"¿Cuáles son los Preceptos de ser sin codicia ni búsqueda? Estos Bodhisattvas no manifiestan apariencias extrañas ni muestran su propia virtud. Es solo por el bien de perfeccionar los Dharmas de escape que sostienen los Preceptos. ¿Cuáles son los Preceptos de nunca errar? Estos Bodhisattvas no se engrandecen y dicen: 'Sostengo los Preceptos’. Cuando ven a personas que han violado los Preceptos, no los menosprecian ni los calumnian ni les hacen sentir remordimiento, sino que simplemente mantienen los Preceptos con una sola mente. ¿Cuáles son los Preceptos de nunca cometer violaciones? Estos Bodhisattvas han eliminado eternamente el asesinato, el robo, la conducta sexual inapropiada, el discurso falso, el discurso de doble lengua, el discurso áspero, el discurso sin principios, la codicia, el odio y las opiniones desviadas. Ellos defienden a fondo las diez buenas obras. Cuando esos Bodhisattvas mantienen estos preceptos de nunca cometer violaciones, tienen este pensamiento: 'Todos los seres vivos violan los Preceptos puros porque son ignorantes. Sólo los Budas, Honrados por el Mundo, pueden conocer las causas y condiciones que hacen que los seres vivos se pongan patas arriba para violar los Preceptos puros. Debo lograr el Bodhi Insuperable y proclamar extensamente los Dharmas verdaderos y reales para los seres vivos para que puedan separarse de estar al revés'. Esto se llama el Segundo Tesoro del Bodhisattva, el de los Preceptos".
Los Preceptos son nuestrps mandamientos espirituales budistas, y como Hijos del Buda, Bodhisattvas, debemos seguirlos por medio del uso de los medios hábiles, para saber aplicarlos correctamente en todo momento de nuestras vidas.
3. El Tesoro de la Vergüenza
"Discípulos del Buda, ¿cuál es el Tesoro de la Vergüenza del Bodhisattva? Estos Bodhisattvas recuerdan el mal que hicieron en el pasado y dan lugar a la vergüenza. Es decir, ellos mismos reflexionan, ‘desde el principio del tiempo en adelante, nosotros y todos los seres vivos hemos sido mutuamente padre, madre, hermano mayor, hermano menor, hermana mayor, hermana menor, hijo e hija. Pero debido a que estamos llenos de codicia, odio y estupidez, arrogancia y engaño, y todo tipo de otras aflicciones, también nos hemos lastimado mutuamente y explotado recíprocamente. Hemos deseado, violado, herido y asesinado. No hay mal que no hayamos cometido. Así es para todos los seres. En base a sus aflicciones, duplican sus múltiples males. Por esta razón, entre todos no hay respeto mutuo, ni veneración mutua, ni conformidad mutua, ni humildad mutua, ni guía mutua, ni consideración mutua, sino que hay una promoción de matar y dañar mutuamente, de modo que todos se convierten en enemigos vengativos.
"Ellos mismos consideran, ‘Nosotros personalmente, así como todos los seres vivos, somos desvergonzados por nuestro comportamiento pasado, futuro y presente, sin embargo, no hay un solo acto que los Budas de los tres períodos de tiempo no conozcan y vean. Así que ahora, si no eliminamos este comportamiento desvergonzado, los Budas de los tres períodos de tiempo continuarán viéndonos. ¿Cómo es posible que no dejemos de actuar así? ¡No hay manera de que no podamos parar! Por lo tanto, debemos cortar y deshacernos de tal comportamiento con una sola mente y certificarnos en Anuttarasamyaksambodhi, para que podamos hablar expansivamente del Dharma verdadero y real para los seres vivos. Esto se llama el Tercer Tesoro del Bodhisattva, el de la Vergüenza".
Aquí el Bodhisattva Gunavana nos habla de la importancia del Arrepentimiento. El Arrepentimiento es una de las prácticas budistas más importantes, pero la menos practicada en Occidente. Esto es porque cuando el Budismo llegó a Occidente a finales del Siglo 19, los primeros exploradores y exponentes del Budismo lo mutilaron, erradicando todo indicio de religiosidad, y los efectos negativos de estas personas aun se sienten en nuestros días.
