Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 11 de septiembre de 2022

El Camino Budista: Practicando el Budismo en Sociedad - Ciclo de Lecturas sobre el Sutra de Vimalakirti I

 Hoy, comenzamos un nuevo ciclo de lecturas para el beneficio de toda nuestra comunidad hispana. El texto central del mismo en este momento es el Sutra de Vimalakirti (Yuimakyo), donde se expone el ideal laico del practicante budista en medio de la sociedad. Este es un Sutra hermoso y sumamente importante, sobre todo en nuestros días, donde muchas veces no encontramos cómo podemos aplicar el Dharma efectivamente en nuestras vidas y en nuestro trato diario con la sociedad. 

El Sutra de Vimalakirti posee tres enseñanzas importantes: (1) Todos los seres pueden practicar el Budismo en medio de la sociedad y de sus vidas mundanas. No es necesario abandonar el mundo y buscar la paz y la soledad, sino que el Budismo realmente fue revelado para nuestra práctica en comunidad y en sociedad. (2) Todos los seres pueden alcanzar el Despertar. No es necesario estar ordenado para ser un buen practicante budista. (3) Todos estamos intrínsecamente interconectados, y somos parte de una Unidad Fundamental. Esta es la no-dualidad absoluta, y podemos accesar esta Unidad y ser transformados por ella por medio de nuestra práctica budista.

En esta serie, presentaremos extractos del Sutra de Vimalakirti con una breve exégesis o comentario, basado en las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y la escuela Tendai, con énfasis en cómo el mismo ilumina nuestra práctica y nuestras vidas. Espero que el mismo sea para el beneficio de toda la comunidad budista hispana y de todos los seres sintientes.

Capítulo 1 - Purificando las Tierras Búdicas

El Sutra de Vimalakirti fue un sermón predicado por el Buda Shakyamuni donde presenta las más altas enseñanzas del periodo Mahayana, como la no-dualidad o la Vacuidad, el rol del Bodhisattva, y la capacidad de todos los seres de alcanzar el Despertar. Pero mucho más que eso, en muchos sentidos, el Sutra de Vimalakirti es un Sutra Tierra Pura, pues en el mismo se revela la naturaleza de las Tierras Puras y la Verdadera Naturaleza de la Realidad. De hecho, el Sutra afirma que este mundo en el cual vivimos es, de hecho, una Tierra Pura, la Tierra Pura de la Luz Serena del Buda Shakyamuni, pero nosotros no lo vemos dado a nuestros deseos, pasioes y obstrucciones kármicas. Cuando purificamos nuestras mentes, vemos el mundo purificado como una Tierra Pura. Esto es lo que debemos de tener en mente mientras leamos y estudiemos el Sutra.

"Así he oído. Una vez el Buda residía en el jardín de Amrapali, en la ciudad de Vaisali, a la que asistió una gran reunión. Habían ocho mil bhikshus, todos santos. Estaban libres de impurezas y aflicciones, y todos habían alcanzado el dominio de sí mismos. Sus mentes fueron enteramente liberadas por el conocimiento perfecto. Eran tranquilos y dignos, como los elefantes reales. Habían cumplido su trabajo, hecho lo que tenían que hacer, deshaciéndose de sus cargas, logrando sus objetivos y destruyendo totalmente los lazos de la existencia. Todos ellos habían alcanzado la máxima perfección de cada forma de control mental.

"Habían treinta y dos mil Bodhisattvas, grandes héroes espirituales que fueron aclamados universalmente. Fueron dedicados a través de la actividad penetrante de sus grandes superconocimientos y fueron sostenidos por la gracia de Buda. Guardianes de la ciudad de Dharma, defendieron la verdadera doctrina y sus grandes enseñanzas resonaron como el rugido del león en las diez direcciones."

El Sutra de Vimalakirti comienza con la frase canónica, "Así he oído". Esto significa que lo que comenzaremos a leer fue un sermón daod por el Buda mientras vivía físicamente en el mundo, y que le mismo fue recordado y recitado por su primo y discípulo más cercano, Ananda, tras el Parinirvana del Buda en el Primer Concilio Budista, y que desde entonces, fue pasado oralmente por siglos hasta que fue compuesto en el Sutra que hoy tenemos. Este sermón fue dado por el Buda mientras se encontraba en el jardín de Amrapali, en la ciudad de Vaisali, al Norte de la India. En ese momento, se encontraban alrededor de él miles de discípulos, todos Arhats o discípulos avanzados, y junto con ellos, se encontraban miles de Bodhisattvas, seres trascendentes que posponen su Despertar de la Budeidad por el bien de la salvación de todos los seres sintientes. Como veremos, este Sutra fue predicado para terminar de convertir a los discípulos Arhats - Hinayana - al Gran Vehículo del Mahayana del Bodhisattva. Solo los Bodhisattvas son los verdaderos Guardianes del Dharma y poseen la Verdadera Doctrina. El Budismo Primitivo predicado por el Buda antes del Mahayana fue solo un medio hábil para poder preparar las mentes y corazones de los seres para recibir las enseñanzas Mahayana. Sin embargo, muchos creyentes aun se aferraban a las enseñanzas primitivas y expedientes. Por eso el Sutra dice que estos discípulos habían alcanzado y logrado lo que debían alcanzar; ya habían completado ese escalón del Arhat y ahora debían continuar su camino por escalón del Bodhisattva. Es por eso que el Buda ahora les hablará sobre la superioridad del Mahayana. Ahora, el Sutra describe las virtudes de los Bodhisattvas.

