Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


miércoles, 26 de enero de 2022

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Perfectas y Completas: Las Enseñanzas del Shoshikan - Capítulo 5: Las Actividades de la Mente

 El Shoshikan (Hsiao Chih-kuan), que se puede traducir como la "El Pequeño Tratado de la Calma y la Contemplación", fue uno de los primeros tratados de meditación jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. Este tratado fue un pequeño libro escrito por el Gran Maestro Chih-i para resumir los puntos importantes para la práctica de la meditación budista tradicional de Shikan, o Samatha y Vipassana. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Shoshikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

En el capítulo anterior comenzamos a entrar de lleno en la práctica correcta de la meditación budista, con los factores preliminares del ajuste del cuerpo y la respiración. En este capítulo, y en los próximos, comenzaremos a detallar las actividades de la mente.

En el inicio de su análisis de las actividades mentales, el Gran Maestro Chih-i nos dice que al momento de sentarnos a meditar, debemos poseer Cinco Actividades o Medios Hábiles: (1) tener deseo o propósito, (2) poseer un espíritu serio y entusiasta, (3) estar atentos, es decir, practicar la atención plena, (4) tener una buena instrospección, y (5) poseer claridad y armonía. Veámoslas con detalle.

"Al practicar la meditación, la mente debe ser poseída por cinco actividades o estados expeditivos. La primera de ellas es una actividad de deseo o propósito. Es voluntad en el sentido de deseo supremo, o preferencia de control directivo. Si queremos alcanzar el objeto de la meditación, debemos desear y tratar de evitar todos los pensamientos falsos y mundanos y tomar el logro del objeto de la meditación, es decir, el logro de la tranquilidad, el conocimiento y la sabiduría trascendental, el deseo y el propósito primordial de la mente."

Es bien importante estar claros sobre por qué nos sentamos a meditar. Toma un tiempo y reflexiona: ¿por qué meditas? ¿Qué pretendes alcanzar por medio de la meditación? Constantemente escuchamos maestros budistas decir que debemos meditar sin expectativa, sin esperar nada a cambio. Creo que esto es altamente deceptivo. No creo que digan que debemos meditar sin un objetivo o propósito. Así no alcanzaremos absolutamente nada. Es como ir al mar y vagar a la deriva, sin mapa ni timón, dejándote llevar por el viento. No llegarás a ningún lado. 

Antes de sentarnos a meditar, debemos tener un objetivo claro. Mientras menos específico mejor. Es como tener un meta-objetivo o un meta-propósito. En el capítulo anterior vimos los verdaderos fines o propósitos de la meditación en el Budismo Tendai. Por supuesto, el más alto propósito de la meditación es el "Logro Supremo": el Despertar. Por medio de la meditación, podemos descubrir y cultivar nuestra Naturaleza Búdica y hacerla brillar, para que sea nuestra Budeidad Innata la que guíe nuestros pensamientos, palabras y acciones - nuestro Verdadero Ser - y no nuestro ser finito y falso basado en el ego. Si tenemos un propósito muy definido, como por ejemplo, el estar en paz y calma, podemos caer en la trampa de la desilución al ver que no lo hemos alcanzado. Esto es porque la meditación es un proceso, no un fin, y es uno que va en contra de décadas o muchos años de patrones limitantes y conceptos erróneos que debemos ir reaprendiendo poco a poco por medio de la práctica de la meditación.  En fin, el setirnos en paz y calma es un producto derivado de la meditación - uno muy bueno - pero no es el objetivo real de la práctica meditativa.

Así, como vemos, el mismo Chih-i nos alienta a tener un propósito en nuestra práctica de la meditación. Si bien nuestra meta es el logro del Despertar, lo más importante es el proceso y no el destino. Es por eso que el título de este libro es "Comulgando con el Buda". Cuando nos sentamos a meditar, disolvemos poco a poco las barreras ficticias de nuestro ser falso y finito y revelamos nuestro Verdadero Ser, el cual es uno con el Cosmos, y comulgamos con el Buda como la Totalidad de la Existencia. De lo contrario, como dice el Shoshikan, no sabremos a dónde nos dirigimos y podemos reforzar los patrones limitantes y erróneos que tratamos de evitar. Si tratamos de comulgar con el Buda, y vemos la meditación como un alto sacramento, más que solo una práctica, esto sirve como medio hábil para reorientar nuestra práctica.

