Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


miércoles, 5 de octubre de 2022

El Camino Budista: Practicando el Budismo en Sociedad - Ciclo de Lecturas sobre el Sutra de Vimalakirti III

  Hoy, comtinuamos nuestro nuevo ciclo de lecturas para el beneficio de toda nuestra comunidad hispana. El texto central del mismo en este momento es el Sutra de Vimalakirti (Yuimakyo), donde se expone el ideal laico del practicante budista en medio de la sociedad. Este es un Sutra hermoso y sumamente importante, sobre todo en nuestros días, donde muchas veces no encontramos cómo podemos aplicar el Dharma efectivamente en nuestras vidas y en nuestro trato diario con la sociedad. 

El Sutra de Vimalakirti posee tres enseñanzas importantes: (1) Todos los seres pueden practicar el Budismo en medio de la sociedad y de sus vidas mundanas. No es necesario abandonar el mundo y buscar la paz y la soledad, sino que el Budismo realmente fue revelado para nuestra práctica en comunidad y en sociedad. (2) Todos los seres pueden alcanzar el Despertar. No es necesario estar ordenado para ser un buen practicante budista. (3) Todos estamos intrínsecamente interconectados, y somos parte de una Unidad Fundamental. Esta es la no-dualidad absoluta, y podemos accesar esta Unidad y ser transformados por ella por medio de nuestra práctica budista.

En esta serie, presentaremos extractos del Sutra de Vimalakirti con una breve exégesis o comentario, basado en las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y la escuela Tendai, con énfasis en cómo el mismo ilumina nuestra práctica y nuestras vidas. Espero que el mismo sea para el beneficio de toda la comunidad budista hispana y de todos los seres sintientes.

Capítulo 3: Los Discípulos

En el capítulo anterior, vimos cómo Vimalakirti ejemplifica el ideal de un budista laico (y en muchos sentidos ordenado) y cómo podemos aplicar el Dharma Eterno del Buda en nuestra vida en medio de la sociedad. Al final del mismo, vimos que Vimalakirti, como un medio hábil, finje estar enfermo para que las personas vayan a inquirir sobre su estado de salud, y de esa forma, poderles presentar el Dharma de salvación. Pero como veremos, esta enfermedad no es física: la enfermedad a la que alude Vimalakirti - y el Budismo - es una del alma; es una espiritual.

En el capítulo 3, Vimalakirti se pregunta por qué el Buda Shakyamuni, siendo el Buda de este mundo y omnisciente, no había inquirido sobre su estado de salud. El Buda, conociendo el pensamiento de Vimalakirti, al igual que el de todos los seres, aprovecha para solicitarle a sus discípulos que vayan donde Vimalakirti y le presenten sus respetos. 

El Buda se dirige primero a Shariputra, quien era el más sabio de sus discípulos y el de mayor senioridad, pero para la sorpresa de todos en la Sangha, Shariputra se rehusa, diciéndole al Buda:

"Señor, en verdad me resisto a ir a preguntarle a Vimalakirti sobre su enfermedad. ¿Por qué? Recuerdo un día, cuando estaba sentado al pie de un árbol en el bosque, absorto en la contemplación, Vimalakirti vino al pie de ese árbol y me dijo: 'Shariputra, esta no es la manera de absorberse en la contemplación. Debe absorberse en la contemplación para que ni el cuerpo ni la mente aparezcan en ninguna parte del Triple Mundo. Debe absorberse en la contemplación de tal de tal manera que puedas manifestar todo el comportamiento ordinario sin abandonar la cesación. Debes absorberte en la contemplación de tal manera que puedas manifestar la naturaleza de una persona común sin abandonar tu naturaleza espiritual cultivada. Debes absorberte en la contemplación para que la mente ni se asienta dentro ni se mueve fuera hacia formas externas.Debes absorberte en la contemplación de tal manera que las treinta y siete ayudas para la iluminación se manifiesten sin d desviación hacia cualquier condena. Debes absorberte en la contemplación de tal manera que te liberes en la liberación sin abandonar las pasiones que son la provincia del mundo.

"'Shariputra, aquellos que se absorben en la contemplación de tal manera son declarados por el Señor como verdaderamente absortos en la contemplación'.

