Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


sábado, 24 de septiembre de 2022

Practicando la Gratitud en la Vida Diaria: Sermón de Ohigan de Otoño 2022

 En estos días, los templos budistas en Japón celebran el Ohigan, la celebración del Equinoxio de Otoño, cuya tradición inició con el emperador Shōmu en el Siglo VIII. El cambio de las estaciones es un símbolo de que, como budistas, debemos cambiar nuestras vidas para alcanzar la Iluminación. Este es un momento especial que tomamos dos veces al año para recordar nuestros ancestros, reflexionar sobre nuestra práctica, y rededicar nuestros esfuerzos por nuestro Despertar y el de todos los seres sintientes. 

El Budismo japonés cuenta con una serie de celebraciones anuales que nos ayudan a recordar momentos importantes de la vida del Buda Shakyamuni, como su nacimiento, su Iluminación y su Parinirvana, pero tambien podemos encontrar celebraciones relacionadas con las estaciones y con enseñanzas budistas importantes. Una de estas celebraciones es el Ohigan. 

El Equinoccio es que el momento en que el sol cruza el ecuador y la longitud del día y la noche son iguales. El primero es el Equinoccio de Primavera, celebrado por lo general alrededor de Marzo 21. El segundo es el Equinoccio de Otoño, celebrado generalmente alrededor de Septiembre 23. Ambos son tiempos de transición entre las épocas en que la oscuridad y el frío, y la luz y el calor. Desde el comienzo de la humanidad, las sociedades agrarias de todo el mundo los celebran y consideran estos momentos muy importantes porque los ciclos de siembra, cosecha y almacenaje de alimentos para el invierno dependían de estar atentos a este tipo de transiciones. Además, debido a que los Equinoccios son vistos como un momento de transición - donde uno no está ni aquí ni allí, por así decirlo - se consideró también como un momento en que el velo entre los mundos se hace más delgado. Los equinoccios eran, por tanto, un momento en el que los vivos y los muertos, lo sagrado y lo profano, podrían cruzarse mutuamente.

Ohigan, que es la transliteración japonesa de la palabra sánscrita "Paramita", alude a la noción budista de cruzar a la "Otra Orilla" (la Iluminación), lejos de Esta Orilla llena de impermanencia, estrés e insatisfacción, y se observa tradicionalmente en Japón durante los Equinoccios de Primavera y Otoño porque el clima es más agradable y la gente tiene más tiempo para descansar y reflexionar. Esto hace alusión a las Seis Perfecciones o virtudes budistas que reveló el Buda Shakyamuni como un camino a través y por el cual nosotros, como Bodhisattvas, podemos alcanzar el Despertar. 

A través de los pasados diez años, hemos celebrado el Ohigan presencial o virtualmente, y la mayoría de las veces, estudiamos y profundizamos sobre los Seis Paramitas y nuestra dedicación al Camino Budista. Este año nos enfocaremos en algo diferente pero igualmente importante que conmemoramos en esta época: nuestros ancestros y nuestras deudas de gratitud. 

Vivir bajo la Luz del Dharma es vivir con gratitud, no solo con el Buda Eterno, sino con todos los seres sintientes, pues La gratitud implica saber con quién estamos en deuda por nuestra vida y circunstancias actuales y, al dedicarnos a nuestra práctica budista, cómo podemos repagar esa deuda de gratitud. En otro sentido, pagar nuestras deudas de gratitud significa elevar nuestro estado de vida de ser apoyado por otros, y en apoyar a otros. Después de que uno reconoce y aprecia lo que se ha hecho por uno, el siguiente paso es vivir una vida dedicada al bienestar de los demás. Este es el origen de la frase que paga las deudas de gratitud que aparecen en los Sutras. Uno de los ejemplos de gratitud que encontramos en el Canon Budista son las Cuatro Deudas de Gratitud. De hecho, existe un Sutra o sermón del Buda dedicado casi explusivamente a este tema: el Sutra de las Vidas Pasadas y la Contemplación de la Mente.

La primera es la deuda de gratitud con nuestros padres y nuestros ancestros. Cuán infinitamente profunda es la deuda que tenemos con nuestros padres que nos dieron la vida vida. Debemos encontrar alguna forma de pagar esta enorme deuda. En el Sutra, leemos:

"En cuanto a la deuda de gratitud con los padres, con el padre se debe la deuda de bondad, y con la madre se debe la deuda de compasión. No podría agotar la deuda de compasión con la madre de uno si habitara en el mundo durante un eón explicándolo, y ahora les explicaré solo una pequeña parte de él.