"La segunda actividad expediente de la mente se caracteriza por un espíritu serio y entusiasta. Esto significa guardar los Preceptos con una perseverante sinceridad de espíritu: significa renunciar a los cinco obstáculos y perseverar en nuestra práctica con celo de todo corazón al anochecer y al amanecer. Al igual que el esfuerzo requerido para producir fuego al frotar dos pedazos de madera, así debe buscar la Iluminación, con el mismo celo fervoroso."

El segundo elementos necesario para el control de las actividades de la mente es el tener un espíritu serio y entusiasta. Esto es, si tenemos bien fijo nuestro norte - alcanzar el Despertar y salvar a todos los seres sintientes - podemos mantenernos energéticos y perseverar en nuestra práctica, sobre todo, cuando no tenemos ánimo de meditar, o cuando tenemos que enfrentar los cinco obstáculos mencionados por Chih-i, o los cinco impedimentos que nublan la mente de las personas e impiden que surja el bien en ellas. Estos son: (1) la codicia, (2) la ira, (3) la somnolencia y languidez, (4) la excitación y la depresión (inestabilidad emocional), y (5) la duda. El mismo Chih-i nos dice que, no importa cuán avanzado te encuentres, siempre debes estar pendiente a estos cinco obstáculos y practicar. El Despertar no llega solo. Nuestra Naturaleza Búdica, aunque impoluta, se encuentra cubierta por vidas y vidas de deseos, pasiones y mal karma. Tenemos que poseer una meta elevada y practicar con vigor y perseverancia. Es por eso que tanto la perseverancia (Virya) como la meditación (Dhyana) con dos Paramitas o Perfecciones budistas que debemos cultivar para poder avanzar en nuestra práctica. 

"La tercera actividad expediente de la mente es la atención plena y el recuerdo. Esto significa que siempre debemos tener en cuenta el vacío y el aspecto ilusorio del mundo con todo su sufrimiento, y siempre debemos tener pensamientos de la nobleza y el valor de la Iluminación que alcanzamos a través de la práctica de la meditación. Es noble porque conduce al logro más alto de realización, sabiduría y compasión. Abre la capacidad de la mente para el disfrute de las más altas potencias cognitivas; le da a uno la intuición de la bienaventuranza que sigue a la extinción de los pensamientos incorrectos, y permite a uno realizar la alegría más alta cuando la sabiduría perfecta se dedica a la liberación de todos los seres sintientes. Esto es lo que se entiende por recuerdo."

¿Qué quiere decir Chih-i cuando nos dice que debemos tener atención plena al momento de meditar? Esto significa que debemos tratar de realizar la Vacuidad, la total interconexión, de todas las cosas, y trascender nuestros pensamientos y sensaciones dualistas, y alcanzar la Unidad Fundamental, la Consciencia Universal, que subyace por debajo de todo este mundo ilusorio y nuestro ego finito y falso, y tratar de cultivar nuestra Naturaleza Búdica, y hacerla brillar en nuestras vidas, para de la misma surga las cualidades positivas de la compasión y la sabiduría que son nuestra verdadera naturaleza. 

Al hacer una distinción clara entre las cualidades negativas y positivas de la mente, y su resultante karma, podemos cultivar cualidades positivas, como los Cuatro Brahmaviharas de (1) Benevolencia, (2) Compasión, (3) Alegría, e (4) Imparcialidad. La Benevolencia, o "Maitrī" en sánscrito, aquí se puede interpretar como dar placer o felicidad a los seres vivos; la Compasión, o "Karuna", como eleminar sus sufrimientos; la Alegría, o "Muditā", como regocijo de ver a los seres liberarse del sufrimiento y obtener felicidad, y la Imparcialidad, o "Upekshā", se puede ver como abandonar los apegos al amor y al odio y ser imparcial con todos. 

Cuando eliminamos las malas cualidades y cultivamos las positivas, podemos transformar los Cuatro Indicativos del Mundo Saha de Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser, a las Cuatro Nobles Cualidades de un Buda: Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser. Estos describen la verdadera naturaleza de la vida de un Buda, que es pura y eterna, y que manifiesta el Verdadero Ser y disfruta de la felicidad absoluta. Debido a que todos poseemos la Naturalesa Búdica, todos podemos desarrollar las cuatro virtudes cuando alcanzan la Budeidad mediante el cumplimiento de las enseñanzas del Buda.