"Sin tener que preguntar, eran los benefactores espirituales naturales de todos los seres vivos. Mantuvieron ininterrumpida la sucesión de las Tres Joyas, conquistando demonios y enemigos y abrumando a todos los críticos. Su atención plena, inteligencia, realización, meditación, encantamiento y elocuencia fueron perfeccionados. Habían alcanzado la tolerancia intuitiva de la incomprensibilidad última de todas las cosas. Giraron la Rueda irreversible del Dharma. Fueron estampados con la insignia de la falta de firma. Eran expertos en conocer las facultades espirituales de todos los seres vivos. Fueron valientes con la confianza que sobrepasa todas las asambleas. Habían reunido las grandes reservas de mérito y de sabiduría, y sus cuerpos, hermosos sin ornamentos, estaban adornados con todos los signos y marcas auspiciosos. Fueron exaltados en fama y gloria, como la elevada cima del Monte Sumeru. Su gran resolución, tan dura como el diamante, inquebrantable en su fe en el Buda, el Dharma y la Sangha, derramaron la lluvia de ambrosía que se libera por los rayos de luz de la joya del Dharma, que brilla en todas partes.

"Sus voces eran perfectas en dicción y resonancia, y versátiles en hablar todos los idiomas. Habían penetrado en el profundo principio de la relatividad y habían destruido la persistencia de los hábitos mentales instintivos subyacentes a todas las convicciones relativas a la finitud y la infinitud. Hablaban sin temor, como leones, sonando el trueno de la magnífica enseñanza. Sin igual, superaron toda medida. Eran los mejores capitanes para el viaje de descubrimiento de los tesoros del Dharma, las reservas de mérito y sabiduría."

Estos Bodhisattvas encarnaban lo que era verdaderamente el Dharma del Buda en todas sus formas. Eran ejemplos vivos del trabajo del Buda Eterno en el Cosmos. Poseían todos los poderes sobrenaturales necesarios para poder usar los medios hábiles y predicarles el Dharma y salvar a todos los seres sintientes en el mundo. Podían hablar todos los idiomas, lo que significa que podían predicar el Dharma sin hablar del Dharma. Podían llevar a los seres a la salvación sin llevarlos a la salvación. Podían transformar sus mentes y corazones y alejarlos del camino del mal, dirigrilos en el camino del bien, y poco a poco, transformaban el mundo. Este es el poder del camino budista.

"Habían cruzado el aterrador abismo de las malas migraciones y, sin embargo, asumieron la reencarnación voluntariamente en todas las migraciones para disciplinar a los seres vivos. Los grandes reyes de la medicina, entendiendo todas las enfermedades de las pasiones, podrían aplicar la medicina del Dharma de manera apropiada."

Estos Bodhisattvas eran discípulos avanzados del Buda, quienes decidieron renacer voluntariamente en los mundos bajos como el nuestro para poder encender la llama del Dharma y salvar a todos los seres de los malos caminos del Samsara, pues en última instancia, este es el verdadero rol y destino de todos los seres, pues el Nirvana no es un destino final, como el Buda lo predicó expedientemente antes de su revelación final de su Dharma Eterno en el Sutra del Loto, sino que es un estado de vida y del alma que podemos experimentar en cada vida, en cada momento, cuando nos permitimos iluminar por la Gracia del Buda y sostenemos la Verdadera Naturaleza de la Realidad frente a nosotros, en nuestras mentes y corazones, en todo momento. 

"Eran minas inagotables de virtudes ilimitadas, y glorificaron innumerables Tieras Puras del Buda con el esplendor de estas virtudes. Confieren gran beneficio cuando se ven, escuchan o incluso se acercan. Si uno fuera a exaltarlos por innumerables cientos de miles de miles de eones, uno todavía no podía agotar su poderoso diluvio de virtudes."

El mensaje principal de este capítulo es que, cuando nos transformamos a nosotros mismos - interiormente - causalmente, transformamos el mundo. 

Ahora, el Buda no solo estaba rodeado en la asamblea por discípulos y Bodhisattvas, sino que se encontraban en ese momento muchos otros seres celestiales, que acompañaban al Buda en todo momento para poder beneficiarse iguamente de su Dharma. 

"El Buda, rodeado así y venerado por estas multitudes de cientos de miles de seres vivos, se sentó en un majestuoso trono de león y comenzó a enseñar el Dharma. Dominando a todas las multitudes, al igual que Sumeru, el rey de las montañas, se alza sobre los océanos, el Buda brillaba, irradiaba e iluminaba todo mientras se sentaba en su magnífico trono de león."

Entonces, en ese momento, un Bodhisattva llamado Ratnakara, con quinientos jóvenes, cada uno con un parasol precioso hecho de siete tipos diferentes de joyas, se acercó al Buda, se inclinó a sus pies, y le presentó las mismas como ofrandas al Buda. Tan pronto como todos estos preciosos parasoles fueron colocados, de repente, por el poder milagroso del Buda, se transformaron en un solo dosel precioso tan grande que cubrió toda esta galaxia. Dentro del mismo, entonces, se pudo ver todo el Cosmos. En cada universo del gran Reino Dhármico, se podían ver a diferentes Budas predicando el Dharma y transformando a incontables seres sintientes. Todos en la asamblea se quedaron maravillados antes este milagro, y no pudieron contener su asombro, tanto que salieron lágrimas de alegría y piedad de sus ojos. Entonces, el Bodhisattva Ratnakara se postró nuevamente frente al Buda, juntó sus manos, y mirando al Bendito, recitó esta alabanza:

"Puros son tus ojos, amplios y hermosos, como los pétalos de un loto azul.
Puro es tu pensamiento, habiendo descubierto la suprema trascendencia de todos los Samadhis.
Inmensurable es el océano de tus virtudes, la acumulación de tus buenas obras.
Afirmas el camino de la paz.
¡Oh, gran asceta, reverencia a ti!"