"'Señor, cuando escuché esta enseñanza, no pude responder y permanecí en silencio. Por lo tanto, me resisto a ir a preguntarle a ese buen hombre sobre su enfermedad'."

Shariputra era considerado por toda la Sangha monástica como el más sabio y anciano de los discípulos humanos del Buda. El ya era un Arhat, un santo que había alcanzado el mayor nivel de desarrollo espiritual y reconocimiento en el Budismo Primitivo Hinayana, y sin embargo, Vimalakirti, siendo solo un laico, poseía más sabiduría y desarrollo que Shariputra. 

Al el Buda escoger a Shariputra para visitar a Vimalakirti primero, el Buda sabía de lo acontecido en el pasado entre Vimalakirti y Shariputra, pero Shariputra no había aprendido nada del acontecimiento, manteniéndose aferrado a las enseñanzas inferiores del Hinayana y el Arhat. Esta fue la manera en la que el Buda le recordó a Shariputra, no solo de su apego a las enseñanzas inferiores, sino que debía aprender y aplicarse a las enseñanzas Mahayana del Bodhisattva. 

Otra enseñanza que aprendemos en este párrafo es la verdadera forma de aplicar la meditación a nuestras vidas. Si bien la meditación sentada es la primera forma de meditación que aprendemos, si solo podemos morar en la contemplación meditativa durante nuestro periodo de meditación en el cojín, y no lo llevamos a nuestra vida, no estamos practicando verdaderamente la meditación. La verdadera práctica de la meditación en el Budismo es, no solo una práctica, sino una comunión con el Buda Eterno, y a su vez, con nuestra Verdadera Naturaleza, nuestra Naturaleza Búdica o Budeidad Innata. Esto nos permite, primero que todo, reconocer al Buda como el Alma del Existencia, y a su vez, como nuestra Esencia de Vida - el Buda dentro de nosotros. Pero no podemos quedarnos en este Nirvana contemplativo, reconociendo sola nuestra Budeidad Innata, sino que debemos de reconocer al Buda - la Naturaleza Búdica - dentro de todos y cada uno de los seres sintientes, quienes son igualmente una manifestación del Buda Eterno. Esto es lo que Vimalakirti quería enseñarle a Shariputra.

Pero Shariputra no era el único que se aferraba al Hinayana. Casi todos sus discípulos Shravakas se rehusaban a abrir sus corazones y mentes a las enseñanzas verdaderas del Mahayana. Por ello, tras Shariputra rehusarse, el Buda continuó pidiéndole a cada uno de sus discípulos avanzados que vayan y presenten sus respetos a Vimalakirti. Pero esto no solo aplica a los discípulos avanzados del Buda hace 2,500 años atrás, sino que el Buda, por medio de este sermón - que ha trascendido el espacio y el tiempo y ahora sostenemos, leemos y estudiamos - nos llama a todos y cada uno de nosotros para que abramos nuestras mentes y corazones y reflexionemos sobre cómo podemos pensar que hemos aprendido todo lo posible sobre el Dharma, cuando el mismo es como un gran océano, y lo que hemos podido aprender es como lo poco que hemos podido recoger en nuestra manos.

Entonces, el Buda le dijo a Mahamaudgalyayana: 

