El Budismo, lejos de ser un todo unificado y homogéneo, se compone de múltiples escuelas religioso-filosóficas, algunas con aparentes diferencias doctrinales y prácticas, que se desarrollaron de las enseñanzas de un jóven príncipe de la India hace más de 2,500 años llamado Siddhartha Gautama, quien tras su Despertar Espiritual, fue mejor conocido como el Buda Shakyamuni. ¿Quién fue el Buda Shakyamuni y cuál es verdadera importancia en el Budismo? En este día de Nehan-E, donde se conmemora el Paranirvana o la "muerte" del Buda histórico, reflexionaremos sobre el verdadero significado de la figura del Buda, de acuerdo con las Enseñanzas Completas y Perfectas del Budismo.
La historia biográfica compartida por la mayoría de las escuelas es la siguiente. Siddhartha Gautama fue un jóven príncipe que nació en la India, en lo que hoy se conoce como Nepal, hace más de 2,500 años. Desde pequeño, recibió toda la edicación religiosa, filosófica, política y marcial esperada de todo heredero a un reino, pero el jóven Siddhartha siempre ponderaba las cuestiones existenciales que desde el principio de los tiempos han perseguido a la humanidad: ¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el propósito de la existencia? Y sobre todo, ¿por qué existe tanto sufrimiento? En un momento de su vida donde todo ser humano persaría haberlo alcanzado todo: fama, una esposa, un hijo, dinero y un reino, el príncipe decidió salir del palacio y adoptar la vida de un renunciante asceta en búsqueda de las respuestas a estas preguntas perennes. Tras estudiar con varios maestros y dominar una amplia variedad de prácticas ascéticas, el príncipe decidió buscar en su interior todas las respuestas que necesitaba. Así, tras siete noches de profunda e ininterrumpida meditación bajo un árbol, el joven asceta alcanzó la Iluminación - el Despertar Espiritual - y descubrió la total unidad e interconexión de todas las cosas en el cosmos, su evolución, y la raíz de todos nuestros problemas: la ignorancia. Desde entonces, el jóven asceta fue conocido como el "Buda", el "Despierto". ¿Por qué el "Despierto"? Esto fue porque despertó a las Leyes del Universo - el Dharma. Luego de su Despertar, el Buda dedicó el resto de su vida a ayudar a otros gradualmente, por medio de una serie de enseñanzas graduales que ayudanban a las personas a abrir sus mentes y permitirles vislumbrar su Iluminación, para despertar a este mismo estado de consciencia espiritual. Tras su muerte, sus enseñanzas fueron preservadas en lo que hoy se conocen como los Sutras.
Si todos los Sutras o sermones del Buda fueron expuesos por el mismo Buda, ¿por qué existen diferentes escuelas? Esto es porque el Buda, siendo el primer Iluminado en este mundo, tuvo que ayudar a los seres a abandonar sus ideas erróneas y preconcebidas del mundo y de sí mismos para preparar sus mentes para recibir la totalidad de su Despertar. Para ello, primero ayudó a las personas a abandonar su aferro al cuerpo, sus pensemientos, y los deseos del mismo. Estas primeras enseñanzas se enfocaban en el sufrimiento inherente de la vida, la total interconexión de todos los fenómenos y la importancia de vivir una vida ética. Esto se conoce como el Budismo Primitivo o Hinayna. Luego de que los seres habían abandonado su aferro al cuerpo, sus deseos e ilusiones, el Buda les reveló la existencia de otros Budas y Bodhisattvas - seres iluminados que trabajan por el Despertar de todos los seres - y sobre la interconexión y unidad fundamental de todos los seres sintientes, y las prácticas encaminadas para alcanzar el mismo estado espiritual de los Bodhisattvas, llamadas los Seis Paramitas o Perfecciones de Generosidad, Preceptos, Esfuerzo, Perseverancia, Meditación y Sabiduría. Esto se conoce como el Budismo Mahayana. Finalmente, cuando ya los seres estaban listos, el Buda reveló la totalidad de su Iluminación, su verdadera esencia y propósito en el mundo, en lo que fueron las Enseñanzas Perfectas y Completas contenidas en sus últimos sermones, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. Aquí, el Buda reveló que si bien nació como un hombre, creció, se casó, abandonó su reino y se embarcó en una búsqueda espiritual y alcanzó la Iluminación, todo esto fue un medio hábil para mostrarnos que todos poseemos la capacidad de alcanzar el Despertar. Sin embargo, él no fue un hombre, sino que fue la encarnación misma de la Iluminación - la Esencia y Energía de Vida, el Alma del Universo - quien apareció en este mundo, como lo ha hecho en muchos otros, para revelarnos las Leyes Universales y ayudarnos a aliviar nuestro sufrimiento, y a alcanzar el summum opus de la vida: convertirnos en Budas - regresar a la Unidad, y ayudar a otros a hacerlo.
Tras su "muerte", surgieron varias escuelas, cada una fundamentándose en uno o varios de esos sermones o Sutras. Algunas escuelas se enfocaron en las enseñanzas del Budismo Primitivo, y hoy se conocen como Theravada; otras, en la veneración a los Budas y Bodhisattvas, y se conocen como Tierra Pura; y otras, en la total interconexión de todos los fenómenos y la práctica de la meditación, y hoy se conocen como el Zen. Solo una escuela se basa en las Enseñanzas Completas y Perfectas del Buda: la escuela Tendai (Tiantai). Dado a que las otras escuelas se enfocan exlusivamente en la figura del Buda como un hombre, son tan imperfectas y limitadas como lo son los seres humanos. Cuando nos enfocamos en la figura del Buda como el Principio Universal, abrazamos tanto su trascendencia como su immanencia. Los Sutras confirman: "Aunque los métodos de salvación varían de un ser a otro, la Misericordia del Buda que bendice a todos los seres es una. Las plantas que reciben la bendición del cielo pueden ser diferentes, pero la lluvia que cae es la misma."
En las Enseñanzas Completas y Perfectas dadas por el Buda al final de su vida, el Buda revela que al igual que el Buda, todos somos una manifestación temporal del Principio de Vida - el Dharma. Los Sutras nos dicen: "Todos piensan que el Buda nació como un príncipe y logró alcanzar el camino de la Iluminación como un mendicante, pero en realidad, hubo una muy larga preparación puesto que el Buda siempre existió en un mundo que es sin comienzos y sin fin...Todo este tiempo ilimitado, el Buda ha estado siempre en este y todos los mundos, y como un Buda Eterno que conoce las tendencias de los seres, los ha venido salvando por todos los medios." Si bien todos poseemos el mismo origen - no creado, sino surgido por una intermiable y compleja red de causas y condiciones - y muchas religiones y filosofían se habían acercado a la Verdad, la mente es limitada, y es difícil para un ser finito entender el Infinito. Por eso, la Esencia y Energía de Vida (el Buda Eterno) se hizo carne, visible y tangible , y manifestó el Dharma en la forma del Buda. Esta Energía del Universo es el Buda en su forma de Dharmakaya o Cuerpo del Dharma, y es el poder que hace todo posiblr y que anima todo de manera omnipresente en el Cosmos. Para hacer el Dharma conocido, el Buda Eterno asume la forma necesaria, muchas veces encarnando como un Nirmanakaya, y predica sus enseñanzas de acuerdo con las capacidades, necesidades, naturalezas y en la forma de los seres a los que se presenta. Leemos en los Sutras: "El Buda Eterno siempre aparece ante los seres en la forma más amistosa y lleva a ellos los métodos más eficaces para su salvación." Y "El mundo es en verdad una casa en llamas, pero los seres no saben que la casa se quema, y permanecen en el peligro de morir quemados. Por eso el Buda emplea todos los métodos para la salvación de los seres." Por ello, era necesario que en nuestro mundo naciera y viviera como un ser humano normal. Es por eso que el Buda es llamado el Tathagata, "Así Venido". ¿De dónde viene? De la Talidad o Verdadera Naturaleza de la Realidad - del Uno. Esta es la verdadera identidad del Buda en sus Enseñanzas Completas y Perfectas.