Cuando aprendemos del Budismo, el Dharma, y vemos las acciones compasivas de los Budas y Bodhisattvas por nuestra salvación, nos sentimos conmovidos, y a su vez, iluminamos los aspecrtos más oscuros de nuestro corazón y nuestra mente. En ese instante, gracias al Bodhicitta, surge dentro de nosotros el deseo de arrepentirnos por todos nuestros malos pensamientos, palabras y acciones que hemos cometido en esta vida y en nuestras vidas pasadas. Desde el pasado lejano, hemos generado un mal karma por nuestras malas acciones, palabras y pensamientos, y hemos sufrido y hecho sufrir a otros. Este sentimiento surge dado a la actividad dinámica del Buda, el Universo, el cual ha estado operando incansablemente por nuestro Despertar, pero solo ahora hemos abierto nuestras mentes y corazones para sentirlo.
En el Budismo, practicamos el Arrepentimiento (Sange) todos los días durante el Servicio Diario, nos comprometemos a no volver a tener estos malos pensamientos, palabras y acciones, y decidimos tomar pasos proactivos para enmendarlos. Pero otra forma de practicar el Arrpentimiento es la reflexión diaria sobre cómo nos hemos conducido en pensamiento, palabra y acción durante el día. Una de las formas en las cuales se practica la reflexión en el Budismo es llamada Naikan. Las personas que hacen Naikan se hacen estas preguntas en relación con un miembro de la familia o alguna otra persona durante momentos particulares de sus vidas. Una traducción literal del término japonés "Naikan" es "introspección". En el Canon, esto significa la práctica de observarse a uno mismo, o más específicamente, la introspección para observar la verdad en la mente. El término "Naikan" se encuentra en varios lugares en el Makashikan (Gran Calma y Contemplación) del Gran Maestro Chih-i, en el que significa contemplación interna. El filósofo budista Kiyozawa Manshi (1863–1903) creó el término "Naikan-shugi" para indicar específicamente cómo la introspección puede llevar a las personas a descubrir la verdad sobre sí mismos, que luego puede servir para guiar cómo actúan. Estas fueron las bases de la práctica del Naikan moderno por Yoshimoto Ishin (1916–1988).
Los orígenes del Naikan de Yoshimoto se encuentran en una experiencia religiosa que tuvo cuando tenía veintiún años y buscaba asegurar su fe en el Buda Amida. Creció en un hogar budista Shin devoto y rico, pero estaba ansioso por saber si tenía un corazón confiado (Shinjin). A través de una conexión familiar, se enteró de un grupo budista laico Shin en Nara y Osaka que hacía una práctica meditativa conocida como Mishirabe (autoexamen). Si se hacía con éxito, se creía que mishirabe producía un estado mental libre de apego a uno mismo y era sinónimo de obtener una confianza total en Amida (shinjin gyakutoku). Sin embargo, Yoshimoto logró laizar la práctica para su uso fuera de la fe budista, llamándola "Naikan". La práctica se basa en hacerse tres preguntas sobre una persona en la vida: (1) ¿Qué recibí de esta persona? (2) ¿Qué le devolví a esta persona? (3) ¿Qué problemas, preocupaciones, infelicidades causé a esta persona? Esto se puede hacer igualmente, no solo con personas, sino con animales, o incluso recursos que usamos y damos por sentado cuando, que si reflexionamos sobre su procedencia, los utilizaríamos con más cuidado y sumo agradecimiento, como el papel de baño.