"'Maudgalyayana, ve a ver a Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad'. Maudgalyayana respondió: 'Señor, en verdad me resisto a ir a ver a Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad. ¿Por qué? Vimalakirti vino y me dijo: 'Maudgalyayana, esa no es la forma de enseñar el Dharma a los jefes de familia vestidos de blanco. El Dharma debe enseñarse de acuerdo con la realidad. Maudgalyayana, el Dharma no tiene seres vivos, porque está libre del polvo de los seres vivos. Es desinteresado, porque está libre del polvo del deseo. No tiene vida, porque está libre de nacimiento y muerte. Es sin personalidades, porque prescinde de orígenes pasados ​​y destinos futuros. El Dharma es paz y calma, porque está libre de deseo. No se convierte en un objeto, porque está libre de palabras y letras; es inexpresable y trasciende todo movimiento de la mente. El Dharma es omnipresente, porque es como el espacio infinito. No tiene color, marca o forma, porque está libre de todo proceso. No tiene el concepto de 'mío', porque está libre de la noción habitual de posesión, es sin ideación, porque es libre de mente, de pensamiento o de conciencia, es incomparable, porque no tiene antítesis, es sin presunción de condicionalidad, porque no se ajusta a causas. Permea uniformemente todas las cosas, porque todas están incluidas en el reino último. Se ajusta a la realidad por medio del proceso de inconformidad. Permanece en el límite de la realidad, porque es completamente sin fluctuación. Es inamovible, porque es independiente de los seis objetos de los sentidos. No tiene idas y venidas, porque nunca se detiene. Está comprendido por la vacuidad, es notable a través de la carencia de signos y está libre de presunción y repudio, debido a la falta de deseos. No tiene establecimiento y rechazo, sin nacimiento o destrucción. Es sin ninguna conciencia fundamental, trascendiendo el rango de ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y pensamiento. Es sin altura ni bajeza. Permanece sin movimiento o actividad.

"'Mahamaudgalyayana, ¿cómo podría haber una enseñanza con respecto a tal Dharma? Mahamaudgalyayana, incluso la expresión 'enseñar el Dharma' es presuntuosa, y aquellos que la escuchan, escuchan presunción. Maudgalyayana, donde no hay palabras presuntuosas, no hay maestro del Dharma, nadie que escuche, nadie que entienda, es como si una persona ilusoria fuera a enseñar el Dharma a personas ilusorias. Por lo tanto, debes enseñar el Dharma manteniendo tu mente en esto. Debes ser experto en lo que respecta a las facultades espirituales de los seres vivos. Por medio de la visión correcta del ojo de la sabiduría, manifestando la gran compasión, reconociendo la benévola actividad del Buda, purificando vuestras intenciones, comprendiendo las expresiones definitivas del Dharma, debéis enseñar el Dharma para que la continuidad de las Tres Joyas nunca sea interrumpida.'

"'Señor, cuando Vimalakirti hubo dicho esto, ochocientos cabezas de familia en la multitud concibieron el espíritu de la Iluminación Perfecta e Insuperable, y yo mismo me quedé sin palabras. Por lo tanto, Señor, estoy realmente reacio a ir a este buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad'."

Ahora, Mahamaudgalyayana, quiene es conocido como el superior en poderes espirituales, acepta que él también fue señalado por Vimalakirti en sus faltas, reconociendo la superioridad del Mahayana, el cual es no-dual y revela que todo es parte de una Unidad Fundamental; todo es Uno. Pero cuando explicamos el Dharma, podemos caer en la trampa de la dualidad. Después de todo, el lenguaje pertenece al Samsara, la dualidad, y por su propio medio perpetúa la dualidad. Por ello, debemos de hacer lo mejor posible por no solo aprender el Verdadero Dharma, sino por poderlo comunicar lo mejor posible por medio del lenguaje, aunque reconozcamos sus limitaciones. 

Entonces, el Buda le dijo a Mahakasyapa: 

"'Mahakasyapa, ve a donde Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad'.

"'Señor, en verdad me resisto a ir a donde Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad. ¿Por qué? Recuerdo un día, cuando estaba en la calle de los pobres pidiendo mi comida, Vimalakirti vino y me dijo: 'Mahakasyapa, evitar las casas de los ricos y favorecer las casas de los pobres - esto es parcialidad en la benevolencia. Mahakasyapa, debe insistir en el hecho de la igualdad de las cosas, y debe buscar limosnas con consideración por todos los seres vivos en todo momento. Debes mendigar tu comida con la conciencia de la inexistencia última de la comida. Debes buscar limosna en aras de eliminar el materialismo de los demás. Cuando entres en una ciudad, debes tener en cuenta su vacío real, sin embargo, deben proceder a través de él para desarrollar hombres y mujeres. Deben entrar en los hogares como si entraran en la familia del Buda. Deben aceptar limosnas sin tomar nada. Deben ver la forma como un hombre ciego de nacimiento, escuchar los sonidos como si fueran echoe s, oler los olores como si fueran vientos, experimentar los sabores sin discriminación alguna, tocar lo tangible con la conciencia de la última falta de contacto en la gnosis, y conocer las cosas con la conciencia de una criatura ilusoria. Lo que no tiene sustancia intrínseca ni sustancia impartida no arde. Y lo que no arde no se extingue.

