Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 25 de diciembre de 2020

Abrazados para Nunca Ser Abandonados: Luz y Esperanza para un Nuevo Año - Charla del Dharma de Invierno

En estos días de oscuridad de invierno, muchas religiones y culturas celebran las fiestas de las luces, las cuales infunden un sentimiento de luz y esperanza, y la victoria de la luz sobre la oscuridad.En la antigüedad, para nuestros ancestros, el invierno era frío, oscuro y peligroso, y se enfrentaban a las amenazas del hambre, la exposición al clima frío y los animales salvajes. Por eso, desde el principio de los tiempos, el Sol significaba luz, calor, crecimiento vegetal y supervivencia. Durante el invierno, los humanos veían el regreso del Sol cada año como un evento de celebración, un símbolo de esperanza de que la vida regresaría al paisaje verde que simboliza la vida, y que las tierras y las familias volverían a prosperar. Este "nacimiento del sol" se celebra como Solsticio de Invierno.

La noche del Solsticio de Invierno es la noche más larga del año. Después de esta fecha, el Sol pasa unos minutos más cada día sobre el horizonte, haciendo que creazca la cantidd de luz en nuestros días. Otro nombre para el Solsticio de Invierno es Yule, una fiesta europea precristiana que tuvo muchas prácticas que permanecen en las celebraciones de muchas tradiciones, sobre todo, las cristianas, hasta el día de hoy. Otras culturas lo llaman por otros nombres, como el Diwali de los Hindúes, el Chanukah de los Judíos, el Loy Krathong de los Tailandeses, el Kwanzaa de los Afrixanos, etc. Así, esta celebración, celebrada entre el frío del invierno, el calor del fuego, entre dulces, música y diversos tonos de verde, rojo y dorado, era un momento para festejar, beber, hacer regalos y reuniones para defenderse de los miedos a la oscuridad. 

Si bien estos días conmemoran un evento astronómico, igualmente - al igual que todas las celebraciones religiosas trascendentales - contiene muchos elementos simbólicos. La Naturaleza ha sido, es y siempre será la Gran Revelación; después de todo, el Buda mismo alcanzó su Despertar bajo un árbol en medio de la naturaleza. Así, el nacimiento del Sol - la conquista de la luz sobre la oscuridad - representa la conquista del bien sobre el mal, al igual que la llegada de mejores tiempos. En el Budismo, esto representa igualmente la conquista de la Iluminación sobre la ignorancia.

En estos días festivos, es común encontrar mucha información errónea escrita por otros budistas sobre si los budistas pueden o no celebrar las fiestas de las luces de otras culturas, como la Navidad. Sin embargo, contrario a lo que muchos auto-proclamados "maestros" budistas de internet dicen, muchos budistas celebran la Navidad, al igual que las fiestas de las luces o de invierno de sus culturas. El Budismo no es una religión exclusivista, lo que significa que no exige que renuncies a tus creencias anteriores - solo a la ignorancia y los actos no virtuosos - para "convertirte" en un budista. El Budismo, desde sus inicios hace más de 2,500 años, ha sido bien acomodativo y se ha adaptado, muchas veces mezclándose, con las religiones y culturas a las que encuentra. Incluso el Budismo Primitivo o Hinayana contenía muchos elementos del Hinduísmo, lo que facilitó el posterior desarrollo del Budismo Vajrayana. Así, el Budismo en China contiene elementos del Taoísmo; el Budismo Tibetano contiene elementos del Bon; y el Budismo en Japón contiene elementos Shinto; entre otros. Esto refleja el carácter universal del Budismo y su convicción absoluta de que todos los seres, sin distinción, poseen la Naturaleza Búdica, y que todos estamos unidos fundamentalmente. Es por eso que el Budismo cree en el esfuerzo heróico y altruista del Bodhisattva - el ser que pospone su propia salvación o Despertar con el fin de salvar a todos los seres sintientes. 

De hecho, si analizamos el Cristianismo desde una perspectiva budista, podemos descubrir que las enseñanzas de Jesús no solo complementan las del Buda, sino que Jesús es un "Bodhisattva", que renuncia a su propio beneficio para ayudar a otros y tiene compasión, bondad y amor por todos los seres. Por estas razones, muchos budistas ven a Jesús como una bendición para la tierra y no tienen problemas para celebrar su nacimiento. Sin embargo, es importante realizar la distinción de que esta visión difiere de la creencia cristiana, ya que los budistas reconocen a Jesús como un hombre y maestro, pero no como Mesías. En su libro "Buda Viviente, Cristo Viviente", el monje vietnamita Thich Naht Hahn explora algunas de las enseñanzas de Jesús desde una perspectiva budista. Tanto el Buda como Jesús presentaron formas de vida para superar el sufrimiento. El Buda enseñó sobre aliviar el sufrimiento, nuestra unidad fundamental, y sobre la liberación del ciclo interminable de nacimientos y muertes del Samsara. Por otro lado, Jasús habló sobre la hermandad mundial y sobre alcanzar la salvación eterna. Igualmente, Jesús, al igual que el Buda, enseñó sobre la importancia de la compasión por todos los seres vivos. Uno debe vivir de una manera que disminuya no solo su sufrimiento, sino también el sufrimiento de las vidas que lo rodean. Ambos reconocieron que la codicia, la ira y el deseo eran las causas fundamentales de nuestro sufrimiento. Nuestra ignorancia, impulsada por el ego, nos ciega a la unidad universal de toda la existencia. Igualmente, nuestro ego nos puede cegar ante la unidad universal de todos los seres humanos, y que aunque le llamemos por diferentes nombres y lo representemos de formas diversas, todas las celebraciones en estos días representan lo mismo. 