"Incluso si alguien fuera a reverenciar y honrar por méritos a cien grandes brahmanes de conducta pura, cien grandes videntes divinos que poseen las cinco facultades sobrenaturales y cien buenos amigos espirituales, instándolos dentro de un exquisito salón enjoyado, y deliberadamente hiciera ofrendas de cientos de miles de tipos de manjares finos, ropas con muchas joyas colgadas de collares, casas construidas de madera de sándalo y madera de áloe, ropa de cama y esteras adornadas con cien joyas, y cien tipos de decocciones medicinales para tratar enfermedades durante cien mil eones completos, no sería tan bueno como morar por un solo momento en pensamientos de obediencia filial, cuidar alegremente a la madre compasiva de uno con bienes escasos y atenderla dondequiera que vaya. En comparación, los méritos del primero no pueden medirse incluso una cien mil miríada parte."

Con esto, vemos la gran importancia que el Budismo coloca sobre la familia de uno, y sobre todo, de los padres. No importa si los padres de uno fueron buenos o malos, lo que importa es que nos dieron vida al mundo, vida que el Budismo llama la "preciosa vida humana", la cual es tan difícil de conseguir, y que es el estado de vida ideal para poder avanzar espiritualmente y alcanzar el Despertar. ¿Por qué le debemos una deuda de gratitud tan grande a nuestros padres? Utilizando el ejemplo de la madre, en el Sutra, el Buda nos dice:

"Si algún hombre o mujer, para pagar su deuda de gratitud a su madre, si durante un eón se cortara un poco de su propia carne tres veces al día y alimentara a sus padres con ella, todavía no podrían pagar la deuda de gratitud de un solo día. ¿Por qué es esto? Mientras están en el útero, todos los hombres y mujeres maman de la raíz de los senos de la madre y beben la sangre de la madre. Luego, después de salir del útero y antes de convertirse en un niño [destetado], la leche materna que beben asciende a ciento ochenta hu. Si la madre obtiene algo de gusto superior, primero se lo da a su hijo, y lo mismo ocurre con la ropa rara y fina. Incluso si el hijo es estúpido y vulgar, su amor es incomparable."

Claro, todos tenemos diferentes relaciones con nuestros padres, y muchas de ellas son comlicadas. Como budistas, debemos de reflexionar compasivamente en nuestra circunstancia y tomar los pasos necesarios para tomar la decisión adecuada. 

"Si cualquier hombre o mujer da la espalda a su deuda de gratitud, es desobediente y hace que sus padres despierten pensamientos de resentimiento, y su madre pronuncie palabras duras, el niño caerá en el Infierno o el reino de fantasmas hambrientos. o animales. Entre las cosas que son rápidas en el mundo, nada supera a un viento feroz, pero el más mínimo resentimiento es aún más rápido que eso, y ningún Buda, dios adamantino o vidente que posea las cinco facultades sobrenaturales puede salvar a esas personas.

"Si algún hombre o mujer sigue las instrucciones de su madre compasiva, obedientemente y sin desafiarlos, los dioses pensarán en ellos de manera protectora, y sus bendiciones y felicidad no tendrán fin. Hombres y mujeres como estos son llamados el tipo de dioses y humanos que son honorables y respetables, o bien son Bodhisattvas que, para salvar a los seres, se han manifestado como hombres y mujeres y traen beneficio a sus padres."

Pero no debemos de limitar estas líneas a los padres, sino que debemos expandirlas para abarcar a toda la familia: nuestros abuelos, tíos, hijos, sobrinos, hermanos y ancestros. Es por ello que en el Ohigan, así como en el Obon, se dedican estos días a agradecer a nuestros ancestros, sin los ciales igualmente no estaríamos en el mundo, y quienes viven dentro de nosotros. 

En segundo lugar está la deuda de gratitud con el gobernante de la nación. Esta es la gratitud que se le debe al soberano por apoyar su sustento, proporcionándo alimentos, refugio y ropa. En el mundo moderno, donde la soberanía recae en el pueblo, es gratitud a la sociedad misma. Sobre la deuda de gratitud para con los gobernantes, leemos en el Sutra:

"En cuanto a la deuda de gratitud con el rey, sus méritos y virtudes son supremos porque, aunque ha nacido entre los humanos, ha ganado soberanía y porque los dioses del Cielo de los Treinta y Tres Dioses le confieren constantemente su poder y los protegen siempre. Las montañas, los ríos y la tierra dentro de las fronteras de ese país, hasta los confines del océano, pertenecen al rey, porque los méritos y virtudes de esta sola persona superan con creces los méritos de todos los seres. Este gran rey sabio gobierna por medio del Dharma correcto y es capaz de hacer felices a todos los seres.

"Por ejemplo, así como los pilares son la base de todos los edificios del mundo, también el rey es la base de la prosperidad y la felicidad de las personas, ya que dependen de la existencia del rey. Una vez más, así como el rey Brahmā produjo la miríada de cosas, también el rey sabio produce las leyes para gobernar el país a fin de beneficiar a los seres. Así como el dios Sol brilla sobre el mundo, así también el rey observa el reino por el bien de la felicidad de la gente."

Como vemos, el Buda nos dice que le debemos una deuda de gratitud a los gobernantes porque, gracias a su buen karma (se dice que los reyes y gobernantes tuvieron el buen karma de renacer en los Cielos por largas vidas, a través y por las cuales pudieron aprender sobre gobernanza y hacer el bien), ahora administran las leyes justas y velan por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Claro, nuestros gobernantes distan mucho de los altos ideales budistas del Rey que Gira la Rueda (Chakravadin), quien gobierna por sanción divina. No obstante, debemos de elevar nuestras oraciones para que las deidades benevolentes arrojen luz sobre nuestros gobernantes, para que velen por la igualdad, la justicia y el bienestar del país. Esto incluye el recompenzar a las personas por sus buenas acciones, así como el castigar a los que cometen el mal para ayudarlos a rehabilitarse y administrar justicia en el mundo.

"Si el rey pierde el derecho de gobernar, el pueblo no tendrá nada en qué confiar. Si usa el gobierno correcto, los ocho grandes temores no entrarán en ese país, a saber, invasiones de otros países, revueltas dentro de sus propias fronteras, enfermedades debidas a espíritus malignos, hambrunas en todo el país, viento y lluvia fuera de estación, viento y lluvia tardíos, energía solar y eclipses lunares y anomalías en las constelaciones. El gobierno correcto por parte de un rey de hombres beneficia al pueblo, porque estos ocho peligros no pueden invadir. Por ejemplo, tal como un eminente amo de casa que tiene un solo hijo piensa amorosamente en él, se compadece de él, le trae beneficios, siempre le otorga felicidad y no lo abandona ni de día ni de noche, así también es un gran rey sabio de un país como este: él considera a todos los seres vivos. igualmente, como un solo niño, y no abandona los pensamientos de protección ni de día ni de noche.

"Tal rey de los hombres, si hace que otros cultiven las Diez Buenas Acciones, se llama señor meritorio, y si no hace que otros cultiven las Diez Buenas Acciones, se llama señor sin méritos. ¿Por qué es esto? Si una sola persona dentro del reino cultiva el bien, los méritos creados por él se dividen todos en siete partes: la persona que realizó el bien obtiene cinco partes, y el rey de ese país siempre obtiene dos partes, porque si el bien se cultiva a cuenta del rey, se reparten los méritos y beneficios. Si uno realiza las diez malas acciones, también es así, porque las comparte. Todo lo producido en los campos y arboledas del país también se divide en siete partes de la misma manera. Si algún rey de los hombres ha alcanzado la visión correcta y gobierna el mundo de acuerdo con el Dharma, se le llama señor celestial, porque gobierna el mundo por medio del buen Dharma del cielo, dioses, espíritus benévolos y espíritus protectores del mundo, siempre vienen a brindar protección y defender el palacio real, y aunque mora entre los humanos, practica actos celestiales y es imparcial en pensamientos de alabanza y castigo."

La tercera es la deuda de gratitud con todos los seres vivos. Como hemos visto, el Sutra del Loto nos enseña que la vida es eterna, extendiéndose a través de las tres existencias del pasado, presente y futuro. Los Sutras nos enseñan que hemos nacido en este mundo después de haber sufrido en el ciclo de nacimientos y muertes infinitas veces. Desde ese punto de vista, en un momento u otro en el pasado, todos los seres han sido nuestro padres y nuestras madres. El Budismo nos ve a todos como personas relacionadas y con deudas de gratitud entre nosotros. Por eso debemos desear la felicidad de todas las personas y finalmente salvarlas del sufrimiento. Dado que la felicidad suprema radica en alcanzar el estado de vida de la Budeidad, la mejor manera de pagar nuestra deuda de gratitud con los demás es enseñarles el Dharma, el último medio para obtener la Iluminación. Sobre esto, leemos en el Sutra:

