Tal vez uno de los maestros del Periodo Kamakura más conocidos en Occidente es el Maestro Dogen (1200–1253), otro monje Tendai japonés que partió a China - inspirado por el Maestro Eisai, quien vimos anteriormente - en búsqueda del Zen (Chan) y fundó así en Japón la primera escuela Zen independiente, basada en el linaje Soto Zen. Dogen, como la mayoría de los maestros del Periodo Kamakura, fue un escritor prolífico, pero a diferencia de otros, como Honen, Shinran y Nichiren, no escribía necesariamente a lectores y devotos laicos, sino principalmente a monásticos. Dogen, como veremos, si bien creía - al igual que todos los maestros del Periodo Kamakura - que vivíamos en la Era Final del Dharma (Mappo), no compartía la visión pesimista de sus contemporáneos, y por medio de su vida, sus obras y su práctica, mostró que todos pueden aspirar a alcanzar el Despertar en esta vida, por medio de la práctica única del Zazen - la meditación sentada.
El Maestro Dogen, como Eisai, Honen y Shinran, nació de una familia aristocrática de Kioto. Su padre era un funcionario de alto rango del gobierno, por lo que Dogen se crió en un entorno privilegiado con acceso a la educación y a oportunidades culturales que permitieron que luego en su vida dedicara a su misión budista. A pesar de su educación privilegiada, Dogen enfrentó varios desafíos en sus primeros años. Su madre murió cuando él era joven, una pérdida significativa para él. También luchó con problemas de salud que afectaron su práctica budista. A temprana edad, Dogen fue enviado a estudiar a un templo local, lo que lo motivó a estudiar y ordenarse en el principal centro de educación budista de Japón, Enryakuji, la sede del Budismo Tendai, en el Monte Hiei. Allí, estudió tanto la doctrina exotérica como esotérica (Mikkyo).
A los 24 años, Dogen tuvo un profundo despertar espiritual mientras leía un pasaje del Sutra del Loto, la escritura principal de la escuela Tendai. Esta experiencia marcó un punto de inflexión en la vida de Dogen y lo puso en un camino de búsqueda e indagación espiritual. No obstante, Dogen se encontraba a veces abrumado por la profundidad y la complejidad de las doctrinas Tendai. Según sus escritos de este período, una sola pregunta lo atormentó con respecto a la doctrina Tendai:
"Mientras estudio las escuelas exotéricas y esotéricas del Budismo, todas sostienen que los seres humanos están dotados de la Naturaleza del Dharma por nacimiento. Si este es el caso, ¿por qué los Budas de todas las épocas —sin duda en posesión de la Iluminación— consideraron necesario buscar la Iluminación y dedicarse a la práctica espiritual?"
De acuerdo con sus escritos, no encontró una respuesta satisfactoria por parte de sus maestros. Sin embargo, este es un mito en la hagiografía (biografía que está diseñada para servir a una agenda política institucional) de Dogen, pues como veremos, la escuela Tendai ya poseía esta respuesta, y fue esta respuesta (ya inherente en la doctrina Tendai) la que formó la espina dorsal de su reforma.
Sintiéndose desilusionado con la mundaneidad que permeaba todas las instituciones budistas de su época, Dogen decidió viajar por la nación en búsqueda de un lugar de práctica genuino, alejado de los problemas de la corte imperial. Así, viajó al templo Kennninji, donde se encontraba el Maestro Eisai, quien hace unas décadas había intentado de introducir el linaje Rinzai del Zen en Japón. Dogen quedó muy impresionado por la enseñanza y la práctica de Eisai (quien lamentablemente murió un año más tarde), por lo que decidió partir con el discípulo principal de Eisai, Myozen, a China para profundizar su conocimiento del Zen.
En 1223, Dogen emprendió un peligroso viaje a través del mar hacia China junto a Myozen. El viaje era peligroso y Dogen y sus compañeros enfrentaron varios desafíos, incluido un naufragio y un ataque pirata. A pesar de estos reveses, Dogen no se dejó intimidar y finalmente logró llegar a China. Durante este tiempo, Dogen visitó varios monasterios y profundizó su comprensión del Zen. Estudió con varios otros maestros Zen, incluido Nyojo, quien se convertiría en uno de sus amigos y seguidores más cercanos. Incluso, Dogen visitó el Monte Tientai, la sede de su escuela madre, pero encontró que incluso el Zen (Chan) se había difundido en la montaña. No obstante, Dogen estuvo poco impresionado por el estado del Zen en China en esos días, lo que influenciaría el estricto régimen monástico que instituiría años más tarde. En 1225, decidió visitar a un maestro llamado Rujing (Nyojo), el decimotercer patriarca del linaje Caodong (Soto) del Budismo Zen, en el templo Tiantong del monte Tiantong (Tendozan) en Níngbō. Se decía que Rujing tenía un estilo de Chan diferente al de los otros maestros que Dogen había conocido hasta entonces. En escritos posteriores, Dogen se refirió a Rujing como "el viejo Buda". Además, describió afectuosamente tanto a Rujing como a Myozen como Senshi ("antiguos maestros"). Bajo la dirección de Rujing, Dogen alcanzó la liberación del cuerpo y la mente al escuchar al maestro decir: "deshazte del cuerpo y la mente". Esta frase seguiría teniendo gran importancia para Dogen durante toda su vida. Myozen murió poco después de que Dogen llegara al Monte Tiantong. En 1227, Dogen recibió la transmisión del Dharma de Rujing, y comentó cómo finalmente había resuelto su "búsqueda de la gran cuestión de la vida".
El Maestro Dogen regresó a Japón en 1227 o 1228 y se quedó en Kenninji, donde se había entrenado anteriormente. Una de sus primeras acciones al regresar fue escribir el Fukanzazengi (Instrucciones Universalmente Recomendadas para el Zazen), un texto breve que enfatizaba la importancia del Zazen (meditación sentada) y daba instrucciones para ello. Sin embargo, pronto surgió tensión cuando la comunidad budista predominante (Tendai, avalada por la corte imperial) comenzó a tomar medidas para suprimir tanto el Zen como el Jodo Shinshu, las nuevas formas de Budismo en Japón. Ante esta tensión, Dogen abandonó el dominio Tendai de Kioto en 1230 y se instaló en un templo abandonado en lo que hoy es la ciudad de Uji, al sur de Kioto.
En 1243, Hatano Yoshishige ofreció trasladar la comunidad de Dogen a la provincia de Echizen, muy al norte de Kioto. Dogen aceptó debido a la tensión que había con la comunidad Tendai y a la creciente competencia de la escuela Rinzai. Sus seguidores construyeron allí un centro integral de práctica, al que llamaron Templo Daibutsuji. Mientras se realizaban las obras, Dogen vivía y enseñaba en el Templo Yoshimine-dera (Kippoji), que se encuentra cerca de Daibutsuji. Durante su estancia en Kippoji, Dōgen cayó en una depresión. Esto marcó un punto de inflexión en su vida, dando paso a una "crítica rigurosa del Zen Rinzai". En 1246, Dogen renombró Daibutsuji, llamándolo Eiheiji. Este templo sigue siendo uno de los dos templos principales de la escuela Soto Zen en Japón en la actualidad, el otro es Sojiji. Dogen pasó el resto de su vida enseñando y escribiendo en Eiheiji, donde llegó a infundir el Zazen, la Meditación, en todos los aspectos de la vida monástica, haciendo que el Zazen fuera al aire que se respirara con cada movimiento, desde la mañana hasta la noche, en la vida de los monjes. Incluso actividades como el ir al baño y lavarse los dientes fue ritualizado e infundido con el Zen.
Pero estos eran tiempos de cambio, y el poder estaba pasando de las manos de la corte imperial a los jefes guerreros (Daimyos), por lo que Dogen pudo leer el cambio en el aire y ver su ventaja en aliarse con la casta guerrera en Kamakura en vez de la corte imperial en Kioto. Esto fue lo que motivó a Dogen a crear una escuela Zen independiente del Zen ya existente en la escuela Tendai. En 1247, el regente del recién instalado Shogun, Hojo Tokiyori, invitó a Dogen a ir a Kamakura para enseñarle. Dogen hizo el largo viaje al este para proporcionar al Shogun la ordenación laica, y luego regresó a Eiheiji en 1248. En el otoño de 1252, Dogen enfermó y pronto no mostró signos de recuperación. Presentó sus hábitos a su principal aprendiz, Koun Ejo, convirtiéndolo en abad de Eiheiji.