Ahora, debemos diferenciar entre la entidad del Buda y su trabajo. Su verdadera identidad, como hemos visto, es la manifestación encarnada del Universo. Su trabajo, entonces, es la salvación universal de todos los seres en el Cosmos. Así, todos los diferentes Budas y Bodhisattvas son diferentes emanaciones de los diversos aspectos iluminados del Buda Eterno. Por ello, cuando estudiamos el Dharma y ponemos sus enseñanzas en práctica en nuestra vida diaria, somos los ojos, los oídos, la boda y las manos del Buda en el mundo. Por ello, cuando desarrollamos nuestra compasión y nuestra sabiduría, revelamos nuestra Budeidad Innata, y reconectamos con nuestra Verdadera Naturaleza.
Cuando mencionamos la palabra "meditación", nos referimos a mantener la mente calmada y concentrada en su verdadera esencia. ¿En qué nos concentramos cuando meditamos? Durante la meditación, comulgamos con el Buda - revelamos nuestra Naturaleza Búdica - y regresamos a nuestro verdadero hogar - el Nirvana. Es por eso que es importante conocer la verdadera identidad y trabajo del Buda en el Budismo. Dado a que la verdadera naturaleza del Buda es infinita, esto significa que nuestras vidas también son infinitas. Esto lo vemos especialmente descrito en el Sutra del Loto:
Al descubrir la Unidad Fundamental de la Existencia, podemos alcanzar un estado de paz imperturbable y las fuerzas para superar cualquier obstáculo. Aunque nuestras vidas parezcan estar llenas de dificultades, obstáculos y sufrimientos, por debajo de todas las apariencias, existen la verdadera Realidad, llena de paz y calma. Esa es la Realidad a la que podemos accesar por medio de la meditación.
Las últimas palabras del Buda antes de su Paranirvana fueron: "Hagan de ustedes mismos una luz". Con estas palabras, el Buda nos mostró que existe algo más grande que el cuerpo físico - el poder de la Iluminación, un poder que todos los seres poseen. Para iluminarnos, debemos de ayudar a otros, dado a que todos estamos fundamentalmente interconectados. Debemos buscar esa luz dentro de nosotros - nuestra Naturaleza Búdica. Leemos en los Sutras: "El Buda Shakyamuni nació como príncipe en la familia Shakya, y dejó su hogar para vivir una vida ascética. Por medio de la práctica de la meditación alcanzó la Iluminación. Propagó el Dharma (doctrina) entre los seres e hizo la demonstración de su Enseñanza con su propia muerte." Y "El Buda no sólo enseña con las palabra sino con su propia vida. La vida del Buda no tiene límite, pero para despertar a los que no se hartan de desear los bienes mundanos, utiliza su nacimiento y su muerte como un medio hábil para llamar la atención de los seres." Así como el Buda fingió morir en esta finita existencia para revelarnos su Infinita Existencia, de igual forma, cuando meditamos, morimos figurativamente a todos nuestros constructos sociales y barreras ficticias e ilusorias del ego y nos fundimos con el Todo - el Buda Eterno, el Universo. Cuando nos unimos al Buda Eterno, realizamos que ha sido el mismo Buda - el poder de la Compasión y la Sabiduría - lo que ha estado operando dentro de nosotros desde el principio de los tiempos.
"Así como el sol sale por el Oriente y vence la oscuridad y hace crecer a todos los seres, el Buda se mezcla entre los seres, destruye el mal y alienta el bien. Otorga la luz de la clarividencia, destierra la tiniebla de la ignorancia y los conduce a la Iluminación".
"El Buda es el padre de la compasión y la madre de la misericordia. Los seres se comportan como dementes manejados por el deseo y la ignorancia. El Buda también actúa como un demente movido por la compasión para salvarlos. Sin su misericordia no puede haber salvación, y como hijos del Buda, debemos seguir su Camino de Liberación".
Por todo esto, en el Verdadero Budismo, el Buda nunca murió, sino que descartó su cuerpo finito para revelarnos el Infinito. Los Sutras nos dicen: "Porque la ignorancia humana no tiene límite, la obra del Buda es interminable. Porque la profundidad del pecado humano es inalcanzable, la misericordia del Buda es infinita." Sus enseñanzas y su trabajo continúan hoy día a través de millones de personas en todo el mundo, y continuarán, hasta el fin de los tiempos.