"'Mahakasyapa, si, equilibrado en las ocho liberaciones sin trascender las ocho perversiones, puedes entrar en la ecuanimidad de la realidad por medio de la ecuanimidad de la perversión, y si puedes hacer un regalo a todos los seres vivientes y una ofrenda a todos los santos y Budas de una sola medida de limosna, entonces tú mismo puedes comer. Así, cuando comes, después de ofrecer, no debes estar afectado por las pasiones ni libre de pasiones, ni involucrado en la concentración ni libre de la concentración, ni vivir en el mundo ni permaneciendo en la liberación. Además, aquellos que dan tales limosnas, reverendo, no tienen ni gran mérito ni poco mérito, ni ganancia ni pérdida. Deben seguir el camino de los Budas, no el camino de los discípulos. Solo en esto Mahakasyapa, es la práctica de comer con limosna significativa.'

"'Señor, cuando escuché esta enseñanza, quedé asombrado y pensé: '¡Reverencia a todos los Bodhisattvas! Si un Bodhisattva laico puede estar dotado de tal elocuencia, ¿quién no concebirá el espíritu de la Iluminación Perfecta e Insuperable? Desde ese momento en adelante, ya no recomiendo los vehículos de los discípulos (Shravakas) y de los sabios solitarios (Pratyekabuddhas), sino que recomiendo el Mahayana. Y por lo tanto, Señor, me resisto a ir a este buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad".

Mahakashyapa era considerado el de prácticas ascéticas superiores, y por ello, siempre estuvo tentado por la arrogancia y la diferenciación entre lo superior y lo inferior, lo sacro y lo profano, lo correcto y lo incorrecto. Esta es una tendencia de aquellos que practican mucho ascetismo: suelen juzgar a los demás de acuerdo con sus propias visiones egoístas. En este episodio, vemos que Vimalakirti reprocha a Mahakashyapa por visitar solo a los pobres, los que él consideraba eran espirituales y humildes, y evitar a los ricos, quienes consideraba mundanos. Lo mismo sicede con todos nosotros, quienesm uchas veces emitimos juicios de aucerdo a cómo las personas se presentan, dejándonos llevar solo por apariencias. Más allá de las apariencias, de la dualidad, del Samsara, debemos de ver la Unidad Fundamental, la Naturaleza Búdica en todos los seres, pero también, en las plantas y e incluso en todo lo que existe. En la Realidad Ultima, todo es una manifestación del Buda Eterno, el Universo. 

Así, poco a poco, el Buda continuó llamando a cada uno de sus diez discípulos avanzados para que fueran a visitar a Vimalakirti, pero uno a uno se rehusó porque reconocía que no estaba apto para presentarse delante de un devoto laico superior. Esto no era porque no estaban listos para aceptar la Verdad, sino porque se aferraban a las enseñanzas primitivas. Aún hoy día, tras 2,500 años tras el Parinirvana del Buda en este mundo, donde hemos avanzado increíblemente tecnológicamente, muchas personas se rehusan a ver la Verdad, aunque caminara desnuda delante de sus ojos. En otros casos, es porque no estan aun listas. Para ellos, es necesario la medicina inferior del Theravada y el Mahayana incompleto. Pero esto no significa que deban solo quedarsde en las enseñanzas primtivas. Estas deben de ser solo un peldaño  en el desarrollo espiritual en su Camino al Despertar. Esto es ejemplificado por Purna, quien a través de su narración nos muestra que hay que tener mucho cuidado cuando presentamos el Dharma a otras personas. El Buda le dijo a Purnamaitrayaniputra: 

"'Purna, ve a ver a Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad'.

"Purna respondió: 'Señor, de hecho soy reacio a ir a ver a este buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad. ¿Por qué? Señor, recuerdo un día, cuando estaba enseñando el Dharma a algunos monjes jóvenes en el gran bosque, Vimalakirti vino allí y me dijo: 'Purna, primero concéntrese, observe las mentes de estos jóvenes bhikshus y luego enséñeles el Dharma. ¡No ponga comida podrida en un cuenco enjoyado! Primero comprenda las inclinaciones de estos monjes y no confunda zafiros de valor incalculable con cuentas de cristal.

"'Purna, sin examinar las facultades espirituales de los seres vivos, no presuma sobre la unilateralidad de sus facultades; no hiera a los que no tienen heridas; no imponga un camino angosto a aquellos que aspiran a un gran camino; no intentes verter el gran océano en la huella de un buey; no intentes poner el monte Sumeru en un grano de mostaza; no confundas el brillo del sol con la luz de una luciérnaga; y no expongas esos que admiran el rugido de un león al aullido de un chacal! Purna, todos estos monjes se dedicaron anteriormente al Mahayana pero han olvidado el espíritu de la Iluminación. Así que no los instruya en el vehículo del discípulo. El vehículo del discípulo no es válido en última instancia, y ustedes, los discípulos, son como hombres ciegos de nacimiento, en lo que se refiere al reconocimiento de los grados de las facultades espirituales de los seres vivos.'

"En ese momento, Vimalakirti entró en tal concentración que esos monjes recordaron sus diversas existencias anteriores, en las que habían producido las raíces de la virtud sirviendo a quinientos Budas en aras de la Iluminación Perfecta. Tan pronto como su sus propios espíritus de Iluminación se habían vuelto claros para ellos, se inclinaron a los pies de ese buen hombre y juntaron sus palmas en reverencia. Él les enseñó el Dharma, y ​​todos alcanzaron el estado de irreversibilidad del espíritu de la Iluminación Perfecta e Insuperable. Entonces se me ocurrió: 'Los discípulos, que no conocen los pensamientos o las inclinaciones de los demás, no son capaces de enseñar el Dharma a nadie. ¿Por qué? Estos discípulos no son expertos en discernir la superioridad o inferioridad de las facultades espirituales de los demás seres vivientes, y no siempre están en un estado de concentración como el Tathagata, el Santo, el Buda perfectamente realizado.' Por lo tanto, Señor, me resisto a ir a ver a ese buen hombre para preguntarle sobre su salud".

Por medio del ejemplo de Purna, podemos ver la importancia del Plan Salvífico del Buda de enseñar la Verdad de su Despertar escalonadamente, gradualmente, y permitir que los corazones y mentes de los seres se abran poco a poco para poder recibirla en su totalidad. Es como cuando nacemos y debemos de esperar varios años y aprender las diversas materias del mundo en la escuela primaria, secundaria y superior, antes de poder ser considerados adultos educados. No podemos arrojar materias avanzadas a infantes y esperar que las entiendan o que las puedan aplicar a sus vidas. Para los Budas, como nos dice el Sutra del Nirvana, todos somos como infantes, y los Bodhisattvas nos llevan de la mano poco a poco para poder aprender el Dharma. Esto fue sistematizado por el Gran Maestro Chih-i, el fundador de la escuela Tendai (Tiantai) en China como los Cinco Periodos y las Ocho Enseñanzas. 

Sin embargo, hay muchos budistas que se conforman con cuentas de cristal del Hinayana y del Mahayana incompleto e ignoran o repudian los zafiros de las Enseñanzas Perfectas y Completas, aferrándose, como los discípulos del Buda, a las enseñanzas imperfectas cuando ya ha sido revelada la Verdad del Despertar.

Más adelante, el Buda le dijo a Rahula, su hijo y discípulo más joven: 

"Rahula, ve a ver a Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad'.

"Rahula respondió: 'Señor, en verdad me resisto a ir a ver a ese buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad. ¿Por qué? Señor, recuerdo que un día muchos jóvenes llegaron al lugar donde yo estaba y me dijeron: 'Reverendo Rahula, tú eres hijo del Señor, y habiendo renunciado a un reino de un monarca universal, has dejado el mundo. ¿Cuáles son las virtudes y beneficios que viste en dejar el mundo?'

