Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


sábado, 5 de noviembre de 2022

El Camino Budista: Practicando el Budismo en Sociedad - Ciclo de Lecturas sobre el Sutra de Vimalakirti VII

 Hoy, continuamos nuestro nuevo ciclo de lecturas para el beneficio de toda nuestra comunidad hispana. El texto central del mismo en este momento es el Sutra de Vimalakirti (Yuimakyo), donde se expone el ideal laico del practicante budista en medio de la sociedad. Este es un Sutra hermoso y sumamente importante, sobre todo en nuestros días, donde muchas veces no encontramos cómo podemos aplicar el Dharma efectivamente en nuestras vidas y en nuestro trato diario con la sociedad.

El Sutra de Vimalakirti posee tres enseñanzas importantes: (1) Todos los seres pueden practicar el Budismo en medio de la sociedad y de sus vidas mundanas. No es necesario abandonar el mundo y buscar la paz y la soledad, sino que el Budismo realmente fue revelado para nuestra práctica en comunidad y en sociedad. (2) Todos los seres pueden alcanzar el Despertar. No es necesario estar ordenado para ser un buen practicante budista. (3) Todos estamos intrínsecamente interconectados, y somos parte de una Unidad Fundamental. Esta es la no-dualidad absoluta, y podemos accesar esta Unidad y ser transformados por ella por medio de nuestra práctica budista.

En esta serie, presentaremos extractos del Sutra de Vimalakirti con una breve exégesis o comentario, basado en las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y la escuela Tendai, con énfasis en cómo el mismo ilumina nuestra práctica y nuestras vidas. Espero que el mismo sea para el beneficio de toda la comunidad budista hispana y de todos los seres sintientes.

Capítulo 7 - La Diosa

El Sutra de Vimalakirti, como hemos visto, fue un sermón dado por el Buda a todos los seres sintientes para mostrarnos cómo comportarnos como Hijos del Buda - Bodhisattvas - en el mundo, y ayudar a todos los seres sintientes. El mismo es un curso completo en Budismo, pues contiene tanto la teoría como la práctica necesaria para ayudarnos a realizar la labor del Bodhisattva en nuestra vida diaria. Igualmente, este Sutra corrige muchos malentendidos que surgieron sobre el Dharma durante el tiempo del Buda, que tristemente, continuaron aún tras su Psrinirvana, como cuál es el Verdadero Dharma del Buda, quiénes pueden alcanzar el Despertar, y cómo debemos realmente de aplicar el Dharma en el mundo. Uno de esos malentendidos más perpetuados es la posibilidad del Despertar de las mujeres. 

Antiguamente (y de muchas maneras, aún hoy día), las mujeres eran vistas como inferiores en capacidad espiritual por la mayoría de las religiones del planeta. En el tiempo del Buda, la mujer era vista como un mal renacimiento, uno inferior al hombre, pues poseían los Cinco Obstáculos: una mujer no puede convertirse en un Brahma (dios creador), un Shakra (dios gobernante), un rey demonio, un Chakravadin o Rey que hace Girar la Rueda del Dharma (que gobierna de acuerdo con el Dharma) o un Buda. El Buda, con la creación de su Shanga u Orden, revolucionó completamente el orden social, enseñando la igualdad de todos los seres vivos en una época en la que, igualmente, existía un sistema de castas separaba y limitaba estrictamente a las personas. El Buda ceptó rn su Sangha a personas pertenecientes a todas las clases sociales, incluyendo mujeres, comprometiéndose con personas de todos los ámbitos de la vida, enseñando que ningún ser humano es más valioso que otro y que todos poseen inherentemente la Naturaleza Búdica - la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirse en un Buda. Con esto, el Buda expresó su determinación por una sociedad igualitaria, afirmando en el Sutra del Loto: “Al principio hice un voto, con la esperanza de hacer que todas las personas fueran iguales a mí, sin ninguna distinción entre nosotros”.  El Buda rechazó la discriminación basada en los atributos o el nacimiento de las personas, y predicó que el comportamiento de uno era lo que realmente nos distinguía; que todas las personas tenían el potencial para la Budeidad dentro de sí mismas, y por eso merecían el mismo respeto.