Por invitación de Hatano Yoshishige, Dōgen partió hacia Kioto en busca de un remedio para su enfermedad. En 1253, poco después de llegar a Kioto, Dogen murió acostado en meditación. Todos sus escritos fueron recopilados durante su vida en lo que hoy se conoce como su obra maestra, el Shobogenzo (Tesorería del Verdadero Ojo del Dharma), que recoje sus sermones formales, aunque existen otras copilaciones hechas por su discípulo Ejo.
Como recordaremos, el Budismo Zen ya había sido traído a Japón por el Gran Maestro Saicho en el Siglo VIII luego de su regreso a China, pero sus enseñanzas fueron eclipsadas por las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y los Patriarcas Tiantai. El Zen en la escuela Tendai, para todos los propósitos, era un acercamiento a los Preceptos (los Preceptos de Una Sola Mente de Bodhidharma) y a la práctica de la meditación desde nuestra Naturaleza Búdica Innata en la vida diaria. Igualmente, la meditación ya era parte principal del currículo Tendai, siendo el Zazen uno de los Cuatro Samadhis (Zanmai) formalizados por el Gran Maestro Chih-i en el Siglo VI, siendo el Zazen el "Samadhi Sentado" (Joza Zanmai), y el Kinhin el "Samadhi Sentado y Caminando" (Hagyo Hanza Zanmai). Por ello, ni el Zen ni la práctica de la meditación Zazen (meditación sentada), ni el Kinhin (meditación caminando), ni la aplicación del Zen en la vida diaria (el cuarto Samadhi o Hiko Hiza Zanmai) eran nada nuevo en la escuela Tendai.
La inovación o reforma del Maestro Dogen estriba en la creación de la primera escuela independiente del Zen en Japón (Eisai y sus discípulos inmediatos se mantuvieron como monjes Tendai todas sus vidas), y una hermenéutica de la práctica budista basada exclusivamente en la meditación sentada (Zazen Shikan Taza). Así, como todos los Reformadores del Periodo Kamakura, el Maestro Dogen tomó una enseñanza y una práctica de la Gran Tesorería del Dharma de la Tradición del Loto de la escuela Tendai y fundó una escuela independiente basada en la misma, reemplazando los Patriarcas de la Tradición del Loto por los de la Tradición Zen (Chan). No obstante, como veremos - para desconocimiento de muchos practicantes Zen - Dogen mantuvo sus fundamentos Tendai en su corazón en su enseñanza y en su práctica, como la doctrina de la Iluminación Original, la Naturaleza Búdica Innata, la primacía del Sutra del Loto (el Sutra que Dogen más citó en sus escritos), entre otros, aunque haya reemplazado las formas externas por las adquiridas de la Tradición Zen tardía en China. Veremos algunas de ellas en nuestro estudio de sus escritos.
Así, podemos concluir que el Maestro Dogen, siguiendo los pasos de Eisai, seleccionó la práctica exclusiva de la Meditación (Zazen) - sin el uso de Koanes - buscando enfocarnos en la accesibilidad de la Budeidad en el aquí y ahora.
El Maestro Dogen escribió y vivió la Meditación. Sus escritos son como las notas de un viajero que nos cuenta las maravillas del viaje hacia el Corazón mismo de la Existencia que es la Meditación. Leer sus líneas es como sumergirse en las profundidades del Océano de la Meditación en el Dharma. Si bien Dogen no es tan explícitamente un reformador religioso como lo fue Honen y Shinran, donde la religiosidad era accesada por medio de la práctica, la religiosidad de Dogen se encuentra implícita en la práctica. La religosidad y la práctica, al igual que para Shinran, son inseparables en la práctica. Así, Dogen guarda cierta relación con Shinran en el acercamiento al Buda Eterno en la inseparabilidad de la práctica y la realización (unidad con el Buda).
El primer escrito del Maestro Dogen fue el Fukanzazengi, que se puede traducir como "Recomendación Universal para la Práctica del Zazen o la Meditación Sentada". El mismo no es solo el primer escrito de Dogen, sino que resume en pocas hojas la totalidad de su acercamiento a la teoría y la práctica budista dentro del Soto Zen, al punto de que todos los demás escritos de su vida pueden ser considerados un comentario al mismo. Veamos el mismo a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas de la Tradición del Loto.