"'Mientras les estaba enseñando apropiadamente los beneficios y virtudes de renunciar al mundo, Vimalakirti llegó allí y, habiéndome saludado, dijo: 'Rahula, no debes enseñar los beneficios y virtudes de la renunciación de la forma en que lo haces. ¿Por qué? La renuncia es en sí misma la ausencia misma de virtudes y beneficios. Rahula, uno puede hablar de beneficios y virtudes con respecto a las cosas compuestas, pero la renuncia no es compuesta, y no puede haber ninguna cuestión de beneficios y virtudes con respecto a las cosas no compuestas. Rahula, la renuncia no es material sino que está libre de materia. Está libre de las opiniones extremas de principio y fin. Es el camino de la liberación. Es alabado por los sabios, abrazado por los santos y causa la derrota de todos los Maras. Libera de los cinco estados de existencia, purifica los cinco ojos, cultiva los cinco poderes y apoya las cinco facultades espirituales. La renuncia es totalmente inofensiva para los demás y no está adulterada con cosas malas. Di disciplina a los heterodoxos, trascendiendo todas las denominaciones. Es el puente sobre el pantano del deseo, sin aferramiento y libre de los hábitos del "yo" y de lo "mío". Es sin apego y sin perturbación, eliminando toda conmoción. Disciplina la propia mente y protege la mente de los demás. Favorece la quietud mental y estimula el análisis trascendental. Es irreprochable en todos los aspectos y por eso se llama renuncia. Aquellos que dejan lo mundano de esta manera son llamados "verdaderamente renunciantes". ¡Jóvenes, renunciad al mundo a la luz de esta clara enseñanza! La aparición del Buda es extremadamente rara. La vida humana dotada de ocio y oportunidad es muy difícil de obtener. Ser un ser humano es muy valioso.

"'Los jóvenes se quejaron: 'Pero, padre de familia (Vimalakirti), hemos escuchado al Tathagata declarar que uno no debe renunciar al mundo sin el permiso de sus padres'. Vimalakirti respondió: 'Jóvenes, deben cultivarse intensamente para concebir el espíritu de la Iluminación Perfecta e Insuperable. ¡Eso en sí mismo será su renuncia y alta ordenación!' Entonces, treinta y dos de los jóvenes Licchavi concibieron el espíritu de la Iluminación Perfecta e Insuperable. Por lo tanto, Señor, me resisto a ir a ese buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad'."

En estas líneas vemos nuevamente que no debemos de "renunciar" al mundo y ordenarnos y convertirnos en monjes para poder alcanzar le Despertar y ser considerados Hijos del Buda. La verdadera "renuncia" es el Bodhicitta - el Deseo de Alcanzar el Despertar por el Bien de Todos los Seres Sintientes. El Bodhicitta es un deseo espontáneo de alcanzar la Iluminación motivado por una gran compasión por todos los seres sintientes, acompañado por un abandono del apego a la ilusión de un "yo" inherentemente existente. La mente de gran compasión o Bodhichitta motiva a uno a alcanzar la Iluminación, la Budeidad, lo más rápido posible y beneficiar a infinitos seres sintientes a través de sus emanaciones y otros medios hábiles. Dado que el fin último del sufrimiento es el Nirvana, el Bodhicitta implica necesariamente una motivación para ayudar a otros a Despertar. Una persona que tiene una realización o motivación espontánea del Bodhicitta se llama  un Bodhisattva. Por ello, el Bodhicitta es el principio real de nuestro camino budista.

Esto contrasta mucho con la visión errónea y común de las personas de que el Budismo es una religión que predica el abandono del mundo. El Bodhicitta es, entonces, el poder ver nuestra Verdadera Naturaleza - propia y de todos los seres - y poder ver la Verdadera Naturaleza del mundo - la Tierra Pura. Cuando realizamos esto, es el principio de nuestro Camino Budista, pero a su vez, es la meta. Cuando logramos esto, manifestamos nuestra Naturaleza Búdica en el mundo y actuamos con sabiduría y compasión para con todos los seres. Es nuestra Budeidad en esta vida y en este cuerpo.

Finamente, el Buda se dirigió al venerable Ananda, su discípulo más cercano, y le dijo: 

"Ananda, ve a ver a donde Vimalakirti para preguntarle sobre su enfermedad'.