Inclusive, los budistas tampoco tienen ningún problema con la idea de Santa Claus, ya que Santa se basa en los actos inspiradores de San Nicolás, quien fue un hombre humilde que ayudó a llevar alegría a la vida de los niños a través de sus actos de abnegación y compasión, que son dos de las creencias fundamentales del Budismo.

Regresando a la visión budista de estos días y la conquista del Despertar o la Iluminación sobre la ilusión y la ignorancia, los budistas también tienen su propia festividad de las luces el 8 de Diciembre, que celebra el día en que Buda Shakyamuni alcanzó la Iluminación bajo el árbol Bodhi en esta Tierra. Es interesante destacar que el número siete, que alude a los siete días que estuvo el Buda meditando tras su Despertar, simboliza el orden natural; el ocho, que es el día en que se celebra esta festividad, entonces simboliza la ayuda sobrenatural, y con ello, celebramos el triunfo final de la luz (el Buda) - el Dharma y el Despertar - sobre la oscuridad (Mara) - la ignorancia. La relación dinámica y el simbolismo de la luz y la oscuridad igualmente se ve ejemplificada en las primeras enseñanzas del Buda. En el Budismo Primitivo, una de las primeras enseñanzas del Buda fue sobre la existencia de la oscuridad en nuestras vidas - esta es la Primera Noble Verdad del sufrimiento. Así como el día es seguido por la noche, la vida está llena de sufrimientos e insatisfacciones. Pero aunque muchos budistas no pasan de aquí y se aferran a esta Primera Verdad, la Tercera Noble Verdad, y las Enseñanzas Completas y Perfectas dadas al final de su vida nos dicen que la oscuridad es seguida por la luz - podemos aliviar el sufrimiento, y de hecho, el mismo va a ser aliviado, pues todos alcanzaremos el Despertar. Asi que, en vez de huirle, debemos abrazar la oscuridad - el sufrimiento y todas las experiencias indeseables de la vida - como parte natural de la existencia. 

Por todo esto, en el Budismo, este día festivo, el "Día Bodhi", en el cual damos las gracias al Buda Shakyamuni por compasivamente aparecer en este mundo y legarnos la sabiduría infinita del Dharma para la salvación de todos los seres sintientes, se celebra comiendo galletas (preferiblemente en forma de corazón, que combinan con las hojas de higuera o árbol Bodhi) y arroz, bebiendo leche y decorando árboles con luces brillantes. En Asia, los budistas decoran higueras, pero como el clima occidental puede ser duro y estos árboles no pueden sobrevivir, muchos budistas occidentales decoran árboles de hoja perenne. Los budistas decoran estos árboles con luces multicolores que representan los diferentes caminos para alcanzar la Iluminación. Algunos budistas también observan los siguientes treinta días después del Día Bodhi dando pequeños obsequios a sus seres queridos. Esto se hace en conmemoración de una de las más importantes enseñanzas del Budismo, encapsulada en el primer Paramita o Perfección: el Dana o la Generosidad. 

El Buda fue y es la luz del mundo. Su aparición entre nosotros revela la Infinita Compasión (Vida) del Universo, quien se hizo hombre, creció y alcanzó el Despertar, despertando a su misión universal por la salvación de todos los seres sintientes, y predicó por más de 40 años la Infinita Sabiduría (Luz) del Dharma, el cual es nuestro legado y el Gran Barco a través y por el cual navegamos la vida - el mar del Samsara - para llegar a la Otra Orilla del Despertar - la total unidad con el Corazón de la Existencia. Y aunque el Buda ya no se encuentra físicamente entre nosotros, su Luz siempre brilla sobre nosotros, abrazándonos para nunca abandonarnos. 

Así, entre luces, regalos y amistades, celebremos junto a nuestros seres queridos y hermanos de todas las tradiciones los múltiples significados de estos días, pues al igual que nosotros, todos estamos en vías al Despertar, y estos días nos recuerdan que no importa cuán oscuro sea la noche - no importa que estemos transcurriendo una pandemia mundial - al final, la luz - el bien y la bondad - siempre triunfarán.

Espero que todos puedan encender su luz interna - descubrir  su Naturaleza Búdica - y que podamos de esa forma ser faros de luz, unidad y paz para todos los que nos rodean.