Recomendación Universal para la Práctica del Zazen o la Meditación Sentada
El Maestro Dogen creía que, si bien habíamos entrado en la Era Final del Dharma (Msppo), donde la Institución Budista y los seres - dado a la Oscuridad de la Ignorancia que permea la Era - eran menos propensos a beneficiarse del Dharma, todos podían manifestar su Budeidad Innata y alcanzar le Despertar, ya que todos poseen la Naturaleza Búdica. Si bien el Buda nos legó 84,000 formas de manifestarla, para Dogen, no existe ,ejor método que la Meditación (Zazen). Por ello, en su primer escrito, el Maestro Dogen insta a todos los devotos budistas a practicar la Meditación. Dogen nos dice:
"El camino es básicamente perfecto y omnipresente. ¿Cómo podría depender de la práctica y la realización? El vehículo del dharma es libre y sin trabas. ¿Qué necesidad hay de un esfuerzo concentrado?"
El "Camino" se refiere al Camino Budista - el camino (Budismo) de todos los seres a la Budeidad - el cual define como "perfecto y omnipresente". Dado a que es perfecto y se encuentra en todo el Cosmos, ¿qué necesidad hay de practicar? Esto nos recuerda a la "inquietud" que hizo que Dogen partiera del Monte Hiei hacia China en búsqueda de una respuesta. En estas líneas, el Maestro Dogen hace referencia indirecta la doctrina Tendai de la Iluminación Original (Hongaku Shisho).
En el Budismo Tendai, la "Iluminación Original" denota un conjunto de doctrinas y conceptos asociados con la proposición de que todos los seres estan iluminados innatamente. El término "Iluminación Original" tiene su origen en “El Despertar de la Fe en el Mahayana” del filósofo Asvaghosha, donde se refiere a la Verdadera Talidad (Tathata) considerada bajo el aspecto de la conciencia ilusoria convencional y, por lo tanto, denota el potencial de Iluminación en los seres no iluminados. Para Asvaghosha, una mente originalmente pura, que entra en contacto con las contaminaciones, da lugar al mundo fenoménico.
La doctrina de la Iluminación Original consiste en dos movimientos filosóficos. Primero, la idea Mahayana de la no-dualidad es llevada a su conclusión final. Todos los fenómenos existentes, al estar vacíos de una naturaleza independiente, son vistos como interpenetrados y mutuamente identificados. Este movimiento niega cualquier diferencia ontológica entre lo ordinario y lo sagrado, entre las personas comunes y el Buda, el mundo mundano y la Tierra Pura, uno mismo y el otro, y así sucesivamente. Todas las distinciones convencionales del mundo fenoménico se derrumban de este modo en un gran avance hacia un reino no diferenciado e indiferenciado. Segundo, sobre la base de esta percepción de la no dualidad absoluta, uno "regresa", por así decirlo, al mundo fenoménico, afirmando sus distinciones relativas, tal como son, como expresiones de la realidad no dual última o la iluminación original. Esto revela la genesis de esta doctrina en las enseñanzas del Sutra Avatamsaka, con su doctrina de la total inter-penetración e interconexión de todos los fenómenos, y del Sutra del Loto con su monismo abosluto místico, la doctrina de la Naturaleza Búdica, la capacidad de todos los seres de alcanzar la Iluminación y la salvación de las personas malvadas.
Varios académicos budistas han detallado varias características de la doctrina de la Iluminación Original:
1. Énfasis en el potencial soteriológico de un solo momento - En un nivel retórico, el logro de la Budeidad como un proceso lineal de cultivo y logro se descarta como una visión inferior; se dice que la liberación ocurre en un solo momento.
2. Suficiencia del primer paso - Se dice ahora que lo que tradicionalmente se había considerado como un simple paso inicial hacia la Iluminación (la Fe, la etapa de la Identidad Verbal o un simple acto de práctica) contiene todo el Camino.
3. Condicion individual - Se dice que la liberación depende, no de una variedad de buenos actos, sino en un solo factor.
4. Negación del poder obstructivo del mal karma - La conexión causal entre la moralidad y la salvación es relajada, ya que la liberación ya no está directamente vinculada a la erradicación del pecado o la producción de mérito.
Esta doctrina es fundamentada canónicamente tanto en el Canon Budista, principalmente en el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores), el Sutra del Loto, y el Sutra del Nirvana, entre otros, así como en los Tratados de los Grandes Maestros.