Finalmente, una de las mejores formas de reflexión es el Nembutsu. La recitación del Nembutsu ilumina nuestro ser, arrojando luz sobre nuestras limitaciones, y nos muestra el trabajo incansable de la Compasión y la Sabiduría infinita del Buda en nuestras vidas. Igualmente, el Nembutsu nos permite ver nuestra Unidad Fundamental con el Buda y con todos los seres sintientes. Así, el Nembutsu y el Dharma se vuelven el espejo que refleja la realidad de nuestra vida, y la luz que ilumina los rincones más oscuros de nuestro ser para revelar nuestro ser finito y falso, aceptarlo, trabajar con el mismo, y revelar nuestro Verdadero Ser. Esto nos lleva al remordimiento y a tomar pasos proactivos para ser Bodhisattvas en el mundo.
4. El Tesoro del Remordimiento
"Discípulos del Buda, ¿cuál es el Tesoro del Remordimiento del Bodhisattva? Estos Bodhisattvas mismos están arrepentidos de que en el pasado se entregaron a la búsqueda codiciosa de los cinco deseos sin cansancio ni saciedad. Debido a esto, su codicia, odio y estupidez y varias otras aflicciones aumentaron. ‘Ya no debería hacer estas cosas’, es su pensamiento. Continúan reflexionando: 'Los seres vivos carecen de sabiduría y dan lugar a aflicciones. Todos ellos practican dharmas malignos y no son mutuamente respetuosos ni corteses, hasta el punto de convertirse en enemigos vengativos. No hay mal de ningún tipo en el que no se involucren con toda su fuerza. Después de haberlo hecho, están felices y buscan elogios. Son ciegos sin el ojo de la sabiduría y no tienen conocimiento ni visión. Del vientre de su madre, entran en la matriz y nacen con un cuerpo inmundo. Al final, su cabello se vuelve blanco y sus rostros se arrugan. Aquellos con sabiduría contemplan esto y ven que esto proviene únicamente de la impureza del deseo sexual. Todos los Budas de los tres períodos de tiempo saben y ven esto. Si continúo actuando así, entonces solo estoy tratando de engañar a los budas de los tres períodos de tiempo. Por lo tanto, debo cultivar un sentido de remordimiento, realizar rápidamente Anuttarasamyaksambodhi y hablar ampliamente del Dharma verdadero y real por el bien de los seres vivos'. Esto se llama el Cuarto Tesoro del Bodhisattva, el del Remordimiento".
Como hemos mencionado innumerables veces, solo cuando podemos ver nuestra oscruidad y trabajar con nuestra sombra, podemos ver y ayudar a otros. Esto es porque muchas veces solo vemos la oscuridad de otros y no reconocemos la nuestra. Pero una vez vemos y reconocemos la nuestra, podemos ver a los demás con ojos de compasión, porque así como nosotros sufríamos y hacíamos sufrir a otros por ignorancia, sin ver nuestros actos ni sus consecuencias, igualmente las demás personas se encuentran donde nosotros nos encontrábamos.
Tal vez uno de los maestros budistas más honestos y sinceros con su sombra fue el maestro Shinran. Shinran fue un monje Tendai que abandonó el Monte Hiei y se hizo discípulo de Honen, otro monje Tendai que había abandonado el Monte Hiei para intentar implementar una reforma budista, por medio y por la cual exhortaba a los devotos a abandonar toda enseñanza y práctica budista que no fuera el Nembutsu. De acuerdo con Honen, dado a que vivimos en la Era Final del Dharma, los seres - sumidos en la ignorancia y cegados por los deseos y pasiones - no poseen la capacidad de entender y poner las enseñanzas budistas en práctica, por lo que su única alternativa era recitar el Nembutsu y renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida, quien solo nos pide que recitemos su Santo Nombre con fe y confianza, y nos llevará tras la muerte a su Tierra Pura, donde existen todas las condiciones necesarias para alcanzar la Budeidad y la salvación del Samsara.
Shinran, en uno de sus escritos, dijo en su obra, el Tannisho: "Debido a que yo (Shinran) soy una persona tan malvada y absolutamente incapaz de realizar cualquier práctica religiosa que me redima, no hay otro lugar al que ir que no sea el Infierno". Igualmente, en sus Salmos Budistas, Shinran escribe: