Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 16 de abril de 2021

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Perfectas y Completas: Las Enseñanzas del Makashikan - La Meditación en la Vida Diaria y los Seis Paramitas

 El Makashikan (Mohochihkuan), que se puede traducir como la "Gran Calma y Contemplación", es uno de los tratados budistas más importantes jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai (Tendai) en China. La escuela Tientai rescató el verdadero propósito y mensaje del Buda para el mundo, el cual había sido olvidado o ignorado por los eruditos budistas por siglos, y con ello, influyó enormemente el desarrollo del Budismo Mahayana en el Este de Asia. El mismo es el texto principal del programa exotérico de estudio y entrenamiento en la escuela Tendai japonesa, la cual dio a luz a las escuelas Jodo (Tierra Pura), Zen y Nichiren, entre otras; provee un estudio integral de todo el canon y la práctica budista; y sus muchas de sus enseñanzas, en su momento radicales, hoy día son parte del Budismo Mahayana. Sin embargo, su complejidad e inaccesibilidad lo han mantenido en la oscuridad. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Makashikan del Gran Maestro Tendai y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

En las pasadas entradas hemos visto los primeros tres de los Cuatro Samadhis o Meditaciones sistematizadas por el Gran Maestro Chih-i en su obra magna, el Makashikan. Hoy, veremos el último de los mismos, el Samadhi de la Meditación en la Vida Diaria (Samadhi Ni Sentado Ni Caminando), y cómo podemos aplicar sus instrucciones en nuestra vida diaria.

El Budismo, a diferencia de lo que muchos piensan, es altamente devocional. El principio en nuestro camino budista es marcado por una ceremonia llamada la Toma de Refugio, donde aceptamos los Tres Tesoros del Buda, el Dharma y la Sangha en nuestros corazones y asumimos los Cinco Preceptos o Votos de (1) No Matar, (2) No Robar, (3) No Mentir, (4) No Abusar de la Sexualidad, y (5) No Abusar de los Intoxicantes. Hemos vistos un resumen y comentario de estos Cinco Preceptos en este blog. Junto con la Toma de Refugio, hacemos el voto de levantar el Deseo de Alcanzar el Despertar por el bien de todos los seres sintientes y nos comprometemos a practicar los Seis Paramitas o Perfecciones de (1) Generosidad, (2) Preceptos, (3) Esfuerzo, (4) Paciencia, (5) Meditación y (6) Sabiduría. La Toma de Refugio dicta nuestra práctica diaria.

El Buda, como hemos visto, es una palabra plurisignificativa que abarca una amplia gama de niveles. A nivel macro, se refiere trascendentemente al Buda como el Alma del Universo, el Dharmakaya, y su inmanencia en el corazón de todos los seres sintientes. A nivel micro, se refiere a nuestra Naturaleza Búdica innata. Pero igualmente, la palabra Buda se refiere al maestro histórico, el Buda Shakyamuni, la encarnación del Universo, el Nirmanakaya. La palabra Dharma igualmente tiene múltiples connotaciones. A nivel macro, Dharma se refiere a la Ley Mística y las Leyes Universales. A nivel micro, se refiere a las enseñanzas de todos los Budas y maestros iluminados, contenidas en los Sutras, los sermones del Buda, y los Shastras, las obras de los grandes maestros. Finalmente, tenemos la Sangha, la cual se refiere a la comunidad de creyentes y sacerdotes que protegen y encarnan sus enseñzanzas, pero igualmente, se refiere a todo el planeta y sus seres. Después de todo, todos somos uno con el Buda, pues todos poseemos al Buda en nuestro corazón - nuestra Naturaleza Búdica.

Sib bien el Budismo contiene una amplia gama de enseñanzas y prácticas, todas emanan de una misma fuente, el Dharma, y todas nos conducen al Despertar. Es por eso que el Gran Maestro Chih-i en el Makashikan nos presenta un tetralema de prácticas meditativas, que fuera de las restricciones convencionales de la palabra meditación, envuelven todo el amplio espectro de la práctica budista, como los Preceptos, el estudio, la meditación, la recitación del Nembutsu (Nombre del Buda), etc. Al final, no debemos de ver estas prácticas como elementos isolados, sino como un conjunto. Es por eso que en un Servicio Budista realizamos todas las prácticas budistas, sin que muchos se den cuenta.

En las entradas anteriores vimos la Meditación Sentada, la Meditación Caminando, y la mezcla de ambas. Hoy, veremos qué Chih-i se refiere por la Meditación en la Vida Diaria. 

En el Makashikan, Chih-i nos dice: "Los métodos descritos anteriormente se refirieron a la práctica de la meditación sentada o caminando, o ambas, de manera exclusiva, pero este método es diferente a los anteriores. El mismo se llama "Ni Meditando Ni Caminando", para completar el tetralema, pero actualmente envuelve el sentarse, caminar y todas las otras actividades. Esto es lo que el maestro Huisi (el maestro de Chih-i) llamó "el Samadhi de Seguir Tus Pensamientos" - cuando un pensamiento surge en tu vida diaria, el mismo es usado inmediatamente para cultivar el Samadhi. Aunque se le llame de diferentes nombres, son realmente un solo Dharma."

Así, como vemos, en este Samadhi se utilian los pensamientos en nuestra vida diaria para poder practicar la meditación, no importa lo que estemos realizando. De acuerdo con Chih-i, si practicamos la meditación en todo lo que hagamos, "podemos destruír los fundamentos de la ignorancia, acabar con las pasiones y alcanzar el Despertar". ¿Cómo podemos encarnar esta práctica? Nuestra práctica budista personal es el mejor medio para comenzar a realizar este método y poco a poco llevarlso a todas las áreas de nuestra vida.

La práctica diaria o Gongyo es un elemento sine qua non en la vida de todos los budistas. Idealmente, todas las mañanas, nuestro día comienza con levantarnos y lavarnos la boca y la cara y pasar seguidamente al altar budista o Butsudan y realizar el Servicio Matutino. En la escuela Tendai, el mismo está dedicado al Sutra del Loto. Así como el Sol se levanta por las mañanas, el Sutra del Loto representa el comienzo y nos da las fuerzas necesarias y la positividad para comenzar nuestro día energizados y perfumados con el perfume del Dharma. Una vez encendemos las velas y el incienso, nos postramos ante todos los Budas de los tres tiempos y las diez direcciones. Seguido, nos arrepentimos de todo nuestro mal karma generado por nuestros pensamientos, palabras y acciones. Luego, tomamos refugio en los Tres Tesoros y agradecemos nuevamente por la oportunidad de vivir un día más en este precioso nacimiento humano. Seguido, damos las gracias por haber encontrado el Dharma y le pedimos a los Budas la gracia para poder entender el significado de las enseñanzas. Luego, recitamos un Sutra budista. Usualmente, el mismo es un pasaje del Sutra del Loto (capítulo 2 o 14) o el Sutra del Corazón. Luego, le pedimos al Buda su bendición y protección. Entonces, agradecemos al linaje de maestros (Buda Shakyamuni, Tendai Daishi [Chih-i] y Dengyo Daishi [Saicho]). Finalmente, dedicamos todos los méritos de esta práctica a todos los seres sintientes. Si uno tiene tiempo, uno practica una breve meditación. Esto es importante para preparar nuestra mente y accesar nuestra Naturaleza Búdica, y poder poner los Seis Paramitas en práctica, para dirigirnos sabiamente en el día y tratar compasivamente a todos los seres. Luego, vamos perfumados por el Dharma, nuestra práctica, el resto del día, pues todos los momentos son oportunidades para alcanzar el Despertar.

Luego del Gongyo, podemos tratar de mantener una actitud meditativa el resto del día. Al final, nos dirigimos al altar o Butsudan y realizamos el Gongyo Vespertino, dedicado al Buda Amida y al renacimiento (literal y simbólico, renaciendo en nuestro Verdadero Hogar). Así como el día acaba, minuto a minuto nos acercamos al final de nuestra vida, y aspiramos continuar labor de Bodhisattva hasta la salvación de todos los seres sintientes. Para esto, recitamos el Nembustu (Namu Amida Butsu). El Nembutsu, como todas las enseñanzas y prácticas budistas, es [no debe de sorprendernos'] igualmente multi-nivel. El mismo no solo nos conduce al Renacimiento en la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida al final de nuestra vida, sino que nos conecta con nuestra Verdadera Naturaleza y nos permite comulgar con el Universo, al igual que la meditación. 

Es por esto que la práctica diaria (Gongyo) contiene todas las prácticas budistas. ¿Cómo debemos comportarnos el resto del día en nuestras demás actividades mundanas? Chih-i nos exhorta a conectarnos constantemente con la Unidad Fundamental (Vacuidad) y a practicar los Seis Paramitas. Chih-i nos dice:

"[Esta meditación] Toma como objeto los procesos mentales que inician y sustentan la acción en su conjunto y tiende a ignorar el carácter específico o el valor convencional de la actividad en sí misma. Siempre que surgen factores mentales ... el practicante vuelve a iluminar y discernir la mente que inicia la acción y no percibe ninguna evolución del pensamiento. No ve una fuente de la cual brota la mente o una culminación adonde proceden la mente y la acción, o cualquier lugar de donde viene o al que va".