Sin embargo, esto no significa que todos seamos iguales. Somos iguales en capacidad, pero todos poseemos diferencias, ya sean de sexo o de personalidad. Esto presenta igualmente un discurso alternativo al nuevo mal social que amenaza contra la falimia, la sociedad y la cultura, y que desafortunadamente está corrompiendo el Budismo en Occidente. Identificarnos únicamente en base a nuestra raza, género, estatus social y otras condiciones externas ha llevado a los horrores del racismo, el nacionalismo y la subyugación de las personas. Por otro lado, no podemos caer en el otro extremo del individualismo egoísta. Por eso, si bien cada individuo es único, el Budismo enseña el ideal del Bodhisattva, que busca revelar las raíces comunes que compartimos que se extienden más allá de lo que vemos en la superficie. Es ver nuestra Unidad Fundamental y total interconexión en medio de nuestras diferencias. Esta es precisamente la enseñanza principal de los próximos capítulos del Sutra de Viamalirti, uno de los más importantes del Sutra. Pero estos capítulos tienen muchas otras enseñanzas importantes. Veamos algunas de ellas.

El capítulo siete comienza con el Bodhisattva Manjushri preguntándole a Vimalakirti, cómo un Bodhisattva ve a los seres sintientes. Vimalakirti le contesta:

"Manjushri, un Bodhisattva debe considerar a todos los seres vivientes como un hombre sabio considera el reflejo de la luna en el agua o como los magos consideran a los hombres creados por la magia. Debe considerarlos como una cara en un espejo, como el agua de un espejismo; como el sonido de un eco; como una masa de nubes en el cielo; como el momento previo de una bola de espuma; como la aparición y desaparición de una burbuja de agua; como el corazón de un plátano; como un relámpago; como el quinto gran elemento; como el séptimo medio de los sentidos; como la apariencia de la materia en un reino inmaterial; como un brote de una semilla podrida; como un pelaje de tortuga; como la diversión de los juegos para uno que desea morir; como los puntos de vista egoístas de un ganador de la corriente; como un tercer renacimiento de alguien que regresa una vez; como el descenso a un útero de alguien que no regresa; como la existencia del deseo, el odio y la locura en un santo; como pensamientos de avaricia, inmoralidad, maldad y hostilidad en un bodhisattva que tiene al tolerancia mantenida; como los instintos de las pasiones en un Tathagata; como la percepción del color en un ciego de nacimiento; como la inhalación y la exhalación de un asceta absorto en la meditación de la cesación; como la huella de un pájaro en el cielo; como la erección de un eunuco; como el embarazo de una mujer estéril; como las pasiones no producidas de una encarnación emanada del Tathagata; como visiones de sueños vistas después de despertar; como las pasiones de quien está libre de conceptualizaciones; como fuego que arde sin combustible; como la reencarnación de quien ha alcanzado la liberación última."

Con estas palabras, Vimalakirti le pide al Bodhisattva Manjushri y a todos nosotros que no nos djemos llevar por nuestras diferencias, sino por aquello que nos une. Nos pide que veamos a los demás seres sintientes como nos vemos a nosotros mismos; como si fueran Budas. No nos pide que los veamos con indiferencia, sino con compasión y amor. Sí, con amor. Pero, ¿no está el amor prohibido en el Budismo? Esto es precisamente lo ue pensaban muchos de los monjes en la Sangha, como Shariputra, y que piensan muchos monjes y budistas laicos aún hoy día, pero esto no es lo que enseñó el Buda. Es por eso que Manjushri, luego de escuchar esto, le pregunta a Vimalakirti que, si los vemos realmente de esa manera, ¿cómo generamos un gran amor hacia ellos? Vimalakirti respondió: 

"Manjushri, cuando un Bodhisattva considera a todos los seres vivos de esta manera, pensando: 'Así como yo he realizado el Dharma, así debo enseñárselo a los seres vivos'. Engendra así el amor que es verdaderamente un refugio para todos los seres vivientes; el amor que es pacífico porque está libre de codicia; el amor que no es febril, porque está libre de pasiones; el amor que está de acuerdo con la realidad porque es ecuánime en todo tres veces; el amor que es sin conflicto porque está libre de la violencia de las pasiones; el amor que es no dual porque no está involucrado ni con lo externo ni con lo interno; el amor que es imperturbable porque es totalmente último. Así engendra el amor que es firme, su alta resolución inquebrantable, como un diamante; el amor que es puro, purificado en su naturaleza intrínseca; el amor que es ecuánime, siendo iguales sus aspiraciones; el amor de santo que ha eliminado a su enemigo; el amor del Bodhisattva que desarrolla continuamente a los seres vivos; el amor del Tathagata que comprende la realidad; el amor del Buda que hace que los seres vivos despierten de su sueño; el amor que es espontáneo porque se ilumina completamente espontáneamente; el amor que es iluminación porque es unidad de experiencia; el amor que no tiene presunción porque ha eliminado el apego y la aversión; el amor que es gran compasión porque infunde resplandor al Mahayana; el amor que nunca se agota porque reconoce el Vacío y el desinterés; el amor que da porque otorga el don del Dharma libre del puño apretado de un mal maestro; el amor que es moralidad porque mejora a los seres vivos inmorales; el amor que es tolerancia porque protege tanto a uno mismo como a los demás; el amor que es esfuerzo porque se responsabiliza por todos los seres vivos; el amor que es contemplación porque se abstiene de la complacencia en los gustos; el amor que es sabiduría porque causa el logro en el momento adecuado; el amor que es técnica liberadora porque muestra el camino por todas partes; el amor que es sin formalidad porque es puro en motivación; el amor que es sin desviación porque actúa por motivación decisiva; el amor que es de alta resolución porque no tiene pasiones; el amor que es sin engaño porque no es artificial; el amor que es felicidad porque introduce a los seres vivos en la felicidad del Buda. Tal, Manjushri, es el gran amor de un Bodhisattva".

Hay una diferencia entre amar a los seres sintientes - el cual conlleva un cierto nivel de apego - y sentir apego excesivo - obsesión. Es normal que, como seres humanos de carne y hueso, seamos seres sociales, y naturalmente, sintams amor y apego por nosotros mismos, nnuestros seres queridos, ya sean familiares o amigos. Incluso los animales muestran este tipo de amor. Lo contrario es un comportamiento sociópata y patológico. Pero el amor y el interés por los demás debe de ir más allá de nosotros y nuestros seres queridos, sino que, como budistas, debemos de extenderlo hacia todos los seres sintientes. De hecho, existen prácticas budistas, como la meditación Metta, dirigidas a este propósito, no solo por los seres sintientes en general, sino incluso por aquellas personas que no nos agradan y que nos han hecho daño. Es por eso que, en estos párrafos, Vimalakirti - siendo la voz del Buda Eterno - nos dice que debemos sentir un gran amor por todos los seres sintientes. Una de las formas en las cuales podemos manifestar nuestra compasión y amor por los demás seres sintientes es compartiendo el legado más grande de mundo: el Dharma. 

Luego de decir esto, invisible para los ojos oscurecidos por el karma, se encontraba entre ellos todo este tiempo en la casa de Vimalakirti una diosa quien, agradecida por la visita y el compartir del Dharma, llueve sobre todos los presentes flores, como si fuesen Budas. Cuando las flores cayeron sobre los Bodhisattvas, las mismas cayeron al suelo, pero cuando cayeron sobre los monjes discípulos del Buda, se pegaron. Los discípulos, abochornados, trataron de sacudírselas, pues entendían que los discípulos del Buda no podían adornar sus cuerpos. pero las mismas se aferraban a sus ropas. El Sutra se refiere a los discípulos como Shravakas (los que Escuchan las Enseñanzas) y Pratyekabuddhas (Budas Privados), pues piensan que el Despertar, la salvación, es algo privado y personal. Esto contrasta con los Bodhisattvas, quienes posponen sus Despertar hasta que todos los seres sintientes sean salvos, y por ello dedican sus vidas a salvarlos. 