El Buda apareció en este Mundo Saha para podernos revelar el Dharma, las Leyes Universales, aliviar nuestro sufrimiento, y brindarnos la salvación. Pero esto nunca implicó abandonar el mundo, pues este mundo, al igual que todos los mundos, es, como todo, una manifestación del Reino del Dharma. Este mundo del Samsara, como veremos, es igual al Nirvana. Ambos son dos caras de la misma moneda. El Nirvana no es algo fuera del Samsara, sino que es experimentar el Samsara desde los ojos del Buda, desde la Unidad Fundamental de la Existencia - ver las cosas y experimentarlas desde la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Cuando lo hacemos, podemos experimentar el Nirvana - la paz - en medio del mundo y la sociedad.

"Líder, domador de hombres, contemplamos la revelación de tu milagro.
Los campos magníficos y radiantes de los Sugatas aparecen ante nosotros,
Y tus extensas enseñanzas espirituales, conducen a la inmortalidad,
Haciéndose escuchar en todo el alcance del espacio."

Cada átomo, nos dice el Sutra Avatamsaka - el primer sermón dado por el Buda en el mundo - contiene infinitos mundos. Cada mundo contiene infinitos Budas. Todo es sagrado, nada es mundano. Todo es una manifestación de la Talidad (Tathata), y los Budas (Tathagatas) son los que vienen de la Talidad para podernos revelar esta Verdad. Cuando experimentamos nuestra Unidad Fundamental, podemos ser uno con el Buda y participar de su Vida Eterna. 

"Rey del Dharma, tú gobiernas con el Dharma tu supremo Reino del Dharma,
Y así otorgas los tesoros del Dharma a todos los seres vivos.
Experto en el análisis profundo de las cosas, enseñas su significado último.
Soberano Señor del Dharma, reverencia a ti."

El Buda vino al mundo a revelarnos el Dharma, las Leys Universales que rigen el Cosmos y la Existencia, pues estas son las Leyes de la Vida. Y este Dharma no fue predicado solo para unos pocos, sino para todos los seres sintientes, sin distinción alguna. En el Dharma, encontramos nuestro mapa para poder navegar a través de las viscicitudes de la vida, y llegar de Esta Orilla del Samsara, con su sufrimiento y dualidad, a la Otra Orilla del Nirvana, y poder experimentar nuestra Unidad Fundamental, para que cuando seamos transformados por esa experiencia, podamos volver al mundo con una infinta fuente inagotable de sabiduría y compasión, y poder transformar el mundo.

"Todas estas cosas surgen dependientemente, de causas,
Sin embargo, no son ni existentes ni inexistentes.
En esto no hay ser, ni experimentador, ni hacedor,
Sin embargo, ninguna acción, buena o mala, pierde sus efectos.
Tal es tu enseñanza."

Una de las enseñanzas principales budistas es que nada existe de forma independiente y separada del Todo, sino que todo está fundamentalmente interconectado. Todo surge de la Unidad y aparece en la dualidad, la multiplicidad, debido a causas y condiciones. Cuando esas causas y condiciones se dan, surgen los fenómenos de acuerdo con el Karma, y cuando esas causas y condiciones cesan, los fenómenos vuelven a su fuente original, así como olas que surgen en la superficie del mar. Pero las olas siempre fueron una con el gran océano. De igual forma, nosotros todos somos expresiones de esa Esencia y Fuente de Vida de la cual emana y que anima todo en el universo. Por ello, todo pensamiento, palabra y acción no solo nos afecta a nosotros, sino que afecta a todos los seres sintientes en el Cosmos.

"Oh Sakyamuni, conquistando la poderosa hueste de Mara,
Encontraste la paz, la inmortalidad y la felicidad de esa Iluminación Suprema,
Lo cual no es realizado por ninguno entre los heterodoxos,
Aunque detienen sus sentimientos, pensamientos y procesos mentales."

En el Budismo, Mara es la personificación del Mal, la ilusión de la dualidad y la separación. Mara son todos nuestros patrones mentales limitantes, nuestras dudas, nuestros deseos y pasiones desenfrenadas. Mara, entonces, es un aspecto fundamental de todos nosotros. El Buda, también, es una personificación de nuestra Naturaleza Búdica, nuestro potencial para transformarnos y Despertar a nuestra Unidad Fundamental. El Dharma nos da las herramientas para poder lograr este proceso y transformación, y alcanzar la Iluminación Suprema, es decir, convertirnos en Budas en esta vida y en este cuerpo. Cuando lo hacemos, alcanzamos la paz, la inmortalidad y la felicidad y podemos vivir con ella en nuestra alma en medio del mundo y del a sociedad, y no solo eso, sino que podemos ayudar a otros a alcanzar el mismo estado de vida. Si bien estas herramientas pueden ser encontradas en otras religiones y filosofías religiosas, solo el Budismo revela el Verdadero Dharma Eterno - la verdadera religión pura universal - y solo en el Budismo podemos alcanzar la meta final de la vida.

"Oh maravilloso rey del Dharma,
Giraste la rueda del Dharma ante los hombres y los dioses,
Su pureza de naturaleza, y su paz extrema;
Y así se revelaron las Tres Joyas."

En el corazón del Budismo se encuentra el Verdadero Refugio, el corazón mismo de la Existencia, manifestado como la Triple Joya del Buda, el Dharma y la Sangha. Estos son los tres pilares fundamentales del Dharma en el mundo. El Buda es el Cosmos, y a su vez, es el Alma del Cosmos, quien apareció en este mundo para revelarnos el Dharma, y brindarnos la salvación. Pero igualmente, el Buda es nuestra Naturaleza Búdica, nuestro potencial innato de alcanzar el Despertar de la Budeidad y manifestar el Nirvana en este mundo. El Dharma son las enseñanzas del Buda, nuestro mapa en la vida, el cual nos revela cómo podemos manifestar nuestra Budeidad Innata. Y la Sangha es la comunidad de sacerdotes y creyentes que ponen las enseñanzas del Buda en el mundo para revelar su verdadera naturaleza, la Tierra Pura. 

"Aquellos que están bien disciplinados por su precioso Dharma
Están libres de imaginaciones vanas y siempre profundamente pacíficas.
Doctor supremo, usted pone fin al nacimiento, a la descomposición, a la enfermedad y a la muerte.
¡Inconmensurable océano de virtud, reverencia a ti!"

Pero el Dharma es algo que debemos de aplicar en nuestras vidas diarias. Para que el Dharma manifieste su poder, debemos de aplicarlo voluntaria y conscientemente en nuestras vidas. Este mundo, con todas sus virtudes y defectos - muchos defectos - es el resultado de nuestras propias acciones. Somos los creadores del mundo y los autores de todo lo que ocurre en el mismo. 

"Al igual que en el monte Sumeru, no te conmueven ni el honor ni el desprecio.
Amas a los seres morales y los seres inmorales por igual.
Preparada en ecuanimidad, tu mente es como el cielo.
¿Quién no honraría una joya tan preciosa de un ser?"

Al igual que el Buda en la alabanza en el Sutra, el Dharma nos da el poder para poder mantenernos firmes y perseverar todas las viscicitudes de la vida, manteniéndonos ecuánimes en todo momento. Al comulgar con el Buda y nuestra Naturaleza Búdica periódicamente, por medio de la meditación y de otras prácticas budistas, podemos desarrollar las Cuatro Virtudes Ilimitadas de Bondad Amorosa, o dar placer o felicidad a los seres vivos; Compasión, o tratar de aliviar sus sufrimientos; Alegría, o de alegrarnos por las cosas positivas de otros; y Ecuanimidad, o abandonar los apegos a nuestros deseos y pasiones desenfrenadas y ser imparcial con todos. 

"Gran sabio, en todas estas multitudes reunidas aquí,
Que miran su rostro con corazones sinceros de fe.
Cada ser contempla al vencedor, justo antes de él.
Esta es una cualidad especial de Buda."

El Dharma también nos ayuda a reconocer la Naturaleza Búdica dentro de todos los seres sintienes, al igual que el Bodhisattva Jamás Despreciar del Sutra del Loto, quien no podía realizar ningún acto maligno contra ningún ser porque reconocía la Budeidad Innata dentro de todos. 

"Aunque el Buda habla con una sola voz,
Los presentes perciben esa misma voz de maneras diferentes,
Y cada uno entiende en su propio idioma según sus propias necesidades.
Esta es una cualidad especial del Buda."

El Buda predicó 84,000 enseñanzas, cada una diseñada para poder salvar a todos los seres, de acuerdo con sus distintas capacidades, naturalezas y necesidades. Esta es la razón principal por la que existen muchas escuelas budistas, pues cada escuela pudo interpretar - escuchar - el Dharma de acuerdo con su estación mental y progreso espiritual. Pero aunque existen muchas escuelas budistas, solo existe un solo Buda Dharma o Budismo, y ese Budismo Perfecto y Completo se encuentra en la Tradición del Loto de la escuela Tendai. Pero esta estrofa también apunta al hecho de que debemos de aplicar el Dharma apropiadamente en nuestras vidas. Es por eso que uno de las Virtudes o Paramitas Budistas Avanzadas es el Poder de los Medios Hábiles o Upaya Paramita, donde podemos aplicar el Dharma a las distintas necesidades y circunstancias de nuestras vidas, y para el beneficio particular de todos los seres sintientes. 

El Bodhisattva Ratnakara continúa su alabanza diciendo:

"Del acto del líder de hablar en una sola voz,
Algunos simplemente desarrollan un instinto para la enseñanza, otros obtienen realización,
Algunos encuentran la pacificación de todas sus dudas.
Esta es una cualidad especial del Buda.

"¡Obediencia a ustedes que mandan la fuerza del liderazgo y los diez poderes!
¡Obediencia a ustedes que son intrépidos, sin saber miedo!
¡Obediencia a ti, líder de todos los seres vivos!
¡Quien manifiesta plenamente las cualidades especiales!
¡Obediencia a ustedes que han cortado la atadura de todos los enemigos!
¡Obediencia a ustedes que, habiendo ido más allá, se mantienen firmes!
¡Obediencia a ustedes que salvan a los seres que sufren!
¡Obediencia a ustedes que no se quedan en las migraciones!