De acuerdo con el Makashikan, esta meditación puede ser realizada en cuatro modalidades: (1) cualquier forma explícita de meditación estructurada o disciplina religiosa derivada de los Sutras, (2) actividades saludables (en un sentido general), (3) actividades malsanas y (4) actividades que no tienen ningún valor moral particular. Si las vemos juntas, estas cuatro modalidades comprenden todos los modos posibles de acción que tienen un motivo y diseño religioso, así como aquellos que son puramente mundanos; los que son sagrados y los que son profanos. En cada una de estas actividades, Chih-i nos exhorta a ver  las Cuatro Fases del Pensamiento: (1) pre-pensamiento, o el pensamiento antes de surgir; (2) pensamiento inminente o el pensamiento surgiendo; (3) el pensamiento mismo, o su existencia momentánea; y (4) la conclusión del pensamiento, o su final. Esto nos permite accesar a la Verdadera Naturaleza de la Realidad en todo momento. 

Para practicar los Seis Paramitas en la vida diaria, Chih-i nos dice:

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día, contemplamos a los seres sintientes con el ojo de la gran compasión, sin ver sus diferencias mundanas. Esta es la perfección de la Generosidad.

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día, tratamos de no herir o dañar a ningún ser sintiente. Esta es la perfección de los Preceptos.

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día, no levantamos pensamientos falsos o erróneos; no permitimos que nuestra mente se agite o que persiga ciegamente los placeres de los cinco sentidos y de la mente. Esta es la perfección de la Paciencia.

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día, no nos aferramos a los movimientos del cuerpo ni de la mente, sino que contemplamos las Cuatro Fases del Pensaiento. Así, vemos que no existe la vida ni la muerte de los dharmas (fenómenos). Esta es la perfección del Esfuerzo.

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día, no aprehendemos la dualidad del cuerpo y la mente, ni del Samsara ni del Nirvana. Así, no nos aferramos a ningún fenómeno, ni el placer del Nirvana ni las aflixiones del Samsara. Esta es la perfección de la Meditación.

"Cuando estamos sentados, caminando o en todas las actividades del día,  vemos nuestro cuerpo como una nube, una sombra, un fantasma, un sueño, una aparición, un eco...ni surge ni perece...así, vemos la Unidad Fundamental (Vacuidad) y no hay no apego ni liberación. Esta es la perfección de la Sabiduría."

Chih-i nos dice: "Este es el significado del pasaje del Sutra del Loto que dice: 'Veo a los Hijos del Buda, propia y completamente siguiendo los Preceptos...buscando el Camino del Buda del Despertar'". Cuando llevamos una práctica budista completa y balanceada, somos verdaderamente Hijos del Buda.

Chih-i también nos dice: "La práctica correcta de las Seis Perfecciones se suplementa y se complemta perfectamente, así como soldados que se ponen sus armaduras y se unen a sus flanges no están solos sino que fortifican mutuamente...la Contemplación es como una lámpara, la Calma como un cuarto cerrado". Esto nos devuelve nuevamente a cómo todas las enseñanzas y prácticas budistas son abrazadas y pueden ser catalogadas como Calma y Contemplación (Shikan). Es por eso que esta obra se llama Makashikan. o la Gran Calma y Contemplación.

Como vemos, la práctica budista, idealmente, es la práctica del Samadhi en la Vida Diaria. Chih-i nos dice: "Todo el tiempo debemos estar fijados en la Verdadera Naturaleza de la Realidad". 

En el Makashikan, Chih-i nos presenta una visión de la práctica holística. Las diversas disciplinas, que van desde los preceptos, la devoción, el ritual, la dieta, el sueño, etc. hasta formas más sutiles de disciplina mental y discernimiento meditativo, son fundamentalmente inseparables. La práctica eficaz por parte del individuo depende de su comprensión de los principios que rigen el camino meditativo, así como de su capacidad para evaluar y aplicar las medidas adecuadas a su situación. Es por esto que la escuela Tendai presenta una visión del Budismo Completa y Perfecta de manera armónica e inclusiva, no exclusiva e incompleta. Una diversidad de prácticas asegura que el practicante individual pueda lidiar más adecuadamente con las vicisitudes de su propia práctica. También hace que los beneficios de la enseñanza y la práctica budistas en su conjunto estén disponibles para una audiencia mucho más amplia, lo que permite a las personas con diferentes habilidades e inclinaciones espirituales elegir el enfoque que mejor se adapte a ellas. 

En la próxima entrada, veremos más a fondo la importancia de tener una amplia variedad de opciones, y de ver el Budismo es su totalidad, en vez de abordarlo de forma incompleta y fragmentada.