La diosa se dirige a Shariputra, quien se veía visiblemente disgustado, y le pregunta por qué trata de sacudirse las flores. Shariputra le contesta que el adornar sus cuerpos es contrario al Dharma. A esto, la diosa le responde que las flores y los adornos corporales no son contrarios al Dharma, y que generar ese tipo de pensamiento dualista y discriminatorio solo crea pensamientos dualistas y discriminatorios. El discrimen es lo que es contrario al Dharma. Las flores no se adhieren a los Bodhisattvas porque están más allá de la dualidad, pero sí se quedan pegadas a los discípulos, pues aún se aferran al Dharma incorrecto. Con esto, la diosa - hablando igualmnete por inspiración del Budas Eterno - nos está tratando de dirigir en pensamiento y alma a nuestra Unidad Fundamental, la no-dualidad. Pero otra enseñanza que trata de transmitir este episodio es que alimentamos aquello que pensamos. Si alimentamos el pensamiento dualista y discriminatorio, solo veremos la dualidad. Lejos de superarla, la acentuamos. Es por eso que la diosa le dice: "Asimismo, los intimidados por el miedo al mundo están en poder de formas, sonidos, olores, sabores y texturas, que no inquietan a los que están libres del miedo a las pasiones inherentes al mundo constructivo. Así, estas flores se adhieren a los cuerpos de aquellos que no han eliminado sus instintos por las pasiones y no se adhieren a los cuerpos de aquellos que han eliminado sus instintos. Por lo tanto, las flores no se adhieren a los cuerpos de estos Bodhisattvas, que han abandonado todos los instintos". No podemos renunciar al mundo y sus placeres para poder ser budistas y seguir correctamente el Dharma. Por el contrario, si le damos la espalda al mundo y sus placeres, solo creamos una negación forzada, la cual desemboca en una obsesión. El Buda no predica la abstinencia y el desapego, sino la moderación sabia. La dualidad no existe necesariamente en el mundo que nos rodea, sino en nuestras mentes.

Ahora, Shariputra le pregunta al a diosa cuánto tiempo lleva ella allí, y ella le responde que siempre ha vivido en la casa de Vimalakirti desde que el mismo alcanzó su Despertar. La casa de Vimalakirti es la Budeidad Universal, cuya semilla se encuentra innatamente dentro de nosotros esperando ser descubierta y manifestada en nuestras vidas. Shariputra entonces le pregunta a la diosa hace cuánto tiempo fue esto, y la diosa le responde que, si es un Arhat, él debería poder saber la respuesta, pero Shariputra solo guarda silencio y mira le suelo. Ante la insitencia de la diosa, Shariputra contesta que no puede contestar, pues el Despertar no es algo que pueda ser comunicado en palabras. Esta es una enseñanza muy repetida en la escuela Zen fundada por Bodhidharma, y en muchos sentidos, es cierta, pero en realidad, está errada. Si bien no se puede comunicar, y solo puede ser experimentada, las palabras son una buena guía - utilizadas hábilmente - para dirigirnos hacia nuestra Budeidad Innata, nuestro Despertar. Es por eso que la diosa responde: "Las palabras y el habla son manifestaciones del Despertar...todo lo que existe es una manifestación del Despertar (Budeidad)". En el Budismo Esotérico o Mikkyo, se dice que todos los pensamientos, palabras y acciones de los seres sintientes son la predicación dle Dharma del Buda Eterno. Todas las formas, incluidos las galaxias, los planetas, las montañas y los cuerpos de los seres sintientes son su Cuerpo; todos los sonidos y palabras son su Voz; y todos los pensamientos e ideas son su Mente. Todo en el Cosmos es una manifestación de los Tres Misterios del Buda Eterno, y cuando pensamos, hablamos y acutamos correctamente, manifestamos los pensamientos, palabras y acciones del Buda en el mundo. 