"Te asocias con seres vivos frecuentando sus migraciones.
Sin embargo, tu mente está liberada de todas las migraciones.
Así como el loto, nacido del lodo, no está contaminado por ello,
Así el loto del Buda preserva la realización de la vacuidad.

"Usted anula todos los signos en todas las cosas en todas partes.
Usted no está sujeto a ningún deseo de nada en absoluto.
El poder milagroso de los Budas es inconcebible.
Me inclino ante ti, que no estás en ninguna parte, como el espacio infinito."

Una vez el Bodhisattva Ratnakara terminó su alabanza, el Bodhisattva le preguntó al Buda, en nombre de los quinientos jóvenes, sobre las Tierras Puras de los Budas. Entones el Buda comienza a explicar lo que realmente significan las Tierras Puras del Buda, diciendo:

"Hijos nobles, una Tierra Pura de Bodhisattvas es un campo de seres vivos. ¿Por qué? Un Bodhisattva abraza una Tierra Pura en la misma medida en que causa el desarrollo de los seres vivos. Abraza una Tierra Pura en la misma medida en que los seres vivos se vuelven disciplinados. Él abraza una Tierra Pura en la misma medida en que, a través de la entrada en una Tierra Pura, los seres vivos se introducen en la Buda-gnosis. Abarca una Tierra Pura en la misma medida que a través de la entrada a esa Tierra Pura, los seres vivos aumentan sus santas facultades espirituales. ¿Por qué? Noble Hijo, una Tierra Pura de Bodhisattvas surge de los objetivos de los seres vivos.

"Por ejemplo, Ratnakara, si uno desea construir en un espacio vacío, podría seguir adelante a pesar del hecho de que no es posible construir o adornar nada en un espacio vacío. De la misma manera, si un Bodhisattva, quien sabe muy bien que todas las cosas son como un espacio vacío, el deseo de construir una Tierra Pura para desarrollar seres vivos, podría seguir adelante, a pesar del hecho de que no es posible construir o adornar una Tierra Pura en el espacio vacio.

"Sin embargo, Ratnakara, una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de pensamiento positivo. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos libres de hipocresía y engaño nacerán en su Tierra Pura.

"Noble hijo, una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de alta resolución. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que han cosechado las dos tiendas y han plantado las raíces de la virtud nacerán en su Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de aplicación virtuosa. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que viven por todos los principios virtuosos nacerán en su Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es la magnificencia de la concepción del espíritu de la Iluminación. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que realmente participan en el Mahayana nacerán en su Tierra Pura."

En otras palabras, podemos ver y "renacer" en una Tierra Pura cuando alcanzamos la Iluminación, es decir, cuando Despertarmos a la Verdadera Naturaleza de la Realidad. No es que renazcamos en algún otro lugar, sino que nuestras almas - corazones y mentes - renacen y ven el mundo a través de los ojos del Buda. Es por eso que el Buda dice que las Tierras Puras no surgen del vacío, sino que es el mundo de los seres vivos; surge de sus objetivos - sus acciones o su Karma. Poco a poco el Buda continuará elaborando este concepto. Ahora, el Buda nos dice cómo podemos "renacer" a una Tierra Pura por medio de los Seis Paramitas o Perfecciones Budistas.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de Generosidad. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que entregan todas sus posesiones nacerán en su campo del Buda.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de Tolerancia. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos con las trascendencias de la Tolerancia, los Preceptos y el Samadhi, por lo tanto hermoso con los treinta y dos signos auspiciosos, nacerán en su Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de Meditación. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que están equilibrados uniformemente a través de la atención plena y la conciencia nacerán en su Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es un campo de Sabiduría. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que están destinados a lo último nacerán en su Tierra Pura."

Veamos someramente estos Seis Paramitas. La práctica de la Generosidad o Caridad (Dana Paramita) nos ayuda a disminuir nuestro Ego. No hay nada que le duela más al ego que dar algo, porque piensa que al dar, pierde; tiene menos. Es por eso que el Budismo lo pone como el primer Paramita o Perfección. Los Preceptos (Sila Paramita), luego, nos ayudan a corregir nuestra conducta. A diferencia de muchas religiones y filosofías, el Budismo no cree en el mal: las personas hacen actos malvados por su ignorancia del mal que causan y del modo correcto de vivir; si estas personas "malvadas" conocieran el verdadero resultado de sus actos y sus repercuciones, tanto para los otros como para ellos (por el karma), no los cometerían. Por eso la importancia de la medicina (conocimiento) del Dharma. Luego, la Perseverancia o la Paciencia (Kshanti Paramita) controla nuestros pensamientos, palabras y acciones, y con ello, formamos nuevos patrones de conducta, alineando nuestra voluntad con el Dharma. Pero todo esto requiere Esfuerzo (Virya Paramita). Llevamos incontables vidas rondando por los pasillos oscuros del Samsara, y debemos de corregir cientos, sino miles, de vidas y patrones erróneos para poder realizar progreso. Para poder accesar a nuestro interior, a nuestra pureza innata, debemos de practicar la Meditación - el Dhyana Paramita. A través de la meditación, difundimos las capas ilusorias del ego y podemos accesar nuestra Naturaleza Búdica, nuestra Verdadera Naturaleza, la cual es una con la Energía de Vida de Infinita Luz, Sabiduría y Compasión. Así, por medio de la Caridad (ayudar a los demás), los Preceptos, la Paciencia, el Esfuerzo constante por mejorarnos, la meditación y la recitación (prácticas religiosas budistas), podemos comulgar con el Buda, el Universo, y así, desarrollamos Sabiduría (Prajna Paramita). Este es el mapa al Despertar en una Tierra Pura en este mundo y en esta vida.