Así, todo el Cosmos, los seres y los fenómenos son manifestaciones de la Iluminació Original, que es una constelación de doctrinas y conceptos como la Talidad (Tathata), la Vacuidad (Sunyata), Naturaleza del Dharma (Dharmata), la Naturaleza Búdica (Tathagatagarbha), etc. Esto nos muestra que no sólo los seres humanos, sino que las hormigas y los grillos, montañas y ríos, pastos y árboles son innatamente Budas. Los Budas que aparecen en los Sutras (Tathagatas, o "Aquellos que Provienen de la Unidad o Talidad"), con luz radiante y dotados de excelentes marcas, son signos meramente provisionales. El Buda "real" es el Cosmos, el mundano ordinario. De hecho, todo el mundo fenoménico es el Buda primordialmente iluminado - el Cuerpo del Buda Eterno.
El Maestro Dogen seleccionó la práctica única del Zazen (Meditación Sentada) de entre el repertorio del Depósito de la Fe de la Tradición del Loto, la defendió exclusivamente y destacó su simplicidad. En su Fukanzazengi, afirma: "La única puerta de entrada del Zen es suprema". Con esta convicción, insistió en la práctica singular del Zazen y la defendió como la práctica más sencilla que se aplica tanto a las personas intelectuales como a las ignorantes.
En resumidas, la doctrina Tendai de la Iluminación Original (Hongaku Shiso) sostiene que la Budeidad no es algo que se logra como una meta externa, sino que es inherente desde el principio; uno solo tiene que darse cuenta de ello. Esta doctrina es la responsable de la enseñanza de que todos los seres sin distinción, así como los animales, las plantas y los objetos inanimados son manifestaciones de la Talidad (Tathata) y por ello pueden alcanzar el Despertar. Otro tema evidente en los escritos de Dogen.
En el caso del Maestro Dogen, la doctrina de la Iluminación Original se ve evidenciada en sus escritos en su enseñanza sobre la unidad de la práctica y la Iluminación, y su identificación de personas antes de practicar con el Buda Original o la Iluminación. Comparándo el pensamiento de Dogen con los puntos expuestos por Stone arriba: (1) Dogen enfatizó, no un momento específico en el curso de la vida, sino el "absoluto momento" en el que la práctica y la Iluminación son inseparables. (2) El mero acto de sentarse en Zazen equivale a la Budeidad. (3) Dado a que estamos iluminados originalmente y gracias a la Originación Dependiente, ya somos Budas; el Zazen actualiza nuestra Budeidad. (4) Dado a que la Iluminación se encuentra en el momento presente, no existe mal karma que obstaculice nuestra Budeidad Innata.
Al comenzar con estas líneas en su primer escrito, el Maestro Dogen afirma su creencia y aceptación de la doctrina Tendai de la Iluminación Original, y nos hace preguntarnos: Si todos estamos Iluminados innatamente, ¿por qué es necesaria la práctica? Un mal entendimiento de esta doctrina puede llevar a la herejía de pensar que la práctica budista no es necesaria, cuando de hecho, es fundamental e inequívocamente necesaria para poder actualizar (manifestar) lo que solo existe en potencialidad. Para Dogen (y para la Tradición Budista en general), aunque estamos innatamente Iluminados, debemos de practicar [la Meditación] para poder manifestar nuestra Budeidad Innata. Como nos dice Dogen en otro de sus escritos que estudiaremos prontamente, el Bendowa ("Sobre el esfuerzo del Camino"):
"Aunque el Dharma se encuentra inherente en todas las personas, sin la práctica, no está presente; si no es verificado, no es alcanzado".
Aquí, "Dharma" se refiere a la Budeidad Innata o Naturaleza Búdica (el Espíritu del Buda) en todos los seres, al cual si bien existe innatamente en todos, se encuentra encerrado en Kleshas (Bonno - "coberturas" o "impurezas"), generadas por la Oscuridad de la Ignorancia Fundamental y el mal Karma cometido por los seres inmemorialmente, que no le permiten manifestarse. Esto es reiterado por el mismo Maestro Dogen en muchos de sus escritos. Si bien existen muchas formas de remover estas oscuraciones (Dogen aprendió las mismas en sus años de formación en el Monte Hiei), para Dogen, el mejor método para todas las personas es la Meditación Sentada, el Zazen.
El Maestro Dogen continúa diciendo:
"En verdad, el cuerpo entero está mucho más allá del polvo del mundo. ¿Quién podría creer en un medio para limpiarlo? Nunca está separado de uno, justo donde uno está. ¿De qué sirve ir de aquí para allá a practicar? Y sin embargo, si hay la más mínima discrepancia, el Camino está tan distante como el Cielo de la Tierra. Si surge el más mínimo agrado o desagrado, la mente se pierde en la confusión."