"La cuarta actividad expediente de la mente es la agudeza de la penetración. Debemos reflexionar comparando los placeres del mundo con los que vienen con la práctica de la meditación. Debemos pensar con penetración en cuanto a si hay una pérdida o una ganancia, en cuanto a si la ganancia de la práctica de la meditación es insignificante o de la más alta importancia. Las delicias del mundo son elusivas y engañosas; uno necesita la agudeza de la penetración para juzgarlos correctamente. Las fascinaciones del mundo a menudo oscurecen el sufrimiento y la irrealidad. Si lo consideramos cuidadosamente, debemos ver que el deseo por el mundo y sus ilusiones es una pérdida y no una ganancia."

El mismo Gran Maestro Chih-i acepta entre líneas que meditar no es fácil, y que hay muchas otras actividades mucho más divertidas que sentarnos a hacer lo que para muchos es "nada". Pero por muy llamativas y seductivas que sean los placeres mundanos - y no estamos diciendo que debamos reprimirlos o negarlos o evitarlos absolutamente - los mismos son efímeros. Tan pronto como llegan y son satisfechos, volvemos a sentirnos vacíos y con más deseos de algo que nos vuelva a hacer sntir mejor y satisfechos. En cambio, los beneficios de la meditación son diraderos. De hecho, podemos decir que duran por la eternidad. 

"Por el contrario, la misma agudeza de la perspicacia convencerá a uno de que la práctica de la meditación trae una ganancia inestimable, una realización intuitiva y la inteligencia trascendental que están libres de intoxicantes y son incondicionados. Vivir en un lugar tranquilo y aislado, sentirse libre de la esclavitud de la vida y la muerte, su infelicidad y sufrimiento, y sentarse tranquilamente en meditación, es de suma importancia y valor. La agudeza de la percepción mantendrá estas diferencias claras ante la mente y ayudará a uno en la práctica ferviente de la meditación."

Ahora, no debemos de caer en la trampa del otro extremo y abandonar completamente el mundo y tratar de vivir una vida recluída y basada exclusivamente en la meditación o la práctica budista. Esto iría en contra del principio supremos del Budismo, el Bodhicitta, el Deseo de Alcanzar el Despertar para Salvar a Todos los Seres Sintientes. 

El Budismo no predica el abandono al mundo, sino su total experiencia, una experiencia no basada en la dualidad, sino en la Unidad; una experiencia donde no nos dejamos llevar por los placeres ni los deleites, ni por el asetismo y la negación, sino por una expriencia basada en la Verdadera Naturaleza de la Realidad, donde podemos trabajar en la dualidad desde la Unidad, y todos podemos vivir vidas más plenas, armónicas con la Vida, y donde podemos trabar para ayudarnos los unos a los otros; esto es, una vida con propósito. Este es uno de los regalos de la meditación y la práctica correcta budista.

Esto es precisamente lo que el Gran Maestro Chih-i nos quiere decir con el próximo párrafo, cuando nos dice:

"La quinta actividad expedita de la mente es la claridad y la armonía. Esto significa que debemos entender claramente la Verdadera Naturaleza del mundo con su dolor y, al mismo tiempo, debemos saber que la tranquilidad y la inteligencia de la mente gracias a la práctica de la meditación son muy preciosas y honorables. Con esta claridad y solidez mental debemos determinarnos sin reservas a practicar la meditación con nuestra mente de forma inmovible, de modo que podamos resistir y rechazar todas las influencias malvadas de los Devas, Maras y Thirthakas, que podrían detener nuestros esfuerzos. A pesar de que somos inconscientes de cualquier éxito marcado en nuestra práctica, la claridad y la armonía de la mente prevendrán descuidar la práctica o de volver atrás. Una persona que va a comenzar un viaje debe tener una idea clara de dónde y por qué va, y no será fácilmente desviado, por lo que una persona en su práctica de la meditación debe tener una mente clara y única si desea tener éxito en su logro de la Iluminación."

¿Cómo podemos actuar en el mundo basándonos en nuestra Unidad Fundamental, y hacer que brote de nuestra propia Naturaleza Búdica es infinita fuente de compasión y sabiduría? Accesando a nuestra Calma Innata, y desde allí, actuando Contemplativamente en el mundo. Esto es lo que quiere decir Samatha (Calma) y Vipassana (Contemplación). 

Como mencionamos en el capítulo anterior, Samatha o "Calma" puede verse como "inactividad", "Unidad", "Vacuidad"; y Vipassana o "Contemplación" puede verse como "actividad", "dualidad", como el "Mundo Convencional". El vivir entre la Unidad y la dualidad, entre el Nirvana y el Samsara, es la verdadera práctica del Camino Medio. 

En el próximo capítulo, veremos más instrucciones sobre las actvidades de la mente, y la práctica correcta de nuestra sesión de meditación.