Muchos que leen esto se podrán seguir preguntando, ¿es esto Budismo? ¿No predicaba el Budismo la impermanencia, el no-ser y el desapego? Esto es precisamente lo que Shariputra pensó cuando escuchó la respuesta de la diosa, y le preguntó: "Diosa, ¿no es la liberación la liberación del deseo, el odio y la locura?" Ante esto, la diosa respondió: "Esa es la enseñanza de los excesivamente orgullosos. Pero a aquellos libres de orgullo se les enseña que la naturaleza misma del deseo, el odio y la locura es en sí misma la liberación." Esto se refiere al uso del os Upayas o medios hábiles. El Buda, para ayudar a los seres a abrir sus corazones y mentes y desapegarse de sus ideas erróneas del mundo y de sí mismos, que eran la causa real de sus sufrimientos, predicó al principio de su ministerio las doctrinas del Budismo Primitivo o Hinayana que mostraban el camino al desapego, resaltando el sufrimiento, la impureza del cuerpo, la inexistencia de un ser fijo y eterno, y la impermanencia del cuerpo y del mundo, las cuales enfatizaban el dualismo. Posteriormente, cuando sus discípulos estuvieron listos, el Buda continuó revelando porciones de su Verdadero Dharma hasta que lo reveló completamente cerca del final de su vida con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, donde reveló, entre muchas otras enseñanzas, la no-dualidad - la Unidad Fundamental. No obstante, Shariputra y muchos otros discípulos aún se aferraban a las enseñanzas imperfectas e incompletas primitivas. 

Aún hoy día, hay muchos budistas que erróneamente piensan como Shariputra. Claro, si uno está muy aferrado - obsesionado - con el sufrimiento y el cuerpo, uno debe de practicar el desapego, así como el Buda lo prescribió al pricnipio de su ministerio: trata de lograr un poco de distancia entre tu Verdadero Ser y tus ideas, y aprende a no identificarte con esos estados y condiciones. El Budismo, de hecho, posee una amplia gama de meditaciones y prácticas para lograr este objetivo de forma que podamos realizar la Verdadera Naturaleza de la Realidad - no la de nuestras mentes. Esto debe ser practicado bajo la guía de un monje budista ordenado. 

Cuando nos damos cuenta de que no debemos de ser prisioneros de nuestros deseos, pasiones y nociones falsas de la realidad, comenzamos a ser liberados: liberados de las garras de Mara y de nosotros mismos. En ese momento, nos damos cuenta de que incluso el sufrimiento y el error tienen su lugar y porpósito en el Universo Dhármico, pues nos sirven como combustible y práctica para nuestro Despertar. Todo proviene de la misma Esencia, la Talidad (Tathata) de la cual emana y que anima todo en el Cosmos. Esta es la misma Talidad que se personifica y se manifiesta como Budas, como Tathagatas - los que vienen de la Talidad, de la Unidad. Como mencionamos en capítulos anteriores, todo proviene de la Budeidad, y cuando Despertamos, todo Despierta con nosotros, no uniformemente ni a la vez, sino junto con nosotros, pues contenemos el Cosmos.

Ahora, Shariputra, continundo con sus distinciones, le pregunta a la diosa si es una discípula Shravaka, Pratyekabuddha o Bodhisattva. En otras palabras, le pregunta: ¿a qué vehículo o rama budista perteneces, al Hinayana (Theravada) o al Mahayana? A esto, la diosa responde: "Pertenezco al vehículo del discípulo (Shravaka) cuando lo enseño a quienes lo necesitan. Pertenezco al vehículo Pratyekabuddha cuando enseño la Cadena de Doce Eslabones del Origen Dependiente a quienes los necesitan. Y, dado que nunca abandono la gran compasión, pertenezco al Gran Vehículo (Mahayana), ya que todos necesitan esa enseñanza para alcanzar la liberación final."

Aunque muchas personas no lo saben, el Budismo originalmente era solo uno: no habían diferentes escuelas ni ramas, sino que solo existían diferentes aproximaciones graduales (Vehículos o "Yanas"), basadas en los medios hábiles que el Buda utilizó para llevar a todos a la Enseñanza Suprema del Anutara Samyak Sambodhi - la Ley del Despertar: el Vehículo Unico del Ekayana. Tristemente, tras su Parinirvana, diferentes grupos de discípulos se enfocaron en aspectos específicos de sus enseñanzas y prácticas y poco a poco formaron escuelas independientes. Afortunadamente, aunque tras el Parinirvana del Buda sus enseñanzas fueron divididas en diferentes escuelas, su verdadera misión e intención fue preservada por los Grandes Maestros como Nagarjuna, Kumarajiva, Daosheng y Huisi, quienes preservaron la Tradición del Loto, hasta que fue restaurada por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi) e institucionalizada como la escuela Tiantai (Tendai) en China. Posteriormente, el Gran Maestro Saicho (Dengyo Daishi) viajó a China y trajo las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Budismo a Japón y fundó la escuela Tendai. Es por esto que las enseñanzas Tendai se llaman "Engyo" o la "Verdadera Doctrina del Budismo" - las Enseñanzas Perfectas y Completas, ya que abarcan todas las enseñanzas y prácticas dadas por el Buda en sus más de 40 años de predicación en el mundo, unificándolas y armonizándolas, en cumplimiento con la verdadera visión universal del Buda en el mundo. Sin embargo, las otras escuelas "selectivas" igualmente tienen mérito y validez, y sus enseñanzas igualmente llevan a los seres al Despertar, solo que muestran solo una fracción incompleta del Dharma. Por ello, no debemos caer más profundo en el abismo de los sectarianismos, y debemos todos unirnos y trabajar la unísono por esparcir las enseñanzas del Buda por todo el mundo, por el bien de todos los seres sintientes. Gracias al Buda y sus verdaderos discípulos, la escuela Tendai, el Ekayana o Vehículo Único, aún sigue custodiando y preservando para la posteridad el Verdadero Budismo, y si bien su mensaje de 2,500 años lleva 1,200 años en Japón, las mismas han llegado hace unas pocas décadas a Occidente y en los últimos años por fin están a la disposición de todos.

En fin, la diosa le dice a Shariputra que, cuando tiene que usar enseñanzas Hinayana como las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Sendero Octuple y la Cadena de Doce Eslabones de Origen Dependiente para ayudar a los seres, las usa, pero que siempre las interpteta desde el Verdadero Dharma del Buda contenido en el Sutra del Loto. De hecho, ella va más allá y dice que ni siquiera ve la existencia de otras escuelas o caminos, cuando dice: "Sin embargo, Shariputra, así como uno no puede oler la planta de ricino en una madera de magnolia, sino solo las flores de magnolia, así, Shariputra, viviendo en esta casa, que está impregnada del perfume de las virtudes de las cualidades del Buda, uno no huele el perfume de los discípulos y de los Pratyekabuddhas. Por eso Shariputra, los Shakras, los Brahmas, los Lokapalas, los devas, nagas, yaksas, gandharvas, asuras, garudas, kimnaras y mahoragas que viven en esta casa escuchan el Dharma de la boca de este hombre santo y, seducidos por el perfume de las virtudes de las cualidades del Buda, proceden a concebir el espíritu de la Iluminación." Esto nos muestra cómo debemos de comportarnos como Hijos del Buda incluso entre budistas. 

La diosa expande sobre esta enseñanza cuando le dice a Shariputra que, en la casa de Vimalakirti - en la Budeidad, y en nuestro camino a manifestarla - ocurren ocho cosas raras y maravillosa. La primera es que la casa de Vimalakirti siempre está iluminada por una luz dorada, la cual nunca cambia. Cuando despertamos nuestro Bodhicitta y comenzamos nuestro voto del Bodhisattva, podemos verle el lado positivo a todo y reconocer las similitudes en medio de las diferencias; la Unidad en medio de la dualidad, independientemente de las circunstancias. La vida no tiene que irnos bien para que la luz - la presencia de los Budas - se encuentre ahí. También, la casa está llena de música que expresa el Dharma. Es como una Tierra Pura en la Tierra. Esto se refiere a la predicación eterna del Buda Eterno, el Dharmakaya, del cual hablamos arriba. Todo sonido expresa el Dharma si abrimos nuestros ojos espirituales; todo nos puede llevar al momento presente y a manifestar nuestra Naturaleza Búdica. También, todos en la casa trascienden sus problemas y perseveran en la vida. Esto es porque confían en los Budas y ponen en acción el Dharma en sus vidas. No es que no tengan problemas, sino que el Dharma les da la fuerza para poder superarlos y ayudar a otros a superarlos. También, en la casa de Viamalakirti, los Seis Paramitas y otras enseñanzas se practican automáticamente, naturalmente y sin esfuerzo. Esto es porque emanan de nuestra Naturaleza Búdica. Igualmente, la casa tiene acceso a todas las Tierras Puras de los Budas en las diez direcciones. Esto significa que podemos visitar la Tierra Pura del Buda Amida en esta vida y en este cuerpo. Cuando recitamos el Nombre Sagrado: "Namu Amida Butsu", la Vida Eterna del Buda - nuestra Naturaleza Búdica - se despierta, y somos uno con el Buda; la Luz Infinita del Buda Amida nos arropa y nos abraza para nunca abandonarnos. Cuando meditamos o visualizamos la Tierra Pura, despertamos a la Tierra Pura en el momento presente; vemos la Verdadera Naturaleza del mundo - la Tierra Pura de la Luz Serena del Buda Eterno, al igual que lo pudieron ver y experimentar todos los presentes al principio del Sutra de Vimalakirti. Finalmente, hay infinitas tesorerías que benefician a todos los seres sinientes. Es decir, podemos compartir estos beneficios con todos los demás, por medio de la aplicación de los medios hábiles. 

Incrédulo, Shariputra le pregunta a la diosa que, si todo es tan maravilloso, ¿qué previene que ella transforme su condición femenina en masculina, la cual es más deseable? La diosa le responde que no hay diferencia entre hombres y mujeres en el Camino al Despertar, y que en última instancia, están hechos de la misma Esencia, la Talidad. Para hacer énfasis en su punto, la diosa, con sus poderes sobrenaturales, transforma a Shariputra en mujer, para la risa de todos los presentes. Al ver esto, abochornado, Shariputra trata con todas sus fuerzas de transformarse de nuevo en hombre, pero no puede. La diosa ahora le pide que revele sus logros espirituales, lo que Shariputra puede efectivamente hacer, aun siendo mujer, Con esto, la diosa le muestra nuevamente a Shariputra que las mujeres, así como todos los seres, pueden alcanzar el Despertar, y retorna a Shariputra su forma de hombre (de hecho, Shariputra lamentablemente no parendió mucho de este hecho, y viene a realmente realizarlo en el Sutra del Loto). Finalmente, la diosa le dice a Shariputra que el Despertar no es algo que alcanzamos sino que es algo que ya poseemos innatamente. De igual forma, la Budeidad no es algo en lo que nos conviertamos, sino que manifestamos nuestra Budeidad Innata en el mundo: "Del mismo modo, existe la Iluminación Perfecta porque no se alcanza la Iluminación Perfecta."

Luego de leer esto, debemos de releerlo y profundizar realmente en el singificado y las implicaciones de todo lo que nos ha sido revelado por el Buda. Reflecionemos: ¿cuáles son mis patrones limitantes y cómo puedo susperarlos? ¿Cuáles son mis deseos y pasiones desenfrenadas, por qué las siento, y qué puedo hacer para moderarlas? Finalmente, ¿Cómo puedo vivir como Hijo del Buda, manifestar mi Naturaleza Búdica y ver este mundo como lo que es, una Tierra Pura? El Dharma contiene las respuestas, así como las herramientas para lograr nuestra misión y propósito en el mundo. Ponte el traje de los Preceptos y sumérgete en las profundidades del Dharma y descubre sus tesoros. Tu vida no volverá a ser la misma.