En estas líneas, el Maestro Dogen nos dice que el Verdadero Cuerpo del Buda Eterno (el Absoluto o la Unidad Fundamental - la Verdad Absoluta - el Nirvana) se encuentra "más allá del polvo del mundo", del Samsara, y sin embargo, estan muy cerca y son uno y lo mismo - "Nunca está separado de uno, justo donde uno está". ¿Cómo podemos reconicliar ambas líneas? El Maestro Dogen recurre a la contradicción para romper nuestros patrones habituales y permitirnos vislumbrar su pensamiento, la Unidad Fundamental, la Talidad. Esto hace referencia a otra doctrina Tendai llamada la Triple Verdad.
La Triple Verdad tiene su genesis en los escritos de Nagarjuna con las dos Verdades. La doctrina de las Dos Verdades diferencia entre dos niveles de “Satya”, que significa “verdad” o "que realmente existe" en el discurso del Buda: (1) la verdad "convencional" o "provisional" (saṁvṛti), y (2) la verdad "última" (paramārtha). Para Nagarjuna, las dos verdades son verdades epistemológicas. El mundo fenoménico se concede una existencia provisional. Se declara que el carácter del mundo fenoménico no es ni real ni irreal, sino lógicamente indeterminable. En última instancia, los fenómenos están vacíos (Sunyata) de un ser o esencia inherente, pero existen dependiendo de otros fenómenos (Pratītyasamutpāda – Originación Dependiente).
La Triple Verdad es una doctrina Tendai que lleva las dos Verdades de Nagarjuna y la Escuela Madhyamaka a su culminación. La Triple Verdad se concretizó con los escritos del Gran Maestro Chih-i, el fundador de la escuela Tendai (Tientai) en China. La Triple Verdad es: (1) Vacuidad, o que todas las cosas surgen de acuerdo a causas y condiciones, la Unidad Fundamental - el Nirvana, (2) Convencionalidad, o reafirmación de la importancia del mundo mundano - aunque todo es Vacuidad, las cosas existen convencional y provisionalmente en el Samsara; y (3) el Camino Medio o la afirmación de la Vacuidad y la Realidad Convencional de todas las cosas. La Verdad de la Unidad Fundamental, la Existencia Temporaria de la Dualidad y el Camino Medio: tres fases de la Verdad formuladas por el Gran Maestro Chih-i y el fundamento de la escuela Tendai. La Verdad de la Unidad Fundamental (Ku) significa que los fenómenos emanan de una misma Fuente (la Talidad) y estan interconectados, por lo que carecen de sustancia y están en un estado potencial que trasciende los conceptos de existencia y de no existencia. La Verdad de la Existencia Temporaria o Dualidad (Ke) significa que todas las cosas, aunque por naturaleza carecen de sustancia, poseen una realidad temporaria que está sometida a un flujo constante. La Verdad del Camino Medio (Chu) significa que todos los fenómenos son, a la vez, no sustanciales (Uno) y temporarios (Muchos), pero que, sin embargo, en Esencia, no son ni una cosa ni la otra. Ku, Ke, y Chu indican, respectivamente, los tres aspectos de un fenómeno: su dependencia de las condiciones de la relación de causalidad, su existencia temporal, y su Verdadera Naturaleza. Estos tres aspectos no pueden ser independientes uno del otro. Esta doctrina ocupa una posición central en el Budismo Tendai y es considerada como la enseñanza máxima del Buda. Es por eso que es una doctrina recurrente en los escritos de Dogen.
En las líneas de arriba, el Maestro Dogen nos dice que si bien todos los seres son una manifestación del Verdadero Cuerpo del Buda - la Unidad Fundamental (Triple Verdad) - y poseen su Espíritu innatamente, su Naturaleza Búdica, por lo que todos estan innatamente iluminados (Iluminación Original), dado a la Oscuridad de la Ignorancia, su Budeidad Innata se ve oscurecida, por lo que es necesario de la práctica para manifestarla. Sin embargo, si pensamos que esto es algo que alcanzamos fuera de nosotros, estamos errados - "si hay la más mínima discrepancia, el Camino está tan distante como el Cielo de la Tierra" . Esto también hace eco de las enseñanzas del tercer patriarca Zen Sengcan, quien en su poema Confianza en la Mente dice:
El Maestro Dogen reitera la necesidad de la práctica en este y todos sus escritos, aún luego de haber alcanzado la Iluminación. Incluso cuando hayamos alcanzado el "Verdadero Cuerpo del Buda", la Unidad Fundamental o el Nirvana, si tenemos un pensamiento, nos separamos. Es por eso que Dogen nos dice:
"Supongamos que uno se enorgullece de su comprensión e infla su propia Iluminación, vislumbrando la Sabiduría que corre a través de todas las cosas, alcanzando el Camino y clarificando la Mente, levantando una aspiración a escalar el mismísimo Cielo. Uno está haciendo las excursiones iniciales, parciales, por las fronteras, pero todavía es algo deficiente en el camino vital de la emancipación total."
Para el Maestro Dogen (diferente del Maestro Eisai), el Despertar no es algo súbito, sino algo gradual. No existe un solo "Despertar", sino muchos "Despertares" que manifiestan nuestra Budeidad Innata. Esto es uno de los elementos que diferencian el Rinzai Zen del Soto Zen. El Rinzai Zen cree en el Despertar Súbito, como resultado de la "Gran Duda". Como nos dice un famoso maestro Zen Rinzai llamado Hakuin (1686-1769), quien comienza su famoso Himno al Zazen (Zazenwasan), igual que Dogen, diciendo: "Los seres sintientes son originalmente Budas", y termina el mismo con: "Este mismo cuerpo es el Buda". Si bien Dogen como Hakuin se fundamentan en la doctrina Tendai de la Iluminación Original, ambos difieren en el acercamiento a la práctica. Para el Maestro Hakuin (como lo era para Eisai), uno despierta a su Budeidad Innata por medio del Koan, despertando la "Gran Duda", la cual es resuelta pasando por la "Puerta Sin Puerta", llegando a la Realización (Kensho) de su Budeidad Innata. Para el Maestro Dogen y la escuela Soto, uno "Solo se sienta en Zazen" y manifiesta su Budeidad Innata, alcanzando el Despertar y la Budeidad gradualmente - la "Iluminación Silenciosa" - con fe en su Budeidad Innata. Así, el Zazen (la práctica) es la manifestación de nuestra Budeidad. Indiferentemente, la práctica budista es necesaria para manifestar nuestra Budeidad Innata. El Maestro Dogen nos dice:
"¿Necesito mencionar al Buda, que poseía conocimiento innato? La influencia de sus seis años de estar sentado erguido todavía es notable. ¿O la transmisión del sello mental de Bodhidharma? La fama de sus nueve años de estar sentado en la pared se celebra hasta el día de hoy. Si esto era así con los santos de la antigüedad, ¿cómo podemos hoy prescindir de la negociación del Camino? Por lo tanto, debes dejar de practicar la comprensión intelectual, la búsqueda de palabras y el seguimiento del habla, y aprender el paso hacia atrás que vuelve tu luz hacia el interior para iluminar tu ser. El cuerpo y la mente por sí mismos desaparecerán, y tu rostro original se manifestará. Si quieres alcanzar la Talidad, debes practicar la Talidad sin demora."
Aquí el Maestro Dogen nos dice que el mismo Buda tuvo que practicar para manifestar su Budeidad Innata por seis años hasta manifestarla completamente bajo el Arbol Bodhi. Si el Buda mismo (quien fue la encarnación del Buda Eterno, el Alma del Cosmos, quien apareció en este mundo para revelarnos su Dharma Eterno de Salvación y el método a nuestro propio Despertar) tuvo que practicar, ¿qué nos exime a nosotros de la práctica? Igualmente, quien es considerado el primer patriarca del Zen (trayéndolo de la India a China), Bodhidharma (Siglo V o VI EC), tuvo que practicar por nueve años mirando una pared. Así, Dogen nos muestra que ni los Inmortales (Budas) ni los mortales comunes (maestros) estan excentos de la práctica.
Así, el Maestro Dogen nos muestra que la Meditación Sentada (Zazen) es una forma de encarnar la Talidad (Tathata), lo que yo llamo "Comulgar con el Buda Eterno". Para Dogen, la práctica (Zazen) es la Realización (Iluminación - Nirvana). La práctica no es un medio para un fin, sino el fin mismo; la manifestación de nuestra Iluminación Original. Esto es codificado por el Maestro Dogen en su famosa afirmación "la unidad de la práctica y la Iluminación". Es por eso que ahora, el Maestro Dogen nos da sus propias instrucciones en la práctica del Zazen.