"Ananda respondió: 'Señor, en verdad soy reacio a ir a ver a ese buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad. ¿Por qué? Señor, recuerdo un día cuando el cuerpo del Señor manifestó cierta indisposición y necesitaba un poco de leche; tomé el cuenco y fui a la puerta de la mansión de una gran familia Brahman. Vimalakirti llegó allí, y, después de saludarme, dijo: 'Ananda, ¿qué está haciendo en el umbral de esta casa con su cuenco en la mano tan temprano en la mañana?' Yo respondí: 'El cuerpo del Señor manifiesta alguna indisposición, y necesita un poco de leche. Por eso, he venido a buscar un poco'. Vimalakirti me dijo entonces: '¡Ananda, no diga tal cosa! Ananda, el cuerpo del Tathagata es duro como un diamante, habiendo eliminado todos los rastros instintivos del mal y estando dotado de toda bondad. ¿Cómo podría la enfermedad o las molestias afectan a tal cuerpo? ... Los Tathagatas tienen el cuerpo del Dharma, no un cuerpo que se sostiene con alimentos materiales. Los Tathagatas tienen un cuerpo trascendental que ha trascendido todas las cualidades mundanas. No hay daño al cuerpo de un Tathagata, ya que está libre de todas las impurezas. El cuerpo de un Tathagata no está compuesto y está libre de toda actividad formativa. ¡Ananda, creer que puede haber enfermedad en un cuerpo así es irracional e indecoroso!'

"'Cuando escuché estas palabras, me pregunté si antes había escuchado mal y entendido mal al Buda, y me sentí muy avergonzado. Entonces escuché una voz del cielo: '¡Ananda! El padre de familia te habla con verdad. Sin embargo, desde que el Buda ha aparecido durante el tiempo de las Cinco Corrupciones, disciplina a los seres vivos actuando con humildad y como un ser humano común y corriente. ¡Por lo tanto, Ananda, no te avergüences y ve a buscar la leche!' 

"'Señor, tal fue mi conversación con Vimalakirti, y por lo tanto, me resisto a ir a ver a ese buen hombre para preguntarle sobre su enfermedad'."

De la misma manera, el resto de los quinientos discípulos se resistieron a ir a donde Vimalakirti, y cada uno le contó al Buda su propia aventura, relatando todas sus conversaciones con el sabio Vimalakirti.

Con estos ejemplos, debemos de tener varias cosas siempre en mente. Primero, no importa cuánto hayamos estudiado, siempre hay algo más que aprender. De igual forma, es importante que siempre abordemos los Textos Sagrados del Budismo, los Sutras, con un corazón y una mente abierta y permitir que el Buda ilumine nuestro ser y se comunique con nosotros, con la ayuda de un monje budista ordenado. Segundo, no importa cuán capaces o inteligentes, o incluso cuán buenos o malos seamos, la Luz del Dharma brilla siempre sobre todos nosotros, y el Buda llueve su amor y su compasión sobre nuestras vidas, en todo momento. Tercero, siempre debemos de ser humildes y reconocer nuestras faltas, deseos, pasiones y debilidades. El Dharma es un espejo de nuestra vida. Si nuestra alma está limpia y pura, podemos ver nuestra propia Naturaleza Búdica y recobocer al Buda en todos los seres. Si nuestra alma está contaminada e impura, solo debemos de pulirla y limpiarla por medio del arrepentimiento, la reflexión, y nuestra comunión con el Buda, por medio de la meditación o el Nembutsu. Esa es la importancia de practicar con regularidad. Si bien somos de naturaleza pura, y todo es puro por naturaleza, vivimos en un mundo lleno de impurezas, las cuales vienen tanto de dentro de nosotros (deseos, pasiones y mal karma) como del exterior. Pero cuando comulgamos constantemente con el Buda (meditamos) y nos perfumamos con el Dharma (estudio), podemos continuar nuestro camino seguro hacia nuestro Despertar. Esto es algo que debemos hacer todo el tiempo, sin importar nuestro progreso espiritual.

En el próximo capítulo, veremos que no fueron solo los discípulos humanos del Buda quienes tuvieron experiencias iluminadoras con el laico Vimalakirti, sino que incluso muchos grandes Bodhisattvas recibieron instrucción en sus limitaciones por el gran Vimalakirti.