"En cuanto a la deuda de gratitud con los seres sintientes, desde tiempos sin comienzo, todos los seres han transmigrado en los Seis Caminos durante cientos de miles de eones y en muchas vidas han sido padres y madres unos para otros. Debido a que han sido padre y madre el uno para el otro, todos los hombres son su padre bondadoso y todas las mujeres son su madre compasiva. Debido a que ha habido una gran deuda de gratitud en vidas anteriores, esto es como la deuda de gratitud con sus padres actuales, la misma y no diferente. Todavía no has podido pagar estas pasadas deudas de gratitud, o bien debido a acciones engañosas se producen acuerdos y desacuerdos y debido al apego incurres en su hostilidad. ¿Por qué? La ignorancia obstruye el conocimiento de vidas pasadas, y no comprendes que en vidas anteriores otros fueron tus padres. Con aquellos a quienes se deben pagar las deudas de gratitud, os beneficiáis unos a otros. No traer beneficio se llama 'no ser filial'. Por estas razones, también hacia toda clase de seres existe en todo momento una gran deuda de gratitud que es verdaderamente difícil de saldar. Cosas como esta se llaman la deuda de gratitud con los seres."

Finalmente, tenemos nuestra deuda de gratitud con los Tres Tesoros: el tesoro del Buda Eterno, el tesoro del Dharma Eterno (las enseñanzas y el Espíritu del Buda) y el tesoro de la Sangha Eterna (la comunidad de creyentes y el Cuerpo del Buda en el mundo). Sobre esto, leemos en el Sutra:

"Buenos señores, la deuda de gratitud con los Tres Tesoros se llama inconcebible, y ellos traen beneficio y felicidad a los seres sin cesar. El cuerpo de los Budas es verdadero, bueno e incontaminado. Se ha realizado mediante el cultivo de sus causas durante innumerables grandes eones, y los frutos kármicos de las tres existencias se han agotado sin dejar restos desde hace mucho tiempo. La montaña preciosa de sus virtudes se eleva sin comparación, y es incognoscible para todos los seres sintientes. Sus méritos son profundos, como el océano, y su sabiduría sin obstrucciones, como el espacio vacío. Transformaciones mágicas debidas a sus facultades sobrenaturales llenan el mundo, y su resplandor ilumina todo en las diez direcciones y los tres tiempos. Todos los seres son completamente incapaces de percibirlo debido a las aflicciones mentales y los obstáculos kármicos, y se hunden en el mar del sufrimiento, naciendo y muriendo sin fin. Los Tres Tesoros trascienden el mundo y actúan como un gran capitán de barco, rompiendo la corriente del anhelo y cruzando hacia la Otra Orilla. Todos aquellos que poseen sabiduría los admiran."

El Buda Eterno es el Alma del Universo, quien se personificó y encarnó en el mundo para revelarnos el Dharma, su Espíritu, el cual contiene las Leyes Universales, para aliviar nuestro sufrimiento existencial, permitirnos alcanzar nuestro Despertar a nuestra Unidad Fundamental, y permitirnos vivir vidas más felices y en armonía. Finalmente, la Sangha es el Cuerpo del Buda en el mundo, y está compuesto de los sacerdotes y creyentes que estudian y ponen el Dharma en práctica en sus vidas, para revelar la Verdadera Naturaleza de este mundo, la Tierra Pura. 

Vivimos tiempos muy difíciles, donde las fuerzas de Mara amenazan con destruir el Verdadero Dharma y corroer las instituciones, mutilando las beses necesarias para el buen funcionamiento de la sociedad. Como budistas, debemos ser los intermediadores entre los dox extremos que desde el principio de la civilización amenazan con continuar creando caos y división en el mundo. Por eso, más adelante, el Sutra nos dice:

"Buenos señores, los Budas siempre están predicando el Verdadero Dharma y brindando beneficio y felicidad a los seres sintientes. Pero estos seres siempre están cometiendo malas acciones, completamente inconscientes y sin ningún sentimiento de vergüenza, y no desean servir al Buda, el Dharma y la Sangha. Estos seres, con las raíces profundas y dolorosas de sus pecados, pasan por inconmensurables eones sin poder ver ni oír los nombres de los Tres Tesoros, así como aquel ciego no ve los rayos del Sol. Si algún ser reverencia al Tathāgata, se deleita en el Mahayana y venera los Tres Tesoros, sepa que los obstáculos kármicos de esta persona desaparecerán, su mérito y conocimiento aumentarán, y logrará las raíces de la bondad, rápidamente podrá ver el Buda, liberarse para siempre del nacimiento y la muerte, y realizar la Budeidad."

Como budistas, hemos tenido el mérito y el privilegio de estar en la Familia del Buda. ¿Cómo podremos repagar nuestras deudas de gratitud? En estos días, reflexiona sobre esto, y toma pasos proactivos para ser Luz en el mundo.

* Puedes encontrar los sermones pasados de Ohigan abajo en el "Search", colocando la palabra "Ohigan".