Ahora, el Buda continúa mostrándonos cómo podemos purificar este Mundo Saha y revelar su Verdadera Naturaleza como una Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva consiste en los Cuatro Inconmensurables. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que viven por Bondad Amorosa, Compasión, Alegría y Ecuanimidad, nacerán en su Tierra Pura.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva consiste en los cuatro medios de unificación. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos que se mantienen unidos por todas las liberaciones nacerán en su Tierra Pura."

En la estrofa anterior, el Buda menciona los Cuatro Inmensurables que vimos anteriormente, pero en esta estrofa, el Buda nos habla de la importancia de la Sangha. La Sangha budista es el Cuerpo del Buda en el mundo. La misma preserva su Dharma Eterno y realiza su labor por todo el planeta. Tu y todos nosotros que seguimos el Camino del Bodhisattva somos Hijos del Buda, y su Dharma es nuestro legado. Es nuestro deber y encomienda ahora ser los ojos, las manos y la boca del Buda en el mundo.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es la habilidad en la técnica liberadora. Cuando alcanzan la Iluminación, los seres vivos expertos en todas las técnicas y actividades liberadoras nacerán en su  Tierra Pura."

Las técnicas liberadoras son los medios hábiles o Upayas - los métodos adoptados para instruir a las personas y conducirlas a la Iluminación que los Budas y Bodhisattvas hábilmente diseñan y emplean para llevar a los seres a la salvación.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva consiste en los 37 Factores del Despertar. Los seres vivos que dedican sus esfuerzos a los cuatro focos de atención plena, los cuatro esfuerzos correctos, las cuatro bases del poder mágico, las cinco facultades espirituales, las cinco fortalezas, los siete factores de la Iluminación y las ocho ramas del camino sagrado nacerán en su Tierra Pura."

Esta estrofa menciona los 37 Factores de la Iluminación. Los mismos se agrupan en siete categorías: Cuatro Meditaciones (meditaciones sobre el cuerpo, la sensación, la mente y los fenómenos), Cuatro Esfuerzos Correctos (poner fin al mal existente, evitar que surja el mal, traer el bien a la existencia y fomentar el bien existente), Cuatro Pasos para Alcanzar Poderes Trascendentales (celo, esfuerzo, memoria y perspicacia meditativa), Cinco Raíces (fe, esfuerzo, memoria, meditación y sabiduría), Cinco Poderes (poderes de fe, esfuerzo, memoria, meditación y sabiduría), Siete Ayudas para la Iluminación (memoria, discernimiento, esfuerzo, alegría, ligereza y facilidad, meditación e imparcialidad), y el Noble Sendero Octuple (puntos de vista correctos, pensamiento correcto, habla correcta, acción correcta, forma de vida correcta, esfuerzo correcto, atención plena correcta, y meditación correcta). 

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es su mente de total dedicación. Cuando alcanzan la Iluminación, los ornamentos de todas las virtudes aparecerán en su Tierra Pura."

A medida que continuamos nuestra práctica budista, poco a poco aminoramos nuestros deseos y pasiones desenfrenadas, eliminamos nuestro mal karma, purificamos los Seis Sentidos, y podemos vislumbrar la Verdadera Naturaleza de la Realidad y nuestro Verdadero Ser. Pero el proceso puede ser difícil, y en vez de vernos como mejores personas, podemos ver que nuestras sombras - ignoradas - pueden ser bien profundas y largas. Esto es porque estamos siendo iluminados por la Luz del Dharma, la Gracia del Buda. A medida que la Luz nos ilumina más, más largas y profundas son nuestras sombras, porque son aspectos negativos de nosotros que nunca quisimos ver. Pero ahora nos toca enfrentar nuestra sombra y asumir control de nuestro destino. Así, a medida que vamos purificando nuestra mente, el mundo igualmente se llena de luz y color. Vemos poco a poco la Tierra Pura que se escondía detrás de los velos de nuestro karma y nuestra consciencia. 

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es la doctrina que erradica las Ocho Adversidades. Cuando alcanzan la Iluminación, los Tres Malos Caminos cesarán, y no habrá tal cosa como las Ocho Adversidades en su Tierra Pura."

Las Ocho Adversidades o Vientos son lo que nos lleva por los Tres Malos Caminos de los Infiernos, los Espíritus Hambrientos y la Animalidad. Estos son obstáculos en nuestro camino al Despertar: la prosperidad, la decadencia, la desgracia, el honor, la alabanza, la censura, el sufrimiento y el placer. Las personas a menudo se dejan influir por su apego a la prosperidad, el honor, la alabanza y el placer (conocidos colectivamente como "cuatro favoritos" o "cuatro vientos favorables"), o por su aversión al declive, la desgracia, la censura y el sufrimiento ("cuatro disgustos" o "cuatro vientos adversos"). A medida que ocntinuamos nuestra práctica, manifestamos más y más nuestra Naturaleza Búdica y actuamos desde nuestra Budeidad Innata.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva consiste en su observancia personal de los Preceptos básicos y su moderación en culpar a otros por sus transgresiones. Cuando alcanzan la Iluminación, incluso la palabra 'crimen' nunca será mencionada en su Tierra Pura."

Los Preceptos son uno de los elementos más importantes en nuestra vida espiritual budista, pues los mismos dictan la forma en que nos debemos de comportar como seres iluminados en el mundo. Los Cinco Preceptos Laicos son: (1) No Matar o Proteger la Vida, (2) No Robar o Ser Generosos, (3) No Mentir o Velar Siempre por la Verdad, (4) No Abusar de la Secualidad u Honrar las Sanas Relaciones, y (5) No Abusar de los Intoxicantes o Mantener Siempre en Mente la Verdadera Naturaleza de la Realidad.

"Una Tierra Pura de un Bodhisattva es la pureza del camino de las Diez Virtudes. Cuando alcanzan la Iluminación, seres vivos que están seguros en la larga vida, grandes en la riqueza, castos en la conducta, realzados por el habla verdadera, de voz suave, libres de Intrigas divisorias y hábiles para reconciliar facciones, iluminadoras en sus conversaciones, libres de envidia, libres de maldad y dotadas de vistas perfectas, nacerán en su  Tierra Pura."

Las Diez Virtudes Diez son las prácticas llevadas a cabo por los Bodhisattvas para su propia Iluminación así como para la Iluminación de todos los seres sintientes, los Diez Paramitas. Los Diez Paramitas son los Seis Paramitas vistos anteriormente (Caridad, Preceptos, Paciencia, Esfuerzo, Meditación y Sabiduría), más los Paramitas de los Medios Hábiles, Votos, Poder y el Conocimiento. El Upaya Paramita o Perfección de los Medios Hábiles es hacer pleno uso de los medios hábiles para beneficiar a otras personas, el Pranidhana Paramita o la Perfección de los Votos es comprometerse a llevar a otros seres a la Iluminación. El Bala Paramita o la Perfección del Poder es el poder de la práctica, y el Jnana Paramita o la Perfección del Conocimiento, es la perfección del conocimiento con el propósito de llevar a otras personas a la Iluminación. Estas cuatro prácticas se consideran auxiliares de los Seis Paramitas.

"Por lo tanto, Noble Hijo, tal como lo es la producción del espíritu de Iluminación del Bodhisattva, también lo es su pensamiento positivo. Y tal como lo es su pensamiento positivo, también lo es su aplicación virtuosa.

"Su aplicación virtuosa es equivalente a su alta resolución, su alta resolución es equivalente a su determinación, su determinación es equivalente a su práctica, su práctica es equivalente a su total dedicación, su total dedicación es equivalente a su técnica liberadora, su técnica liberativa es equivalente a su desarrollo de seres vivos, y su desarrollo de seres vivos es equivalente a la pureza de su Tierra Pura.

"La pureza de su Tierra Pura refleja la pureza de los seres vivos; la pureza de los seres vivos refleja la pureza de su gnosis; la pureza de su gnosis refleja la pureza de su doctrina; la pureza de su doctrina refleja la pureza de su práctica trascendental, y la pureza de su práctica trascendental refleja la pureza de su propia mente".

En estos párrafos, el Buda nos da la guía necesaria para poder alcanzar el Despertar y poder ver este mundo como una Tierra Pura. Pero esto no es necesariamente suficiente, pues siempre debemos trabajar por la salvación de los demás. 

Ahora, te podrás estar preguntando, ¿por qué este mundo donde el Buda Shakyamuni alcanzó su Iluminación no es una Tierra Pura? Esta es la misma pregunta que Shariputra le hace al Buda en nombre de todos los seres sintientes. Esto es porque Shariputra nos representa a todos y cada uno de nosotros. Shariputra es uno de los discípulos más antiguos - y mayores, pues Shariputra antes de volverse monje budista fue uno de los maestros yóguicos de Siddhartha Gautama en su Camino al Despertar - y era el más sabio de todos los discípulos del Buda. Sin embargo, Shariputra se había conformado con su logro de Arhat y no se había convertido al Mahayana. Es por eso que el Sutra menciona mucho a Shariputra.

"Entonces, Shariputra tuvo una influencia mágica del Buda: 'Si la Tierra Pura del Buda es pura solo en la medida en que la mente del Bodhisattva es pura, entonces, cuando el Buda Shakyamuni se dedicó a la carrera del Bodhisattva, su mente debe haber sido impura. De lo contrario, ¿cómo podría parecer esta Tierra Pura (este mundo) tan impura?'

"El Buda, sabiendo telepáticamente el pensamiento de Shariputra, le dijo: '¿Qué piensas, Shariputra? ¿Es porque el Sol y la Luna son impuros que los ciegos de nacimiento no los ven?'

"Sariputra respondió: 'No, Señor. No es así. La culpa está en los ciegos de nacimiento y no en el Sol y la Luna'.

"El Buda declaró: 'De la misma manera, Shariputra, el hecho de que algunos seres vivos no vean la espléndida exhibición de virtudes de la Tierra Pura del Tathagata se debe a su propia ignorancia. No es culpa del Tathagata. Sariputra, el campo del Buda del Tathagata es puro, pero no lo ves'."

Aquí el mensaje principal del capítulo es claro: este Mundo Saha es la Tierra Pura del Buda Shakyamuni, pero nuestras impurezas y mal karma no nos lo permiten ver. Esto es reiterado por el mismo dios creador, el dios Brahma, cuando inmediatamente se dirige a Shariputra y le dice:

"Entonces, Brahma le dijo a Shariputra: 'Shariputra, no diga que la Tierra Pura del Buda del Tathagata es impura. Sariputra, la Tierra Pura del Tathagata es pura. Veo la espléndida expansión del Buda. La Tierra Pura del Buda Sakyamuni es igual al esplendor de, por ejemplo, las moradas de las deidades más altas'."

Las deidades budistas, si bien no son Bodhisattvas altos, son seres avanzados en su ojo dhármico, y pueden ver el mundo muchas veces - al menos el nuestro - como realmente es, aunque nosotros lo veamos de acuerdo con nuestra condición de vida. Pero esta visión puede ser desarrollada por medio de la meditación y de la devoción. Sobre todo, cuando estamos en entornos naturales, si calmamos nuestra mente y abrimos nuestros corazones, podemos recibir la Gracia del Buda y ver las cosas desde lentes más puros y positivos. Este es el poder de la Gran Naturaleza. Este Mundo Saha en el que vivimos es igual a las moradas más altas de las deidades en el cielo. Si tan solo lo pudiéramos mantener una realidad en nusestra experiencia diaria. Al contrario, nuestras epxeriencias dolorosas y frustrantes nos ensucian cada vez más nuestros ojos, corazones y mentes y vemos este mundo como lo ve Shariputra.

"Entonces, Shariputra le dijo a Brahma: 'En cuanto a mí, Oh Brahma, veo esta gran tierra, con sus altos y bajos, sus espinas, sus precipicios, sus picos y sus abismos, como si estuviera completamente llena de excrementos'.

"Brahma respondió: 'El hecho de que veas esta Tierra Pura como este como si fuera tan impura, Sariputra, es una señal segura de que hay altos y bajos en tu mente y que tu pensamiento positivo con respecto al Buda. La gnosis no es pura tampoco. Sariputra, aquellos cuyas mentes son imparciales con respecto a todos los seres vivos y cuyos pensamientos positivos hacia la Buda-gnosis son puros, ven esta Tierra Pura como perfectamente pura'."

Ahora, el Buda realiza otro milagro para el beneficio de todos los presentes, y de nosotros, los lectores y oyentes de nuestra era.

"Entonces, el Señor tocó el suelo de este billón de universo galáctico mundial con su dedo gordo, y de repente se transformó en una gran masa de joyas preciosas, una magnífica variedad de cientos de miles de racimos de gemas preciosas, hasta que se parecía a la universo del Tathagata Ratnavyuha, llamado Anantagunaratnavyuha. Todos en la asamblea se llenaron de asombro, cada uno percibiéndose sentados en un trono de lotos enjoyados.

"Entonces, el Buda le dijo al venerable Shariputra: 'Shariputra, ¿ves este esplendor de las virtudes de esta Tierra Pura?'

"Shariputra respondió: '¡Lo veo, Señor! ¡Aquí delante de mí hay un despliegue de esplendor como el que nunca antes había oído o visto!'

"El Buda dijo: 'Shariputra, esta Tierra Pura siempre es pura, pero el Tathagata parece estar dañado por muchas faltas, para lograr la madurez de los seres vivos inferiores. Por ejemplo, Shariputra, los dioses del cielo Trayastrimsa toman su alimento de una única y preciosa vasija, pero el néctar que nutre a cada uno difiere según las diferencias de los méritos que cada uno ha acumulado. Así, Shariputra, los seres vivos nacidos en la misma Tierra Pura, ven el esplendor de las virtudes de las Tierras Puras de los Budas según sus propios grados de pureza'."

Este milagro no solo sucedió en ese momento, sino que podemos presenciarlo en cualquier momento de nuestras vidas. Solo debemos implorarle al Buda, recibir su Gracia, y purificar nuestros sentidos. Entonces, cuando accesamos a la infinita calma y pureza que reside dentro de cada uno de nosotros por medio del a meditación, podemos experimentar la Tierra Pura en esta vida y en este cuerpo. No hay que esperar a morir para poder renacer en la Tierra Pura. Este Mundo Saha es el Paraíso del Nirvana.

Es imposible no conmovernos con la humildad y la gran compasión que el Buda muestra al decir que no podemos experimentar este Mundo Saha como una Tierra Pura por la falta de méritos  y las faltas del Buda. ¿Cómo puede el Buda decir esto? El Buda, en su infinita compasión, acepta todos nuestros errores, fallas e impurezas como propias. Tal es la carga que está dispuesto a cargar por todos y cada uno de nosotros. Tal es la carga que ya acarrea desde infinos eones en el pasado, y la que acarrerará en el futuro, pues el Buda, aunque no lo sepas y no lo creas, ya te ha salvado. El Buda es el espíritu de la Infinita Compasión, y siempre está con nosotros en cada pensamiento, en cada palabra, y en cada acción que tomamos. 

Cuando el Buda realizó esto, todos quedaron maravillados y lloraron de piedad y emoción. Y así como realizó su milagro, el Buda levantó su dedo y todos volvieron a ver el mundo tal y como sus ocndiciones de vidas se lo permitieron. Esto fue una vez más un recordatorio de la impermanencia como ley de vida en este mundo. Tras esto, todos despertaron su Bodhicitta, su Deseo de Alcanzar el Despertar por el Bien de Todos los Seres Sintientes; es decir, todos aspiraron a convertirse en Bodhisattvas. 

En el próximo capítulo, veremos al héroe de nuestra historia, Vimalakirti, el ideal laico del practicante budista, quien nos motrará cómo podemos aplicar el Dharma en nuestras vidas diarias en medio de la sociedad y del mundo.